Análisis GRID, un buen arcade de conducción (PS4, Xbox One, PC)
Ser fan de los juegos arcade de carreras no es fácil a día de hoy. La popularidad del género ha ido decayendo con el paso de los años y si no fuese por excepciones tan sobresalientes como la saga Forza Horizon, poco encontraríamos en la actualidad capaz de calmar nuestras ansias de correr.
Videoanálisis
Por suerte, Codemasters ha decidido recuperar GRID este año, una saga que no se deja ver por nuestras consolas y ordenadores desde el lanzamiento de su tercera entrega en 2014. De hecho, la compañía ha aprovechado este lustro de diferencia para reiniciarla por completo y empezar de cero, dando como resultado un título muy atractivo e interesante para los amantes de los coches y la velocidad.
Corre a tu gusto
De este modo, nos volvemos a encontrar ante un juego de carreras que sabe situarse en un punto intermedio entre el arcade más puro y la simulación más exigente.
Siempre tiende a lo primero, con unos controles muy accesibles, fáciles y agradables, pero sus físicas evitan favorecer el uso constante de derrapes y siempre intentan recrear las características de cada vehículo de una manera más o menos creíble. Por supuesto, tampoco esperéis turbos ni ningún tipo de mecánica de corte fantástico.
Gracias a esto, tenemos un título que permite que cualquier jugador, independientemente de su nivel de habilidad y experiencia, pueda coger el mando y disfrutar de su propuesta, aunque el estudio de desarrollo ha tenido el detalle de incluir una gigantesca cantidad de opciones de configuración para que todo el mundo pueda adaptar la experiencia a sus gustos y preferencias.
¿Te parece demasiado fácil? Pues quita todas las ayudas, elimina la función de flashback para retroceder varios segundos y activa los daños mecánicos para que los choques y golpes afecten al rendimiento de los vehículos. No esperéis un Asseto Corsa o Project Cars si hacéis esto, pero sí que sufriréis mucho más para dominar vuestro coche.
Lo cierto es que las sensaciones que transmite el juego al volante son realmente buenas, consiguiendo que sintamos cada curva y cada frenada de forma muy satisfactoria. Gran parte de la culpa de que conducir sea tan divertido la tiene la genial recreación que se ha realizado de cada vehículo, todos ellos perfectamente diferenciados y con un manejo que, a pesar de su vertiente arcade, busca recordarnos a sus contrapartidas reales.
Hablando de coches, hay alrededor de 70 divididos en multitud de categorías distintas, como turismos, muscle cars, deportivos, clásicos, monoplazas, etcétera. El número no es muy alto y quizá haya algunas ausencias destacables, pero sabe compensarlo con una amplia variedad de estilos que toca casi todos los palos del automovilismo.
Continuando con las cifras, esta vez tenemos un total de 12 localizaciones diferentes, cada una de ellas con varios trazados distintos, lo que hace un total de más de 80 circuitos. Entre ellos se incluyen algunos reales, como Silverstone (y ojo aquí, ya que se ha tenido el detalle de incluir también su antigua configuración), y otros completamente ficticios ambientados en diferentes ciudades del mundo. Curiosamente, estos últimos han sido los que más nos han gustado, ya que el ambiente que han conseguido crear en ellos nos ha parecido fantástico, sobre todo al correr de noche.
En relación a esto último, cabe destacar que todas las carreras pueden ser jugadas por la mañana, por la tarde o por la noche y en días soleados, nublados o lluviosos. Por desgracia, no hay clima ni tiempo dinámico, por lo que no es posible empezar una carrera al atardecer y finalizarla tras haber anochecido o que empiece a llover pasado un tiempo. De hecho, ni siquiera podemos regular la intensidad de la lluvia, y la recreación del asfalto mojado no está demasiado conseguida a nivel jugable.
Una larga lista de desafíos
Entrando ya en lo que son sus modos de juego, el principal para un jugador nos propone superar una gigantesca cantidad de eventos para progresar y desbloquear otros nuevos. Cada uno de ellos puede consistir entre una y cinco carreras, y en ellas encontraremos pruebas de todo tipo, como contrarrelojes o resistencia.
Evidentemente, cada evento admite solo una serie de coches, por lo que no podremos participar en ellos si no tenemos ninguno de los requeridos, ya que estos deben comprarse con la moneda virtual que obtendremos jugando.
Es precisamente aquí donde nos encontramos uno de los grandes peros de esta modalidad, ya que suele ser más o menos habitual darse de bruces con una situación en la que no tenemos el dinero necesario para comprar ninguno de los coches que nos piden para participar en los siguientes eventos que debemos completar, obligándonos a repetir carreras ya superadas o a tirar del multijugador online para ahorrar. Además, este es un problema que se ve agravado por una relación de precios y de obtención de monedas muy descompensada.
Nuestra otra pega con este modo la tenemos en la presentación tan pobre que hace de sus contenidos, ya que no se ha hecho ningún esfuerzo por vincular los eventos o transmitirnos una sensación real de progreso. Simplemente veremos un listado de pruebas enorme a superar que, a efectos prácticos, no distan mucho de jugar carreras sueltas sin ningún objetivo en mente.
La nota positiva la pone su Inteligencia Artificial, una de las mejores y más impredecibles que hemos visto nunca en un título del género. Los pilotos rivales no dudan en atacarnos cuando tienen oportunidad, saben presionar, interactúan entre ellos, nos cierran el paso cuando intentamos adelantar, se aprovechan de nosotros para ir a rebufo y también cometen errores, garantizando una competición muy intensa en la que no podemos fiarnos de nadie.
Lo mejor lo tenemos en la inclusión del sistema Némesis, gracias al cual nuestros contrincantes podrán "picarse" con nosotros si jugamos de forma antideportiva, es decir, chocándonos con ellos, intentando sacarlos de la pista o adelantando de forma peligrosa. Si esto ocurre, los rivales que se conviertan en nuestro némesis irán a por nosotros sin miramiento alguno y se comportarán de una manera muy agresiva con tal de dejarnos en la cuneta y acabar con nosotros. Sin duda, una gran novedad que ha conseguido que las carreras contra la IA sean divertidísimas.
Un multijugador muy básico
En lo que respecta a su modo multijugador, decir que este es únicamente online y que no ofrece demasiadas opciones, limitándonos únicamente a jugar partidas rápidas o privadas para hasta 16 jugadores. Las primeras nos pondrán a competir en eventos seleccionados de forma aleatoria, así que si toca alguno para el que no tenemos ninguno de los coches requeridos nos obligarán a alquilar el más básico a cambio de un 10% de nuestras ganancias. Evidentemente, las reglas y normas están preestablecidas, así que no nos quedará otra que adaptarnos a ellas.
Por otra parte, en las salas privadas, si somos el anfitrión, tendremos a nuestra disposición infinidad de opciones para configurar los eventos a nuestro gusto, aunque, tal y como su propio nombre indica, solo podrán entrar a ellas nuestros amigos.
Y sí, esto es todo, por lo que no hay filtros para las búsquedas, ni salas personalizadas con un sistema de emparejamientos público, ni marcadores online, ni clanes ni nada que incentive lo más mínimo la competición entre jugadores y nos anime a jugar una carrera tras otra más allá de hacerlo por el simple placer de jugar. Al menos, el código de red funciona bastante bien y nos permite disfrutar de carreras fluidas y sin lag.
Un ambiente muy conseguido
A nivel gráfico se trata de un juego que de primeras no destaca tanto como otros exponentes del género, con unos efectos simplemente correctos y unos escenarios que no siempre son de la misma calidad, pero es cuando nos fijamos en los pequeños detalles cuando realmente nos damos cuenta de todo el mimo y trabajo que tiene detrás.
Para empezar, funciona a 60 imágenes por segundo en todas las plataformas y el modelado de los coches es excelente, pero nos parece incluso mejor la vista de cabina de cada uno de ellos, recreando sus interiores con un nivel de detalle casi enfermizo y muy satisfactorio.
De hecho, os recomendamos jugar con esta cámara siempre que podáis, ya que se ha cuidado muchísimo y la iluminación le da un realismo impropio de un juego arcade como este, con detalles realmente buenos y espectaculares, como la forma en la que el sol nos ciega al conducir de cara a él o los reflejos del asfalto, por no hablar de la manera en la que la lluvia empaña nuestra visibilidad. Una auténtica pasada que hace las cosas mucho más desafiantes y a la que solo le podemos achacar lo poco que se notan las suspensiones de los vehículos.
También nos ha gustado mucho la representación visual de los daños que sufren los coches, muy creíble y espectacular, aunque las físicas de los choques como tal podrían dar algo más de sí.
Finalmente, del sonido no podemos hacer otra cosa que no sea alabar sus efectos, recreando con la máxima fidelidad los rugidos característicos de los motores de cada uno de los coches que se han incluido, deformando el sonido según la cámara que usemos y las condiciones en las que nos encontremos para que la inmersión sea total. Las pocas frases que escucharemos están dobladas al español, aunque no son muy variadas y se repiten constantemente, por lo que pueden llegar a cansar demasiado pronto, especialmente por lo poco que aportan a las carreras.
Conclusiones
GRID es un juego que, a pesar de sus aristas, nos ha dejado con un buen sabor de boca. Sus controles son muy personalizables, las sensaciones al volante son buenísimas, la IA es de lo mejor del género, sus pruebas son muy variadas y hace gala de una enorme cantidad de eventos con los que estar entretenidos durante meses. La parte negativa la ponen un modo para un jugador al que le falta cierta chispa, un multijugador extremadamente básico y una diversidad de entornos muy inferior al de su anterior entrega.
Sin embargo, sus virtudes acaban sobreponiéndose a sus defectos, hasta el punto de conseguir que nos olvidemos de todo cuando estamos en plena carrera y nos centremos en competir y en disfrutar conduciendo. Y eso, al final, es lo que realmente importa.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PS4 que nos ha facilitado Koch Media.