Análisis de F1 2016 (PS4, iPhone, Android, PC, Xbox One)

El estreno el año pasado de la Fórmula 1 en Xbox One y PlayStation 4 nos dejó un sabor agridulce. Codemasters se tomó su tiempo para estrenar su simulador en las nuevas consolas, algo que se notó en una gran jugabilidad y unos gráficos competentes, pero ausencias tan importantes como la de un modo Carrera, y pequeños fallos y bugs, demostraron que les había echado el tiempo encima, y no cumplieron con las expectativas de los exigentes amantes de la F1.

Ahora vuelven a la carga con F1 2016, y se nota desde el principio que es un juego más elaborado y completo, hecho con más mimo, que ahora sí, lo podemos recomendar sin tapujos a cualquier amante de este deporte o de los juegos de conducción en general. Como le gusta hacer tradicionalmente a este estudio británico, un juego de coches capaz de satisfacer a todo tipo de jugadores; a quienes buscan algo accesible y no se quieren complicar demasiado la vida, a los que quieren un simulador exigente y complicado, y también a los que buscamos una experiencia intermedia, gracias a la enorme cantidad de opciones y ayudas que podemos elegir a nuestro antojo.

Al contar con la licencia oficial de la FIA, del Campeonato Mundial de Fórmula 1 2016, un año más tenemos a nuestra disposición a todas las escuderías y sus pilotos correspondientes, que empezaron a competir el pasado mes de marzo. Entre las novedades de esta temporada, tenemos la escudería americana Haas F1 Team, el nuevo circuito urbano de Bakú, en Azerbaiyán, realmente vistoso y espectacular, y el regreso del circuito alemán de Hockenheim, ausente del campeonato del pasado año, pero que ya estaba en el juego F1 2015, al incluir las temporadas 2014 y 2015.

A la hora de empezar a competir, podemos elegir una Carrera rápida, en cualquiera de los 21 circuitos, pudiendo elegir hasta siente niveles de dificultad en los rivales, con uno nuevo respecto al año pasado, "demencial". También tenemos Prueba contrarreloj, donde nos podemos picar gracias a los marcadores en línea con jugadores de todo el mundo, y el modo Campeonato, donde podemos disputar una temporada entera. Y cómo no, el imprescindible Multijugador a través de internet, donde podemos jugar carreras sueltas o campeonatos, y cuyo número de jugadores aumenta de los 16 del año pasado a los 22 pilotos en pista.

Todo esto ya estaba presente el año pasado, cuando criticamos muy duramente la ausencia del modo Trayectoria, la posibilidad de vivir la carrera de un piloto durante varias temporadas, que es en casi cualquier juego deportivo donde más horas invierten los jugadores. Como era de esperar Codemasters le ha puesto solución a esta gran ausencia, y lo ha hecho con nota con el modo Carrera profesional, en el que durante diez temporadas podemos competir en la Fórmula 1 y llevar a nuestro piloto hasta la gloria.

Conviértete en leyenda

Al comenzar una partida en el modo Carrera profesional, tendremos que elegir cómo queremos disputar los grandes premios (número de vueltas, tipo de clasificación, duración de los entrenamientos), la dificultad de los rivales, y después crear un piloto. Eligiendo un rostro entre varios modelos disponibles, un diseño del casco, que podemos editar, poner nuestro nombre, dorsal y nacionalidad, y lo más importante, elegir una escudería.

Dependiendo del equipo que elijamos tendremos diferentes expectativas y condiciones, y si empezamos en Mercedes, Ferrari o Williams, nos van a pedir que ganemos el campeonato en una o dos temporadas, pero si formamos parte de equipos como Toro Rosso o McLaren Honda, tendremos un margen de dos a cuatro temporadas para conseguir este objetivo. Una vez hecha esta elección, aparecemos en el hospitality, donde se presentará nuestro agente, quien gestiona nuestro contrato y las ofertas que podamos recibir de otros equipos, y ya estaremos listos para competir.

Desde un ordenador portátil podremos acceder a las diferentes opciones, y lo primero que haremos será correr en los entrenamientos libres, muy importantes en este modo carrera. Ya que además de para poner nuestro coche a punto, ajustando los reglajes y probando los neumáticos, y para familiarizarnos con los circuitos, en estos entrenamientos conseguiremos los llamados puntos de recursos, la "moneda" con la que investigamos y desarrollamos tecnología para mejorar nuestro monoplaza.

Para ello encontramos tres tipos de programas de entrenamiento. Familiarización con el circuito, teniendo que pasar a toda velocidad por unos marcadores que indican los puntos clave de las curvas, recibiendo al final un valioso informe que nos dice cuáles son nuestros puntos débiles del circuito; Gestión de neumáticos, con el que aprendes a conducir sin desgastar demasiado las ruedas, teniendo un medidor en pantalla que te indica el desgaste en tiempo real, y Ritmo de clasificación, una prueba en la que simplemente te retan a batir un tiempo.

Aunque estas pruebas nos parecen un total acierto, y consiguen que los entrenamientos sean algo bastante entretenido e importante, para aprender a conducir mejor, finalmente tres tipos saben a poco, y cuando has pasado por una gran cantidad de grandes premios se hacen un poco repetitivas. Eso sí, tras pasar tanto tiempo en las sesiones de entrenamiento y en la clasificación, el día de la carrera te aseguramos que te conocerás el circuito al dedillo.

Además de con estos programas de entrenamiento, también podemos conseguir puntos de recursos con los objetivos de equipo, que podremos lograr en cualquier momento que estemos rodando en pista en los entrenamientos. Como conseguir el segundo mejor tiempo en determinados sectores, realizar una vuelta limpia, completar una vuelta con el mínimo de combustible, o encadenar una serie de curvas perfectas, entre otros muchos.

Una vez que tengamos puntos de recursos podremos mejorar nuestro vehículo, invirtiendo en cinco aspectos diferentes: potencia del motor y sistema de arranque, eficiencia del combustible y sistema de inyección, peso del chasis y fondo plano trasero, carga aerodinámica y aspas de giro de alerón delantero, y resistencia aerodinámica y deflectores laterales. Cada una de estas partes del coche se pueden mejorar en hasta cinco niveles, aunque como imaginaréis dependiendo de la escudería el margen de mejora será menor, y de hecho obtenemos menos puntos de recursos en equipos como Mercedes o Ferrari. Si comenzamos este modo carrera en un equipo modesto, el margen de evolución será mucho mayor.

Para añadir más sal y pimienta a este modo, tenemos los rivales, un piloto al que nos enfrentan en una clasificación personal, que suele ser nuestro compañero de equipo, y con el que nos picaremos en una serie de duelos, batiendo sus tiempos en los entrenamientos o quedando por delante en las carreras. También tenemos una tabla de clasificación mundial, con todos los puntos que vamos obteniendo en el modo Carrera profesional, para demostrar que somos los más viciados del mundo.

En resumen, Carrera profesional es un gran añadido, que sin ser ninguna maravilla, ni nada que no hayamos visto previamente en otros juegos deportivos o de motor, suple una de las grandes carencias del año pasado, y consigue por sí solo que F1 2016 sea mucho más atractivo y recomendable. Seguro que lo mejorarán el año que viene, pero actualmente cumple bien su cometido.

Geniales sensaciones al volante

Porque en lo jugable F1 2015 ya era muy bueno, con un genial modelo de físicas de los neumáticos, que se mantiene y se ha pulido, y que hace de la relación del monoplaza con la pista algo muy satisfactorio. Es algo que se nota en cualquier configuración de la conducción, desde la más arcade a la más realista, dentro de lo que permite este juego, que está lejos de los simuladores más exigentes que podemos encontrar en el mundo del PC.

Manteniendo las geniales sensaciones al volante, han pulido pequeños aspectos, y ahora por ejemplo se notan más los daños sufridos por el vehículo, y el sistema de penalizaciones funciona mejor, tanto a la hora de intentar cortar curvas como en el contacto con los rivales. La inteligencia artificial también funciona un poco mejor que el año pasado, que tenía fallos bastante graves, aunque todavía tiene mucho margen de mejora, y por ejemplo nos saca de quicio cuando un rival nos toca por detrás no por haber frenado lo suficiente. Si elegimos los niveles de dificultad más altos, los rivales nos harán emplearnos a fondo, y los jugadores más exigentes disfrutarán muchísimo con carreras muy competidas y emocionantes.

También nos encontramos con alguna que otra pequeña novedad jugable, que hacen que el juego sea mucho más redondo, al cuidar todos los detalles. Por ejemplo, el arranque de carrera manual, un pequeño "minijuego" al comenzar las carreras, teniendo que apretar el embrague cuando comienza el semáforo, subir las revoluciones acelerando, para después soltar en el embrague en el momento justo, pudiendo hacer una mejor o peor salida, e incluso pifiarla (esto como tantas otras en el juego, se puede desactivar en las opciones si no queremos complicarnos tanto la vida).

Ahora podemos disfrutar de la vuelta de formación, que no sirve de mucho a efectos prácticos, pero que le da un mayor realismo a las carreras, y vuelve el coche de seguridad, ausente en la edición del año pasado, que aparece en pista cuando se ha producido algún accidente importante. En las paradas de boxes ahora podemos arañar unas décimas, ya que son totalmente manuales, y elegimos la velocidad de la aproximación al paddock y el momento exacto en el que frenamos.

Y ahora en el panel multifunción podemos acceder en mitad de la carrera a toda la información que necesitemos, como la situación de los frenos y los neumáticos, el combustible, o la siguiente parada en boxes, además de poder comunicarnos con el ingeniero por radio con un montón de frases para elegir, y cambiar de estrategia en mitad de la carrera. Eso sí, nos parece bastante complicado en mitad de la competición movernos por este menú sin despistarnos, y queda reservado para las rectas más largas de los circuitos, y cuando ya se tiene un poco de pericia en su manejo.

Otro detalle interesante, que ya podríamos considerar del apartado audiovisual, es el hecho de que ahora podemos elegir la hora del día en la que queremos competir en cada circuito, pudiendo elegir entre amanecer, mañana, medio día, tarde, ocaso y de noche, en los circuitos que lo permiten como Singapur o Abu Dabi, pudiendo personalizar también la velocidad del paso del tiempo. Es aquí donde el juego demuestra mejor su poderío gráfico, con unos efectos de iluminación realmente buenos.

También nos encanta lo bien que está recreada la lluvia en las carreras, sobre todo en las cámaras más cercanas al asfalto, con gotas de agua sobre la pantalla y efectos de niebla o de empañado de los cristales, y en casi cualquier circuito encontramos grandes detalles, como partículas de humo o incluso polen. Y todo esto sin sacrificar los innegociables 60fps, muy estables en la versión que hemos jugado (PS4), aunque a veces se vean comprometidos en los circuitos con mayor carga gráfica, como Mónaco o el nuevo circuito urbano de Azerbaiyán.

El mayor defecto gráfico es que en ocasiones hay pequeños problemas de tearing, fallo en la sincronización vertical, un efecto muy molesto y que ya creíamos olvidado, pero que se produce en momentos puntuales. Y que la calidad gráfica de las escenas de antes y después de las carreras, como el modelado de los pilotos y todo lo que les rodea, sus rostros y texturas, es demasiado modesto, más propio de la anterior generación. Aunque valoramos el esfuerzo de haber creado todas estas escenas, desde el hospitality hasta el paddock, pasando por la entrega de premios, que hacen que el juego respire realismo, y no se hayan dejado un solo detalle.

El sonido también cumple muy bien su papel, los motores y las ruedas sobre el asfalto suenan de manera contundente, y el juego vuelve a contar con voces en español. Un doblaje que no es sobresaliente, pero que es tolerable, y las descripciones de los circuitos antes de las carreras nos parecen muy interesantes, así como muy útiles las indicaciones del ingeniero, tanto en los entrenamientos como en las carreras.

Este año sí

Es una pena que las cosas tan buenas que tenía el juego del año pasado quedaran deslucidas por sus defectos, que en algunos casos eran bastante importante. Este año se nota que Codemasters ha tenido más tiempo, y partiendo de la base del año pasado, han creado el juego de Fórmula 1 que merecía la nueva generación de consolas, capaz de satisfacer a cualquier amante de este deporte.

Muy completo, cuidando cada detalle de la F1, y recomendable tanto para los jugadores muy exigentes como para otros que no quieran complicarse tanto la vida, pero que les gusta este deporte. Si eres aficionado de la "categoría reina del automovilismo", con F1 2016 tienes un juego de mucha calidad en todos sus apartados, que te puede ofrecer meses de entretenimiento.

Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con una copia final que nos ha proporcionado Koch Media.