Análisis de Digimon Story: Cyber Sleuth (PS4, PSVITA)
El éxito de la licencia Digimon ha sufrido altibajos desde su origen en los 90, pero en Japón nunca ha desaparecido. Con el anuncio de Cyber Sleuth para PS Vita en 2013 y el silencio sobre su distribución en Occidente había muchas dudas sobre su llegada a Europa y Estados Unidos, sin embargo las buenas impresiones y la demanda popular han conseguido que en esta ocasión Bandai Namco se animase a traer –y también para PlayStation 4- este juego de rol que va a encantar a mucho más que al grupo de aficionados a Digimon.
El temor a que Digimon Story: Cyber Sleuth entrase demasiado en un universo que ha sido difícil de seguir en Occidente desaparece en sus primeros minutos. Parte de un nuevo protagonista, masculino o femenino, y durante las primeras horas nos presenta todo lo necesario para entender y engancharse al misterio de esta aventura. Es un juego de Digimon y no se olvida nunca de ello, pero la historia está lo suficientemente bien contada para que podamos prestar atención a los personajes humanos, el mundo real y las tramas que van surgiendo.
Cyber Sleuth comienza en EDEN, un espacio virtual muy extendido donde los jugadores –mediante avatares- pueden explorar diversas localizaciones y hacer amigos. La situación se empieza a torcer con la aparición de hackers y lo más extraño de todo, un síndrome que afecta a algunos usuarios, causando un estado de coma del que no se ha descubierto remedio. En esta ecuación se encuentran naturalmente los Digimon, programas representados mediante criaturas que evolucionan y luchan entre sí. Con esta aparente conexión entre realidad digital y real, y nuestro ingreso en una agencia de detectives, no nos quedará otra opción que trabajar en el caso.
El elenco de personajes, diseñados por Suzuhito Yasuda –uno de los artistas de Shin Megami Tensei: Devil Survivor- brilla con luz propia. Curiosamente el punto débil de su plantilla la encontramos en el protagonista –o la protagonista-, que casi es un personaje mudo. No lo es del todo y da lugar a situaciones un poco forzadas de inexpresividad, por tanto su carisma queda diluido por sus acompañantes donde sí hay un mejor trabajo por dar personalidad, aunque sea mediante clichés de anime que pueden resultar estridentes. Por ejemplo, la presentación eroticofestiva de una ejecutiva de EDEN es toda una declaración de intenciones del humor que se gasta Cyber Sleuth. Un pequeño inconveniente para ciertos jugadores: nos llega en inglés –voces en japonés-. No utiliza un lenguaje complicado, pero puede ser un obstáculo para su disfrute.
El núcleo rolero mezcla sistemas de combate por turnos bastante tradicionales con aquello que es característico de un Digimon, la evolución, personalización y obtención de monstruos. Dentro de los circuitos, exploramos mazmorras de un diseño bastante lineal y simple para conseguir ítems o abrir nuevos caminos, cerrados con barreras que piden ser hackeadas. Nuestro cuerpo en el mundo digital nos permite utilizar diversos poderes, disponibles dependiendo del tipo de Digimon que tenemos en nuestro equipo. Así pues, la exploración, aunque no es el punto fuerte de Cyber Sleuth, también ofrece diversión.
Los combates son aleatorios, utilizan la habitual lista de comandos –hay opción automática para agilizar todo este proceso-, visualización del orden de turnos y cooperación Cross Combat. Aquí Digimon sobresale por la cantidad de criaturas –más de 200- y la estrategia necesaria para optimizar según la afinidad elemental, resistencias, debilidades o tipo –que funciona al estilo piedra, papel y tijera-. Cuanto más se progresa en Cyber Sleuth, más posibilidades se abren para configurar tu equipo ideal.
Al DigiLab se accede pronto, y trae una abundante cantidad de opciones con las que trastear. Encontramos la evolución de los digimon cumpliendo una serie de requisitos –se resetea al nivel 1, pero con mejores estadísticas-, la captura de nuevos gracias al escaneo durante las batallas, el entrenamiento en el Digi-Farm –una excelente manera de ganar experiencia cuando nos empiezan a sobrar monstruos- o la participación en el modo coliseo, entre otras funciones.
La digievolución es una de las claves para exprimir al máximo el potencial de nuestras criaturas. La mayoría requiere unas peticiones sencillas, pero otras versiones más potentes no se consiguen simplemente con experiencia, piden el uso de ítems especiales que no encontrarás en las tiendas. Y luego están las limitaciones de nivel, que nos exigen volver a una forma anterior para luego volver a evolucionar. La complejidad de Cyber Sleuth la marca el usuario, así que puedes enfocarlo de la manera más directa –alcanzar el final de la historia- o tomarte muy en serio el componente coleccionista, aumentando su vida durante decenas de horas.
Los desarrolladores, Media.Vision, han logrado un buen equilibrio para que la curva de aprendizaje sea cómoda, a pesar de tener una cantidad de contenido y profundidad mayor que la mayoría de RPGs estándar. La verdadera estrategia se encuentra más en los ajustes de habilidades y las tareas realizadas fuera que en propio combate, donde ahí sí se asemeja más al sistema de toda la vida –lo cual no es para nada malo, al contrario-. Por cierto, el nivel dureza es asequible en su mayor parte, pero de vez en cuando aparecen jefes con picos de dificultad que nos pondrán a prueba. No siempre es un paseo.
El tramo que transcurre en el mundo real –inspirado además en localizaciones existentes de Japón- es más atractivo visualmente y recuerda bastante al funcionamiento de los Megami Tensei o Persona por el paso de una a otra dimensión. No obstante y a excepción de progresos en la historia, recepción de misiones o búsqueda de objetos raros, estas porciones del juego son menos variadas que el universo digital –los mapas son pequeños y con menos actividades-. Es un aspecto que se podría potenciar más en el inminente Digimon World: Next Order.
La elección entre PlayStation 4 y PS Vita depende de nuestras preferencias por la portabilidad o la pantalla grande. Digimon Cyber Sleuth es un juego creado para la portátil, así que parte de su diseño jugable –y gráfico- está influenciado por ello, incluyendo el siempre útil guardado manual en cualquier situación. Otras decisiones resultan un poco más restrictivas, como la imposibilidad de girar la cámara libremente o la reducida cantidad de cinemáticas –se sustituyen por personajes superpuestos en el fondo-. Limitaciones bastante intrascendentes teniendo en cuenta el presupuesto y que probablemente en su origen no se pensó para doméstica.
Técnicamente en PS4 gana por definición y fluidez. Por el estilo limpio de personajes y escenarios le sienta estupendamente. La herencia de PS Vita se hace patente en algunas texturas de calidad inconsistente, como si no estuviese readaptado en su totalidad, y que la interfaz no ha sufrido modificaciones, razón por la cual elementos –marcadores, comandos- se muestran a un tamaño innecesariamente grande. Dicho esto, Cyber Sleuth luce bien y la música con toques electrónicos a cargo de Masafumi Takada –No More Heroes, Danganronpa, The Evil Within, Killer7- se ajusta como un guante a la ambientación que pide Digimon.
Conclusiones
Digimon Story: Cyber Sleuth es un juego de rol sólido, y sorprendentemente lo es con independencia del gusto o desconocimiento que se tenga por Digimon. La mecánica de evolución y la gestión de digimons añaden una profundidad al combate muy interesante, tanto que más de un usuario estará sorprendido por ver en qué buena forma está la serie 15 años después de su creación.
Y ha llegado a Occidente, que no es poco. PS Vita recibe un jugoso lanzamiento para su catálogo, y el rol japonés tampoco sobra en doméstica. Si toda la movilización para traer a Cyber Sleuth demuestra que realmente estaba comprometida con el juego, seguramente Next Order tenga más fácil y rápida su distribución fuera de sus fronteras. Con un poco de suerte, también en español.
El juego ha sido analizado en su versión de PS4 con un código de descarga facilitado por Bandai Namco.