Análisis Castlevania Anniversary Collection, latigazos retro de calidad (PS4, PC, Switch, Xbox One)
No corren buenos tiempos para ser fan de las sagas de Konami, una compañía que ha dado multitud de joyas al mundo de los videojuegos y que parece empeñada en ganarse la antipatía del público, tal y como demuestra su trayectoria en los últimos años. Con la cantidad de años que han pasado desde sus últimas entregas, cuesta mantener la esperanza de ver un nuevo gran Suikoden, Goemon, Contra o Silent Hill (por mencionar tan solo unos pocos ejemplos).
Videoanálisis
Sin embargo, la editora es bien consciente de su legado, por lo que no resulta demasiado raro ver reediciones con cierta frecuencia de algunos de sus títulos estrellas. Ahora le toca el turno a un nuevo recopilatorio de Castlevania con Castlevania Anniversary Collection, gracias al cual podremos viajar al pasado para revivir los orígenes de la eterna lucha contra Drácula que llevamos librando desde hace 32 años.
Los orígenes de una saga
En total, este nuevo lanzamiento trae consigo ocho juegos distintos pertenecientes a la primera época de la serie, cuando todo era más o menos lineal y no se había popularizado la estructura Metroidvania en ella.
Los títulos en cuestión son los siguientes:
- Castlevania (NES)
- Castlevania II: Simon’s Quest (NES)
- Castlevania III: Dracula’s Curse (NES)
- Super Castlevania IV (SNES)
- Castlevania The Adventure (Game Boy)
- Castlevania II: Belmont's Revenge (Game Boy)
- Castlevania Bloodlines/The New Generation (Sega Genesis/Mega Drive)
- Kid Dracula (Famicom)
La trilogía de NES
La primera entrega es ya bien conocida por todos, ofreciéndonos una aventura de acción y plataformas 2D muy disfrutable, lineal y desafiante que sentó las bases sobre las que se sostendría la saga en sus innumerables secuelas. Lo mejor es que no ha envejecido nada mal a nivel jugable, más allá de algunas decisiones cuestionable en su diseño de niveles. Sea de un modo u otro, se trata de un verdadero clasicazo que cualquier amante de los videojuegos debería probar al menos una vez en su vida, por lo que su inclusión en esta colección era prácticamente imprescindible.
Las cosas son considerablemente distintas con su secuela directa, Castlevania II: Simon's Quest, una de las peores entregas de la saga y con la que Konami buscó experimentar introduciendo ciertas características muy sorprendentes para la época en la que se estrenó, como un ciclo de día y noche, y un desarrollo no lineal y más abierto.
Sin embargo, la ejecución de todas estas ideas no pudo ser peor, algunos puzles eran directamente absurdos e imposibles de resolver sin guía por culpa de una traducción al inglés incomprensible, el diseño de niveles era sumamente olvidable, la dificultad en los combates era inexistente, la cantidad de jefes a derrotar era irrisoriamente escasa y estos estaban tan mal diseñados que no eran capaces de ofrecernos batallas memorables.
Obviamente, jugarlo en pleno 2019 evidencia todavía más todos sus defectos, por lo que su inclusión en este recopilatorio no pasa de la simple curiosidad, ya que en él se puede ver el germen de lo que años más tarde llegaría con Castlevania: Symphony of the Night. Además, su banda sonora es simplemente genial, teniendo aquí el debut de "Bloody Tears", uno de los temas más icónicos y míticos de la serie.
Por suerte, Konami supo rectificar rápidamente el rumbo de los Belmont con Castlevania III: Dracula's Curse, sin duda, la mejor entrega de 8 bits de la saga y uno de los mejores Castlevania de corte clásico que podemos encontrar. En él volvemos a los niveles lineales del juego original, aunque con el añadido de contar con hasta cuatro personajes distintos (Trevor Belmont, Sypha Belnades, Grant DaNasty y Alucard), cada uno con sus propias habilidades y características únicas.
Por si no fuese suficiente, también se introdujeron múltiples rutas que podíamos seguir a lo largo de nuestra aventura, lo que nos llevaría a recorrer unos niveles u otros en cada partida, haciendo de él un título extremadamente rejugable y que nos invitaba a completarlo de principio a fin numerosas veces para verlo todo.
Las fases estaban genialmente diseñadas, gráficamente es de lo mejor que podemos encontrar en NES, su apartado artístico está inspiradísimo y su dificultad es brutalmente alta, teniendo aquí una de las entregas más duras y complicadas de toda la serie, pero también de las más satisfactorias de superar.
El salto a los 16 bits y a la portátil de Nintendo
En lo que respecta a Super Castlevania IV, estamos hablando del que es considerado por muchos fans como el mejor juego de toda la saga y uno de los mejores títulos de Super Nintendo, lo que no es decir precisamente poco. En esencia, es un remake de la primera entrega, pero con unos gráficos que siguen siendo una delicia a día de hoy, una dirección artística espectacular, un diseño de niveles increíble, una jugabilidad ágil y muy dinámica que nos permitía apuntar con nuestro látigo en múltiples direcciones y usarlo como una herramienta para plataformear, jefes finales inolvidables, una dificultad perfectamente medida y equilibrada, etcétera. En definitiva, una auténtica pasada.
Castlevania The Adventure fue el primer juego portátil de la saga y suele ser uno de sus títulos más olvidados, ya que no fue capaz de capturar su esencia y nos dejó con un producto repleto de problemas y carencias, como un diseño de niveles realmente pobre y una jugabilidad demasiado lenta y simplificada que prescindía de las armas secundarias. Al menos, la banda sonora no estuvo nada mal, y como curiosidad no está mal su inclusión en este recopilatorio para descubrir los orígenes portátiles de nuestro clan de cazavampiros favorito.
Las cosas mejoraron muchísimo con su secuela, Castlevania II: Belmont's Revenge, un título que seguía la estela de su predecesor, pero arreglando todas sus carencias para dejarnos con uno de los títulos más recomendables de la icónica portátil de 8 bits de Nintendo. El diseño de niveles era muy estimulante, estaba repleto de momentos únicos y bien planteados, se añadieron dos tipos de armas secundarias, los gráficos estaban mucho más detallados, los jefes ofrecían combates muy intensos y memorables, y se añadió la posibilidad de seleccionar el orden en el que queríamos superar las pantallas. Mención especial a la banda sonora, todo un lujo para nuestros oídos.
Por su parte, Castlevania Bloodlines es una de las inclusiones más interesantes de este recopilatorio, ya que se trata de la única entrega de la saga que se lanzó en Mega Drive (en Europa lo conocimos como Castlevania The New Generation), un juego que hasta ahora nunca había vuelto a ser reeditado para ninguna otra plataforma, así que podría decirse que estamos ante uno de los títulos más desconocidos de la serie, a pesar de su apabullante calidad.
Esta vez la historia se ambienta en la Primera Guerra Mundial y nos lleva de viaje por toda Europa a lo largo de seis niveles, lo que permitió al equipo de desarrollo crear todo tipo de locuras para regalarnos algunas de las fases más originales y con más personalidad de toda la serie.
Otra de sus características más destacadas y llamativas la tenemos en el hecho de contar con dos personajes jugables, John Morris y Eric Lecarde, una elección que tendríamos que hacer antes de empezar la partida y que le daba mucha rejugabilidad, ya que el primero luchaba con látigo y el segundo con lanza, lo que a su vez les permitía realizar movimientos exclusivos para acceder a distintas zonas.
Algo que siempre nos ha gustado mucho de este juego es el inconfundible aroma a "Mega Drive" que desprende de principio a fin, con una jugabilidad muchísimo más ágil, dinámica y arcade que lo visto en el resto de títulos del recopilatorio, algo que también se puede aplicar a su fantástica banda sonora y a su espectacular diseño de niveles, con algunos de los efectos gráficos más impresionantes y elaborados de la consola de 16 bits de Sega.
Una gran noticia es que la versión incluida en esta colección se basa en la americana, por lo que es la primera vez que lo podemos jugar sin censura en nuestro continente, así que veréis a los zombis con su auténtico color y podréis "disfrutar" de la famosa animación de muerte de Eric, en la que es empalado por su propia lanza.
Kid Dracula: Inédito hasta ahora en Occidente
Para el final hemos dejado a Kid Dracula, probablemente la mayor sorpresa y rareza de todo el conjunto, ya que se trata de un título que nunca se lanzó fuera de las fronteras japonesas, siendo esta la primera vez que vamos a poder disfrutarlo en Occidente. De hecho, Konami ha aprovechado la ocasión para traducir sus pocos textos del japonés al inglés, todo un detallazo que no nos esperábamos para nada.
Más allá del enorme valor que esto le da al recopilatorio, cabe destacar que se trata de un spin-off de la saga principal lanzado originalmente para Famicom (la versión japonesa de NES) que servía de parodia a las oscuras aventuras que habíamos vivido en compañía de los Belmont.
Así pues, encarnaremos al hijo de Drácula y tendremos que recorrer una serie de niveles lineales disparando a todo lo que se nos ponga por encima y plataformeando al más puro estilo Mega Man, aunque con la peculiaridad de que aquí también seremos capaces de apuntar hacia arriba y abajo.
Sigue siendo un juego muy disfrutable y divertido, y con un encanto único gracias a su adorable apartado artístico repleto de personajes cabezones, por lo que no dudéis en darle una oportunidad, ya que estamos convencidos de que os sorprenderá.
Como veis, tenemos tres obras maestras, dos clásicos inolvidables, una joya inédita y dos títulos que pasaron con más pena que gloria a pesar de su evidente valor histórico, dejándonos con una buena selección de juegos para representar la época más primigenia de esta fantástica saga. Eso sí, no vamos a negar que hemos echado muchísimo de menos la inclusión del Castlevania de MSX2 y de Rondo of Blood, dos juegos que habrían terminado de redondear la lista.
Lo único que esperamos es que la compañía japonesa tenga ya en mente más recopilatorios de este estilo cubriendo el resto de etapas de la serie, como uno dedicado a los Metroidvanias de GBA y Nintendo DS, y otro a su vertiente tridimensional con las mediocres entregas de Nintendo 64 y los notables juegos de PlayStation 2.
Un buen trabajo de emulación
En lo referente al trabajo de conversión que se ha realizado, hay que destacar que esta colección ha sido desarrollada por M2, los mayores expertos en emulación del panorama actual, garantizando así su inconfundible sello de calidad.
Así pues, tenemos seis modos de visualización distintos que nos permitirán ver los juegos de forma normal, con una recreación pixel perfect, en panorámico (esta configuración no se la recomendamos a nadie) y añadirle un filtro scanline a todos ellos. Además, en el caso de los dos juegos de Game Boy nos permitirán reproducir la pantalla verde original de la consola con sus píxeles bien marcados (Dot Matrix) y jugarlos con la paleta de colores que añadía Game Boy Color. En el caso de que juguemos a 4:3, contaremos con dos marcos de pantalla algo sosos si no queremos tener en negro los bordes de la pantalla.
Por supuesto, se ha añadido la posibilidad de realizar guardados rápidos e incluso de grabar repeticiones de nuestras partidas para verlas a posteriori, aunque al gestionarse como archivos internos solo podremos verlas dentro del juego. Aquí tenemos que aplaudir lo increíblemente bien que funcionan todos los menús, permitiendo que cambiemos de un juego a otro de forma prácticamente instantánea y sin cargas de ningún tipo.
La emulación es bastante buena y todos los juegos se ven genial, aunque aquí hay que señalar que son reproducciones tan fieles que mantienen todas las ralentizaciones que sufrían en sus versiones originales, algo que puede resultar muy molesto en los títulos de Game Boy, especialmente en Castlevania The Adventure.
Otro detalle un tanto decepcionante es la imposibilidad de modificar y personalizar los controles, nada que no pueda solucionarse fácilmente con un parche, pero que a día hoy cuesta de entender en un producto de este tipo. Algo parecido ocurre con las versiones japonesas de los títulos incluidos, ya que se ha confirmado que llegarán en algún momento mediante una actualización.
Finalmente, en el apartado de extras tenemos un jugoso libro digital de 80 páginas repleto de materiales muy valiosos para el fan, como entrevistas a Michiru Yamane (la compositora más prolífica de la serie), explicaciones de la historia y la cronología, bocetos y diseños inéditos, galerías de portadas, etcétera. Nos ha gustado tanto que hemos tenido que lamentar que no haya versión física para poder disfrutar de él en nuestras manos.
Conclusiones
Castlevania Anniversary Collection es un buen recopilatorio con el que volver a disfrutar de la primera época de una de las sagas más icónicas de la industria, incluyendo ocho juegos que son pura historia de nuestro hobby favorito, entre los que destacan Kid Dracula y Bloodlines por ser la primera vez que se reeditan fuera de sus consolas originales y, en el primer caso, por debutar en Occidente.
No vamos a negar que las cosas se podrían haber hecho un poco mejor, ya que echamos en falta algunas opciones como la posibilidad de configurar los controles, más marcos de pantalla y ciertos juegos de esta primera etapa que se han quedado fuera y que llevan demasiado tiempo sin ser rescatados. De todos modos, os aguardan muchas horas de diversión, así que coged vuestro látigo, preparad vuestras hachas, botellas de agua bendita y cruces, y disponeos a disfrutar de la inmortal cruzada de los Belmont contra Drácula una vez más.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para Nintendo Switch que nos ha facilitado Konami.