Análisis Blacksad: Under the Skin, puro cine negro (PS4, Switch, PS5, Xbox Series X/S, PC, Xbox One)
Si sois de los que disfrutasteis de época dorada de las aventuras gráficas en los 90, es más que probable que le tengáis un cariño especial a los madrileños Pendulo Studios, creadores de títulos como Hollywood Monsters (1997), Runaway: A Road Adventure (2001) o el más reciente Yesterday Origins (2016). Que un estudio de videojuegos español tenga 25 años de historia ya es casi un milagro, y más si uno especializado en un género que ha vivido una larga travesía por el desierto durante mucho tiempo, abocado a producciones muy modestas y destinadas a un público minoritario. Hasta que llegó Telltale Games con su genial adaptación de The Walking Dead y transformó las tradicionales aventuras gráficas en un nuevo género, que muchos llamamos aventuras narrativas, mucho más accesible y centrado en la historia, perdiendo por el camino las señas de identidad de las aventuras clásicas, como la recolección de objetos y los intrincados puzles que tantos quebraderos de cabeza y diversión nos dieron en el pasado.
Tras la quiebra de Telltale, tanto por el cansancio del público por este tipo de obras como por la mala gestión del estudio y su desmedida ambición, ahora Pendulo Studios coge el testigo de este tipo de juegos y nos ofrece Blacksad: Under the Skin, una aventura narrativa basada en un prestigioso cómic español, que pone el foco en la historia y las decisiones, aunque también se ven retazos de sus anteriores obras, como en la recolección de pistas o pequeños puzles para poder seguir avanzando en la trama.
¿Y qué ha pasado, por qué tiene valoraciones tan negativas Blacksad? Pues básicamente todo se resume en un lanzamiento simplemente desastroso, todo un ejemplo de cómo hacer mal las cosas a la hora de poner un juego a la venta, que fácilmente hubiera necesitado un par de meses más de desarrollo para salir en condiciones al mercado. Empezando porque se les "fue el dedo" y publicaron antes de tiempo el juego en PS4 y Xbox One, poniendo para descargar una beta, hasta por la cantidad de problemas y bugs que ha tenido en sus primeros días en todas las versiones, que han ido arreglando a base de parches. Teniendo en cuenta que la versión de consolas todavía necesita bastante pulido, y tienes problemas con los tiempos de carga, las texturas e incluso algún que otro crasheo, en PC, que es donde lo hemos jugado al completo, ahora mismo se puede disfrutar sin demasiados problemas. Y eso es de lo que os vamos a hablar, qué tal es como aventura, algo de lo que desgraciadamente no se ha hablado demasiado por culpa de su catastrófico lanzamiento.
Puro cine negro
Lo primero que debéis saber es que no es necesario conocer el cómic de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido para disfrutar de Blacksad: Under the Skin, ya que ofrece una historia completamente original y que se entiende por sí misma, a pesar de que evidentemente está repleta de referencias y personajes que se han visto en los cómics, para disfrute de los fans. El universo de Blacksad transcurre en los años 50 en los Estados Unidos, con la peculiaridad de estar protagonizado por personas zoomorfas, lo que no quiere decir que cuente con un tono ligero, ni mucho menos, y se tratan temas muy escabrosos, violentos y clásicos del género, con delincuencia, corrupción, problemas raciales, cruentos asesinatos y todos los ingredientes habituales de las historias policíacas o noir.
En la piel del detective Blacksad comenzaremos investigando un asesinato camuflado de suicidio, que como es habitual en este tipo de historias se irá complicando poco a poco, hasta estar sumergidos en una gran conspiración, relacionada con las apuestas deportivas, la mafia y otras sorpresas, en un relato muy interesante de principio a fin, y bastante bien escrito. Las conversaciones son ágiles, interesantes y van siempre al grano, nunca aburre dialogar, y la historia fluye con bastante ritmo, siendo fácil seguir el hilo a pesar de la cantidad de personajes que se van introduciendo y de cómo se van complicando las cosas, siendo su narrativa la mayor virtud del juego.
Desde prácticamente el primer minuto Blacksad nos enseña una de sus mayores bazas, la toma de decisiones, que a diferencia de otras aventuras de este estilo, como las de Telltale, son muy honestas, en el sentido en el que sabes perfectamente su repercusión, a veces inmediata, y no te intentan engañar con un montón de decisiones que luego no tienen ninguna repercusión en el rumbo del argumento ni en el comportamiento del protagonista y los personajes que lo rodean. A veces estas decisiones son duras, lo que por ejemplo puede derivar en la muerte de un personaje, y otras anecdóticas, y solo sirven para definir la personalidad de nuestro protagonista, que sea más duro o sensible, más honesto o pragmático, o más solitario o romántico, y aunque no necesariamente tienen un gran importancia en el desarrollo de los acontecimientos, la verdad es que es curioso el poder moldear un poco el carácter de Blacksad.
Heredando todos los tics de otras aventuras narrativas, en muchas ocasiones tenemos que dar una respuesta antes de que se agote el tiempo -siendo también una interesante opción quedarse callados-, y esto no siempre funciona del todo bien, ya que por el contexto a veces no entendemos por qué hay prisa en contestar, dejándonos sin tiempo para pensar, y es un ejemplo de cómo un recurso interesante si no se usa bien se puede volver en tu contra. Algo parecido ocurre con las secuencias cinemáticas en las que tenemos que pulsar botones, también conocidas como QTE (quick time events), que ya hemos visto utilizar de manera casi insuperable en los juegos de los franceses de Quantic Dream, pero que cuando se utilizan en un trabajo con tan poco presupuesto como este, pueden quedar un tanto cutres la verdad, como ocurre aquí.
Algo parecido ocurre con algunos minijuegos que aparecen de manera esporádica, como uno de abrir cerraduras con una ganzúa o una mecánica de buscar pistas en primera persona usando los sentidos felinos que, aunque no molestan, nos parecen unas distracciones y uno esfuerzos que han dedicado a unos elementos que no aportan nada, cuando hay otros muy básicos como el control del protagonista que no funcionan bien, a lo que se debería haber dedicado mayores esfuerzos. Blacksad se mueve de manera muy torpe y lenta por los escenarios, llegando a ser tedioso, e incluso a veces cuesta interactuar con los elementos que queremos.
Ejerciendo de investigador privado
Además de la historia, interesante y bien llevada, y el sistema de decisiones, que deriva en diferentes finales, lo otro que más nos ha gustado de la aventura es su sistema de deducciones, ya que a base de recoger pistas y dialogar con los personajes una serie de ideas o pensamientos se van albergando en la cabeza de Blacksad, y debemos unirlos para poder llegar a ciertas deducciones que hacen avanzar la historia. Esto no es algo ni mucho menos original, lo hemos visto en otras aventuras con detectives, pero está bastante bien llevado, y a poco que estés prestando atención a la historia vas uniendo las diferentes ideas con bastante naturalidad, y sientes que estás ejerciendo de investigador, lo que es muy satisfactorio.
Aunque todavía no lo hemos dicho, el desarrollo es muy lineal, casi nunca podemos explorar con demasiado libertad o visitar diferentes escenarios, y menos según avanza la historia, que se vuelve cada vez más encorsetada, y teniendo que realizar acciones muy concretas para continuar, en algo parecido a puzles. En estos momentos hemos visto a la Pendulo de antaño, se ve que el cuerpo todavía les pide hacer aventuras gráficas, y estamos seguros que más de un jugador que espere una plácida aventura narrativa a lo de Telltale se va a quedar atascado en alguna de estas situaciones, que quizás no acaban de comunicar bien del todo al jugador lo que debe hacer.
Nosotros hemos terminado la aventura en 8 horas, una duración bastante apropiada, incluso generosa para un juego de este estilo, y su historia deja un buen sabor de boca, pudiendo llegar a diferentes finales dependiendo de las decisiones que hayamos tomado. Como un extra para alargar la vida del juego, también hay una serie de coleccionables en forma de cromos deportivos que están repartidos con demasiada abundancia por los escenarios, y que la verdad, nos han parecido hasta molestos, topándote con ellos constantemente cuando lo que quieres es avanzar en la trama, que es lo suficientemente buena para mantener nuestra atención, sin necesidad de otras distracciones, y menos un vulgar coleccionable.
Un juego visual y técnicamente muy discreto
Más allá de los bugs y todo tipo de problemas técnicos, que poco a poco se han ido arreglando a golpe de parche (y que como decíamos al principio, todavía son mayores en la versión de consola), Blacksad: Under the Skin es un juego visualmente muy austero, que puede dar el pego en estático gracias a su correcta dirección de arte basada en el cómic, pero que demuestra todas sus carencias en las animaciones y expresiones faciales de los personajes, muy espartanas, que dejan en evidencia que es un proyecto demasiado ambicioso para los que medios que se han invertido en él.
Lo que encima ya es inexplicable del todo es que un juego con unos modelados tan austeros, unos escenarios tan sencillos y unas texturas tan pobres, encima tenga unos requisitos técnicos desorbitados, pidiendo en recomendados una Nvidia GTX 1080 y 16 GB de RAM, cuando ofrece unos gráficos que serían incluso discretos en un juego de hace 5 o 6 años, dejando claro que algo no se ha hecho bien. Nosotros lo hemos jugado con una 980 Ti sin problemas, y no sabemos cómo rendirá en otro tipo de configuraciones.
El sonido curiosamente es uno de los apartados más destacados, con una banda sonora muy agradable y que ambienta a la perfección esta historia de cine negro, y que aunque no es muy variada no se nos ha llegado a hacer pesada. Y aunque con altibajos y algunos fallos, el doblaje al español nos ha gustado bastante, ya que la voz de Gabriel Jiménez, actor de doblaje habitual de Hugh Jackman, le da bastante carisma a Blacksad. No es un doblaje perfecto, pero valoramos el esfuerzo, ya que muy pocos juegos de este estilo llegan con voces en nuestro idioma, teniendo además en cuenta que es una producción bastante modesta.
Pese a todo, una buena aventura narrativa
Es una pena que el accidentado lanzamiento del juego y sus múltiples problemas técnicos no estén dejando ver que debajo de todo hay una buena aventura, que destaca especialmente en su historia y escritura, a pesar de las múltiples torpezas jugables y técnicas. Si eras fan de los anteriores juegos de Pendulo pero también sabes disfrutar de las nuevas aventuras narrativas, es más que probable que te vaya a gustar Blacksad: Under the Skin, ya que el carismático universo en el que se basa y sus virtudes narrativas consiguen sostener la obra, pese a todos los problemas que tiene.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Meridiem Games. También lo hemos probado en su versión de PS4.