Análisis de Batman Arkham VR (PS4, PC)
Ya tenemos en la redacción de Vandal la realidad virtual de Sony, PlayStation VR, y en las próximas horas iremos publicando multitud de análisis de sus juegos de lanzamiento, así como impresiones de lo que nos están pareciendo estas primeras horas con el dispositivo. Para empezar con esta ronda de análisis hemos decidido hacerlo con Batman Arkham VR, una de las experiencias más vistosas de la realidad virtual de PS4, como venimos comprobando desde el pasado E3, donde causó una gran sensación.
PlayStation VR va a llegar al mercado arropado de un gran número de juegos, tanto de Sony como de otros estudios, principalmente indies, pero no son tantas las compañías "grandes" que han decidido apostar desde el primer día por este dispositivo. El caso de Warner Bros. y Rocksteady con Batman: Arkham VR es casi una excepción, pero como nos imaginábamos, o más bien nos temíamos, estamos más ante una demo técnica o experiencia, que un verdadero juego, ya que en apenas 40 minutos puedes terminarlo, y resulta demasiado efímero.
Soy Batman
Al comenzar el juego nos preguntan si queremos jugar de pie o sentados, y nos recomiendan que lo hagamos de pie. Esto luego más adelante se entiende perfectamente, ya que además de ser más inmersivo (El caballero oscuro no investiga ni pelea sentado), hay situaciones en las que te tienes que girar totalmente sobre ti mismo, y muy incómodo hacerlo desde una silla. Batman Arkham VR se juega con dos PlayStation Move, uno en cada mano, y apretando el gatillo trasero del mando, T, interactuamos con el entorno, agarrando objetos.
Tras el prólogo, donde nos muestran una vez más el icónico crimen que cambió la vida de Bruce Wayne para siempre, aparecemos en su mansión, para después dirigirnos a la Batcueva, teniendo que ponernos en el camino el traje de Batman. Aquí nos explican los conceptos básicos de la jugabilidad, que son el uso de tres gadgets habituales del personaje, además de poder coger algunos objetos de los escenarios puntualmente.
Tenemos la pistola-ancla, para agarrar algunos objetos y movernos a determinados puntos del escenario; el escáner forense, con el que analizamos las escenas del crimen, y que acaba siendo la herramienta más importante de la jugabilidad (ya que casi todas las situaciones son tipo puzle, y no hay secuencias de acción como tales), y por último los batarangs, que sirven para golpear algunos objetos, y que tienen un peso anecdótico a lo largo de la breve aventura.
El uso de los Move nos ha parecido acertado, no hemos tenido problemas de precisión, y aunque en los vídeos que hemos capturado se aprecia cómo nos tiemblan las manos, como si no paráramos de mover los Move, dentro del juego no lo hemos notado así. Cuando probemos más juegos será hora de sacar conclusiones, pero con un juego tan pausado como este, de momento la precisión de los Move no ofrece problemas para disfrutarlo.
Sin entrar en demasiados detalles de la historia, que tiene algunas sorpresas pero que ya os advertimos que está lejos de ser buena o interesante, tenemos que investigar la desaparición de Robin y Nightwing, que llevan sin dar señales de vida en las últimas horas. Tras merodear un rato por la Batcueva, y trastear con algunos dispositivos, incluso pudiendo disfrutar de un pequeño minijuego con batarangs, tenemos que dirigirnos al primer escenario, tras la pista de Nightwing.
No hay desplazamiento libre en el juego, solo nos podemos teletransportar a unos puntos del escenario muy concretos (algo que vemos muy habitualmente en los juegos de realidad virtual en primera persona, para evitar mareos), y lo primero que tenemos que hacer es investigar una escena del crimen con el escáner forense, en una especie de puzle. Podemos rebobinar lo que ha ocurrido como si fuera una grabación, de manera muy similar a lo que vimos en Batman: Arkham Origins y sus escenas de investigación, y nos toca buscar unas pistas concretas para saber qué ha ocurrido exactamente.
Tras esta escena viajaremos a un nuevo escenario, en el que nos encontramos con un villano importante de la saga, en una secuencia en la que apenas tenemos que realizar tres acciones muy concretas, y somos un mero espectador. Después vamos a un depósito de cadáveres, donde tendremos que buscar pistas y resolver un par de puzles, que no son muy difíciles, como en el resto de la aventura. Y no os vamos a contar mucho más, ya que con esto ya os hemos narrado la mitad del juego.
No hay mucho más donde rascar en Batman Arkham VR, y lo mejor como experiencia de VR lo ofrece justo al final, en una secuencia que es una especie de pesadilla, algo que le gusta mucho hacer a Rocksteady, y que en la realidad virtual queda genial. Tras esto aparecen los créditos y nos quedamos un tanto desconcertados, ya que aunque nos avisaron ayer de que el juego duraría aproximadamente una hora, nos ha durado incluso menos.
El juego no es más largo por una falta de ideas, sino porque no han querido o no han tenido tiempo para hacer algo más ambicioso, ya que se nos ocurren un buen número de escenas que hubieran estado muy bien, como alguna escena con el Batmóvil, que aparece en el juego, pero que nunca pilotamos. Los puzles no pasan de ser correctos, y lo que nos cuentan es una mera excusa para mostrarnos algunos personajes habituales del universo Batman.
Al menos han tenido un detalle una vez que se acaba la historia, y se desbloquean 30 acertijos rompecabezas de Riddler, que alargan bastante la vida del juego. Estos aparecen en los escenarios que ya hemos visitado, y en la línea de la saga Batman: Arkham, son bastante entretenidos de solucionar. De hecho, se tarda más en superar los 30 acertijos que en pasarse la historia principal, ya que algunos de ellos no son precisamente fáciles.
Gráficamente nos ha sorprendido positivamente, es posiblemente el juego que mejores gráficos ofrece en PlayStation VR, con una imagen muy limpia y nítida, y un nivel de detalle prácticamente idéntico al de cualquier entrega de la saga Batman: Arkham. Si al menos va a servir para algo esta aventura, es como referente técnico, de lo bien que se puede llegar a ver un juego en este dispositivo.
En el sonido encontramos un punto negativo importante, fruto de la VR. A diferencia de las entregas principales de la saga, que siempre han contado con voces en español, Batman Arkham VR tiene voces en inglés y subtítulos en español. Y esto que en un juego "normal" no tiene por qué ser un problema, en la VR sí lo es que, ya que al tener la imagen tan cerca de los ojos, o lees los subtítulos, o contemplas la escena y los personajes, pero no se puede ver las dos cosas a la vez, como en un televisor normal. Es algo que entenderéis cuando probéis algún juego de VR con subtítulos, a no ser que encuentren algún tipo de solución mejor.
Curioso, pero demasiado breve y poco memorable
Meterse en la piel de El hombre murciélago, de la manera en la que lo consigue la realidad virtual, es una gozada para cualquier fan del personaje, y los valores de producción y los gráficos, son los propios de los de cualquier entrega de la saga Batman Arkham, por lo que es sin duda uno de los juegos visualmente más potentes, sino el que más, del lanzamiento de PlayStation VR. Por ello es una pena que cueste tanto recomendarlo, porque pagar 20 euros, por apenas una hora de juego, no es plato de buen gusto para nadie, y tampoco es que su propuesta jugable sea tan intensa o fascinante como para compensarlo.
Nos hubiera gustado que con estos mimbres Rocksteady hubiera construido un juego mucho más ambicioso, pero no ha sido así, y aunque es curioso y merece la pena ser probado, es casi imposible recomendar su compra. Esperemos que lo ocurrido con este juego no se convierta en un ejemplo habitual del compromiso de las compañías grandes con PlayStation VR.
Hemos realizado este análisis con un PlayStation VR que nos ha cedido Sony España. El juego lo hemos conseguido gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Warner Bros..