Análisis de Assetto Corsa (PS4, PC, Xbox One)
Ha sido uno de los juegos de velocidad más elogiados desde que apareció hace ya más de un año en PC, y ahora Assetto Corsa quiere cosechar el mismo éxito en las consolas PS4 y Xbox One. ¿Lo conseguirá? Desde luego madera de campeón tiene, aunque también es verdad que esta edición no es tan perfecta como la original en materia técnica.
Pero de eso hablaremos más tarde, porque lo primero es introducir el título a quienes no lo conozcan. Assetto Corsa es una creación del estudio italiano Kunos Simulazioni, un equipo que lleva ya bastante tiempo proporcionando simuladores de conducción tanto dentro de nuestro sector como a compañías relacionadas con la industria del motor.
Como curiosidad, su estudio está alojado en el propio circuito de Vallelunga, situado cerca de Roma, algo de lo que ningún otro estudio de desarrollo (¡al menos que nosotros sepamos!) puede presumir.
Y esto les ha proporcionado ciertas ventajas y una experiencia real altamente valiosa a la hora de desarrollar sus productos, como Assetto Corsa. Un juego que apuesta claramente por la simulación por encima de todo, y que nos ofrece unas sensaciones realmente positivas al volante.
Competición y desafío
El principal valor que posee este simulador y que le desvincula y diferencia de otros títulos similares, es todo lo que tiene que ver con su estilo de conducción. Si pensáis que juegos como las sagas Forza MotorSport de Turn 10 o Fórmula 1 de Codemasters, pueden llegar a ser muy realistas si así lo deseamos, pero en Assetto Corsa todo alcanza cotas todavía superiores. Este título se posiciona en la misma línea que simuladores puros, como el reciente (y muy destacado) DiRT Rally, para que os hagáis una idea, cambiando por supuesto el barro por el asfalto. De hecho la trayectoria que han seguido ambos juegos es la misma: primero aparecieron y triunfaron en PC, y luego dieron el salto a las consolas.
Centrándonos de nuevo en el título de Kunos Simulazioni, en este juego no hay espacio para el arcade ni para otras concesiones, si bien es verdad que es posible rebajar un tanto la exigencia trasteando con las ayudas en la conducción. Es más, se trata de un simulador que permite un alto grado de personalización al volante, casi enfermizo, pudiendo ajustar al milímetro el comportamiento de nuestro coche para adaptarlo a nuestras exigencias y a nuestro estilo de pilotar.
Esta flexibilidad se convierte en una de las grandes virtudes de todas las que presenta el juego, que son muchas, como también lo es la indescriptible sensación que nos concede el simulador después de cada sesión de conducción, especialmente si jugamos con un volante.
Competir en Assetto Corsa es una experiencia que bien merece la pena ser disfrutada. Y lo es por múltiples motivos, desde lo exigente que puede llegar a ser simplemente mantener a nuestro coche en la pista al trabajo que, en niveles de dificultad avanzados, trae consigo el mero hecho de adelantar a uno de nuestros adversarios. Así de riguroso y duro puede llegar a ser este simulador, y más si desactivamos las ayudas en la conducción por completo y magnificamos todo lo relacionado con el consumo de gasolina, el desgaste de las ruedas o, por supuesto, el avanzado sistema de daños de los vehículos.
Evidentemente este elevado nivel de simulación tiene un precio. Y este no es otro que la obligación de tener que ser unos jugadores muy habilidosos o, lo más habitual, tener que practicar bastante para conseguir hacernos con el manejo. Solamente así se disfruta plenamente de esta obra. Pero como dice el refrán sarna con gusto no pica (¡o pica menos!), y os aseguramos que merece la pena la dedicación.
Competiciones para todos los gustos
Las posibilidades lúdicas que nos ofrece este título son considerables, sobre todo en lo relacionado con las múltiples opciones de juego que pone sobre la mesa.
Para empezar el modo de juego principal responde al poco original nombre de modo Carrera. Aquí podemos ir tomando partido en diversos retos y competiciones diferentes que, paulatinamente, van aumentando el nivel de dificultad. Una buena forma de ir haciéndonos con el manejo de unos coches y otros. Sí, porque como buen simulador la diferencia que existe entre pilotar un Abarth a un Ferrari es como de la noche al día, y en las diversas pruebas que nos insta a superar esta extensa opción de juego podemos ir controlando diferentes modelos de vehículos.
En función de cada competición es necesario superar varias rondas en las que se van alternando un par de tipos de desafíos, como son las contrarrelojes y las carreras. Debemos confesar que no es el modo Carrera más pulido, profundo ni bien recreado que hemos probado nunca (palidece comparado con el mismo incluido en el reciente F1 2016, por ejemplo), pero entretiene y resulta lo suficientemente variado.
Pero hay mucho más que disfrutar en este título. Carreras personalizadas, un buen modo online, práctica, eventos especiales y demás modos de juego están disponibles, siendo uno de esos títulos (como casi todos dentro de su género) que nos pueden mantener ocupados durante meses.
Y esto se agradece bastante considerando una de las escasas pegas que arrastra este juego. Como sucediera con el original, la cantidad de vehículos (de unos 20 fabricantes diferentes) y circuitos (doce completos más diferentes variaciones) no es la más elevada en un título de esta índole. Mas al contrario, puede haber ciertos usuarios que lo encuentren demasiado parco en este aspecto, algo perfectamente comprensible y que no tiene vuelta de hoja. Es lo que hay y si bien es de esperar que los desarrolladores vayan añadiendo más contenido (como el anunciado pack de Porsche) mediante paquetes DLC, es cierto que Assetto Corsa no puede competir de igual a igual con otros títulos similares en este campo.
Edición para consolas
Entrando a desgranar los cambios introducidos en esta edición, lo cierto es que no son demasiados ni tampoco importantes… al menos en su faceta jugable. Nuevos menús, ciertos cambios en el HUD y detalles similares es lo más destacado que hemos apreciado en este sentido, pero poco más.
Donde sí que hemos notado cambios, y no a mejor precisamente, es en todo lo relacionado con su apartado visual. Este juego no destacó en PC por su acabado técnico, el cual era bastante bueno pero sin alardes, si bien todo se movía de manera muy fluida, primando la tasa de 60 cuadros por segundo por encima de cualquier otra cosa.
Bien, pues esta edición sigue de cerca lo plasmado en dicha entrega… pero venido a menos claramente, o al menos eso es lo que hemos observado. El aspecto de los vehículos está bastante conseguido pero no llega a alcanzar la misma brillantez que la plasmada en el título original… ni en otros juegos similares, como Project Cars o Forza MotorSport 6. De hecho, queda bastante lejos de ambos en este sentido. Pero lo peor es el aspecto que muestran los fondos, que en algunos casos (como el trazado de Spa) transmiten cierta sensación de vacío y falta de detalle en términos globales.
A pesar de estos inconvenientes, estas mermas técnicas no tienen efecto alguno en la jugabilidad, por lo que son perfectamente perdonables (y entendibles). Pero lo que desgraciadamente sí que tiene incidencia en la jugabilidad es su inconsistente tasa de cuadros por segundo. La versión de consola sufre bastante para mantener dichos 60 fps, hasta el punto de que tenemos la certeza de que salvo en contadas ocasiones, el título se maneja en números inferiores.
Durante los pasos por curva son los momentos donde más se notan estas bajadas, siendo además frecuente toparnos con el siempre molesto defecto de falta de sincronía vertical, que en un simulador tan exigente como este termina afectando un tanto a la jugabilidad. Este problema técnico nos ha pillado por sorpresa, sobre todo porque cuando probamos la versión beta de este mismo juego hace unos meses, lo cierto es que no apreciamos problemas tan apreciables en este campo. Ni mucho menos.
Dicho esto, no os quedéis con un mal sabor de boca porque Assetto Corsa no es ningún desastre técnico, para nada. Lo que pasa es que el género de la velocidad está muy evolucionado en todo lo relacionado con la vertiente técnica, y hemos sido testigos de grandes hazañas en este campo, que a fin de cuentas es la faceta en la que menos luce este título.
Por fortuna el apartado sonoro rinde a un mejor nivel, gracias sobre todo al logrado rugir de los motores, y a una banda sonora que acompaña adecuadamente y sin molestar las pantallas de los distintos menús.
Conclusiones
Assetto Corsa en un gran simulador, único en el mercado de consolas en nuestra opinión. Su nivel de realismo y grado de personalización lo distancian de prácticamente cualquier otro juego de velocidad de PS4 y Xbox One, siendo un título que sabe recompensar con grandes sensaciones al volante el duro esfuerzo que trae consigo obtener victorias. Eso sí, tened en cuenta que su gran realismo y profundidad jugable salen a relucir sobre todo si jugamos con un volante, ya que con un mando puede llegar a ser realmente complicado "domar" los coches.
Su faceta técnica nos ha dejado un tanto fríos, y en cuanto a la cantidad de contenido tampoco puede competir con muchos de los actuales referentes del mercado (algo que el juego original de PC suplía en cierta forma con los mods). Pero dejando de lado ambos aspectos, se trata de un gran juego de velocidad.
Este análisis ha sido elaborado mediante una copia final de PS4 y Xbox One que nos proporcionado por 505 Games. Las imágenes que acompañan al texto son de la versión de Xbox One.