Análisis de Apotheon (PS4, PC)
Este inicio de 2015 está deparando muchas sorpresas en el terreno de las propuestas independientes, con títulos como Grow Home o #IDARB ofreciendo no sólo un soplo de aire fresco, sino también sensaciones muy positivas a muchos de los que los han probado. También por sorpresa llegaba tan sólo hace unos días Apotheon, un juego desarrollado por Alientrap, que se hacía con más de un titular gracias a ser uno de los títulos que los usuarios de PlayStation Plus podías descargar en PlayStation 4 sin coste adicional.
Lejos de ser un título de "relleno", como más de uno se temía, ha resultado ser un título muy sólido y completo, que sin duda se merece el tiempo de aquellos que disfruten con las aventuras de acción en dos dimensiones.
Ahora mismo os contamos por qué.
Una aventura épica
Apotheon es un juego de acción ambientado en el mundo de la mitología de la Antigua Grecia, en el que, como un mero mortal, tendremos que luchar por ascender al Monte Olimpo y enfrentarnos a unos dioses que parecían haber olvidado su rol como protectores de la humanidad. Este título apuesta por una jugabilidad en dos dimensiones, apoyándose en el arte y las historias de esta época para poner en pantalla una estética muy llamativa y un argumento que rescata con acierto los mitos y creencias de antaño.
Nosotros controlamos a Nikandreos, quien se ve envuelto una batalla que comienza por recuperar el bienestar de su pueblo, pero que no tarda en convertirse en algo mucho mayor. No tardaremos en hablar con Hera, esposa de Zeus, y que nos cuenta que el Rey de los Dioses se ha enfadado con los mortales, y planea acabar con ellos. Desde el Hades hasta el Olimpo, Apotheon nos depara, nunca mejor dicho, un periplo épico.
Embarcándonos en la lucha por la humanidad
Apotheon es un título que desde el primer momento muestra su intención de apostar por una experiencia dinámica, en la que el jugador aprende sin que lo fuercen a seguir tutoriales, la cual sólo se interrumpe con las secuencias en las que se nos narra la historia, que, dicho sea de paso, se hace de manera sencilla y directa, con texto en pantalla. Así, encontraremos un tutorial muy bien integrado, en el que iremos aprendiendo poco a poco todo lo necesario para poder progresar.
El combate es bastante sencillo, con diferentes armas que ir alternando los enfrentamientos cuerpo a cuerpo o a distancia, y todas con un desgaste. Para "apuntar" será necesario mover el stick derecho, lo cual le añade un punto de profundidad a un sistema de otra manera muy directo. Durante las batallas también podemos usar un escudo, el cual, al igual que las armas, se puede mover con el stick derecho. Así, tendremos que aprender a protegernos en función de por dónde vengan los impactos rivales, y atacar aprovechando las zonas que nuestros enemigos se dejen descubiertas.
Apotheon hace algo muy bien, y es introducir mecánicas únicas de cada "mundo" –que dividiríamos en los reinos de cada diosa, por llamarlos de alguna menra–, por lo que el desarrollo está en constante cambio, y evita que la mecánica principal de combate, que como veis, es bastante simplista, acabe por volver la experiencia tediosa. No queremos desvelar qué cambios experimentamos bajo el poder de cada diosa, ya que creemos que la sorpresa es gran parte del encanto de este título, aunque os adelantemos que hay algunas muy ingeniosas y que hacen que sea casi un juego diferente.
Con o sin dioses de por medio, Apotheon tiene algunos momentos muy inteligentes y algunas batallas épicas que se disfrutan y que se nos quedan guardadas en la memoria después de completarlo, pero también tiene algunos momentos para olvidar, sobre todo en los tramos en los que el combate gana demasiado protagonismo durante demasiado tiempo, como en algunas secciones finales. En cualquier caso, los momentos positivos sobrepasan a los mejorables.
Su valores artísticos, claves para la experiencia
No hace falta más que ver las imágenes que acompañan este análisis para ver que Apotheon tiene una estética única. Claramente, su apariencia está inspirada en el arte de la cerámica griega, que solemos ver en muchas de las ánforas que sobreviven de la época, y que a pesar de que muchos puedan pensar que es fácil de trasladar a un videojuegos, a nosotros nos da la sensación de que hay mucho trabajo detrás para crear una apariencia coherente y sólida.
Los personajes están bien animados, manteniendo la rigidez de las líneas en las que se basan, y los entornos son geniales, con gran variedad nos sólo en el diseño sino también en lo cromático, rompiendo los tonos anaranjados de las mencionadas ánforas para añadir tonos impropios del arte griego y que le sientan genial para evitar la monotonía y darnos sensación de progreso no sólo en lo jugable, sino también en lo visual.
También nos ha llamado la atención lo respetuoso que es el argumento con la mitología, no porque relate hechos recogidos en ésta, sino por el prisma desde el que lo mira, respetando incluso la cultura de la época y el concepto de "héroe" de antaño. Sin duda, algo que los que estén familiarizados con esta civilización desaparecida apreciarán, denotando el respeto desde el que Apotheon ha sido desarrollado.
Aquel que es ascendido a deidad
Apotheon es mucho más de lo que aparenta. Muchas veces, los juegos se quedan una mera estética, pero en el caso de el título de Alientrap, consigue aprovechar su estilo artístico para ofrecernos una aventura elaborada, con muchas sorpresas y bien llevada. Su mayor problema puede ser un sistema de control que peca de simplista e incluso a veces poco preciso, pero no es algo que nos impida disfrutar de un título bastante sólido y recomendable.
Como decíamos al principio del análisis, Apotheon es uno de los juegos que los suscriptores de PlayStation Plus se llevan este mes sin coste adicional, y si eres uno de ellos, probarlo es cuanto menos obligado. Durante sus primeros momentos puede parecer "un indie más", pero una vez superada la secuencia inicial que sirve de gran tutorial integrado en la jugabilidad es cuando comienza a demostrar de lo que es capaz. Si os gustan las aventuras de acción en dos dimensiones y os atrae la estética que veis, no creemos que os vaya a decepcionar.