Análisis de Test Drive: Ferrari Racing Legends (PS3, PC, Xbox 360)
Hoy en día afortunadamente los lanzamientos de juegos se realizan generalmente a nivel mundial con escasos días de diferencia, por lo que es extraño encontrarse con casos como el juego que nos ocupa ahora mismo, Test Drive Ferrari Racing Legends, que fue lanzado en Estados Unidos el pasado verano, y ha tardado bastantes meses en llegar a Europa.
Pese a que sus notas y análisis no fueron muy espectaculares, no hemos sido pocos los aficionados a la conducción que hemos esperado pacientemente para poder hacernos con él.
El porqué está claro, Ferrari, y es que no podemos negar que solo con oír esa mágica palabra, nos imaginamos un mito rodante, a la vez que intuimos el olor a gasolina y a rueda quemada.
Como decíamos antes, Test Drive Ferrari Racing Legends fue creado el año pasado para celebrar el 65 aniversario de la creación del primer Ferrari, el 125S en el año 1947. El prestigioso encargo recayó en el estudio Slightly Mad, desarrolladores de los dos Need for Speed Shift, y del ambicioso Proyect C.A.R.S. que esperamos para fin de año, y que tenían el claro objetivo de superar los mediocres resultados que System 3 consiguió en el año 2008 con los juegos de Ferrari Challenge, exclusivos también de la marca italiana.
Antes de seguir merece la pena puntualizar que dentro del largo nombre del juego las palabras "Test Drive", que también celebra su vigésimo lanzamiento con este juego, no tienen aquí el significado habitual al que nos tiene acostumbrado últimamente la franquicia de Atari. Olvidaros de los mundos abiertos, de las islas paradisíacas, y de las mansiones que podíamos comprar en los Test Drive Unlimited de Eden Games. Ferrari Racing Legends es un juego limitado a carreras en circuitos y pruebas contra el crono, siempre en recintos preparados para ese fin.
Los números. Coches y circuitos
Uno de los datos más espectaculares que aporta el juego es el número de Ferrari que podemos conducir, 52 modelos diferentes lanzados a lo largo de los 65 años de historia de la marca. Si tenemos en cuenta que juegos como Forza 4 cuentan con más de 30 Ferrari diferentes y encontramos todos los grandes conocidos, seguramente os preguntaréis de dónde sale tanto coche. La respuesta la encontramos en el subtítulo del juego "Racing Legends", y es que, por primera vez, podremos conducir en consolas modelos de las décadas de los 40, 50 y 60, como el 125S de 1947, el primer Ferrari de la historia, el 212 de 1951, o el 312 F1 de 1967. Todo un pedacito de historia del automovilismo en nuestra consola en él que encontraremos coches de Formula 1, de calle, y de los denominados Gran Turismo.
Si hablamos de circuitos, el número total de los mismos es de 36, e incluye tanto trazados clásicos que ya han desaparecido como Rouen, versiones antiguas de otros conocidos, como Monza o Silverstone, templos del automovilismo actual como el viejo Nürburgring, Spa, Cataluña, Imola, o Mugello, y alguno inventado como Misty Loch, una especie de carretera de montaña con enormes viaductos, y túneles, que aparece en la primera época.
Conociendo la historia. Épocas
El modo carrera del juego está dividido en tres épocas independientes entre sí. La Época de Oro discurre entre los años 1947 y 1973, y es aquí donde el juego más destaca y demuestra el exquisito trato con el que se han recreado estos años, que sólo conocemos por los libros de automovilismo. Decenas de preciosos y peculiares coches de la época, desde el primer 125S, hasta el increíble primer Formula 1, el 321 de 1967, pasando por el mítico 250 GTO, todos y cada uno, recreados con mimo y esmero, luciendo con orgullo sus volantes gigantes y sus espartanos salpicaderos, peleando en circuitos clásicos semiurbanos como el francés de Rouen, ya imposibles de ver hoy en día, o en versiones muy antiguas de alguno actual como Silverstone. Unos circuitos igualmente recreados con multitud de detalles como el pavimento la época, muy distinto al que vemos hoy en día, los anuncios, la posición y el tipo de las gradas, e incluso en el vestuario del público y los comisarios, que veremos en la pista. Una auténtica maravilla visual.
La siguiente época, la de Plata, transcurre entre los años 1974 y 1990, y ya encontramos modelos más conocidos como el 512 BB, o el mítico Testarrosa, y circuitos más reconocibles como Hockenheim, o Monza, aunque con una configuración totalmente distinta a que la que se usa hoy en día. La última época, la Moderna, va desde el año 90 a la actualidad, encontrando en ella los modelos más actuales y conocidos y donde únicamente echamos de menos a los modelos de estos dos últimos años, el elegante F12 y el espectacular LaFerrari, presentado hace apenas unos días.
Cada época consta de diez misiones cada una, compuestas a su vez de entre cinco y diez citas cada una, generalmente con el mismo vehículo, dándonos un total superior a las doscientas pruebas. Estas pruebas son bastante variadas y encontraremos desde las sencillas carreras de tres o cinco vueltas, partiendo desde la línea de salida o con salida lanzada, pequeñas pruebas de resistencia de diez vueltas, pruebas de adelantamiento en las que tenemos que superar a un cierto número de vehículos, contrarreloj en las que tenemos que superar un tiempo establecido, carreras pactadas en las que tenemos que acabar en una cierta posición, o pruebas de habilidad en las que tenemos que seguir la línea de carrera, o a nuestro compañero, o superar una zona de obstáculos.
Conduciendo auténticos mitos rodantes. Jugabilidad
Cada prueba tiene tres niveles de dificultad, fácil, normal y difícil, y en su calibración viene uno de los pocos problemas del juego, encontrando tanto pruebas que podemos pasar en difícil a la primera y sin casi enterarnos, como otras en las que superarlas simplemente en fácil nos puede costar varios intentos, debido a algunas exigencias de las mismas, como, por ejemplo, no dejarnos pisar fuera de la pista en ningún momento durante una persecución. Conducir una bestia de la carretera como éstas es muy delicado, y cualquier mínimo error nos puede llevar a perder un tiempo vital para la carrera. Para conseguir avanzar a la siguiente prueba, es indispensable superar la inmediatamente anterior, aunque sea en dificultad fácil, por lo que a menudo, podemos atascarnos en alguna prueba. Es en estos casos, cuando echamos de menos la opción de "rebobinado" que tan frecuentemente encontramos en los últimos juegos de conducción.
Slightly Mad Studios, formado por expertos creadores de juegos para PC como GTR Legends, clara inspiración de este juego, siempre se ha caracterizado por intentar incluir algo más de simulación en sus juegos de consolas, como hicieron con las entregas de Shift con irregulares resultados. Si bien la crítica en general les felicitó por ello, las ventas estuvieron muy por debajo de cualquier entrega de Need For Speed, quejándose los jugadores menos habituales de su excesiva dificultad. En Ferrari Racing Legends la conducción es bastante exigente, pero en general no llega a ser tan frustrante como en sus anteriores juegos, siendo accesible a casi todo tipo de jugadores, al menos, en la dificultad fácil y con el modo de conducción novato.
El manejo de los diferentes coches es bastante peculiar, aunque siendo sinceros parece muy similar entre todos ellos, y únicamente parece depender sobre todo de su potencia, ya que la aceleración de un FXX no sé parece en nada a la del coche de 1947, siendo obviamente mucho más delicado pisar el acelerador en el primero, pero en cualquier caso es bastante entretenido, y conseguir dominar cada uno de ellos llega a convertirse en un reto divertido.
En un juego que pretende y quiere ser tan exigente sorprende la ausencia de una zona donde poder configurar a nuestro gusto los parámetros mecánicos de cada coche, donde hubiéramos podido investigar el funcionamiento de esas máquinas clásicas. También sorprende que no podamos personalizar las ayudas a la conducción a nuestro gusto, sino que estas vengan predeterminadas en tres tipos de conducción, novato, normal y profesional, no pudiendo ser modificadas según la habilidad de cada uno. Ya en carrera, y como era de esperar en este tipo de juegos, no existen daños mecánicos en los coches, por muy fuerte sea el golpe que nos demos, y los daños estéticos se limitan a simples arañazos en tan valiosas carrocerías.
El modo online es muy básico, y únicamente permite carreras rápidas para un máximo de ocho jugadores, un número bastante escaso hoy en día. Además, normalmente no hay muchos jugadores conectados, por lo que no se puede considerar como un modo que alargue mucho la vida del juego.
Gráficos y sonido
Racing Legends posee un aspecto técnico correcto, aunque lejos de los mejores juegos del género. Los modelos de los diferentes coches están bastante detallados, pero no llegan al nivel que hemos visto de estos mismos modelos en Forza o Gran Turismo. Tendremos las cámaras de juego habituales, incluida la del cockpit para cada uno de los coches, con unos interiores en general bastante espartanos.
En el exterior las cosas funcionan más o menos igual, y sí en el aspecto positivo podemos comentar la genial ambientación de las pruebas clásicas, en el negativo, nos sorprenderá ver espectaculares defectos de "popping", con gradas, sombras y edificios que aparecen de la nada cuando nos acercamos, solamente en alguno de los circuitos.
En el aspecto sonoro, si bien es cierto que escucharemos varios tipos de sonidos de motores, la verdad es que no parece que haya mucha diferencia entre ellos, y dudamos mucho que sean los sonidos reales de los coches, característica que nos hubiera encantado ver en este homenaje a la marca italiana. La escasa música que escucharemos es de toque clásico, y mientras el juego está totalmente traducido al castellano, las voces de nuestros ingenieros de pista están en inglés, teniendo subtítulos en pantalla.
Conclusión
Pese a que Ferrari Racing Legends no es el videojuego diez que se merecería la histórica marca italiana, sí posee características que encantarán a los aficionados más fieles a las carreras. Una conducción exigente, pero divertida, y decenas de coches clásicos corriendo en circuitos desconocidos o actuales, pero con configuraciones clásicas en multitud de variadas pruebas, nos hacen recomendar este juego, que además sale a la venta a precio reducido, a esos conductores virtuales que buscan grandes retos, sin que les importe repetir a veces la misma prueba debido a su peculiar dificultad. Un conjunto en el que destaca sobre todo la genial recreación de las primeras épocas y la posibilidad de conducir en nuestras consolas esas máquinas legendarias que muchas veces solo habíamos visto en fotos, o en juegos de PC.