Análisis de Supremacy MMA (PS3, Xbox 360)

¡Qué difícil es dar en el clavo! 505 Games, empresa desarrolladora de este Supremacy MMA, se arriesgó anunciando un juego que salía absolutamente de su trayectoria y experiencia, y para desgracia nuestra, la jugada no ha salido del todo bien. Y es que el género por el que decidieron apostar, no es plato del gusto de todos, y estableciendo un paralelismo con la misma temática del juego, es muy fácil salir escaldado y apaleado. Actualmente, es bastante común encontrar diferentes juegos basados en las más diversas disciplinas de combate. Tanto EA como THQ, conforman sus propias propuestas (acertadas en mayor o menor medida), ofreciendo combates extremos con artes marciales mixtas. Aunque es un género que no goza de una popularidad demasiado boyante en algunos países, sí es cierto que tanto la serie UFC de THQ o la serie MMA de EA, han conseguido arrastrar a un buen número de aficionados y jugadores.

Ahora le llega el turno a este Supremacy MMA, que prometía más sangre, más contundencia y la inclusión de un novedoso modo historia que nos permitiese sentir de cerca el peligroso y competitivo mundo de la lucha y las artes marciales mixtas. ¿Habrá cuajado alguno de sus apartados? ¿Es una alternativa decente a las dos franquicias consolidadas? Descúbrelo en nuestro análisis

Un juego poco pulido

Supremacy MMA, es el primer juego de 505 Games a gran nivel. La empresa desarrolladora, aunque tiene experiencia previa en el mundo de los videojuegos, ha ido centrándose en títulos casuales y de puzles, dejando de lado otros proyectos y producciones. Cuando se anunció el presente juego, muchos nos sorprendimos, ya que no veíamos como un estudio tan especializado en un público en concreto, era capaz de dar el salto a un videojuego radicalmente distinto con lo que había ido publicando y desarrollando hasta la fecha.

Y ese hándicap, desgraciadamente, se ha notado demasiado en el producto final. A todas luces, 505 Games ha elaborado un videojuego de lucha muy directo y sencillo, tan directo y sencillo, que le perjudica enormemente, lastrándolo mucho en su balance final.

Supremacy MMA, es un juego que parece destinado a impactar y sobrecoger al jugador con las más brutales maniobras, los golpes más sucios y sus nefastas y desagradables consecuencias en los luchadores. De hecho, 505 Games se desmarca de las otras propuestas del género, y aboga por luchas sin reglas, normas, árbitros o escenarios oficiales. Todo el juego se plasmará en un ambiente oscuro, opresivo, lleno de bares, torneos clandestinos, sucios callejones o peligrosas prisiones (que servirán para ambientar y nada más, ya que el movimiento por los escenarios y rings en poco menos que anecdótico y artificial). Si sois aficionados al cine, os proponemos que busquéis ciertos paralelismos estéticos con películas como "El club de la lucha". Las encontraréis. Supremacy MMA tiene un plantel bastante variado en cuanto a personajes y luchadores se refiere, con hasta 14 combatientes diferentes, tanto en aspecto, como en estilo de lucha o disciplina marcial.

Además, y como principal novedad con respecto a sus competidores, 505 Games ha decidido ofrecer las interioridades de cada uno de ellos, reflejando sus trágicas historias, así como sus decisiones para acabar en el duro mundo de la lucha, en el modo historia. Estas historias nos relatarán mediante unas sosas y poco trabajadas viñetas en dos dimensiones, las diferentes vicisitudes de cada uno de los luchadores. Según el personaje, desfilaremos por traumas infantiles, dolorosas experiencias con sus amigos y compañeros de profesión o decisiones arriesgadas en momentos difíciles. Las historias, desgraciadamente, no serán demasiado interesantes, complejas o completas, y de hecho, no será extraño que las queramos pasar (hay algunas muy tediosas y largas) para dar paso a los combates, pero se debe de agradecer de manera efusiva el intento de 505 Games a la hora de querer ofrecer una nueva vuelta de tuerca para este particular mundo sin reglas, y sobre todo por hacerlo desde una perspectiva nunca vista con anterioridad.

Creemos que si se hubieran planteado de otra manera, o su arquitectura y planificación de guión fuese distinta (¿os imagináis esto mismo que os relatamos con piezas de animación o con escenas en tiempo real?), estaríamos hablando del principal atractivo y marcado de diferenciación con respecto a otros juegos del estilo. En cierta manera lo es, pero por la falta de cuidado, acaba siendo una mera anécdota que poco o nada brilla, en un juego que no termina de convencer.

Un control excesivamente artificial

Estos 14 luchadores (la mayoría reales, entre los que destacan dos aguerridas mujeres con su propio pasado, que curiosamente, solo podrán luchar y combatir entre ellas en su propio modo de juego), utilizan cada uno, y a su manera, distintas disciplinas de combate. Aunque a efectos teóricos, las diferencias entre un luchador de boxeo y otro de muay thai deben ser notorias y evidentes, lo cierto es que en Supremacy MMA no lo serán demasiado. Una vez escojamos un jugador o luchador en concreto, y procedamos a combatir (en cualquiera de los modos), veremos quizás uno de las mayores lastres a nivel jugable: todos los personajes se comportan de una manera muy similar en cuanto al control. Supremacy MMA ofrece un estilo de control muy directo, basándose su ataque en dos botones, más un tercero de agarre, que nos ayudará a elaborar los combos y derribos contra nuestros oponentes. Estos controles, deberán ser siempre acompañados del joystick analógico izquierdo, que será el que nos marque el ritmo, alejando o acercando a nuestro luchador, así como de un cuarto botón de bloqueo (que evitará y bloqueará los movimientos del personaje controlado por la IA).

La cantidad de golpes y combos únicos por cada luchador son muy escasos, teniendo muy pocas maniobras con las que destacar si queremos apostar por un personaje en concreto, y reduciéndose así la mayoría de los combates a un intercambio más o menos pasivo de golpes. Y decimos pasivo, porque para colmo, la reacción de nuestro luchador a nuestras continuas órdenes y pulsaciones en el pad, es muy lenta. Lo mismo estaremos pulsando para atacar, cuando con un repentino cambio de ritmo del combate por parte de la I.A, vuelve y acaba convirtiendo el enfrentamiento en algo frenético y rápido, dejándonos absolutamente vendidos ante nuestra anterior acción. Esto, que bien llevado podría haber dado a unos espectaculares y lógicos combates con cierto punto de estrategia, acaba convirtiéndose en un verdadero suplicio. Además, también entra en juego el falso tiempo de reacción a la hora de establecer los agarres con nuestros oponentes, que como todo en este título, sonarán artificiales y casi aleatorios una vez estén los dos luchadores en el suelo, intercambiándose de forma un tanto arbitraria la posición de ataque y defensa. Para zafarnos de estos agarres, moveremos el joystick de una manera compulsiva, y ojo, que si fallamos, podemos quedar absolutamente impedidos y lesionados.

Por lo tanto ¿cuál será la salida habitual llegados a esta problemática en el control y el tiempo de reacción en el juego? Sí, la misma que se ha empleado desde el principio de los tiempos en el género de la lucha: la repetición de uno o dos movimientos efectivos. La consabida repetición de golpes fuertes (puñetazos), que aderezados con la barra de adrenalina (que se activará pulsando los gatillos), nos permitirá zafarnos en algunos momentos de nuestros rivales, y con suerte, propiciarles el K.O necesario para avanzar. Si uno de los principales reclamos del juego (un plantel de combatientes con disciplinas únicas) se cae estrepitosamente tras el primer combate que presenciamos, y el control empleado en las luchas es ortopédico y para nada preciso, poco queda para que le demos una segunda oportunidad. Desgraciadamente, por si algún lector incauto pensaba que el online se libra de semejante control o del aburrido y sistemático intercambio de golpes y maniobras, el sistema multijugador también se verá afectado por semejante lacra, lastrando en demasía un juego que a nivel jugable nos parece excesivamente limitado y mal construido.

Supremacy MMA, contiene varios modos de juego (el citado modo historia, uno de enfrentamiento libre, un organizador de torneos, las disciplinas femeninas y el precario sistema online) y un tutorial, pero ciertamente, no son del todo aprovechables o divertidos más allá de las esporádicas batallas que podemos echar con nuestros amigos a nivel local en una misma consola y con un mismo televisor.

Técnicamente muy limitado

Los juegos de lucha, en los últimos tiempos, se han ido caracterizando por ofrecer un aspecto cuidado, con luchadores realistas, y unos escenarios acordes. Supremacy MMA, tampoco luce demasiado bien en este apartado, y no causa una buena impresión una vez entramos a presenciar el primer combate. Gráficamente, el juego de 505 Games es una decepción, ya que no sea adecua a los estándares actuales, siendo su aspecto final más cercano a un juego de comienzos de la generación (aquellos que abusaban de los efectos de luz y las texturas para parecer mejores a nivel visual de los que realmente eran) que al de un videojuego propio de finales de 2011. En Supremacy MMA, un título que pretende ser realista, atenderemos a unas animaciones robóticas, artificiales e irreales, que nos brindarán situaciones tan comprometidas como hilarantes y graciosas (cuando veáis los agarres o llaves de los luchadores lo comprenderéis), con luchadores atravesándose entre ellos o con algunas muestras faciales y de expresión incomprensibles (hay caras que son complicadas de descifrar y que andan a medio camino entre el llanto y la sorpresa).

Los modelados y las texturas en general (salvo algunas relativas a la sangre y a los moratones de los protagonistas) rayan a un nivel muy pobre y bajo, siendo a veces, mejores las ambientaciones y localizaciones de algunos escenarios, que los mismos luchadores. Y si hablamos del motor de físicas y colisiones, la cosa va a peor, sorprendiendo constantemente al espectador y al jugador, que se preguntará cómo ha podido un simple puñetazo causar un impacto tan fuerte o meditando acerca de las posibilidades del cambio de la ley de la gravedad en determinados escenarios. Y eso, en un juego que se vende como una experiencia dura y real en el ámbito de los combates, es poco menos que un pecado capital.

Con respecto a la música y los efectos de sonido, una de cal y otra de arena. En Supremacy MMA tendremos grupos y temas muy rockeros, que irán desfilando uno tras otro durante las luchas y los menús que presenta el juego, y que a veces, pecarán de demasiados repetitivos. Las voces en off si es cierto que tienen un trabajo detrás, pero serán poco menos que anecdóticas más allá del citado modo historia. Supremacy MMA esos sí, está completamente traducido al castellano, permaneciendo las voces originales en inglés.

Conclusiones finales

Supremacy MMA es un juego fallido. Su idea principal sobre el papel era atractiva, interesante y diferente, ya que podría haber sido una alternativa a las dos sagas que parece dominar y polarizar a los usuarios aficionados a esta serie de disciplinas de combate. Desgraciadamente, 505 Games ha fracasado estrepitosamente a la hora de llevarlo todo a la práctica, con un juego donde el control es ortopédico, carente de precisión y plagado de elementos confusos y demasiado aleatorios. Con un sistema jugable tan pobre (ni el nivel de experiencia de cada luchador, sus movimientos o sus trajes alternativos te incitan demasiado a jugar), el resto del título se desmerece solo, ya que por si fuera poco, nos encontramos con un apartado técnico demasiado justo para los tiempos que corren. Es cierto que ofrecer el punto de vista personal de cada luchador puede llegar a ser un elemento positivo, pero su mal planteamiento, y su falta de cuidado y diseño a la hora de mostrarlo, lo convierten en una pega más para un juego que no goza de ningún apartado destacable.