Análisis de SuperCar Challenge (PS3)
¿Eres una de esas personas que se quedan embobados mientras pasa un Aston Martin por tu lado? ¿Te sientes insignificante cuando te detienes en un semáforo al lado de un Ferrari Testa Rossa? En España es complicado, puesto que tampoco hay demasiados consumidores de vehículos de esta división, sin embargo, a todos los amantes de la velocidad les gustaría conducir, al menos por una vez, un coche como los que hemos nombrado, aunque sea para comprobar si realmente valen su peso en oro.
Y esto es, precisamente, lo que SuperCar Challenge viene a ofrecernos: un buen puñado de coches de espanto, más de 15 circuitos homologados y muchos modos de juego para hacer una experiencia de juego lo más completa posible El resultado ha sido más que convincente, aunque podrían haberse mejorado algunos aspectos para que la obra fuese una de las compras obligadas del año.
Veamos qué tiene de bueno y malo este título de System 3.
Elige con sabiduría
Cualquier título del género de la conducción está ligado a un estilo determinado: arcade o simulación. El primero, mucho más desenfadado y rápido que el segundo, propone pasar un rato agradable pilotando un vehículo, mientras que el estilo simulación es mucho más recreativo, debemos tener los cinco sentidos puestos en el coche, girar unos grados milimétricos el volante para evitar colisionar, frenar unos metros antes de la curva para tomar impulso y propiciar un adelantamiento, etc. Supercar Challenge se desmarca de este tipo de distinciones y pone a disposición del espectador tres modos de conducción completamente diferente: arcade, simulación y con ayuda.
Como decíamos, los dos primeros se distinguen por las maniobras que ejerceremos con el mando, pues no es lo mismo girar en modo arcade (giro rápido, brusco y con posibilidad de corrección) que en su vertiente de simulación, donde un error puede costarte la carrera. El modo ayuda, por otra parte, está ideado para aquellos jugadores que nunca han tenido el placer de sentir un título de conducción a sus espaldas, propiciándonos un sistema de juego mucho más sencillo y donde ni siquiera tendremos que preocuparnos de frenar, ya que los frenos inteligentes se encargarán de ello. Como apunte hay que comentar que dichos frenos no funcionan siempre como uno espera, y hay que ser conscientes de ello, puesto que por muy inteligentes que sean los frenos, si vamos a 180 kilómetros por hora en una recta no debemos esperar que los frenos milagrosos detengan el impacto. Supercar Challenge es un juego de corte realista, y se nota en todos sus sentidos.
Cabe destacar que pese a que contamos con varios modos de conducción, Supercar Challenge es un videojuego exigente, no apto para aquellos que se desesperen al entrar en un área de arena o que no entiendan cómo es posible que por un mísero choque a 60 kilómetros por hora el vehículo acabe en la otra punta del circuito. Nada más correr las primeras vueltas nos daremos cuenta de que tendremos mucho camino que recorrer si queremos perfeccionar nuestras habilidades al volante. No obstante tampoco pretendemos asustar a los corredores primerizos, puesto que la experiencia de conducir -correctamente- un vehículo como los anteriormente nombrados es más que satisfactoria, y pocos títulos pueden hacer alarde de ello.
Modos de juego
Una vez que nos encontremos cómodos con un sistema de conducción, tendremos acceso a multitud de modos de juego para demostrar que somos los reyes del asfalto. Ideal para comenzar a hacer nuestros pinitos dentro de las competiciones es el modo tutorial, que nos enseñará las nociones básicas de estas espectaculares carreras: cuando frenar, cómo adelantar, etcétera. Un componente que agradecerán los seguidores de estas competiciones es que el hombre que nos guiará en nuestra travesía no será otro que Tiff Needell, piloto de Le Mans/GT. El doblaje y la puesta en escena del profesional es soberbia, aunque lamentablemente conducir y seguir las instrucciones que aparecen en pantalla en forma de subtítulos -puesto que los comentarios están en perfecto inglés- es algo que pocos jugadores podrán hacer sin estrellarse. Y hablando de subtítulos hay que aclarar que algunos videos -los de presentación de modos- no están subtitulados, dejándonos a solas con la voz en inglés que explica detalladamente qué hay que hacer para llevarnos el oro.
Contamos también el típico modo carrera rápida, ideal para jugar una carrera en poco tiempo, sin preocupaciones ni marcadores que nos puedan hacer bajar puestos en la clasificación. El modo arcade nos permitirá demostrar nuestras habilidades al volante en cuatro dificultades, teniendo que superar varias carreras consecutivas para completar el nivel así como el modo torneo, donde tendremos que superar una serie de rondas para conseguir alzarnos en el podio. Sin embargo, el modo estrella de este juego de System 3 es, sin duda alguna, el modo challenge, que nos abrirá las puertas a multitud de pruebas y retos de lo más complicados.
Challenge nos propone seleccionar un coche de los disponibles y comenzar, desde lo más bajo, a escalar puestos en la clasificación especial. Nuestra misión será disputar una serie de eventos repartidos por todos los circuitos mundiales -y oficiales- para demostrar que somos como una extensión más del asfalto. Antes de comenzar cada carrera podremos seleccionar el nivel de dificultad, afectando así a la cantidad de puntos de carrera que obtendremos. Cuanto más difícil sea la carrera y en mejor posición quedemos, más número de puntos conseguiremos para desbloquear nuevo contenido en la tienda. También hay que destacar, que a medida que vayamos completando el modo, tendremos acceso a desafíos espontáneos que nos harán correr en diversas circunstancias.
Como podemos apreciar, existen diversos modos de juego para hacer la experiencia mucho más enriquecedora de cara al jugador. Sin embargo, los modos más divertidos son, sin duda, los que jugamos en compañía, demostrando alrededor del globo quién es realmente el auténtico maestro de la carretera. SuperCar Challenge soporta hasta 16 jugadores simultáneos en modo multijugador, por lo que habrá que esforzarse al máximo si queremos quedar en buena posición
Realismo irregular
La baza fundamental del apartado técnico de SuperCar Challenge son, sin duda alguna, los circuitos y vehículos que aparecen en la obra. Todos y cada uno de ellos son completamente fieles a los que actualmente residen en la realidad, por lo que todos los seguidores de los deportivos impagables están de enhorabuena, ya que podrán conducir uno de ellos sin hipotecarse. El apartado técnico de la obra está bien cuidado, aunque no sorprende en absoluto al jugador que ha vivido títulos como Project Gotham Racing o los inminentesForza Motorsport y Gran Turismo lo que, sumado a la poca promoción con la que cuenta el título, hará que más de uno se quede sin disfrutar de la obra. Los coches cuentan con un buen puñado de polígonos para su fiel representación en 3D, aunque por desgracia los escenarios no se notan tan vivos como los coches, forzando un contraste entre vehículos y recorrido no que no gustará demasiado entre la multitud. Por otra parte contamos con una sensación de realidad bastante graduable desde el primer minuto de juego. Contamos con nada más y nada menos que siete cámaras disponibles (desde dentro del coche hasta una vista en tercera persona) que nos ayudarán a cogerle el gusto a la conducción en el caso de no saber controlarlo con la vista predeterminada.
La inteligencia artificial que tendrán nuestros contrincantes es un punto a favor de la obra, pese a que en alguna ocasión falle haya alguna incongruencia que extrañe al jugador. Nuestros contrincantes dejarán a un lado el conducir sobre una línea de puntos imaginaria para dar paso a un sistema mucho más dinámico, en el que nosotros podremos influir si interferimos en su recorrido. Así mismo, no todos los corredores serán igual de agresivos al volante, así que habrá que tener cuidado con un par de conductores endiablados que no dudarán en hacernos morder el polvo.
Quizá uno de los puntos más negativos de la obra sean sus tiempos de carga, que no sólo son generosos en cuanto a tiempo, sino también en cuanto a número. Y precisamente SuperCar Challenge no es que sea un prodigio técnico, por lo que podría haberse optimizado la obra para el momento de su lanzamiento. Pese a todo, el conjunto global aprueba, aunque podrían haberse cuidado diversos detalles de cara a la versión final, y más teniendo en cuenta que en breve aparece una de las obras que pretende hacerse con el trono de los juegos de conducción: Forza Motorsport 3.
El repertorio de canciones que incluye la obra es ideal para quemar rueda y disputar los encuentros más vertiginosos del momento aunque hay que hacer una especial mención para el tema principal de la obra, que pondrá los pelos de punta a más de uno. Los sonidos, por su parte, están dotados de un gran realismo, facilitando la inmersión de la obra -sobre todo si jugamos desde dentro del coche- y ofreciendo una experiencia de juego al espectador verdaderamente espectacular.
Conclusiones
SuperCar Challenge no pasará a la historia por ser uno de los mejores títulos de conducción de la década, pero sí es una buena opción para los jugadores que quieran pasar un buen rato disfrutando de pistas oficiales y coches de espanto. Detalles como la inclusión del profesional a la hora de darnos las directrices para controlar estos "super" vehículos dicen mucho del apego que le ha puesto la compañía al desarrollo de la obra, sin embargo, el resultado queda empañado por un apartado técnico pasable y una sensación de videojuego inacabado que pueden sufrir los jugadores más experimentados en el género.