Análisis de SOULCALIBUR V (PS3, Xbox 360)

La última entrega de la saga apareció en el mercado en 2008, estrenándose en la nueva generación de consolas, PlayStation 3 y Xbox 360, y pese a haber tenido un buen recibimiento por parte de la crítica, quizás no brilló tanto como otros juegos de una serie que siempre había sido de sobresaliente. Ahora llega una quinta parte para remediar todos esos fallos cometidos y satisfacer aún más si cabe a sus fieles seguidores, que llevan disfrutando más de quince años de una excelente saga de juegos de lucha que se diferencia del resto de propuestas al combatir con armas y contar con una historia más elaborada que de costumbre.

¿Consigue mejorar todos y cada uno de los errores cometido en la cuarta entrega y añadir mejoras e innovaciones sustanciales? Pues no del todo, y finalmente lo que más nos ha convencido es su jugabilidad, excelente, ya que los modos, sobre todo para un jugador, nos siguen pareciendo un poco descuidados, pese a que se había anunciado que iban a trabajar de manera concienzuda en este apartado. Con el anuncio de que CyberConnect2, los creadores de los juegos de Naruto, estaban colaborando en el modo historia, nos las prometíamos muy felices. Y finalmente sí, se ha mejorado respecto a la cuarta parte, pero aún queda muy lejos de lo conseguido en el modo historia de SoulCalibur III.

La historia se desarrolla en la Europa del siglo XVII, 17 años después de lo ocurrido en SoulCalibur IV. La intro nos muestra cómo Siegfried, con la espada de espíritu Soul Calibur, en una brutal combate, vence a Nightmare, poseedor de la espada maldita Soul Edge. Será 17 años después de esta batalla cuando tomemos el control de Patroklos Alexandra, hijo de Sophitia, la reconocida como la Guerrera Santa, quien será el sucesor de la espada Soul Calibur. Ante la desaparición y posible secuestro de su hermana, Pyrrha Alexandra –un personaje un tanto "peculiar", que pide disculpas mientras reparte mamporros-, recorreremos toda Europa buscándola a lo largo de 20 episodios, que se pueden superar en unas tres horas. Controlaremos hasta tres personajes distintos, y mediante ilustraciones estáticas y secuencias de vídeo, se nos irá narrando una buena historia que nos servirá para conocer y enfrentarnos a muchos de los personajes del juego. Batallas contra un luchador, con tres o cuatro seguidos, pero que en ningún momento nos ofrecen algo distinto u original, haciéndose muy llevadero este modo por la interesante narrativa.

Tras superar el modo historia, habremos desbloqueado cuatro personajes más, que se suman a los 21 que vienen de serie, con alguno más desbloqueable que hacen que la cifra sea de más de 25 luchadores. Vuelven viejos conocidos de la saga, como Raphael, Siegfried, Ivy, Cervantes, Mitsurugi, Voldo y Nightmare, y hay ausencias de clásicos como Taki, Sophitia o Xianghu que son sustituidas por nuevas caras, muchas de ellas clones o discípulos jugables más jóvenes, como es el caso de Xiba con el mismo estilo de lucha que Kilik, aunque finalmente este sí aparece como personaje oculto. Por tanto no hay tantas grandes ausencias como se podía prever, y el plantel es muy correcto, aunque los nuevos personajes no lleguen a deslumbrar ni derrochar carisma salvo unas honrosas excepciones.

De los nuevos sin duda los que más nos gustan son Z.W.E.I, Patroklos –se le coge cariño después de superar el modo historia-, Viola –un personaje un tanto peculiar que a muchos no gustará, pero que al menos es original-, y la excelente recreación de Ezio Auditore, el protagonista de las últimas entregas de la saga de aventuras Assassin's Creed. Un personaje genial, muy completo, rápido y a la vez fuerte, que pega mucho más con el universo SoulCalibur que anteriores experimentos un tanto raros como incluir a Link, Spawn o personajes de Star Wars. Z.W.E.I un hombre lobo, es de esos luchadores que por su carisma ha llegado para quedarse, contando con un estilo propio en el que es ayudado por un lobo fantasmal, y que a los fans de la saga Castlevania de Konami, les parecerá sacado directamente de ella.

En cuanto al sistema de combate y la jugabilidad, se ha producido un incremento de la velocidad, que le ha sentado de maravilla, más rápido que la cuarta entrega, aunque no tanto como la segunda. Mantiene el esquema de control clásico de la saga: tres botones de ataque –horizontal, vertical y patada-, y uno de guardia que sirve para protegernos manteniéndolo pulsado. Y la mayor novedad jugable viene de la mano del indicador de crítico. Este se va rellenando mediante ataques –aunque no impacten en el rival-, defendiéndonos, rechazando o realizando agarres, y sirve para efectuar los llamados en la versión española Filo Valiente y Filo Crítico –Brave Edge y Critical Edge-. El Filo Valiente se realiza pulsando los tres botones de ataque a la vez y es un movimiento especial que se ejecuta justo después ciertos combos, realizando un ataque más potente, y que consume la mitad del indicador de crítico.

El Filo Crítico se ejecuta realizando dos cuartos de giro de abajo a derecha –dos "medias lunas" para que nos entendamos- y luego pulsando los tres botones de ataque a la vez, o en su defecto el gatillo derecho del mando. Un ataque especial demoledor y muy, muy espectacular, que depende del personaje se puede enlazar con un combo y del que en cualquier caso podemos defendernos si estamos atentos. Pero cuando decimos demoledor, nos referimos a que en algunos personajes y circunstancias hemos visto que puede llegar a quitar hasta el 40% de la vida, por lo que debemos de estar muy atentos si nuestro oponente tiene lleno el indicador de crítico. Este no se rellena con facilidad, y solo pueden cargarse hasta dos barras, y en algunas ocasiones hemos necesitado llegar a un segundo round o al tercero para para tenerlo completo, teniendo en cuenta que también se puede gastar con el Filo Valiente, y que podemos recibir golpes que nos vacían este medidor.

El set de golpes y combos nos parece acertado para cada personaje, y mejor que en la cuarta parte, y al menos en lo que hemos podido jugar parece que los luchadores están muy equilibrados, aunque esto se comprobará mejor cuando los servidores estén repletos de jugadores jugando a través de internet. El modo online no lo hemos podido probar como hubiéramos deseado, al no encontrar jugadores, y no os podemos decir si se han solucionado los graves problemas que padecía la anterior entrega. Sí hemos podido ver sus modos y opciones, y no es que sean demasiado generosos. Se pueden crear partidas de jugador personalizadas –con un máximo de seis jugadores por sala y la posibilidad de chat de voz-, hay un modo Coliseo global que estará disponible con una actualización gratuita –no sabemos cuándo-, y en partida igualada podemos elegir diferentes opciones de búsqueda. La zona –América, Europa, Asia, Japón-, el rango, estado de conexión, e incluso el lado preferido para empezar a combatir: izquierdo o derecho. Hay marcadores, y la opción de repetición, donde podemos ver combates propios o descargados de otros jugadores.

Los modos para un jugador, como hemos dicho antes, nos dejan un sabor agridulce. Por un lado el titulado Historia -1607 d. C.-, que en menos de tres horas puede ser superado, sin mucha dificultad y que no es demasiado original, aunque nos ha gustado. Luego tenemos Arcade, seis combates en los que nos permiten elegir ruta –Europa, Asia-, Combate VS –luchar contra otro jugador o la CPU, o incluso ver como esta combate contra sí misma-, Entrenamiento –bastante completo, aunque echamos de menos como en tantos juegos de lucha un modo tutorial-, y por último Combate rápido y Almas legendarias, los modos más originales y peculiares. En el primero luchamos contra personajes creados con el editor, con más de 150 luchadores, entre ellos Katsuhiro Harada, productor de la serie Tekken, al que si vencemos desbloqueamos su estilo de lucha, Devil Jin, además de numerosos títulos para ponernos en la ficha de jugador. Almas legendarias son luchas contra personajes especiales o jefes manejados por una CPU con una mayor dificultad, extremadamente difícil ya avisamos, solo apto para los mejores jugadores. Por ejemplo el primero de estos combates es contra Kilik, desbloqueándolo si lo vencemos.

Por último tenemos el modo Creación, donde personalizar los personajes o crear los tuyos propios. Cuerpo –tamaño, peso, cara, peinado, cejas, voz-, equipo –cabeza, extremidades, incluso la ropa interior-, arma y estilo de lucha, color de todas y cada una de las partes, y hasta podemos crear el retrato que vemos cuando lo seleccionamos. Muy flexible y completo, se pueden crear todo tipo de luchadores, y el modo Combate rápido con sus más de 150 creaciones nos lo demuestra, siendo casi el único límite nuestra imaginación.

El apartado técnico cumple y con nota, pese a ser muy continuista respecto a la cuarta entrega. Sin sacrificar en ningún momento la fluidez de los combates, los modelados de los personajes están realmente bien, y sus animaciones son geniales, un placer ver algunos de los ataques especiales, sobre todo los nuevos Filo crítico, de una tremenda espectacularidad. En casi 30 escenarios, unos más acertados que otros, podemos encontrarnos con los clásicos que nos podemos caer del ring, con otros en los que se rompen las paredes, e incluso mixtos, y como es de esperar, unos son mucho más bonitos que otros, aunque en general nos parecen menos brillantes que en otras entregas de la saga, salvo unas pocas excepciones. La música como siempre es excelente, un apartado que se cuida mucho en los SoulCalibur, y cuánto nos alegramos, esta vez contando con compositores de lo más variopinto, tanto occidentales como orientales. Los efectos de sonido también están a un gran nivel, haciendo más espectaculares si cabe los combates, y con acierto nos permiten elegir las voces en inglés o japonés.

Un gran SoulCalibur que arriesga muy poco

Si bien es indiscutible que esta quinta entrega es superior a la cuarta en todo –mejor sistema de lucha, velocidad y fluidez de los combates, modos más completos, pequeñas mejoras técnicas-, creemos que no lo suficiente, dejando un regusto a demasiado continuista y poco arriesgado, teniendo en cuenta que actualmente el género está más competido que nunca, con excelentes propuestas. Eso no quita que sea un gran juego de lucha, como siempre lo han sido todas las entregas de la saga, pero Namco podía haberse esforzado un poco más, y haber ofrecido novedades más impactantes y de mayor calado, no dando la sensación de ser más, y un poco mejor, de lo mismo. En cualquier caso esto no impedirá disfrutarlo muchísimo a los fans de la serie, y que se convierta desde ya en uno de los mejores juegos de lucha que aparecerán en este 2012. Pese a nuestra crítica por continuista, también es justo reconocer que pocas sagas mantienen una calidad tan alta entrega tras entrega, y es sin duda un juego muy recomendable que cumple en todos sus apartados.