Análisis de SingStar Volume 2 (PS3)

Si hay un título que ha estrechado las relaciones entre música y videojuegos es Singstar, del estudio londinense de Sony. Atrás quedan los juegos donde la música funcionaba cono un elemento más, algo prescindible. Poco a poco, la música va tomando un papel más importante dentro del mundo de los videojuegos y sin ir más lejos, desde el nacimiento de Singstar y Guitar Hero, el híbrido que forma música y entretenimiento digital está al rojo vivo.

El primer Singstar, concebido para Playstation 2, fue uno de los títulos más queridos para todos aquellos que les gusta jugar en compañía, pasar un buen rato y, sobretodo, cantar. Mucho ha llovido desde entonces, y tras numerosas entregas para la consola de Sony y una para la videoconsola de nueva generación, llega a nuestras tiendas Singstar Volumen 2 para hacernos sentir, de nuevo, parte del escenario.

El concepto que nos presenta Singstar es de lo más simple. Para empezar, tendremos una numerosa lista de canciones a escoger, todas ellas con su propia dificultad, así como la posibilidad de cantar estos mismos temas en una versión más corta para practicar antes de dar el salto a la versión original, ya que los mismos incluyen.

con la ayuda de los micrófonos que incluye el juego, tendremos que afinar nuestra voz todo lo que podamos y cantar a pleno pulmón frente a nuestra televisión.

Tal y como pudimos ver en las anteriores entregas de Singstar, el juego captará, a través de los micrófonos la nota que estemos cantando, y la asociará con la nota que esté interpretando el artista en cuestión, por ejemplo, podremos cantar cualquier canción con la letra que nosotros queramos siempre y cuando tengamos el mismo timbre de voz, ganando así la máxima puntuación y demostrando quien es el rey de la casa. La nota que tenemos que interpretar aparecerá en la pantalla en forma de línea recta, que estará colocada arriba o abajo en función de la voz que tengamos que poner. Si está arriba tendremos que subir el tono, si está más abajo tendremos que poner la voz más grave.

Por tanto, el juego interpretará la nota que nosotros tengamos, no importa en que escala estemos cantando, para así evitar frustraciones a la hora de interpretar un tema con una voz demasiado aguda –llegando al falsete, por ejemplo- o una inimitable voz tenor. Además, en el momento de la canción que haya alguna parte de hip hop o rap, el medidor cambiará completamente convirtiéndose en una esfera que medirá la intensidad de tu voz a medida que vayamos rapeando en el micro, quizá un poco desconcertante al principio por no tener una referencia clara en la pantalla, pero si nos limitamos a cantar y a seguir la voz principal del artista no tendremos ningún tipo de problema.

Una vez sepamos como jugar, tendremos acceso a distintos modos de juego para hacer trabajar la voz a nuestro antojo. En este sentido, si lo que queremos es practicar la voz sin ningún tipo de presión, puntuación o factor externo que nos ponga nerviosos, tan solo tendremos que escoger el modo práctica para, como su propio nombre indica, practicar las canciones más escuchadas, así como para aprendernos esa parte de la canción en la que ni siquiera sabemos qué es lo que dice y cómo lo dice. Contaremos también con los modos de juego ya vistos en anteriores entregas, como son batalla para dos jugadores, donde tendremos que enfrentarnos en una batalla vocal contra un amigo, que lógicamente nos deja con una de las modalidades más divertidas de Singstar. Y si de lo contrario preferimos dejar la competición para cantar una canción junto a un amigo, podremos escoger el modo dueto, donde cada jugador tendrá su propio fragmento de canción a cantar y sus propias notas a las que llegar. Este último modo presenta una novedad bastante peculiar, y es que ahora aparecerá el fragmento a cantar en la parte superior para el jugador uno y abajo para el segundo jugador.

Una vez terminadas nuestras actuaciones podremos escucharlas, modificarlas y guardarlas en el modo interpretación de una manera muy sencilla e intuitiva, dejando a un lado los programas profesionales de edición de voz. Por ejemplo, si no estamos contentos con el volumen de nuestra voz –pese a que se puede regular en medio de la canción apretando un botón- siempre podremos bajar el volumen y adecuarlo con el del artista principal para tapar nuestra voz y que quede mejor, aunque menos real. Si de lo contrario preferimos eliminar al artista para que sea nuestra voz la que domine en la actuación, tan solo tendremos que apretar el botón de reducción de voz, dejando la canción sin intérprete en un santiamén, aunque si lo nuestro es probar mezclas raras y divertidas, también podremos subir nuestro tono de voz para que parezca un pitufo o agravarlo para que parezca que el mismísimo Satanás está cantando, además de añadirle vibraciones y moduladores que harán las composiciones más divertidas y alocadas.

Por otro lado, si reunimos a un grupo de amigos en nuestro salón siempre podremos jugar a Pasa el micro, donde tendremos que cantar canciones con hasta un máximo de ocho amigos para que los que se quedan sentados no se aburran. Todo un detalle.

En cuanto a las canciones que invaden este Volumen 2, nos encontraremos temas de toda clase: desde la música más moderna que suena en las discotecas más chic de tu ciudad como Kaiser Chiefs o The Killers con su Ruby y When you were young respectivamente, pasando por la música española de más éxito en el país como son Alejandro Sanz –con El alma al aire-, uno de los finalistas de la primera edición de Operación Triunfo, David Bustamente con su Cobarde y Déjame vivir de Jarabe de palo junto con La Mari de Chambao, y terminando por música de los años noventa, con Blur y su Country House en cabeza, el rapero blanco por excelencia Eminem y su éxito Without me y The Cure, con uno de sus grandes temas, Pictures of you. Aún así, si las 30 canciones que incluye este volumen nos saben a poco, siempre tendremos la posibilidad de entrar en Singstar Store, donde podremos encontrar más de 400 canciones a nuestra disposición, eso sí, pagando 1.49€ la canción sencilla, aunque también dispondremos, en un futuro cercano, de packs de canciones a un precio más económico.

También, si queremos cambiar de canciones y tenemos antiguos títulos de Singstar, siempre podremos, mediante un simple toque de botón, cambiar de disco sin necesidad de apagar la consola, para acceder de una manera fácil y cómoda a las canciones con las que contemos de anteriores entregas (siempre y cuando nuestra consola sea compatible con la función de retrocompatibilidad, sino, tan solo podremos poner la primera entrega para Playstation 3).

En Singstar Store, y especialmente en el modo online My Singstar, es donde precisamente las nuevas versiones de Singstar marcan la diferencia con respecto a sus competidores, pues muestran una interfaz y un concepto de comunidad pocas veces visto en un videojuego, y más si hablamos de un juego musical. Si decidimos ampliar fronteras y adentrarnos en el universo online, en My Singstar tendremos la posibilidad de crearnos un perfil a nuestro antojo, así como colocar fotos nuestras que estén en la videoconsola, subir nuestras mejores interpretaciones para que los demás aspirantes al micrófono de oro puedan escucharlas y, como no, grabarnos cantando, o simplemente haciendo el mono en frente de un dispositivo compatible que permita grabar video –sea una Playstation Eye, una cámara de fotos digital, etc.-.

La comunidad Singstar es un concepto muy importante, pues podemos ver fragmentos de videos de otros jugadores de todo el mundo, así como puntuarlos e incluso anotar su ID de Playstation Network para chatear o hablar con ellos. La interfaz incluye novedades semanales, el ranking de los mejores puntuados y las últimas actualizaciones, así que podemos decir con claridad que el online de Singstar es perfecto para interactuar con aficionados de todo el mundo, y quien sabe, quizá algún ojeador vea nuestro talento musical y contacte con nosotros, si ha pasado con la red de videos Youtube también puede pasar con Singstar. Al respecto, la cantidad de usuarios que ronda el modo online es bastante elevada, pasando desde los típicos jugadores que cantan por puro placer, a otros que realizarán una interpretación bastante más trabajada empleando muñecos, disfraces e incluso utilizando a sus propios familiares como parte del escenario, todo muy curioso y sobretodo, digno de ver.

En cuanto al apartado técnico del juego poco hay que decir, pues no contamos con los típicos gráficos con polígonos que presentan el 99% de los videojuegos, sino que en este caso tendremos los video clips oficiales de los temas que estemos interpretando, por lo que en este aspecto no habrá ningún tipo de problema técnico más allá de si vemos a nuestro artista en alta definición o no. La interfaz del juego es de lo más simple y práctica, accediendo a los menús del juego de la manera más fácil e intuitiva. Quizá el problema más conocido de esta saga está en el retraso que puede sufrir el sonido si tenemos nuestra televisión conectada a unos altavoces externos, donde podemos encontrar un retraso de algunos milisegundos, que sin duda repercute en la puntuación final de nuestra canción. Por suerte, siempre podremos calibrar este ligero retraso en el menú opciones tanto automáticamente como manualmente.

En lo que respecta al repertorio musical con el que nos encontraremos, por si alguien tiene algún tipo de duda, las canciones que aparecen en el juego son completamente originales; nada de adaptaciones o piezas regrabadas para la ocasión, todas con una calidad excelente y ese feeling que trasmitieron en su día.

En definitiva, este Volumen 2 es una muestra más de que el género musical, tan abandonado hace unos años, se ha asentado por completo en la vida de los jugadores actuales. Títulos como Rock Band, la propuesta similar a Singstar para Xbox 360, Lips, que tendrá la opción de cargar en el juego la música que nosotros queramos, y los nuevos Guitar Hero que vendrán en otoño de este mismo año lo atestiguan y, aunque precisamente este Singstar no sea el más novedoso en cuanto a su desarrollo, ni el que incluya suculentas novedades con respecto a sus predecesores, sí que es una apuesta interesante para todos aquellos quienes quieran revivir, en forma de canción, a sus artistas favoritos de la época.