Análisis de Puddle PSN (PS3, Xbox 360)

La oferta de juegos independientes y de puzles crece constantemente en la distribución digital. Entre todo el catálogo de PC y consolas de alta definición encontramos casi de todo, apuestas arriesgadas, pequeñas joyas, y de vez en cuando ideas locas que resultan muy divertidas, y normalmente a un precio reducido. En el caso de Puddle, lo nuevo de NEKO Entertainment para Xbox Live y PlayStation Network, sus creadores han realizado un juego de puzles inspirado precisamente en muchos clásicos de este medio, tomando ideas de World of Goo, Rolando o LocoRoco, entre otros, tres buenos referentes a partir de los cuales crear un título que se basa en la física de líquidos, aunque el resultado final dista de ser como el logrado por esos juegos.

Puddle parte de una idea de seis estudiantes que desarrollaron el proyecto, que salió ganador del festival de la GDC en 2010 –este prototipo está disponible gratuitamente para PC-, y la idea básica de la jugabilidad es tan simple como controlar el escenario para llevar líquido por diferentes escenarios más o menos laberínticos con sus peligros sin derramar grandes cantidades. La inspiración a los citados títulos es clara, pero Puddle falla en varios aspectos, el más importante la jugabilidad.

El funcionamiento es simple, no esconde ningún secreto y únicamente debemos preocuparnos de evitar perder grandes cantidades de la sustancia acuosa por el camino y llega hasta la meta con una cantidad mínima exigida, o de lo contrario habrás perdido. Tu única forma de interactuar es inclinando unos grados hacia los lados el escenario para que la gravedad realice el resto del trabajo, calculando según la viscosidad y comportamiento la velocidad que adquiere por las superficies, ramas y tuberías, y así saber con qué fuerza dará los saltos. Constantemente debemos prestar atención y realizar rectificaciones sobre la marcha para que tu preciado fluido no se estrelle contra una zona indeseada.

Durante las fases, ambientadas en temáticas como cañerías, naturaleza o laboratorios, encontraremos diferentes amenazas para el fluido, capaces de reducir nuestras gotas, como por ejemplo fuego, rayos o superficies incandescentes, que a los pocos segundos del contacto empezarán a evaporar la materia. Eso sin contar que en cualquier bifurcación el líquido quizás se divida, perdiendo parte de él. El trazado incluye giros y deslizamientos en los que coger inercia, compuertas y algunos interruptores para activar mecanismos, aunque hay que decir que con este juego no estamos ante una mecánica tan orientada a los puzles como da la impresión, de hecho la dificultad para superar los peligros no depende tanto de nuestro ingenio, es más una cuestión de habilidad y reflejos para dirigir el líquido entre, por ejemplo, dos amenazantes llamaradas. Esta quizás sea nuestra mayor decepción con Puddle, el juego se centra en aprender el trazado mentalmente, saber dónde has fallado y repetir la fase hasta que la superas, no existe un esfuerzo intelectual realmente intenso como para catalogarlo de juego de puzles, ni siquiera las situaciones finales en las que debemos realizar algo en un breve periodo de tiempo.

Es un título sencillo, corto, en el que cada fase se puede terminar en pocos minutos. Su duración depende más de la dificultad de algunos puntos complejos que nos harán repetir varias veces el trazado, aunque no hay zonas realmente imposibles. Pero ¿y si estás realmente bloqueado? Existe la opción de "llorar", una forma que tiene el juego de burlarse de ti para pasar al siguiente nivel, aunque sólo cuentas con dos de estos comodines que te serán devueltos si regresas a esas fases problemáticas y las superas. No es algo de lo que te recomendamos hacer uso, ya que Puddle no es muy extenso, pero siempre es mejor que abandonar el juego por quedar atascado.

El principal interés por tanto de su jugabilidad queda en las puntuaciones, superar nuestros récords repitiendo escenarios en menos tiempo y con más líquido intacto en la meta. Si eres amigo de la rejugabilidad, conseguir siempre el emblema de oro –al final de cada fase te muestra tu clasificación- y sacar todos los trofeos/logros de tu consola, entonces Puddle te puede ofrecer varias horas de diversión, ya que llegar al final de la fase sin derramar o evaporar una gota es muy complicado. Pero si tu propósito es simplemente superar los retos, esto es algo que no te llevará demasiado tiempo ni encontrarás grandes novedades que no hayas visto respecto a los juegos originales de los que NEKO ha recogido ideas, solo que con menos chispa y con la desventaja de no sorprender en absoluto.

El control utiliza únicamente dos botones, que son los gatillos para elegir el ángulo de inclinación. En PlayStation 3 existe la opción de utilizar el control Sixaxis que todos los mandos llevan incorporado –y que tan poco ha sido aprovechado-, así como PlayStation Move, formas de control con las que jugaremos de manera más visceral e impulsiva, como por ejemplo, cuando ves una superficie caliente y tú mismo giras el control para que el líquido salte más al pasar por una rampa, aunque en otras situaciones también puede hacerlo el movimiento menos preciso. Al menos, queda a elección del usuario la forma de jugarlo.

Algo que nos habría gustado ver, y que realmente habría dado mucho más interés al título, sería un editor de fases y la posibilidad de compartir las creaciones con otros usuarios, pero desgraciadamente no se ha contemplado. Lo más parecido lo encontramos en el modo laboratorio, que sí nos deja colocar diferentes chorros de líquido y objetos de las fases que vamos desbloqueando para realizar pruebas o experimentar a nuestro antojo, pero sólo en el minúsculo espacio que es la pantalla y con la única recompensa de utilizar la obra como fondo para el menú principal. Una versión ampliada de este creador de escenarios, o algún modo para dos jugadores –por ejemplo, competir a pantalla partida o en red- es algo que haría ganar muchos puntos a este Puddle, y que nos hace ver al juego más como una versión ampliada del proyecto inicial, pero no pulido lo suficiente como para ser vendido de manera comercial.

Como resultado, lo que tenemos del juego entretenido pero breve y que no destaca ni por la parte de puzles ni por la de plataformas. La idea tampoco es completamente original, disponemos de juegos con líquidos de estilo similar en 2D como Aqua Panic! e incluso 3D como Mercury HG, todos ellos con algo más de personalidad que Puddle. No cabe duda que LocoRoco, en el cual los protagonistas actúan en cierta manera como una masa líquida, derrocha mucho más carisma en todos los sentidos que el juego que nos ocupa, y eso es algo que falla en este juego descargable, el cual cuenta con un precio de 9.99 euros, que nos parece elevado para el contenido y la calidad que guarda, ya que precisamente los precios bajos son en muchos casos un buen incentivo para probar estos proyectos independientes frente a las propuestas más conocidas. Es fácil encontrar lanzamientos más adictivos en la distribución de App Store por pocos céntimos, o en la categoría Minis de PSP y PlayStation 3.

Curiosamente, el apartado gráfico y sonoro no es malo pese a ser un proyecto realizado con pocos recursos. Técnicamente es muy sencillo, la simulación del agua es lo más complejo que vamos a ver en él, y aun así hemos visto cosas mucho mejores, como la representada en los dos Pixeljunk Shooter, pero el estilo es limpio y agradable a la vista, con un segundo plano muy desenfocado para diferenciarlo de lo importante. El sonido electrónico no es muy estridente, acompaña sin sobresalir demasiado, salvo para algunas situaciones en las que de manera dinámica cambia el ritmo y acelera la tensión, así que en este sentido el equipo ha realizado un buen trabajo. Nuestra única crítica al aspecto audiovisual es que el desplazamiento de la pantalla no llega a ser todo lo suave que nos gustaría, o lo que debería ser considerando la carga gráfica que muestra.

Conclusiones

Puddle da la impresión de ser un juego que podría tener más éxito en sistemas portátiles, especialmente aquellos que cuentan con sensores de movimiento. Tras él, se esconde una buena idea e intenciones de rehacer jugabilidad conocida con una nueva apariencia, aunque no ha sido desarrollado lo suficiente como para llegar a ser un título completo que justifique el precio. Existen muchas alternativas de todos los géneros, e incluso contenidos descargables para otros juegos como mapas o expansiones de menor precio y mayor interés. Lo que no quiere decir que Puddle sea malo o que no entretenga durante un tiempo, pero la competencia en distribución digital, incluso fuera de PlayStation y Xbox 360 –por ejemplo, en sistemas iOS- es muy alta, con mejores juegos y a precios más asequibles.

Un buen comienzo para sus desarrolladores, pero no una compra recomendable salvo que realmente seas un apasionado de este tipo de lanzamientos que ya haya probado las demás opciones.