Análisis de OlliOlli PSN (PS3)
Los juegos de skate tocaron techo con Tony Hawk’s Proving Ground y con Skate 3, aunque lo decimos porque fueron el fin de una era, y no precisamente porque fueran las mejores entregas de cada saga. De pronto, un estudio independiente irrumpía en el panorama de este deporte con un proyecto diferente, pero que consiguió atraer la atención tanto de los amantes del skate como de los que no tienen un particular interés en él.
Hablamos, obviamente, de OlliOlli, un juego de naturaleza móvil que encajó en PlayStation Vita a la perfección. Adictivo y accesible, se hacía perfecto para partidas rápidas de esas que nos cuesta acabar pero, ¿qué pasa cuando se traslada esta experiencia a las plataformas domésticas? Os lo contamos.
Encera el bordillo
Aunque podemos pasar directamente a la acción, lo primero que os recomendamos es que hagáis el tutorial. El control del juego es muy sencillo, aunque es parcialmente diferente de lo visto hasta el momento, por lo que es mejor que nos lo expliquen. Básicamente, hereda el stick derecho de Skate, aunque lo traslada al izquierdo, e introduce la necesidad de pulsar la X o la A (en función del mando) para caer los trucos. También se puede jugar con el teclado, aunque ofrece la misma precisión que sustituir un stick por WASD –es decir, más bien poca–, por lo que os recomendamos un pad.
A partir de entonces, tendremos que recorrer una serie de escenarios realizando los desafíos que se nos proponen, mientras intentamos que nuestros trucos sean lo más precisos posibles.
OlliOlli no alberga demasiadas opciones con el patín, pero sí tiene una buena colección tanto de flips como de grinds, que podemos modificar girando en el aire. La clave, como decimos, es caerlos, ya sea pulsando la dirección de turno antes de tocar el raíl o la X/A antes de tocar el suelo.
Domina cada sitio
OlliOlli es un juego que, antes de su salto a PlayStation Vita, fue concebido como un juego móvil, y eso se nota. Está diseñado para partidas rápidas, para rejugar cada fase, y para que "todo el mundo" pueda completarlo pero "sólo unos cuantos" puedan dominarlo. Para pasar a la siguiente fase sólo tenemos que llegar al final, pero si queremos desbloquear desafíos adicionales y mucho más complicados, tendremos que hacer cada prueba al cien por cien, lo que, como cabe esperar, cada vez requerirá más habilidad y concentración.
Aparte de estas 50 fases "normales", tendremos las fases "Spot", las cuales están diseñadas para hacer una exhibición rápida alcanzando la mayor puntuación posible. El juego nos ofrece pruebas cada día en las que podemos intentar superar las puntuaciones de otros jugadores a través de clasificaciones online, algo que seguro que también picará a muchos. Una vez completadas todas las fases "normales", modo radical incluido, las Spot son la clave para exprimir el juego.
El salto a sobremesa, mejorable
Como veis en las pantallas, OlliOlli es un juego muy sencillo en lo visual. Dado lo simple de su propuesta, nos parece una decisión acertada, aunque está clarísimo que todo se diseñó con PlayStation Vita en mente y sin posteriores versiones en mente. La interfaz sí se adapta a resoluciones mayores, pero los elementos del fondo varían entre decentes y cutres. No creemos que redibujar los elementos que peor sufrieran el reescalado habría llevado demasiado trabajo, teniendo en cuenta su sencillez, pero en su lugar nos encontramos con algunas piezas bastante pobres, a las que se le nota su baja resolución original demasiado. Entendemos que los gráficos no sean una de las principales bazas de esta experiencia, pero a todos nos gusta ver un producto cuidado.
Otro problema es que nos parece que es una experiencia, si no móvil, portátil. En PS Vita, al menos para nosotros, es más natural echar partidas rápidas, de entre cinco y diez minutos, duración ideal para OlliOlli. En cambio, quizás no todo el mundo enciente du PC o su PS3/PS4 para partidas breves. No es que no podamos pasarnos una hora jugando a OlliOlli, sólo que no funciona tan bien. De todos modos, no somos nadie para deciros cuánto tiempo tenéis que jugar a ningún juego, faltaría más.
Por último, no entendemos cómo al menos en PC no se ha optado por un editor de niveles, algo que ya echamos muy de menos en la versión original de Vita.
Misma adictividad, cero mejoras
OlliOlli sigue siendo un auténtico vicio. Una vez que le pillamos el truco –nunca mejor dicho– es difícil encontrar el momento para parar. Los que conozcan el deporte disfrutarán viendo cómo se simulan los trucos aun siendo un frenético arcade, y los que no disfrutarán sin más preocupaciones en un título de esos que consigue acertar de lleno con una mecánica para la que apenas se necesitan dos botones. Y es que ésta es su clave, poder ofrecer un sistema de juego para todos, pero muy profundo para los que lo quieran exprimir al máximo.
Nos quedamos un poco decepcionados por su paso a sobremesa, eso sí, ya que aun debutando seis meses después de la versión portátil, no justifica en absoluto la espera. No ofrece ningún contenido, modo o posibilidad que supla la tardanza o que, al menos, dé una nueva duración al juego, con algo que habría sido tan viable como un editor de niveles. La versión de OlliOlli para PlayStation Vita nos sigue pareciendo la más acertada por su concepto ideal para las partidas rápidas, pero si no tenéis la portátil y/o preferís jugar tranquilos en el salón, este arcade es uno de esos que no os dejará soltar el mando. Avisados quedáis.