Análisis de NBA Live 08 (PS3, Xbox 360)

La serie NBA Live ha supuesto, desde hace más de diez años, uno de los más rentables simulares deportivos del panorama del ocio electrónico. Creciendo al compás de la evolución tecnológica, EA nos ha ido presentando cada temporada una nueva versión del juego de baloncesto más exitoso de la historia, un asiduo a las listas de videojuegos más vendidos a nivel mundial. Si bien es cierto que, en cada generación, la serie ha sufrido algunos altibajos creativos o técnicos, la edición del año pasado supuso una seria decepción para los aficionados y fieles seguidores de la saga de EA, debido a una equivocada implementación de la jugabilidad y al poco provecho extraído al hardware de nueva generación. Es por ello que la división de deportes de Electronic Arts se ha cargado las baterías este año para traernos un simulador que, este año sí, logre devolver a los aficionados a esta serie deportiva la confianza que habían comenzado a perder en los últimos tiempos.

Teniendo en cuenta la dificultad para innovar dentro de un género aparentemente tan cerrado como el de los deportes, NBA Live parece haber decidido apostar por mejorar sobre los serios errores cometidos en temporadas anteriores en lugar de buscar fórmulas de juego arriesgadas.

Es por ello que, desde un primer contacto con el juego, ya podemos atisbar que la auténtica evolución del nuevo capítulo respecto a la del año pasado se centra puramente en la jugabilidad. NBA Live 08 presenta un sistema de juego mucho más ajustado, sencillo y a la vez completo, que facilita al jugador la realización de todas esas jugadas que pueden verse cada semana en los partidos de la mejor liga del mundo.

Los viejos aficionados a esta saga deportiva no encontrarán dificultad alguna para ejecutar todas las acciones clásicas de este deporte: lanzamientos, pases, fintas, dribblings…prácticamente la totalidad de las acciones disponibles no presentan variaciones en cuanto al botón necesario para realizarlas, pero sí se ha mejorado considerablemente la respuesta de los jugadores en el momento de llevarlas a cabo. El stick derecho de la XBOX 360 será nuestro aliado a la hora de realizar acciones individuales, útiles sobretodo con los jugadores más habilidosos como pueden ser los bases o los escoltas, facilitándonos las entradas a canasta, penetraciones y fintas de toda clase.

A pesar de no ser todo lo preciso que desearíamos, el control sobre estos movimientos nos permite realizar acciones de lo más vistosas, como puede ser pasar el balón bajo las piernas, por detrás del cuerpo, o realizar amagos al rival. Para los jugadores más altos y, generalmente, menos diestros con el balón en las manos el juego en el poste bajo constituirá su mejor opción, siendo éste uno de los aspectos mejor adaptados en la nueva versión del simulador.

Es digno de aplauso el buen hacer de EA en estas situaciones de juego, ya que dotar de realismo las lucha en la pintura siempre ha resultado un complicado reto, no siempre salvado con brillantez. En anteriores versiones, entrar en la zona interior constituía prácticamente un auténtico suicidio, ya que al menor movimiento podíamos infligir una falta en ataque o sufrir un total avasallamiento por parte de los defensores. En esta ocasión, pivotar bajo los aros frente a los pívots rivales se tornará un auténtico placer, pudiendo disfrutar de movimientos muy realistas y efectivos. La nota negativa en este punto la marcan los pasos en falso que en muchas ocasiones ejecutan los jugadores al realizar un movimiento bajo el aro, ya que en lugar de encararlo perpendicularmente se desviarán incomprensiblemente hasta colocarse por detrás del tablero provocando, evidentemente, una violación al golpear el balón en la parte trasera de la tabla. Este es un problema crónico de la serie, que debería ser analizado y corregido en posteriores versiones en beneficio de una mejor jugabilidad.

Existen otros movimientos interesantes a realizar, como pueden ser los siempre espectaculares alley-oops que sin embargo siguen sin resultar del todo intuitivos, y serán ejecutados automáticamente en el momento en el que el jugador pulse uno de los gatillos. Esto resta control sobre el movimiento a ejecutar, y provoca que la finalización del movimiento quede demasiado sujeta al azar.

Una apreciable novedad e el aspecto jugable es la inclusión de indicadores de "zonas favorables" para los jugadores, mediante los cuales podremos ver desde qué zona nuestro jugador tiene más posibilidades de encestar. Este indicador muestra un gráfico de colores sobreimpreso en el parqué, el cual marcará cuales son las zonas con mayor porcentaje de acierto del jugador que en ese momento domine el balón. Un buen detalle sobretodo de cara al usuario principiante, el cual a buen seguro acabará por desestimar esa opción en el momento en que su dominio sobre el juego vaya aumentando.

Para poder dar rienda suelta a todas nuestras habilidades sobre la cancha, EA nos ofrece modos de juego de sobras conocidos por los jugadores habituales, como pueden ser el partido rápido, un mejorado modo Dinasty –en el cual podremos dirigir a una franquicia NBA durante varias temporadas con el objetivo de llevarla a lo más alto- o el All-Star, pudiendo en este último disputar el fin de semana de las estrellas en su modalidad de concurso de mates, triples, partido de All-Stars o partido de novatos contra jugadores de segundo año. A todos estos modos hay que añadirles los interesantes nuevos modos de juego: un campeonato de selecciones nacionales, en el cual podremos comandar a la selección española o a cualquiera de los 8 mejores combinados mundiales en unos cuartos de final por el título de campeón del mundo.

Otra novedad es la opción de poder organizar una selección de jugadores de la NBA para la disputa de un partido amistoso. De esta forma, podremos disfrutar de equipos totalmente personalizados, pudiendo hacer nuestro propio equipo de las estrellas, si lo deseamos. Respecto al modo on-line, podremos entrar a participar en ligas virtuales de hasta 32 equipos, con un sistema de fechas de lo más flexible que permitirá al jugador no tener que estar demasiado pendiente de cuándo deber entrar a jugar los partidos: éstos simplemente se llevarán a cabo en cuanto dos jugadores se encuentren conectados en ese momento.

Visualmente el juego nos ofrece una aproximación muy real a lo que sería ver un partido de baloncesto NBA por televisión. La representación de los jugadores está lo suficientemente lograda como para poder distinguir sin dificultad a las estrellas, debido al parecido dotado a sus rostros. Sin duda, NBA Live 2008 gana gráficamente en las distancias cortas, lo cual se hace patente en las aproximaciones de cámara a los jugadores, que muestran un diseño y acabado soberbio, volviendo a sorprender en la estructura muscular de los mismos, de aspecto prácticamente real. A nivel global volvemos a encontrarnos con lo más parecido al baloncesto televisado, un diseño brillante que tan sólo se ve truncado, de nuevo, por la forma como está representado el público del pabellón, resultando una vez más demasiado ortopédico y falto de armonía. No puede decirse que en la edición de este año se haya producido un salto cualitativo apreciable en este apartado,pero el acabado final logrará complacer a cualquier aficionado.

En lo que respecta al apartado sonoro, volvemos a encontrarnos con un gran número de temas de excelente calidad para amenizar nuestra estancia por los menús de juego predominando, cómo no, los temas de hip-hop, aunque incorporando también el rock indie de grupos como The Hives. En el terreno de juego, los efectos sonoros vuelven a rayar a buen nivel, y podremos disfrutar de toda la ambientación de las grandes noches de la liga americana. Lo cierto es que poco más puede mejorar EA en este aspecto, debido al buen hacer mostrado en todas las versiones anteriores. Todo ello estará acompañado de los comentarios de Sixto Miguel Serrano y Antoni Daimiel, dos habituales del baloncesto NBA que nos amenizarán con sus opiniones sobre el partido. Hay que destacar el sentido del humor en algunos de éstos diálogos y la calidad de los mismos, algo de lo que muchos juegos deportivos deberían aprender a cuidar mejor, ya que un buen acabado en este aspecto dota al juego de un envoltorio de realismo de lo más necesario en estos simuladores. NBA Live 08 se lleva un merecido triunfo en este aspecto.

El nuevo NBA Live mejora ostensiblemente a su fallida versión anterior, limando las asperezas de su predecesor y modificando algunos de sus errores más graves. En todos los aspectos podemos hablar de él como un imprescindible dentro de los simuladores de baloncesto, y es difícil encontrar algo mejor a este NBA Live en el mercado. Cumple sobradamente en todos sus apartados y proporciona al usuario una experiencia muy cercana a la de los partidos reales. Su mayor problema puede radicar en la falta de sorpresas que pueda proporcionarnos, ya que no deja de ser una nueva evolución del simulador, con un par de modos de juego interesantes –pero nunca imprescindibles- pero que no ofrece mucho más de lo que venían ofreciendo las anteriores entregas. El nuevo NBA Live no va a romper moldes, pero dejará con buen sabor de boca a todos los aficionados al baloncesto electrónico gracias al buen hacer de EA en todos sus apartados.