Análisis de MotoGP 10/11 (PS3, Xbox 360)

Desde que se hiciera Capcom con la licencia de MotoGP en 2007, dos han sido los desarrolladores que se han ocupado de ella. Por un lado de las dos primeras entregas se encargaron los italianos Milestone, con decepcionantes resultados y con la alargada sombra todavía muy cercana de los MotoGP de THQ, que eran de lo mejorcito que se ha podido jugar en este subgénero de la conducción. El año pasado y tras un par de años de desarrollo llegaba MotoGP 09/10, de la mano de los ingleses Monumental Games -un estudio fundado por algunos ex-componentes de Climax, creadores de las entregas de MotoGP de THQ para Xbox- que pese a no recibir críticas malas no estuvo a la altura de lo que los aficionados esperaban, y mucho menos de los amantes y fanáticos de las dos ruedas que deseaban poder echar el guante a un buen simulador.

Este año y tras probar una versión beta hace un mes la cosa pintaba más o menos igual que la edición pasada, y no parecía que fuera a ser capaz de enamorar a quienes buscarán el lado más realista de este deporte.

Pero tras jugar a fondo la versión final y profundizar en las opciones de configuración de las ayudas a la conducción, hemos comprobado que desactivándolas todas -o casi todas- el juego se siente bastante realista, con un comportamiento de la moto y el motorista bastante convincentes, y aunque las físicas son mejorables, creemos que esta vez sí podrá convencer a quienes busquen un simulador, y como ya ocurría el año pasado, también a los que simplemente quieran disfrutar de un arcade sin complicaciones.

Simulador o arcade, tú eliges

Nada más iniciar el juego se nos pregunta qué dificultad queremos entre las cuatro disponibles. Estas se diferencian en las ayudas que vienen activadas por defecto y la dificultad de la inteligencia artificial de los rivales controlados por la consola que, en un nivel alto, se vuelven muy agresivos, demasiado exagerado quizás, pero también muy divertido. Aunque nos den a elegir entre estos cuatro niveles, en cualquier momento nosotros podremos configurar manualmente las ayudas que queremos que estén activadas, lo que es muy recomendable, sobre todo para alguien que esté familiarizado con juegos de motos o que busquen algo de realismo.

Control de tracción, de frenos, anti-wheelie, replegado automático, transferencia de peso y transmisión son algunas de las ayudas que podemos modificar, y la verdad es que se notan y mucho a la hora de jugar, siendo algo parecido a un simulador si desactivamos sobre todo el control de tracción, con el que nos iremos al suelo en las curvas en más de una ocasión. Cada jugador puede configurar el juego a su gusto, pero merece la pena trastear con las ayudas a la conducción ya que la jugabilidad cambia mucho según las configuremos, transformando el título en un arcade o un simulador. También podemos tocar otros parámetros mecánicos de las motos, como el tipo de neumático, modificar en la caja de cambios la relación del diferencial de las distintas marchas y modificar datos relacionados con la suspensión que van desde la amortiguación y la rigidez hasta la distancia entre ejes, siendo unas opciones mecánicas bastante completas que podrán complacer a los más expertos en el tema.

Pese a que en el título ponga 10/11, al igual que el año pasado sale a la venta sin los datos actualizados a la nueva temporada que comienza este fin de semana en Catar, en la que ha habido algún cambio interesante como el fichaje de Rossi por Ducati o el de Stoner por Honda. Aunque se sabe y está confirmado que saldrá el parche que actualice los datos a la temporada 2011, todavía no sabemos cuándo, y esperamos que no tarde tanto como en el título anterior, que llegó casi cuatro meses después. Es interesante recalcar que en esta ocasión podemos elegir desde el inicio a todos los pilotos de las tres categorías -125, Moto2 y MotoGP- para poder jugar en cualquier modo, no como el año pasado que había que desbloquearlos, a todas luces un error.

Tenemos el modo Campeonato del Mundo, en el que disputar toda la competición o sola una carrera en el circuito que queramos en cualquiera de las tres categorías; Desafío, anteriormente conocido como Arcade y donde debemos superar puntos de control como en los juegos de velocidad de antaño; Contrarreloj, picarnos para conseguir las vueltas más rápidas en cada uno de los circuitos y finalmente Multijugador, con la posibilidad de disputar carreras online hasta para 20 jugadores.

Pero sin duda el modo más interesante y al que más horas echaremos es el Historia. Creamos nuestro piloto con su nombre, dorsal, país natal, circuito local y la escudería donde competirá, personalizando también y pudiendo elegir el diseño de la moto, el casco y el mono. Empezaremos compitiendo en el campeonato de 125 y antes de iniciar una carrera tenemos que elegir la dificultad, el número de vueltas, el desgaste de los neumáticos y la dificultad de los rivales. Según variemos estos parámetros los puntos o dinero obtenidos al final del gran premio se multiplicarán más o menos. No será este el único factor a tener en cuenta, ya que según cómo lo hagamos en cada carrera se nos valorará, teniendo factores positivos que nos suman como adelantamientos, rebufos y secciones limpias, y otros que nos restan como las colisiones, los adelantamientos sufridos y el uso que hagamos de la segunda oportunidad, que vuelve a aparecer y que podemos usar para volver sobre nuestros pasos si la hemos pifiado (y la que nadie está obligado a usar y seguro que muchos agradecen en algún momento).

Según consigamos buenos puestos ganaremos más dinero y se nos ofrecerán más patrocinadores para promocionarnos, que si los contratamos y cumplimos con sus requisitos –que suelen ser superar cierta posición- nos premiarán con buenas cantidades de dinero. Podemos contratar diverso personal como jefes de prensa -que nos consiguen mejores patrocinadores- y sobre todo los importantes ingenieros, que son los que pueden mejorar nuestra moto. Una vez tengamos contratado a uno o varios los pondremos a investigar sobre la mejora que queramos hacer a la moto, tarea en la que ocupan varios días -según su pericia o la cantidad de ellos que pongamos a trabajar codo con codo- y que luego tendremos que comprar para poder adquirir y montar en nuestro vehículo, así como pagar religiosamente los salarios de nuestro personal contratado.

En las carreras de este modo además se añaden los interesantes objetivos dinámicos, que surgen durante su transcurso y que nos piden que consigamos antes de que acabe una cuenta atrás ciertos retos como alcanzar una velocidad determinada, ser los más fieles posibles durante varios metros a la trazada de guía, adelantar al rival que se nos indique o incluso intimidarle, lo que resulta bastante divertido. Como una de las grandes novedades podemos jugar este modo Historia junto a un amigo, ya que un segundo jugador puede ser contratado por nuestra escudería y correr las carreras de manera cooperativa a pantalla partida. Cuando acabe la temporada recibiremos ofertas y si lo hemos hecho lo suficientemente bien nos ofrecerán ascender de categoría, teniendo como objetivo último ganar el campeonato de MotoGP. Sin duda un modo muy divertido y que pica, y en el que se agradecen las pequeñas opciones de mánager que le dan algo de variedad, todo un acierto.

En general podemos decir que cuenta con modos suficientes como para no aburrirse, disparándose las horas si pretendemos disfrutar del multijugador online, pero lo que es más importante es que las opciones en la jugabilidad que podemos modificar nos permiten que sea un juego a largo plazo, ya que según vayamos cogiendo pericia y jugando más podemos optar por desactivar alguna ayuda y tener más control sobre la moto, lo que multiplica la dificultad pero también la diversión. Hay cosas todavía mejorables en la jugabilidad, por ejemplo no nos convencen las salidas de pista sobre la tierra, y los choques con otras motos no se penalizan quizás lo que deberían, pero con esta entrega Capcom parece haber encontrado el buen camino y es una base excelente sobre la que hacer crecer la franquicia, y por supuesto, sobre la que empezar a disfrutar desde ya.

Un sólido y eficaz, aunque no deslumbrante, apartado gráfico

Visualmente aunque no sorprende en ningún momento por sus grandes efectos gráficos, contando con unas texturas modestas y unos modelados bastante humildes en las motos y los motoristas, tiene la gran virtud de mover hasta 27 motos sin despeinarse, lo que de por sí solo resulta admirable. La velocidad a la que se mueve es realmente alta, y cuando competimos en MotoGP incluso lo es tanto que puede parecer irreal, algo de lo que no queremos opinar ya que no hemos montado nunca sobre una de estas bestias a 200 y pico, pero que nos parece una de las sensaciones de velocidad más altas que hemos disfrutado en juego de velocidad alguno.

Tiene un detalle especialmente destacable, además del asfalto bastante logrado, y es cómo se ha recreado cuando llueve la salpicadura del agua de las motos, muy vistoso y convincente. A pesar de esto, echamos en falta más acierto en otros detalles que parecen un tanto descuidados, como la ambientación de los circuitos un tanto pobre –en un deporte al que hace grande su legión de aficionados-, o los menús en general del juego, austeros y poco prácticos. Tampoco hubiera estado de más algún tipo de secuencia cuando nos subimos al pódium, o extras desbloqueables en forma de vídeos o historia del motociclismo, por lo que esperamos un poco más de mimo por las motos en siguientes entregas.

Los efectos sonoros cumplen, y con un buen equipo de sonido envolvente y el volumen a todo trapo la sensación de estar metidos en mitad de una carrera resulta convincente, escuchando muy bien cuando se acercan las motos por detrás y diferenciándose bien las tres cilindradas. Para guiarnos por el juego tenemos la voz en castellano del ya clásico narrador del programa televisivo Más que coches -que no es la primera vez que se deja oír en un videojuego-, y la música ha sufrido un cambio de tercio y hemos pasado de melodías roqueras a unas electrónicas no muy inspiradas. Nos gusta una "cantadita", no por la calidad de la composición ni nuestra especial predisposición por el género, pero sí por recordarnos a aquellos míticos arcades de Sega como Daytona USA, en los que podíamos escuchar canciones vocales mientras jugábamos.

Un trabajo notable y una buena base sobre la que seguir creciendo

Aunque la entrega del año pasado no consiguió satisfacer a una parte del público en parte por estar alejado de un simulador y ser más un arcade, por unas físicas no muy convincentes y un apartado gráfico en general discreto, en el caso de este año nos ha gustado más y se ha hecho un gran trabajo, siendo una evolución del anterior más profunda de lo que puede parecer a simple vista. En la dificultad adecuada resulta bastante exigente y realista, sin dejar nunca de lado la diversión, y podemos hacer el juego a nuestro antojo tocando las distintas ayudas. Tanto si queremos un arcade como un simulador aquí lo podemos encontrar, incluso algo mixto, y dejando claro que en ningún caso nos encontramos ante el juego de motos más realista de la historia, ni lo pretende, sí ofrece un buen equilibrio entre diversión y simulación, con un adictivo y largo modo Historia, y creemos que cualquier amante del motociclismo debería darle al menos una oportunidad.