Análisis de Knight's Contract (PS3, Xbox 360)

La inmortalidad puede ser una situación molesta o, cuando menos, no deseada, y que bien puede acarrear funestas consecuencias. En un videojuego se suele asociar con brillos, parpadeos, y un power-up que viene muy bien, pero ¿y si tu personaje es inmortal desde el principio?

Esa es una de las premisas principales de Knight's Contract, el nuevo juego de acción con espadas para la alta definición que llega de mano de Namco Bandai, firmado por Game Republic. En este juego Heinrich es el personaje principal, un tipo amargado, muy lejos de la lozanía que constituye un antihéroe de libro, todo sea dicho. Heinrich, como pronto conoceremos, era uno de los miembros de una campaña de caza de brujas, pero cuando Gretchen se cruzó en su camino -y en el de Faust, jefe de Heinrich- nuestro protagonista fue maldito con la inmortalidad justo antes de segar el cuello de la bruja. Paradójicamente, el Dr. Faust está dispuesto a casi cualquier cosa a cambio de la clase de vida eterna que Heinrich ha recibido.

Heinrich, además, no es un inmortal que se rija estrictamente por las "normas" de ficción que hayamos visto en otras narraciones: puede ser desmembrado, que pronto estará regenerado, en función de cuánto machaquemos el botón de regeneración. Realmente, no puede morir (o quizás sí; luego veremos esto). Es un personaje brutal, oscuro en muchos sentidos, y condenado a vivir hasta extremos realmente exagerados.

El papel de la bruja Gretchen va mucho más allá de esa maldición, y es uno de los ejes fundamentales de la historia, pues formará una alianza al regresar de la muerte con Heinrich para enfrentarse a la corrupción de Faust. Heinrich es inmortal, y muy fuerte, pero algo lento y torpe; Gretchen, por su parte, tiene impresionantes poderes mágicos, como lluvias de meteoritos o incluso aumentar su tamaño y hacerse gigante. Nosotros, sin embargo, sólo controlamos a Heinrich de manera directa, aunque podemos mantener pulsado el gatillo derecho para escoger los ataques que invoca la bruja.

En líneas generales, el título tiene bastante ritmo en sus combates. Curiosamente, los golpes de Heinrich son poco contundentes en realidad si los comparamos con el rendimiento de la magia de la bruja, pero se beneficia de la posibilidad de enlazar ataques para componer combos. Estos combos son importantes porque vamos sumando puntos de experiencia con los que mejorar los hechizos de Gretchen. Sin embargo, no podemos quitarnos la sensación de que tiende mucho más a aporrear botones que a una jugabilidad realmente profunda que demande habilidad y precisión al jugador. No es que el mando no responsa o que le falte precisión, pues sin duda cumple en ese terreno, pero el sistema de combos es bastante poco técnico, y cuando lo es no aporta beneficios sustanciales, así que no vale la pena aprenderse combinaciones de botones.

Si Heinrich es inmortal, no podemos decir lo mismo de Gretchen. El personaje, además, cuenta con una inteligencia artificial nefasta en todos los sentidos. Incompetente e incluso negligente es fuente constante de problemas, dolores de cabeza, y disgustos. Y si ella muere, el juego se termina. Así que ése es el truco: Heinrich es inmortal, pero debes andar preocupado en todo momento de Gretchen. Y si fuese mínimamente normal no habría problemas, pero es una bruja con tendencias suicidas muy preocupantes.

Es decir, que nos encontramos con bastantes ocasiones en las que el combate se convierte en hacer de niñera. Es incapaz de sacarse las castañas del fuego, y la mecánica de juego para restaurar su energía es un tanto extraña, y consiste en atravesar las líneas enemigas sosteniéndola. Parte del problema es que la mecánica de Heinrich al ser inmortal pasa por una regeneración que puede ser lenta en relación al ritmo de los enemigos y la vulnerabilidad de Gretchen, por lo que en principio promete inyectar acción y frenesí se va disolviendo.

Luego llega el momento de plantearse si Heinrich es realmente inmortal, y basta caerse por un precio que no tanto como pensábamos. Por el diseño de los niveles esto más de lo que uno puede pensar, y como a la hora de enfrentarnos a los jefes finales las zonas de combate se restringen mediante este artificio nos encontramos con una situación que se repite más de lo necesario.

El sistema de lucha integra, por otro lado, la pulsación de botones en secuencia según se nos indica en pantalla (los conocidos como quick time events), sobre todo a la hora de luchar contra grandes enemigos. Esto es algo que juego como la saga God of War han sabido aprovechar muy bien pero no resulta tan bien integrado en esta ocasión, en buena medida por una cuestión de descompensación obvia: si fallas en ese movimiento final, el jefe final recupera un tercio de su energía, por lo que retrasa mucho el volver a tener una ventana de eliminarlo. La penalización es necesaria, pero estos enemigos recuperan tanta energía que resulta molesto, ya que simplemente con fallar dos veces la secuencia pautada ya da la sensación de que la lucha no terminará nunca, y ya no nos estamos divirtiendo.

A nivel visual, el juego destaca por el original diseño de los enemigos y un aspecto muy cuidado, aunque la producción de las secuencias narrativas resulta algo más pobre, quizás porque no acompañan tanto a la acción como deberían, pero sobre todo porque se perciben algo más toscas. Los efectos visuales que acompañan a las magias de Gretchen son muy destacables, y es quizás donde se ha echado el resto. En el lado más soso, escenarios y entornos son poco inspirados dentro de la fantasía medieval, y algunos enemigos resultan repetitivos.

El sonido apuesta por una banda sonora competente, capaz de adaptarse a la acción y a las situaciones, con voces correctas y contundentes efectos de sonido. Es un buen acompañamiento sobre todo para los momentos clave de la historia, pues el guión tiene algo más de chicha que lo que parece en un primer momento. No mucha, pues no deja de ser una excusa para repartir espadazos, pero sí algo más que en otros títulos del género.

Conclusiones

Knight's Contract es un juego de combate con espada desequilibrado en muchos aspectos. El juego es muy fácil, hasta que de repente se dispara su dificultad, y Gretchen no hace más que dar disgustos por la estúpida inteligencia artificial que la controla. Sin embargo, la experiencia de las luchas es buena, mientras funciona, pero su tendencia a no hacerlo empaña mucho el resultado global. Gustará a quienes busquen otro título del género y lo adoren, pero para el resto hay mejores opciones en los catálogos actuales.