Análisis de J-Stars Victory Vs. (PS3)
Nota: Dadas las poquísimas probabilidades que tiene este juego de llegar a Occidente, hemos decidido hacer un análisis de su versión japonesa para que podáis saber qué esperar de él en caso de que estéis interesados en importarlo.
No todos los días tenemos la oportunidad de ver a Goku, Luffy, Naruto, Gintoki, Medaka, Toriko, Kenshin, Kenshiro, Seiya, Bobobo, Ichigo y a una larga lista de personajes salidos de las páginas de la revista Weekly Jump protagonizar un mismo videojuego.
Por eso, cuando se anuncia un título como este J-Stars Victory Vs. o los notables Jump Ultimate Stars y Jump Super Stars de Nintendo DS, estos consiguen despertar fácilmente el interés de muchos de nosotros a poco que nos guste el manga y el anime.
Tenemos que admitir que tras nuestro primer contacto con él en el Tokyo Game Show del año pasado quedamos muy decepcionados con lo que pudimos probar de este título con el cual la publicación pretendía celebrar su 45º aniversario, por lo que nuestras expectativas se habían reducido bastante. Pero una feria en la que apenas te dejan jugar más de diez minutos no es precisamente lo ideal para valorar adecuadamente un juego, por lo que ha sido ahora y tras profundizar en su versión final (la cual se puso a la venta en Japón el pasado mes de marzo), cuando hemos podido comprobar todo lo que tiene que ofrecer.
La batalla de las estrellas
Para quien no lo sepa, J-Stars Victory Vs, es un juego de lucha, por lo que se deja jugar bastante bien sin necesidad de saber japonés (dudamos enormemente que llegue a Occidente, por lo que probablemente este sea el único idioma en el que lo podamos disfrutar). Eso sí, no se trata de un título de lucha tradicional, ya que aquí las batallas tienen lugar en unas arenas de batalla bastante amplias por las que nos podremos mover con total libertad de una forma similar a como lo hacíamos en la saga Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi pero sin volar.
Lo interesante es que los combates están pensados para que sean por equipos de dos contra dos, ya que si decidimos jugar en 1 vs 1 (que se puede) el juego pierde prácticamente su razón de ser. Evidentemente esto tiene unos pros y unos contras que comentaremos más adelante, pero es un enfoque que no nos disgusta.
El sistema de combate es muy simple, con dos botones de ataque (fuerte y débil) que podremos combinar para realizar distintos tipos de combos. Las combinaciones que tenemos a nuestra disposición no son especialmente complicadas ni numerosas, pero con algo de imaginación y combinando con nuestros distintos ataques especiales, los cuales se realizan con círculo, R1 y círculo, y círculo hacia adelante, podremos llegar a realizar algunas cadenas de golpes bastante dañinas. A esto también hay que sumarle otras técnicas especiales que podremos realizar con R1 y cuadrado, y R1 y triángulo.
Además de todo esto, podremos fijar enemigos, saltar, correr, recargar energía, esquivar y defendernos, así como llamar a nuestro personaje de apoyo para que realice un ataque especial, aunque tras usarlo tendremos que esperar un tiempo a que se recargue para poderlo volver a invocar.
Finalmente, nuestro último as en la manga será el Victory Burst. Para obtenerlo tendremos que conseguir que un medidor se decante hacia el lado de nuestro equipo a base de golpear a nuestros rivales. Una vez que este está en nuestro extremo, si todos los miembros del grupo pulsan R3 entraremos en Victory Burst.
Gracias a este modo podremos ejecutar los ataques definitivos de cada personaje durante un tiempo (aunque solo nos dejarán realizarlos dos veces por equipo como mucho por cada vez que lo activemos), los cuales varían enormemente de uno a otro. De hecho, en algunos casos incluso podremos transformarnos, como Seiya, quien puede vestir la armadura de oro de Sagitario cuando activa el Victory Burst, lo que le permite disparar su flecha dorada.
Como veis, su jugabilidad no es especialmente profunda y nos bastará con un par de partidas para hacernos con sus controles, ya que los combos que tendremos a nuestra disposición no son demasiado complejos ni numerosos. Lo que sí que nos ha gustado mucho es lo genialmente diferenciados que están los personajes. Todos ellos tienen características especiales que los hacen totalmente únicos, a pesar de que a nivel de controles son todos prácticamente iguales.
Por ejemplo, Goku puede convertirse en Super Saiyan si recarga energía hasta su nivel máximo, Seiya se levantará una última vez si cae derrotado en el punto decisivo que le daría la victoria al equipo rival mientras recibe fuerzas de Atenea, Medaka sufrirá daño al usar el Kurokami Phantom, Toriko recuperará energía comiendo, por lo que también podrá curarse de esta forma, y un largo etcétera al que también hay que sumarle la forma tan diferente que tienen cada uno de ellos de moverse y combear.
Realmente el juego hace muy buen trabajo a la hora de hacernos sentir que manejamos a nuestros personajes favoritos, ya que no hay más que ver los movimientos y técnicas de algunos luchadores, como Bobobo o Gintoki, quienes nos harán soltar más de una carcajada cuando peleemos con ellos (ojo al ataque definitivo de este último, que no tiene desperdicio, con los créditos de final de capítulo incluidos).
Si bien no todo es perfectamente fiel al material original, ya que con personajes como Goku, Vegeta o Freezer no disponemos de vuelo libre, algo que puede resultar un tanto frustrante, aunque entendemos esto más como un intento de equilibrar el juego que de otra cosa, ya que sería un abuso tener que obligar a todos los personajes a que nos sigan por el cielo para poder golpearnos mientras los fundimos a Kame Hame Has.
Por desgracia el juego adolece de ciertos problemas que le pasan mucha factura, empezando por la propia cámara, la cual es toda una experta a la hora de dejarnos vendidos, especialmente cuando estamos en una zona que se está derrumbando por el impacto de nuestros golpes. Esto también se traduce en un problemático sistema de apuntado que conseguirá darnos más de un dolor de cabeza a la hora de fijar el blanco que realmente queremos.
Otra cosa que no nos ha terminado de gustar es el sistema de recuperación de los personajes. Una vez que recibamos un combo o un golpe lo suficientemente potente como para hacer que nuestro personaje caiga al suelo, entre la animación del derrumbe y la del levantamiento, nos pasaremos como cinco segundos sin poder hacer nada, algo que pasa con bastante frecuencia, lo que acaba por cortar el ritmo de las batallas más de lo que nos gustaría.
Además, al levantarnos seremos invencibles durante unos breves segundos, por lo que al rival no le quedará otra que alejarse de nosotros hasta que se nos pase este estado si no quiere acabar recibiendo golpes por imprudente, por lo que las batallas de 1 contra 1 se hacen tremendamente tediosas, ya que todo se limita a meter un combo, alejarnos, y volver a intentar encajar otro.
En 2 vs 2 la cosa mejora bastante, ya que podremos planificar estrategias con nuestro compañero para intentar pillar desprevenidos a los miembros del otro equipo. Por ejemplo, podremos realizar un combo a uno de los enemigos que lo mande volando bastante lejos y acto seguido cambiar de blanco para atacar por la espalda al otro rival mientras este está centrado en nuestro aliado. Además, si ejecutamos un combo que mande a un enemigo al aire y pulsamos triángulo, a nuestro compañero le saldrá un aviso para que pulse también dicho botón. Si lo hace, realizaremos un ataque combinado bastante demoledor.
Si bien es cierto que se podrían haber incluido más mecánicas para animar el juego en equipo, lo cierto es que así el título se hace mucho más entretenido. Además, las vidas son compartidas, por lo siempre querremos proteger a nuestro compañero, ya que nosotros también perderemos si cae derrotado demasiadas veces. Por este motivo, suele ser una buena idea equilibrar los personajes de cada equipo, con uno capaz de hacer mucho daño fácilmente y con otro que tenga técnicas de apoyo e interferencias con las que mantener controlados a los rivales.
A medio y largo plazo, su sistema de combate nos ha acabado pareciendo muy limitado y algo monótono, ya que no tenemos demasiado donde rascar, especialmente si nos queremos centrar solo en un luchador, ya que casi siempre acabaremos usando el mismo combo, aunque si sois de los que preferís ir variando a cada combate, se os hará bastante más entretenido gracias a lo diferenciados que están unos de otro.
Numerosos contenidos para un jugador
Probablemente no seamos los únicos que disfrutemos mucho de los juegos de lucha que cuidan sus modos para un solo jugador y en este sentido J-Stars Victory Vs. cumple muy bien su papel, ya que nos permitirá participar en un extenso modo historia y en una especie de modo arcade en el que cumplir diferentes desafíos.
El primero de ellos cuenta con cuatro caminos diferentes, cada uno de ellos protagonizado por una selección de héroes distinta. De esta forma, podremos escoger comenzar con Ichigo, Toriko, Naruto o Luffy. Aunque la historia siempre es la misma, los combates cambian, por lo que si sois muy completistas probablemente querréis completar los cuatro. Superar cada uno de ellos al 100% es algo que nos llevará unas cinco o seis horas, por lo que si multiplicáis por cuatro veréis que os saldrá un número muy interesante.
En él tendremos un mapa por el que podremos movernos con total libertad mientras visitamos localizaciones pertenecientes a los mangas incluidos en el juego y cumplimos diversas misiones y encargos. Al principio comenzaremos con un pequeño barco que apenas nos dará acceso a un par de sitios, aunque este irá mejorando a medida que vayamos avanzando, lo que nos permitirá llegar a zonas que antes eran inaccesibles.
Por lo general, no deberíamos tener demasiados problemas para avanzar, a pesar de la evidente barrera que supone el hecho de que esté en completo japonés, ya que hay unos marcadores que nos indicarán casi siempre hacia dónde tenemos que ir. Lo malo es que estos a veces no se muestran, lo que podría tenernos dando infinidad de vueltas como no tengamos una guía a mano o a alguien que sepa japonés y que nos pueda traducir el objetivo de la misión.
Los combates a los que nos enfrentaremos tienen diversas variantes, como enemigos que quitan mucho más daño de lo habitual o un comienzo en el que solo tendremos la mitad de nuestra barra de vida, aunque nunca presenta mayores dificultades para superarlos. Eso sí, preparaos para sufrir a la IA aliada, la cual o es capaz de bajarle toda la vida a un enemigo ella sola o de quedarse mirando un combate entero sin hacer nada mientras todo el equipo rival se ceba con nosotros.
El otro gran modo de juego es Victory Road. En él tendremos que superar una serie de combates hasta llegar al final de cada nivel. La mayoría de ellos tienen diversos objetivos secundarios para cumplir, así como caminos alternativos, por lo que si queremos completarlo al 100% nos tocará rejugar cada pantalla más de una vez. Es un modo entretenido, aunque volvemos a decir lo mismo que con el modo historia y el japonés, ya que necesitaréis algún tipo de traducción para saber lo que tenéis que hacer en cada combate para superar las misiones secundarias.
Un multijugador local y online mejorable
Lo bueno es que estos dos modos se pueden jugar en cooperativo local, por lo que si tenéis a un amigo con el que completarlos, se os harán mucho más entretenidos, ya que os ahorraréis sufrir a la IA. Eso sí, la interfaz del juego cuando jugamos a pantalla partida no nos ha gustado nada, ya que resulta muy invasiva y reduce demasiado el tamaño de lo que vemos al poner dos horribles bandas en la parte superior e inferior del televisor, que estamos convencidos de que se podría haber resuelto de otra forma.
El multijugador local está limitado a solo dos personas, por lo que olvidaros de disputar combates de 2 vs 2 con vuestros amigos, algo que no nos ha convencido para nada, ya que se echa mucho de menos esta opción, obligándonos así a tener que jugar con bots o 1 vs 1. De hecho, ni siquiera podremos jugar dos personas desde una misma consola para enfrentarnos en equipo contra otros jugadores en internet.
El modo online por su parte es muy básico y cuenta con las opciones típicas de estos juegos: partidas puntuadas y sin puntuar, por lo que en nuestra mano quedará decidir si queremos jugar por diversión o para subir puestos en los marcadores mundiales, y dentro de esas dos opciones si queremos jugar con luchadores personalizados o no (podemos aumentar las estadísticas de cada uno de ellos equipándoles con una serie de cartas). Eso sí, no nos podemos olvidar de comentar el enorme desequilibrio que hay entre los personajes del juego, por lo que si pensáis jugar partidas puntuadas preparaos para ver cómo todo el mundo escoge los mismos personajes una y otra vez.
Por desgracia, el código de red no va todo lo fino que debería, algo que podríamos achacar al hecho de que la mayoría de gente contra la que jugamos son japoneses, aunque también hemos probado a jugar únicamente contra otros españoles, y aunque el lag era menor, seguía existiendo. Es jugable, ya que no se trata de un juego que pida mucha precisión ni timing a la hora de ejecutar combos, pero no deja de ser algo molesto, especialmente en un título que parece tan pensado para jugar por internet.
Combates poco espectaculares
Gráficamente también tenemos mucho para quejarnos, empezando por unas texturas horribles que hacen que luzcan fatal tanto los escenarios como los personajes. Además, se le ha intentado dar al juego un apartado artístico algo más realista de lo habitual, algo que se queda a medio camino entre el anime y el manga, lo que acaba provocando que todo parezca que esté hecho como de plástico. Al menos todos los luchadores son muy reconocibles, están bien animados (aunque sin brillar en ningún momento) y resultan muy expresivos. Eso sí, a más de uno se le puede caer el alma a los pies al ver cómo lucen personajes como Joseph Joestar o el propio Naruto tras haberlos visto en los juegos de CyberConnect2.
También tenemos que destacar lo poco fluido que funciona a veces, con unas ralentizaciones muy notables cuando se juntan varios efectos en pantalla, algo que resulta increíble considerando lo discreto que es el título a nivel gráfico. Y no estamos hablando de la versión de PS Vita, sino de la de PS3, que es a la que hemos tenido acceso para hacer este análisis. La parte positiva la ponen las técnicas especiales, en especial los ataques definitivos, que suponen los momentos más espectaculares y mejor resueltos a nivel técnico del título.
En cuanto al sonido, poco que destacar. Todos los personajes cuentan con sus dobladores habituales, tal y como era de esperar (aunque solo hablan en combates), lo que nos ayudará a identificarlos rápidamente, mientras que la banda sonora cuenta con temas que se adaptan con corrección a cada tipo de escenario del juego.
A destacar el genial tema de introducción, cantado por Hironobu Kageyama (el autor de múltiples canciones de Dragon Ball, como el mítico Cha-La-Head-Cha-La), Hiroshi Kitadani (el creador del popular We Are, primer opening de One Piece) y Akira Kushida (quien se ha encargado de cantar Guts Guts, la primera canción de introducción del anime de Toriko). Lo bueno es que podremos personalizar la banda sonora con nuestras propias canciones, por lo que si queréis podréis combatir con las músicas originales de cada serie.
Conclusiones
Como ya hemos dicho, dudamos muchísimo que J-Stars Victory Vs acabe llegando a nuestro continente por culpa de las numerosas licencias de las que hace uso, por lo que si estáis planteándoos haceros con él por medio de la importación tenéis que saber que si bien el juego cumple con su función de entretener y ofrecernos una buena dosis de fan service al permitirnos controlar a muchos de nuestros personajes favoritos de esta mítica revista, también sufre de muchos problemas que limitan su diversión más de lo que nos habría gustado.
De todas formas, esperamos equivocarnos y verlo aterrizar en las tiendas de nuestro país algún día, ya que por mucho que nos hubiera gustado que el resultado final hubiese sido mejor, lo cierto es que resulta muy difícil resistirse a cosas como la posibilidad de enfrentar a Ichigo contra Kenshin para ver quién es el mejor espadachín, o a Goku, Naruto, Luffy y Toriko para descubrir quién es el héroe definitivo, algo de lo que no nos gustaría que nos privasen.
Agradecimientos a nuestra usuaria Leara por la ayuda con la traducción de algunos textos.