Análisis de Greed Corp PSN (PS3, Xbox 360)

En la línea de juegos estratégicos de tablero clásicos como el popular Carcassone, el sistema de distribución digital de Microsoft nos trae Greed Corp, un excelente juego de manufactura alemana en el que deberemos de destruir todas las unidades y edificios enemigos para ganar la partida. Pero, claro, dicho así podría parecer un juego de estrategia más dentro de un catálogo casi inacabable del género. La verdad es que Greed Corp ha sido una excelente propuesta por parte de un estudio europeo, W!Games, y una entrada por la puerta grande dentro del catálogo de juegos de Xbox Live. Y es que el título que nos ocupa en el presente análisis tiene una diferencia fundamental con otros títulos de estrategia: mientras en los clásicos juegos de estrategia por turnos el objetivo principal del jugador es conseguir recursos a base de construir edificios y propiedades, aquí todo el sistema de juego se basa en la destrucción masiva...

Sí, señores, sí. Nuestra principal manera (y única) de obtener peculio monetario es a base de, poco a poco, ir extrayendo materiales del subsuelo de nuestras tierras, cosa que, desgraciadamente, acabará destruyéndolas y llevándolas a la perdición en la oscuridad de las profundidades. Claro está, contaremos con unidades móviles (aunque no muchas, ciertamente) y armas para eliminar a nuestros enemigos, ya que, a pesar de todo, contaremos con adversarios para derrotar.

W!Games han desarrollado un mundo fantástico llamado Mistbound, en el cual los recursos y las tierras son limitadísimas, a causa de la sobreexplotación de las mismas (nótese el componente social y medioambiental del asunto). Nuestra lucha, por tanto, se basa en sobrevivir a nuestros oponentes para poder ser los únicos beneficiarios de las reservas naturales de nuestro mundo... ¿Seremos capaces de apoderarnos de todo sin perecer en el intento?

Cosecha que te cosecharás...

Tendremos a nuestra disposición únicamente cinco tipos de unidades, lo cual es, ciertamente, poco en comparación a otros juegos del género. Pero, ciertamente, no necesitaremos más. Lo primero que deberemos de aprender a utilizar (para ello contaremos con un excelente tutorial, que nos marcará los término básicos para comenzar a jugar sin problemas) son las Cosechadores, construcciones que irán extrayendo recursos de nuestras tierras.

Las tierras de Mistbound están divididas en hexágonos, situados por columnas en diferentes planos sobre el eje horizontal, unos más elevados que otros. Cada turno que paso con una cosechadora en funcionamiento, el hexágono sobre el que ésta se encuentre y las casillas colindantes descenderán un nivel, hasta llegar al nivel mínimo, donde se resquebrajarán para luego hundirse en la nebulosa sobre la que estamos suspendidos...

Por otro lado, tendremos a los Caminantes, las únicas unidades móviles que utilizaremos como infantería en el juego, y que nos servirán para dominar nuevas tierras (sean de carácter neutral o pertenecientes a nuestros enemigos) o para combatir contra las unidades del adversario. Para crear nuevas unidades, deberemos de crear Arsenales, que podremos usar mientras poseamos recursos económicos para ello. Cabe mentar, por otra parte, que cada casilla únicamente podrá albergar dieciséis Caminantes en su interior, lo que limita un tanto nuestra potencia de ataque y defensa.

También tendremos a nuestra disposición Cañones, que situaremos estratégicamente en el mapa para lanzar proyectiles a nuestros enemigos en la distancia. Estos proyectiles deberán también de obtenerse mediante el gasto de recursos, aunque si los utilizamos bien pueden ser un elemento de gran importancia en pos de conseguir la victoria contra nuestro enemigo. Cada vez que un proyectil haga impacto en una de las casillas, hará que esta descienda un nivel. En caso de que la casilla esté a punto de caer, acabará por lanzarla definitivamente al vacío, creando, además, una reacción en cadena en caso de que la casilla en cuestión esté rodeada por más tierras a punto de sucumbir. Claro está, las posibilidades estratégicas de este sistema de ataque y destrucción son inmensas, ya que toda unidad que se encuentre en las casillas que hundamos, perecerá irremediablemente, y los recursos que estas unidades costasen en su momento pasarán a engrosar nuestras arcas, con lo que nos haremos más poderosos cuanto mayor sea la destrucción causada.

Y por último, contaremos con Transportes que permitirán a nuestros Caminantes viajar de un punto a otro del mapa rápidamente. Esto será muy útil para entrar en las bases enemigas sin tener que avanzar por las casillas del mapeado una a una (sólo podremos conquistar una casilla colindante a nuestras tierras, no las más alejadas, en caso de ir caminando por tierra), así como para desplazarnos de un lugar a otro del mapa en caso de que las tierras del nivel estén separadas por el inmenso vacío. Recordemos que el mundo de Mistbound es flotante, y pende por encima de una densa niebla que se extiende hacia las profundidades, por lo que en ocasiones dependeremos totalmente del transporte aéreo para acceder a determinadas zonas del mapa.

Sin duda, las diez horas (aproximadamente) que dura la campaña individual del juego nos darán herramientas para poder combatir adecuadamente contra oponentes reales en el componente estrella del título: el modo multijugador a dos, tres o cuatro bandas, tanto a través de partidas locales (el juego es por turnos, por lo que podremos jugar todos con un mismo televisor) como en línea. Realmente, se nota que el sistema de juego de Greed Corp ha sido desarrollado pensando, fundamentalmente, en el modo para varios jugadores, aunque la dificultad y la duración de la campaña principal del modo individual no es, en absoluto despreciable. Necesitaremos, eso sí, unas cuantas partidas de prueba antes de comprender con profundidad el sistema de juego de Greed Corp, un sistema extremadamente sencillo pero con una gran cantidad de variables tácticas por desarrollar.

Apartado técnico

Lo que a priori podría verse como un sencillo título de estrategia por turnos, viene aderezado con un apartado técnico original, peculiar y de excelente factura. Los gráficos, en este sentido, son una delicia visual, pese a su sencillez. El diseño de las cuatro facciones de las que dispondremos para combatir tanto durante la campaña individual como en el modo multijugador se basa en modelos robóticos, aunque de formas bastante estrambóticas y no exentas de sentido del humor. Por otra parte, los escenarios contarán con el número de detalles justos para que no nos dé la sensación de que siempre estamos jugando en las mismas tierras repetidas una y otra vez, y cuentan con efectos gráficos como el del oscurecimiento del ambiente a medida que van transcurriendo los turnos en cada partida.

Por otra parte, la destrucción y derrumbamiento de las tierras vienen representadas con un efecto digno de disfrute. La verdad es que los elementos del juego a nivel gráfico son pocos, aunque notablemente desarrollados, lo que es de agradecer en un juego de estas características. Contaremos, por último, con dos planos de cámara, uno de perspectiva isométrica y otro que nos ofrecerá un plano aéreo más alejado del mapa, cosa que hará que podamos observar una mayor porción del mismo, aunque con menor detalle.

La música consta de una simpática banda sonora llena de tonadillas jazzísticas de diverso talante, aunque con una especial predilección por el estilo dixie. La verdad es que esto tiene su gracia, y acompaña perfectamente a los simpáticos gráficos y animaciones del juego, acrecentando un tanto el ambiente humorístico de la partida, cosa que suaviza un poco la violencia del asunto de la destrucción prácticamente total de cada nivel. Por otra parte, los efectos de sonido del juego están a la par con el resto del apartado sonoro, destacando principalmente el estruendo cada vez que una (o varias) de las casillas de nuestro terreno, o del terreno del enemigo, caen al vacío.

Conclusiones

Greed Corp es un sencillo título de estrategia dentro del inmenso catálogo del sistema de descargas digitales Xbox Live Arcade, pero con los suficientes detalles diferenciales como para hacerlo resaltar por encima del resto. El hecho de que toda la jugabilidad se base en la destrucción de tierras para producir recursos que nos permitan seguir destruyendo, es la principal baza que otorga originalidad y frescura al sistema de juego. Si a ello le añadimos un apartado técnico excelente y un sentido del humor jovial y, francamente, original, tenemos ante nosotros una de las mejores apuestas del catálogo en lo que al género de la estrategia por turnos se refiere.