Análisis de EA Sports: MMA (PS3, Xbox 360)
Electronic Arts ha decidido seguir la estela de un éxito: la serie UFC, de THQ. Claro que, por una vez, no es EA la compañía que cuenta con el respaldo de una marca potente, como es la licencia de la competición Ultimate Fighting Championship. Pero no nos llevemos a engaño: ésta no es la hermanita pobre, ni mucho menos, pero sí es cierto que quizás no cuente con ese reconocimiento inmediato y, por tanto, este EA Sports MMA debe convencer a priori a los jugadores con su calidad más que con su nombre.
Las siglas MMA responden a Mixed Martial Arts, es decir, un conjunto de artes marciales que resultan en luchas en las que luchadores de diversas disciplinas se enfrentan, ya sea utilizando técnicas puras o mixtas, en combates especialmente duros.
Es un deporte violento que ha ido ganando presencia, sobre todo en determinados círculos y gimnasios, y que se hizo un hueco en los videojuegos de mano de THQ.
Los enfrentamientos son, como decimos, de especial dureza, y se desarrollan en rings octogonales, circulares, o cuadriculados, como los de boxeo, estando estas tres opciones también disponibles en el videojuego. Las luchas, además, están prácticamente exentas de normas.
Como decíamos, aunque la marca más potente es la de la UFC, los jugadores pueden disfrutar en este título de Strikeforce, una importante liga de este tipo de lucha, así que el juego, aunque no va tan bien surtido en este campo, cumple con los esperables requisitos de incorporar rostros que sean familiares para quienes conozcan este tipo de competiciones. De hecho, están algunos de los luchadores más importantes, y serán igual de atractivos e interesantes para el público interesado en este mundillo que su competidor directo.
EA Sports MMA tiene como objetivo ofrecer una experiencia de juego realista, sin olvidarse de la brutalidad propia de la competición, pero pronto descubrimos que le falta mucha profundidad jugable. El sistema de control es acertado, pero tiene una configuración que traerá problemas a muchos jugadores, pues se basa en el uso de la palanca analógica derecha, de manera similar a lo que se hizo con Fight Night. Y recordemos que se vieron obligados a ofrecer un sistema de control alternativo ante las inagotables quejas de los usuarios. A nosotros nos gusta, como nos gustó en el juego de boxeo, pero la experiencia debería de haber mostrado a la compañía que no es precisamente popular.
La palanca se usa en combinación con los gatillos del mando: mantenemos pulsado el izquierdo para lanzar patadas, y movemos la palanca sin más para lanzar puñetazos, lo que nos da un control espacial muy importante. Cuando el rival esté en el suelo y empecemos a ejecutar llaves, ahí nos pasamos a los botones frontales del mando. Un botón sirve para iniciar la llave, y el resto hacen movimientos diferentes, incluyendo el bloqueo para cuando el rival intente hacérnoslo a nosotros. Incluso podemos adelantar nuestra posición para iniciar un buen agarre, y es especialmente útil si lo usamos engañando al rival.
El sistema de combate resulta acertado para el multijugador, pues una cosa curiosa es que con cada mamporro que recibimos, vibra el mando. Si nos encadenan una serie de, pongamos, tres golpes, vibra tres veces. Y el personaje "recuerda" esta cadena, así que si empezamos otro ataque, el rival empezará a sentir esas vibraciones, incluso si hemos parado en el segundo puñetazo para acercarnos y hacer una llave.
Pero esto realmente sólo funciona bien en multijugador, y resulta extraño cuando jugamos contra la máquina, pues no se ha conseguido replicar ese "engaño" para humanos en el comportamiento de la inteligencia artificial de los rivales controlados por la consola. Si le añadimos que son especialmente hábiles a la hora de adivinar qué vamos a hacer, la sensación de que nos hace trampas aparece varias veces a lo largo de la partida, y aunque la dificultad no es demasiado elevada, esto se percibe como claramente artificioso, y, por tanto, es molesto.
En cualquier caso, estas estrategias de lucha más avanzadas debemos aprenderlas prácticamente por nuestra cuenta, pues aunque hay una suerte de tutorial, es bastante inútil. Por ejemplo, cuando lanzamos un puñetazo, nos enseña cómo lo hemos hecho… pero ya lo hemos hecho, ya sabemos cómo funciona. No adelanta lo que debes saber, sino que te dice lo que ya has descubierto por ti mismo. Es una ejecución torpe y mal planteada. De hecho, parte del público disfrutará mucho más con la complejidad y profundidad derivada del sistema de control de su competidor, que con las estrategias derivadas de este planteamiento jugable.
Si uno está muy abierto a experimentar por sí mismo funciona, pero generalmente los tutoriales se plantean de manera más explícita, directa y práctica, pues son concebidos para eso mismo. Si uno quiere experimentar, ya tiene la opción de luchas sueltas, donde peleas contra rivales controlados por la máquina y ya aprendes por ti mismo, de manera más rápida y eficaz.
EA Sports MMA ofrece, por tanto, además de esta especie de tutorial, sólo una opción de combate suelto, o jugar en el modo carrera. Por supuesto, la chicha está en el modo carrera, donde podemos configurar a nuestro gusto a nuestro luchador y llevarlo hasta lo más alto de su carrera deportiva, escogiendo entre uno de los diez estilos de lucha posibles. Según se progresa, se va recorriendo mundo para aprender nuevos movimientos, que provienen de diferentes estilos de combate, visitando gimnasios con diferentes entrenadores. Hay un factor de evolución del personaje, por tanto, que puede resultar interesante.
Igualmente, el personaje debe entrenar para mejorar sus habilidades, con un sistema de progresión muy sencillo, pero eficaz. Resulta excesivamente repetitivo en su concepción, pero al final cumple con su objetivo, y es algo que resulta más habitual de lo que uno desearía en los juegos deportivos. Del mismo modo, el luchador va subiendo de rango según ganamos los combates que se nos van planteando, hasta ser el número uno de una liga… momento en el que pasamos a la siguiente.
El sistema de desarrollo del modo principal, por tanto, es entrenar y pelear, y vuelta a empezar. No hay mucho más jugo que exprimir del género, sí, pero si los entrenamientos hubiesen sido más divertidos y variados, se habría ganado en la sensación general. Además, podemos visitar una especie de blog tras las luchas, pero un sistema de ruedas de prensa, entrevistas, o cualquier otro tipo de opción más interactiva (y que ya están presentes en otros juegos deportivos) hubiese resultado mucho más acertada, desde luego.
Si optamos por el multijugador, su atractivo está en el componente de juego en línea, a falta de rivales humanos en el mismo salón. Tiene una función curiosa y muy acertada: Live Broadcast. Nos permite, cuando vamos a empezar a pelear contra otro jugador, obtener una dirección de internet, una URL, que podemos pasar a todos nuestros amigos para que vean la pelea desde la misma como si fuese una retransmisión digital del enfrentamiento. Hay, además, vídeos de presentación de los luchadores, pero sin ninguna razón aparente sólo se verán en la web, y no se presentan a los jugadores, lo que no parece tener mucho sentido.
El juego en línea cuenta en su sistema de luchas por rango con una clasificación por cinturones y pesos, lo que busca imitar, con acierto, una competición de este estilo entre los jugadores. El modo carrera resulta extenso, pero el multijugador al final será más interesante para los aficionados, puesto que ofrece la variedad, intensidad y diversión que le falta al modo historia.
Si a eso añadimos que la inteligencia artificial, más que lista, parece adivina en muchas ocasiones, está claro que buscar jugadores humanos cubre un importante hueco en la experiencia jugable. Habrá que ver, por supuesto, si logra una base de usuarios amplia que garantice encontrar rivales, pues si no alcanza masa crítica, este componente perderá fuerza.
Gráficamente, EA Sports MMA luce bien, partiendo de la tecnología desarrollada para el último Fight Night, lo que garantizaba buen aspecto visual y un gran tratamiento de la física. Pero no es precisamente un hito técnico, aunque cumple bien con sus objetivos.
Es cierto que resulta natural en casi todos sus movimientos, pero las animaciones son muy repetitivas, porque en realidad no hay tanta variedad de llaves como uno se espera, y acabas viendo las mismas una y otra vez, especialmente por parte de tu personaje. Igualmente, el aspecto general de personajes está algo falto de naturalidad, lo que contrasta con las animaciones, pues se perciben quizás demasiado "de plástico", por una elección de texturas y aplicación de brillos (exagerados con el sudor, sobre todo) y demás efectos que no acaba de ser realista.
Le resta crudeza, y seguramente se ha hecho con esa intención, pero teniendo en cuenta la temática, uno espera de sobras que sea un juego crudo e incluso "sucio" visualmente. Los rostros, por su parte, carecen de expresividad, por muy ensangrentados que puedan terminar; no les vamos a prestar mucha atención, cierto, pero hay llaves que son bastante dolorosas, y estos luchadores son demasiado estoicos, incluso cuando se presentan antes de saltar al combate.
Sin embargo, no nos llevemos a engaño: el juego presenta un aspecto destacable, las repeticiones son espectaculares, y los modelados de los personaje (salvo las caras) son de una gran calidad, por lo que técnicamente, el aspecto visual está un paso por delante de otros aspectos. En ese sentido, sonido ambiental, las voces, y la música son efectivas y cuadran con el espíritu del juego, sobre todo cuando el público se hace notar con sus gritos, aunque los comentaristas se repiten muchísimo.
Conclusiones
EA Sports MMA es una buena primera piedra a la hora de construir una saga con futuro, pero no está, en ningún caso, cerca de la competencia. No tiene muchos modos de juego, le falta pulir aspectos clave para ofrecer una experiencia mucho más satisfactoria, y el control puede gustar o ser odiado, sin contemplaciones. Hay mucho trabajo por hacer en la inteligencia artificial, y lograr un modo de juego principal más variado y entretenido, por mucho que se compense con el multijugador. Le espera un futuro brillante, con casi total seguridad, pero su presente está lejos de deslumbrar.