Análisis de Capcom Arcade Cabinet PSN (PS3, Xbox 360)
Antes del furor causado por las consolas domésticas, los salones recreativos eran las auténticas estrellas del ocio interactivo gracias a sus máquinas voluminosas, decoradas con colores brillantes y pantallas de una resolución que hoy provocarían carcajadas. De entre todas las desarrolladoras de la época, Capcom quizás sea la que más joyas nos ha dejado. Y esto es, por supuesto, una mina para la distribución digital de consolas, ordenadores o dispositivos móviles.
Capcom Arcade Cabinet es la nueva –y seguramente que no la última- de estas recopilaciones de la compañía centrada en una selección de juegos de finales de años 80. Encontramos algunos títulos muy destacables y divertidos mezclados con otros menos populares y/o que demuestran que el tiempo no pasa en balde, no tanto en los gráficos –porque ninguno de este recopilatorio va a destacar en ello- sino en la jugabilidad, que a fin de cuentas es lo más importante.
La decisión adoptada en esta ocasión por Capcom es la de ofrecer 17 juegos -15 más dos extras- de manera independiente –que también pueden ser adquiridos en pack-, acompañados de galerías de arte desbloqueables, tablones de puntuación online, multijugador en red –en los juegos que incluyen cooperativo para dos jugadores-, opción de guardado de vídeo –en PlayStation 3- o capturas –en Xbox 360-, modo arcade –tal cual era la máquina-, práctica –rejugar a las fases superadas de cada máquina- y fácil -permite ajustar varias trampas para que sea mucho más sencillo, pero se desactiva el sistema de trofeos/logros-.
La lista de juegos comienza con Black Tiger, un sucesor espiritual de Ghosts 'n Goblins de ambientación fantástica, acción y ligeras plataformas, desarrollo tanto lateral como vertical, armas y armaduras para mejorar. No ha envejecido mal, pero llegará a desesperar a los más novatos en algunos tramos.
Avengers es uno de esos juegos beat´em up con hordas de matones, chicas secuestradas y muchas peleas. A diferencia de otros juegos del estilo como Final Fight, se desarrolla de abajo a arriba –no de izquierda a derecha- y con una vista cenital. Es curioso pero el control no está demasiado refinado, y se nota muy limitado en movimientos. Es de los más flojos del recopilatorio para jugar en la actualidad.
1943: The Battle of Midway es un clásico que se mantiene tan entretenido como el primer día. Incluso los gráficos no salen mal parados. Sencillo de controlar y adictivo. De lo mejor de la colección.
Ghosts 'n Goblins es el precursor de la mítica saga protagonizada por Sir Arthur, un caballero que deberá lidiar contra zombis y otras peligrosas criaturas. Es además uno de los títulos más difíciles que puedas encontrar, que apenas te permite fallar dos veces antes de morir. Te costará avanzar, pero merece una oportunidad.
Gun Smoke es un juego de disparos vertical ambientado en el Salvaje Oeste. La pantalla va ascendiendo y nuestro vaquero debe ir liquidando a todos los maleantes que se presentan por el escenario. Podemos disparar en tres direcciones –hacia el frente, diagonal izquierda y diagonal derecha- según el botón pulsado, lo que hace apuntar a los laterales de manera imprecisa.
Section Z es un shoot´em up 2D de ciencia ficción en una estación espacial. El desplazamiento en algunas secciones es lateral y en otras vertical. Hay bastantes enemigos en las dos direcciones, a diferencia de otros matamarcianos que sólo lanzan enemigos por la parte derecha.
Commando es otro juego mítico de este recopilatorio. Está ambientado en tema bélico, tan de moda en los años 80. Sigue siendo muy entretenido y frenético, incluso tuvo una secuela para las consolas actuales, Wolf of the Battlefield: Commando 3, lo que demuestra su alargada sombra.
Side Arms es un shoot´em up lateral con un control similar a Section Z, pero esta vez controlamos a un mecha. Variedad de armas, multitud de disparos en pantalla y de ritmo rápido, nos ha gustado bastante. Jugablemente de los que mejor aguanta el paso de los años.
Legendary Wings mezcla shoot´em up vertical de estilo fantástico para dos jugadores con secciones de arcade lateral con ambiente de mitología griega y ciencia ficción –sí, has leído bien-. Tanto en gráficos como diversión, nos ha parecido que la mejor parte es la que transcurre de manera aérea.
Trojan es un juego de acción de ambientación muy ochentera: ciencia ficción decadente. Nuestro personaje utiliza una espada y un escudo para repeler ataques, lo que le da un toque más estratégico que otros juegos de mamporros, en especial contra los jefes finales.
The Speed Rumbler es un curioso juego de disparos de vista aérea en el que subimos a bordo de un coche –también podemos bajar de él cuando lo deseemos-. El protagonista se llama Super Joe, aunque no tiene relación con Commando o Bionic Commando. La dificultad se dispara mucho según superamos niveles.
Savage Bees/Exed Exes es otro juego de disparos vertical similar a 1942 pero con insectos como enemigos. Tuvo algunos avances para su tiempo, 1985, como el cooperativo, gráficos de más resolución que otros títulos o varios planos para mayor sensación de profundidad, aunque no es tan brillante como otros de los juegos del recopilatorio.
1942 es uno de los primeros éxitos de Capcom en los salones recreativos. Influyó en todos los shooter verticales de la compañía y contó con varias secuelas que mejoraron los gráficos, pero este es el original del que partió el fenómeno.
El diseño de SonSon está basado ligeramente en la historia Viaje al Oeste, como la obra de Toriyama Dragon Ball. Es uno de los más antiguos de este recopilatorio -1984-, algo que se nota mucho en los gráficos, pero a su favor tiene que la jugabilidad es diferente a la mayoría de títulos de Capcom Arcade Cabinet. La pantalla está formada por seis plataformas entre las que saltamos mientras disparamos o evitamos a los enemigos.
Pirate Ship Higemaru pertenece a la primera hornada de Capcom, y como SonSon, no es de los que entra fácilmente por los ojos; a cambio es bastante original. Está protagonizado por un marinero en un laberinto de barriles que debe acabar con los piratas de la pantalla lanzando objetos que recoge en el escenario. Una idea simple a la que le falta "algo" para ser realmente adictivo.
Un aspecto que agradecemos enormemente a Capcom es la compra individual de los juegos –además de los packs-. Normalmente este tipo de colecciones, ya sean de Capcom, Sega, Namco o Midway, suelen ser un saco de calidad muy heterogénea que te tientan con tres buenos juegos acompañados de una decena más olvidables. Capcom Arcade Cabinet no se escapa a esta norma, pero tú eliges cuáles adquirir según tus géneros favoritos o nostalgia, y puedes evitar aquellos que quizás ya tengas por otra recopilación.
Cada juego cuenta con su propio manual virtual –los textos están en español- y opciones para configurar la imagen, con los habituales cambios de proporción, pantalla completa, configuración de fondos laterales simulando vinilos del arcade, efecto de líneas horizontales tipo televisión CRT y suavizado. Teniendo en cuenta el estilo gráfico de la colección no merece la pena desenfocar la imagen, en ningún caso se consigue mejora real y al contrario, le quita encanto. Con el sonido igualmente podemos trastear algunas opciones que afectan a los canales de sonido. La banda sonora de los juegos, como cabía esperar, es tan retro como los gráficos. Mencionar también que la emulación realizada de las máquinas es perfecta, con los defectos que eso conlleva: alguna ocasional ralentización –mínima- o aparición de objetos –como las lápidas en Ghosts 'n Goblins-. Es, en definitiva, la recreativa en casa.
El multijugador ofrece las opciones básicas para buscar partida rápida, crear una y sistema de invitaciones. Puesto que la mayoría pertenecen a géneros de acción y se hicieron pensando en dos jugadores, hay un gran porcentaje de títulos que pueden ser jugados en cooperativo.
Capcom Arcade Cabinet funciona bien como centro de recreativos virtual. La información de los juegos es un mero párrafo, pero las galerías de arte desbloqueables con ilustraciones y manuales originales son un buen extra para los coleccionistas. Los juegos cargan rápido y ofrece todas las configuraciones básicas que se exigen a estas emulaciones retro. La mayor pega del recopilatorio es el propio elenco de juegos que se nos ofrece, demasiado centrados en el género shooter, que hará las delicias –y mucho- al aficionado de los matamarcianos laterales y verticales, pero reduce el interés para el resto de compradores. Tampoco encontramos grandes nombres salvando Ghosts 'n Goblins, 1943 o Commando –y esto no quiere decir que el resto sea de baja calidad-, que a su vez son lo suficientemente conocidos para haber estado presentes en otros recopilatorios de las consolas actuales.
Por otra parte, reconocer que la dificultad de los videojuegos ha descendido y mucho. ¿La mejor prueba? Prácticamente cualquiera de los títulos aquí presentes. Bien es cierto que son arcades que basaban su duración –y rentabilidad- en la dificultad, pero aun así para más de uno será demencial resistir más de un minuto sin ver la temida pantalla de "Game Over". Si buscas juegos de reflejos y habilidad duros, echa un vistazo a lo que se jugaba hace casi 30 años, poco o nada de los lanzamientos actuales se acerca al infierno que encontrarás en este amasijo de pixels.
Conclusiones
Este recopilatorio tiene unas cuantas joyas conocidas y otras que por no tan populares en Occidente son una grata sorpresa. Cada juego independiente tiene un precio de 3,99 euros o 320 Puntos Microsoft; hay casos en los que sin duda es una compra recomendable, pero en otros ya sea porque no dejan de ser un shooter superado por sus secuelas o por la arcaica jugabilidad –Avengers, Pirate Ship Higemaru, Gun Smoke, SonSon- nos lo pensaríamos dos veces.
Adquirir el pack al completo sale a 29,99 euros o 2000 Puntos Microsoft; nuestra recomendación: hazte con las auténticas leyendas que falten en tu colección y plantea los restantes sólo como objeto coleccionista.