Análisis de Wallace & Gromit: in Project Zoo (PS2, Game Boy Advance, PC, GameCube, Xbox)
Wallace y Gromit comenzó siendo una serie de televisión hace 14 años, en 1989, y no ha dejado de cosechar éxitos hasta el día de hoy, incluyendo 3 nominaciones a los oscars y 2 estatuillas. Por tanto se hace raro el hecho de que una serie tan exitosa y con tantos años de vida no haya sido llevada al mundo de los videojuegos hasta el momento, aunque es una pena que con el tiempo que se ha hecho de rogar llegue en forma de un producto que no resulta innovador en ningún aspecto y posee ciertas carencias.
La historia tiene un estilo muy similar a lo que se puede ver en otras de las aventuras de los protagonistas y comienza cuando Wallace y Gromit deciden ir al Zoo a visitar a su nueva mascota, un oso polar, pero se encuentran con que el Zoo está misteriosamente cerrado.
En ese momento aparece el malvado pingüino Feathers MacGraw, quien se acaba de fugar de la casa de los pingüinos pese a tener una orden de arresto, y pone en marcha su maligno plan: raptar a todos los animales del zoo. Como Wallace y Gromit son los únicos que se encontraban por la zona se ven obligados a entrar al zoo para liberar a los animales y a su adorable mascota.
El juego se desarrolla como un plataformas tradicional, sin grandes innovaciones salvo las propias para darle cierta personalidad al título. La mecánica es simple: saltar, recoger tuercas y completar las distintas misiones necesarias para avanzar de nivel. A lo largo del juego el control recae sobre Gromit, el perro, y Wallace se quedará dando vueltas por el escenario sin hacer nada hasta que se necesite su ayuda para activar o reparar palancas que serán necesarias activar para poder continuar. Para poder activar estas palancas será necesario que Gromit recolecte un cierto número de tuercas de todas las que están esparcidas por las pantallas, mientras que para poder repararlas serán necesarias llaves inglesas, menos numerosas y más difíciles de conseguir.
En el momento en el que Gromit solicite la ayuda de Wallace, este puede estar en cualquier parte del escenario dando vueltas y habrá ocasiones en las que le cueste llegar hasta el lugar donde se le necesite ya que tiene tendencia a chocar con objetos o no poder sortear correctamente alguna zona. Gromit podrá hacer uso de varios de los inventos de Wallace para poder avanzar a lo largo de los niveles. El primero de estos inventos es un original lanzabananas con el que disparar a objetos y enemigos, aunque la lista de inventos abarca desde unas botas elásticas hasta un girocóptero volador.
El control de Gromit es bueno hasta el momento en que la cámara decide enfocar desde ángulos imposibles, con lo que perderemos su control, pero cuando esto no sucede nos encontramos con un manejo muy correcto, sin saltos imposibles y con una dificultad no demasiado elevada. Es posible que el jugador encuentre dificultades en realizar alguna de las misiones, aunque pese a todo el juego se hace demasiado corto y es posible terminarlo en menos de 10 horas, y no se han incluido elementos extras que colaboren en prolongar la vida del título.
Gráficamente el juego no destaca por su belleza ya que tanto escenarios como personajes tienen un aspecto demasiado sobrio, pese a que se ha realizado un decente tratamiento de color y se han utilizado unos buenos modelados. Los escenarios no son excesivamente grandes aunque están llenos de detalles, por lo que destaca en todo momento la ausencia de niebla que oculte las zonas lejanas ya que en todo momento tendremos una visión total de la zona en la que nos encontremos. Es posible notar unas leves ralentizaciones en algunos momentos, sobre todo en giros bruscos de la cámara aunque también pueden aparecer de forma espontánea, aunque lo cierto es que no dificultan la acción pese a que resulten levemente molestos.
Uno de los aspectos más negativos es la cámara. Pese a que con el stick derecho podemos controlar su orientación, habrá momentos en los que choque con objetos del escenario con lo que el jugador puede perder la orientación del personaje o incluso perderlo de vista momentáneamente. Esta situación se da sobretodo en pasillos estrechos o en lugares con muchos objetos que rodeen a Gromit, ya que la cámara puede no saber donde ubicarse para obtener una perspectiva desde la cual manejarle correctamente.
En los aspectos positivos destaca el hecho de que todas las voces del juego, tanto las de las intros como las del juego en sí, han sido perfectamente dobladas al castellano (salvo en la versión GameCube).
Quizás este Wallace y Gromit resulte ser un juego destinado a los fans de la serie ya que tiene demasiados pequeños defectos por pulir, aunque dada su mecánica sencilla y su corta duración puede ser un producto que agrade a los más pequeños. Es una pena que una saga que lleva tantos años dando buenos momentos a sus fans no haya tenido un mejor debút como videojuego, aunque dada la popularidad de los personajes es posible que en no mucho tiempo les podamos ver protagonizando nuevos títulos.