Análisis de V-Rally 3 (PS2, GameCube, Xbox, PC)
El primer juego de la saga salía por las mismas fechas de la fundación de Vandal Online, en Verano de 1997. V-Rally fue el primer juego analizado por esta web, e iniciaba en PSX un género que luego tendría sus mayores exponentes en la saga Colin Mcrae y en la segunda entrega de este título. V-Rally era más que correcto en todos los aspectos, y tal vez lo único en lo que hacía aguas era en el sistema de colisiones, ya que los coches tenían una extraña tendencia a volar por los aires tras un mínimo roce con el escenario.
Todo pionero, salvo excepciones, es superado por un juego de otra compañía que introduce las novedades y marca el camino a seguir; o tal vez solo en el género de los rallies. Pocos meses después salían dos juegos "con nombre". Colin Mcrae y Tommi Makinnen; mientras que el segundo llevaba el nombre del mejor piloto de rallies del momento, el primero era una auténtica maravilla y nos presentaba las carreras tal y como son en el WRC: en solitario, y contrarreloj.
El éxito de Colin fue arrollador, e Infogrames contraatacó con la segunda entrega de V-Rally, que adoptaba muchos elementos de Colin Mcrae y corregía algunos fallos en la jugabilidad, aunque sin ofrecer muchas mejoras en el apartado gráfico.
En la llamada nueva generación, Eden Studios (recientemente engullida por Infogrames) vuelve a la carga con V-Rally 3. Las carreras contra otros pilotos han sido dejadas de lado por completo, para simular unicamente el funcionamiento del WRC, siguiendo la exitosa fórmula de Colin Mcrae, cuya tercera entrega sale en Septiembre. V-Rally 3 tiene tres meses de ventaja.
Cada rally está dividido en varias etapas, y algunas etapas están agrupadas; antes de cada grupo de etapas podremos pasar por el taller para editar la configuración de nuestro coche (hay bastante posibilidades y se convierte en una parte importante de las carreras), y para hacer las reparaciones pertinentes. Tendremos 30 minutos para hacer las reparaciones, y cada una llevará un tiempo dependiendo de lo tocada que esté esa parte. Además, en ese menú tendremos que darnos prisa ya que el tiempo también corre mientras elegimos lo que repararemos.
Este funcionamiento del modo Carrera puede parecer simple en un principio y escrito sobre el papel, pero juegan algunos factores más que hacen que la jugabilidad sea más profunda influyendo en cómo conduciremos. Según vayamos ganando carreras o haciendo buenas actuaciones, nuestra fama irá aumentando y otros equipos querrán ficharnos; sin embargo, también tendrán en cuenta otros factores como los daños que le causamos al coche. Lo que diferencia a un equipo de otro es, además del coche, sus atributos como Moral o Presupuesto. En el primer apartado influiremos nosotros, mientras que el segundo influirá en nosotros y en nuestro rendimiento.
Al principio, con un equipo pobre y un coche no demasiado preparado, nos costará bastante lograr buenas posiciones; más adelante, según vayamos pasando a equipos mejores y tas subir de categoría, las cosas estarán más igualadas y podremos llegar a ser los números uno. Tras una curva de aprendizaje bastante exigente y en algunos momentos algo frustrante, V-Rally 3 se vuelve mucho más jugable, como todo juego de rally que se precie.
El polvo y la suciedad del terreno también salpicarán nuestra carrocería, quedando reflejados; los circuitos están llenos de detalles y no se ven limitados a ser corredores estrechos como en juegos de la pasado generación, sino que podremos ver como existe mucho más terreno aparte de la carretera. Un aspecto que empaña algo este apartado es un ligero pop-up en el horizonte (sin llegar a ser molesto) y algún que otro ligero bajón en el framerate.
Tal vez una de las carencias del juego sea la inexistencia de un modo para dos jugadores simultáneo, que aunque se escaparía de la simulación 100% ofrecería una buena cantidad de diversión. En vez de eso, tenemos un modo para cuatro jugadores por turnos y con "ghost car" indicándonos cómo lo hacemos en comparación con nuestro colega. En definitiva, un buen juego de rallies muy correcto en todos sus apartados, aunque sin llegar a la excelencia en ninguno de ellos. Una compra muy recomendada para los amantes de los rallies.