Análisis de Rogue Galaxy (PS2, PS4)

Si de algo goza el catálogo de PS2, como ya ocurriera con PSX, es de una gran cantidad de títulos de calidad. PS2 atesora calidad en todos los géneros y es sin duda la consola mejor tratada por las desarrolladoras de juegos, tanto en calidad como en cantidad. Level 5, como ya hiciera con Dragon Quest VIII, exprime la máquina para ofrecernos la que probablemente sea el último gran RPG que llegue a Europa, al menos en español. El juego nos ha llegado con mucho retraso con respecto al lanzamiento japonés, casi dos años concretamente, sin embargo al menos esto ha servido para nos llegue un juego traducido completamente y con opción de 60Hz, cosa que es muy de agradecer.

El juego en si nos mete en la piel de Jaster Rogue, un chaval que ansía salir de su ciudad (Rosas) y conocer mundo, vivir aventuras, etc. Un día Jaster es confundido con un famoso cazarrecompensas y es invitado a unirse a la tripulación de un barco pirata. Jaster no corrige a los equivocados robots (Simón y Steve) y acepta enrolarse en la tripulación para así cumplir su sueño de surcar la galaxia.

Con estas premisas comienza un juego que destaca sobre todo por su sistema de control y por unos combates rápidos y muy amenos. Como todo JRPG a medida que avancemos en el juego se irán incorporando personajes controlables a la trama principal. Normalmente serán tres los personajes que llevemos tanto en los momentos de exploración como en los combates, de estos tres podemos elegir controlar al que queramos en cualquier momento.

Las luchas se suceden de forma aleatoria, de manera que a medida que avanzamos, cada cierto tiempo, aparecen enemigo en una mínima transición entre la exploración y el combate y en el mismo escenario donde estábamos se desarrolla la lucha. Los combates son el tiempo real, al uso de los Action RPG, sin embargo tiene algunos matices que conviene aclarar. Disponemos de dos armas, la principal con la que realizaremos combos (espada, daga, etc) y la secundaria (pistolas, surikens) con la que podremos golpear a larga distancia.Tenemos una barra que nos indica la cantidad de acciones que podemos realizar, de modo que tanto usar una poción, magia o golpear con la espada suponen acciones que gastamos. Podemos dar doce o trece mandobles hasta agotar las acciones y en cuestión de segundos volveremos a tener la barra a tope para poder golpear de nuevo. Durante los combates podemos movernos libres por el escenario en todo momento, cubrirnos, entrar en el menú para intercambiar el personaje controlable, equipos, usar magias, etc.



Los combates son muy rápidos y amenos, pues el sistema de control es bastante bueno. Los compañeros son controlados por la máquina aunque podemos darles unas indicaciones básicas de cómo comportarse en la batalla. Durante el combate los compañeros nos sugieren realizar acciones que tendremos que validar o indicar mediante el uso de los botones L. A veces nos sugieren usar pociones, magias, saltar, etc. En el momento en que la sugerencia aparece en la pantalla si pulsamos el botón asociado, el personaje realizará dicha acción. A veces no nos dan indicaciones demasiado inteligentes, por ejemplo estando el combate a punto de acabar, quedando un solo enemigo con poca vida, nos sugieren usar una magia devastadora, aunque por norma general las sugerencias son acertadas y le dan ritmo a los combates, porque de otra manera pasaríamos mucho tiempo entrando en menú y ralentizaría el ritmo.

A pesar de que los combates son amenos, son bastante numerosos y a la postre puede tornarse repetitivo en este aspecto. Tampoco hablamos de un juego fácil ni mucho menos, no es tan duro como por ejemplo Lucifer Call, pero tiene un punto de dificultad por encima de la media, sin llegar a desesperar. Es de agradecer que todos los personajes, aunque no los llevemos en la lucha ganen experiencia con los combates, de este modo no se nos queda ningún personaje completamente descolgado.

También hay que destacar el hecho de que en los combates la cámara no es todo lo eficiente que debe ser. Podemos optar entre dos posiciones para la cámara en los combates, una más alta que otra, sin embargo ninguna de las dos ofrece una solución definitiva la hecho de que en ciertas ocasiones veamos más bien poco y nos limitemos a disparar o dar mandobles sin ver bien a que pegamos.

Para la obtención de habilidades y conjuros cada personaje cuenta con una tabla parecida, en cierto modo, a la de Final Fantasy XII, en esta ocasión nos gastamos puntos para aprender habilidades, sino que tenemos que asignar objetos a las casillas vacías. Cada casilla tiene asignado un objeto que debemos conseguir. Cuando desbloqueamos una habilidad esta nos da acceso a varias casillas más en las que desbloquear nuevas habilidades. Los objetos que insertamos en las casillas se obtienen combatiendo, buscando cofres, comprando en tiendas, etc. Los objetos no son especialmente abundantes, sobre todo algunos, y al ser comunes en la mayoría de los personajes para aprender las habilidades será difícil evolucionarlos a todos a la vez.

Hay habilidades que son algo así como golpes especiales. Para llevar a cabo este golpe tendremos que acumular unas esferas que sueltan los enemigos al ser vencidos. Una vez ejecutamos el golpe especial debemos pulsar los botones en una secuencia determinada que se nos indica en la pantalla, al mas puro estilo QTE, cuanto más avancemos en la secuencia de golpes más golpes dará el personaje y por consiguiente más daño causará.

Cabe destacar que el juego cuenta con muchos puntos de guardado entre los que nos podremos teletranspotar, una vez visitados, dentro de una misma zona. Gracias a esto se corrige en buena parte el problema de los combates constantes, de manera que podremos viajar por un escenario ya visitado sin necesidad de entablar combates, haciendo uso de los transportadores. Gráficamente, como salta a la vista estamos ante un juego que hace un buen uso de la técnica Cell Shading. Los personajes y enemigos están bien animados y cuentan con un grado de detalle bastante conseguido.



Hay variedad de escenarios a lo largo de la aventura, sin embargo dentro de un mismo escenario da la sensación de que los gráficos se repiten bastante. Los entornos son cerrados y con un camino claramente marcado por el que avanzar en la mayoría de las ocasiones. Los conjuros, golpes especiales y demás cuentan con efectos gráficos bien realizados e integrados en la tónica general del juego. Las secuencias de video están muy bien realizadas con una animación muy buena y con un toque épico que le sienta de maravilla. Las melodías acompañan perfectamente al juego en todo momento y sin ser ninguna obra maestra la banda sonora en general, así como los efectos de sonido durante las batallas sin bastante correctos. Las voces del juego están en inglés, contando con un doblaje notable a la lengua anglosajona.

El juego en sí se basa en lo que todo RPG, exploración, combates, ganar habilidades y avanzar en la historia. También se pueden realizar tareas secundarias como avanzar en un ranking de cazadores, creación de objetos o cazar bichos. En problema es que es excesivamente lineal en lo que a la aventura principal se refiere y no sólo en la historia, sino en los escenarios también. Casi siempre sabremos donde tenemos que ir y en la mayoría de la ocasiones se nos obliga a visitar todo el mapa de un mismo escenario danto vueltas un poco absurdas. Esta linealidad unida a que los combates pueden tornarse repetitivos hacen que el juego no termine de llegarnos como lo hacen otros del mismo género. Sin embargo también debemos comentar que, a pesar de todo, los combates son tan rápidos y el control es tan bueno que el aspecto de la repetición de los combates es cuestión de gustos y algo muy personal.

Bajo nuestro punto de vista a los personajes les falta algo de tirón. Cada uno de los personajes cumple perfectamente los estereotipos del género, encontrando al chico ingenuo, la chica dicharachera, el antipático, el gracioso, etc. Pero les falta esa chispa que tienen otros juegos.

En resumen estamos antes un juego correcto en todos los aspectos, gráficamente bueno, traducido al español, opción 60Hz, con unos combates amenos y un sistema de habilidades sencillo a la vez que exigente. La cámara no es todo lo buena que debe ser sin llegar a ser mala en ningún momento. Sin embargo el juego peca, bajo nuestro punto de vista de una extrema linealidad y del abuso de los combates. Estamos ante una cuestión tan personal que recomendamos probar el juego antes de adquirirlo y valorar personalmente el los aspectos de linealidad y reiteración de combates que comentamos. Sin duda el juego entra por los ojos y los asiduos a los RPG encontrarán unas 40 horas de diversión asegurada. Level 5 sale por la puerta grande de su periplo como desarrolladora para PS2.