Una saga con años a sus espaldas
El género de la velocidad fue uno de los más fructíferos en la era 32 bits, y por su trono competían diversos juegos hasta que Gran Turismo, en el año 1998, se erigió como el referente del género, y al que todos los títulos intentarían asemejarse en un futuro. Sin embargo, una de las pocas sagas que resistió al empuje del titán de Polyphony y que continuó con su propio estilo y éxito fue la saga TOCA de Codemasters, que tuvo tres entregas en PlayStation, y que ahora hace su primera aparición en la nueva generación.
Una de las grandes virtudes de esta saga siempre fue la magnífica y agresiva inteligencia artificial de nuestros rivales, que nos cerraban el paso y hasta nos intentaban echar de la pista, algo en lo que superaba claramente a GT, al igual que en los daños en tiempo real. En esta nueva entrega, llamada Pro Race Driver en España, los chicos de Codemasters han vuelto a cuajar una magnífica jugabilidad, con unas carreras muy competitivas, y le han dado una vuelta más de tuerca a la experiencia TOCA incluyendo un novedoso elemento en el género: la historia.
Una novedad: La historia
Pro Race Driver nos mete en la piel de Ryan McKane, un joven piloto de carreras Pro Race al que le llega al fin su oportunidad al fichar por un equipo, y que tendrá que abrirse paso por el competitivo mundo de las carreras de coches Pro Race para así quitarse su espinita particular: ser digno del apellido de su padre y de su hermano, ambos grandes corredores del campeonato, y el primero muerto trágicamente en el circuito. Nos metemos así en el testosterónico mundo de la competición a base de excelentes secuencias cinemáticas generadas por el propio motor del juego y animadas mediante técnicas de motion-capture, rodadas junto los diálogos y consiguiendo así una sorprendente sincronización entre voces, caras y lenguaje corporal –con las voces en inglés, claro. A medida que progresemos, se irán descubriendo nuevos personajes y se nos irán revelando las relaciones entre ellos, mientras acompañamos a Ryan en su trayectoria ascendente hacia mayores campeonatos y éxitos.
Una gran cantidad de campeonatos y circuitos
La estructura de juego es bastante flexible. Cuando no estemos participando en un campeonato, estaremos en nuestra "oficina", donde podremos acceder a los diferentes modos de juego (contrarreloj, multijugador, opciones), abordar los desafíos con otros pilotos –que nos irán retando tras cada campeonato-, chequear nuestra trayectoria y acceder a nuestro correo electrónico, a través del cual realizaremos nuestras operaciones. Desde aquí podremos aceptar ofertas de equipos para participar en campeonatos, o de patrocinadores para correr en carreras especiales. Una vez comencemos un campeonato en un determinado equipo, antes de cada carrera accederemos al garaje, donde podremos ver la parrila de salida, nuestra trayectoria en ese campeonato y, por supuesto, configurar nuestro coche para la carrera en cuestión. Y a correr...
Las carreras siguen un estilo claro: 14 coches en la parrila de salida, 3 vueltas por norma general y unos rivales que nos pondrán las cosas muy difíciles.
Es necesario aclarar, y alabar a Codemasters por ello, que Pro Race Driver es el juego de coches con más circuitos reales de toda la historia; un total de 38 pistas (algunas bien conocidas por los aficionados a la Fórmula 1 y al automovilismo en general) harán que el juego se nos haga mucho menos monótono, y que tengamos que poner más empeño en dominar todos los circuitos, y aprendernos sus características para configurar el coche lo más para obtener el mejor resultado posible.
Excelente inteligencia artificial y jugabilidad
Como viene siendo habitual en la saga, en las carreras la cosa puede acabar en batalla campal, en forma de espectaculares colisiones entre coches, que se deformarán y perderán partes, y cuyas consecuencias no sólo serán en el rendimiento del coche sino también en la "actitud" de los corredores. En nuestro caso, si le hacemos una "perrada" a uno de nuestros rivales, éste se encargará de hacérnoslo pagar en la carrera -siempre que nos alcance, claro-. Los daños en tiempo real han evolucionado correctamente para esta nueva generación, y con el nombre de FEM –Finite Element Modeling- se presenta un nuevo sistema que trata las colisiones y las deformaciones de los coches de una manera muy realista, basándose en datos reales, obtenidos usando crash tests simulados por ordenador.
Centrándonos en la jugabilidad en concreto, Pro Race Driver podría considerarse un simulador, aunque no tan exigente como los de Fórmula 1. Sin embargo, tiene toques muy interesantes como la excelente implementación del acelerado y frenado analógico –si frenamos muy bruscamente las ruedas se bloquearán, por ejemplo-, y con los coches 4WD se producen unos derrapes realistas. La jugabilidad, en mi humilde opinión, posee el punto exacto de simulación sin llegar a ser agobiante, animándote a dominar el coche y haciendo cruciales los metros que puedes arañar tomando bien una curva. La inteligencia artificial de los rivales es, de nuevo, algo de lo que tiene que tomar nota el resto de la industria. No sólo se "picarán" tras los accidentes, sino que como ya viene siendo habitual en esta saga, su forma de conducir resulta muy humana y mientras algunos corredores son deportivos y apacibles, otros intentarán por todos los medios que no les adelantes, cerrándote el paso o arrinconándote contra el muro con tal de no perder su posición. Aparte, los coches no siguen el clásico "trazado", sino que cada piloto rival tiene más o menos su forma de conducir y también se arriesgan y cometen errores. De nuevo sobresaliente para Codemasters en este aspecto.
Gráficamente más que decente
A nivel gráfico, Pro Race Driver es vistoso pero sin llegar a ser espectacular. Los circuitos están realísticamente recreados, y los coches tienen un excelente modelado; y lo que es más importante, son totalmente destructibles. Los efectos no son demasiados numerosos, pero los que hay están bien hechos –el sol, por ejemplo-; el juego se mueve con fluidez casi siempre, y sólo en algunos momentos en los que hay demasiada "gresca" experimenta cierto slowdown. A nivel sonoro, la música no es numerosa pero es buena y con interesante toque cinematográfico. Los efectos de sonido son muy buenos y muy realistas; han sido grabados en los estudios británicos MIRA, utilizando una cámara dinamométrica y experimentando con varios coches, llevándolos al límite. El doblaje, por último, está a un excelente nivel, y son muy numerosas las voces a lo largo de las carreras, que te informarán del estado de la pista y de cómo van tus rivales más peligrosos.
Obligado para los amantes de la conducción
Como conclusión, Pro Race Driver es una compra obligada para los amantes de la conducción. Posee un buen número de circuitos y coches, un sistema de juego flexible, divertido y adictivo, un apartado gráfico cuidado y el aliciente de la historia, que es una novedad y le añade algo más de adictividad al juego. Las opciones multijugador, de hasta cuatro jugadores –tanto por iLink como en split-screen-, también le añaden algo más de duración. Pero sobre todo, es la jugabilidad lo que destaca en este nuevo juego de Codemasters, con un control excelente, una muy buena inteligencia artificial de los corredores y el añadido de los daños en tiempo real. ¿Mejor que Gran Turismo?. Depende de los gustos de cada uno, y el clásico de Polyphony se ha convertido en una institución; pero lo cierto es que para la cuarta entrega, los desarrolladores de GT deberían tomar buena nota de algunas características de Pro Race Driver, si quieren mantener su reinado en un futuro.