Análisis de Pipe Mania (PS2, PC, PSP)
Empire Interactive ha decidido rescatar del baúl de los recuerdos a todo un clásico con el lanzamiento de esta nueva versión de Pipe Mania, un puzle de gran éxito de finales de la década de los 80. Éste, fue distribuido en las consolas más importantes del momento, cosechando éxitos tan importantes como el de lograr superar la cifra de cuatro millones de copias vendidas en todo el mundo.
Esta nueva versión mantiene intacto el espíritu del original, el cual se basaba en unir sobre un tablero una serie de modo que pudiera transcurrir dentro de las mismas un flujo de agua desde la entrada hasta la salida, evitando que ésta fuese derramada, siempre dentro de un límite de tiempo.
Algunas de las novedades que presenta el título son: el añadido de un argumento como hilo conductor del avance entre niveles (aunque no demasiado importante), nuevos modos de juego -incluyéndose entre ellos uno que nos dará acceso a los niveles originales-, e incluso la posibilidad de afrontar la aventura con un compañero mediante un modo cooperativo.
Como acabamos de mencionar, Pipe Mania, a diferencia de su antecesor, cuenta con un argumento bien definido a la vez que simple, el cual se desarrolla en el modo de juego "Mundo". Alfonso Sénior, tras haber hecho fortuna y haber cumplido sus imposibles sueños, ha decidido retirarse a su isla paradisiaca. Sin embargo, ésta está siendo destrozada por los fontaneros forajidos liderados por Búfalo Bonzo, el cual está creando todo un caos. Así las cosas, tomaremos el papel de los hijos de Alfonso, Junior y Fawcett, haciéndonos cargo del negocio familiar para expulsar a los malvados visitantes y restablecer el orden en la isla.
Con el mono de trabajo
¿Y cómo lograremos nuestro objetivo? Pues poniéndonos el mono de trabajo y recogiendo nuestra caja de herramientas, dispuestos a reparar todas las fugas de agua producidas en el sistema de cañerías de toda la isla debidas a los ataques de los fontaneros forajidos. Tendremos que recorrer cada una de las distintas estancias que componen la isla, conteniendo todas ellas ciertas particularidades, siendo distintas entre sí. Estas estancias se componen de un total de nueve niveles, aunque bastará superar siete de ellas para desbloquear las zonas siguientes.
Cada nivel será distinto del anterior, pero el fin no variará en absoluto. Al comenzar el mismo, el agua no fluirá, estando detenida durante un corto período de tiempo durante el cual, nuestra misión será la de ir depositando sobre el tablero las distintas cañerías con las que contamos para que una vez agotados los pocos segundos de los que disponemos, el agua avance tranquilamente hacia la pieza de salida del escenario. Contaremos con un importante hándicap, y es que a pesar de que tenemos total libertad a la hora de construir nuestro conducto (dentro de las limitaciones que cada escenario nos pueda imponer), dicho conducto tendrá que tener una longitud mínima. De este modo, en el caso de que se nos indique que debemos crear un canal de doce cañerías, no superaremos el nivel a pesar de haber construido un camino eficiente para el paso del agua, si dicho camino consta de menos de esas doce piezas.
Gajes del oficio
Al finalizar cada fase, se nos otorgará una puntuación teniendo en cuenta diversos factores, tanto de bonificación como de penalización. La longitud máxima que alcance el canal que hayamos creado será objeto de bonificación: cuantas más piezas lo componga, mayor será la puntuación que obtengamos en este apartado. Otro aspecto importante, en este caso de penalización, será el número de piezas mal colocadas o aquellas que hemos desechado durante la creación del conducto. Esto es debido a que no podemos elegir libremente el orden con el que colocamos nuestras cañerías.
Contamos con un dispensador de piezas, y tendremos que usar nuestra inteligencia para ir colocando las mismas a lo largo y ancho del tablero en base a un mapa mental que hayamos construido previamente con la esperanza de que vayan apareciendo en el dispensador lo antes posible las fichas que necesitamos para poder ir componiendo el puzle que deseamos. Y por ello en más de una ocasión tendremos que desechar algunas de las piezas que ya hayamos colocado, incluso sustituir una de éstas por otra, lo cual nos supondrá una penalización. Esto se produce a causa del límite de tiempo.
En el momento en el que el agua comience a fluir a lo largo del canal en construcción, necesitaremos actuar con la mayor rapidez posible, y la no aparición de piezas indispensables que conecten aquellas ya depositadas según nuestro plan, nos obligará a "parchear" dicho plan, con atajos que esquiven las piezas ya establecidas, o destruyendo estas en favor de otras nuevas que nos permitan avanzar sin derramar agua. Hay que tener en cuenta que no podremos destruir una pieza por la cual ya haya pasado el agua.
Tenemos además un límite de escapes en cada fase. Si el agua se derrama debido a que ha superado nuestro ritmo, adelantándose a la colocación de las fichas, el nivel no finalizará automáticamente, sino que contaremos con un pequeño espacio de tiempo en el que tendremos que subsanar el error y colocar una ficha. Pero como acabamos de decir, cada fase cuenta con un límite de escapes, el cual si es superado, supondrá el final de nuestro montaje y tendremos que empezar desde el principio.
Además de todas estas complicaciones, hemos de saber que no estaremos solos en el proceso de reparación de las tuberías. Los fontaneros forajidos comandados por Búfalo Bonzo estarán al acecho, atacando nuestra construcción a base de bombas que dañarán nuestras piezas, pudiendo destruirlas completamente. Aquellas que tan solo sean dañadas, irán deteriorándose poco a poco, con lo que tendremos que actuar rápidamente arreglando la ficha afectada antes de que acabe de romperse y se produzca una fuga de agua (o posible fuga si esta todavía no ha atravesado la ficha en cuestión). Y por si fuera poco, el tablero puede contar con piezas de obstáculo colocadas por defecto, las cuales serán imposibles de destruir y tendremos que sortearlas.
Cañerías, flujos y tesoros
La variedad de las piezas de cañería con las que contamos es elevada, siendo algunas de estas bastante peculiares y sorprendentes. Así pues, al margen de las típicas fichas con forma de rectas o codos básicos, tendremos otras tales como la pieza de embalse, con la que conseguiremos ralentizar el avance del flujo de agua, la pieza bomba, que causará el efecto contrario, acelerando el curso del flujo, la pieza de bonificación, con la que obtendremos más puntos una vez el líquido vital pase por ella, o los túneles, que permitirán que el flujo salga por un borde de la red y aparezca por otro.
En cuanto al flujo del agua, este también es variable, existiendo hasta tres tipos diferentes del mismo. El principal será el flujo normal, el cual es continuo, crece de forma constante y es permanente. El segundo tipo de flujo que podemos encontrar es el de impulso. Este se caracteriza por contar con una longitud limitada, con el cual se pueden volver a utilizar los viejos conductos una vez que el flujo haya pasado por ellos. Sin embargo, si la cabeza de este choca con su cola, se perderá el nivel de forma inmediata. Junto a estos dos tipos, encontramos un tercero, denominado flujo de salto, el cual puede saltar a través de varias piezas de cañería con una explosión instantánea, moviéndose con unos saltos rápidos y grandes.
Por último, los escenarios pueden contener diversos tesoros ocultos en su interior. Estos solo podrán ser descubiertos mediante golpes de suerte, si colocamos una pieza justo encima de la posición de dicho tesoro. Una vez el agua atraviese la ficha en cuestión, se nos informará de que hemos conseguido desbloquear el cofre en concreto. Posteriormente, podremos consultar la sala del tesoro a través del menú principal del juego, en la que podremos ver todos los cofres descubiertos hasta el momento.
Distintos modos de juego
Al margen del modo principal Mundo, en el cual se desarrolla la aventura principal de nuestros protagonistas, el juego cuenta con hasta cuatro modos más, que pueden alargar sensiblemente la duración del juego, otorgándole un importante valor en cuanto a su rejugabilidad.
Así bien, contamos con el modo clásico, en el que retomaremos el juego original, recorriendo sus niveles sin indicador de escape, de forma que si el flujo llega a una cañería sin conexión, se acaba la partida.
Otro modo disponible será el llamado Bonificación, el cual cuenta con dos variantes. La primera de ellas, denominada Partida, nos situará en un escenario en el cual figura un conducto incompleto al que le faltan piezas, las cuales se encuentran colocadas en el dispensador. Nuestro objetivo será completar el rompecabezas dentro del límite de tiempo que se nos establezca, colocando rápidamente de nuevo las piezas en la red. La otra variante del modo Bonificación se conoce como Giro. En ella, también nos encontraremos con un conducto ya creado, pero en lugar de estar incompleto, se encuentra con varias de sus piezas giradas de forma aleatoria. Al igual que en el anterior, nuestro objetivo será resolver el puzle en el menor tiempo posible, girando las piezas correctamente.
El cuarto modo de juego es el modo Arcade. En él, los niveles se desplazan hacia arriba, la derecha, la izquierda o abajo, a una velocidad constante una vez que se inicia el flujo. El objetivo es mantener el flujo dentro de los bordes de la pantalla para no perder, construyendo conductos perpendiculares al desplazamiento de la pantalla para ralentizarlo cuando se acerque al extremo frontal, y usando la opción de flujo rápido para acelerarlo si se acerca al extremo trasero.
Junto a estos modos de juego para un jugador, el juego nos brinda la posibilidad de abordar los modos Mundo, Clásico y Arcade junto a un amigo en la modalidad cooperativa. Además, existe otro modo para dos jugadores, el modo Competitivo, en el que la idea será luchar contra otro jugador por conseguir la puntuación más alta de un nivel, o atacándole para obstaculizar su construcción.
Sabor añejo
Pipe Mania supone el regreso de un gran clásico del pasado, un regreso realizado sin embargo de forma bastante discreta. El juego no ha levantado ningún tipo de expectación, al contrario, su paso ha sido bastante desapercibido, con lo cual sus fans de antaño, o le han perdido el gusto al juego, o ni siquiera conocen de su existencia. Sin embargo, no cabe duda que dentro de los objetivos minimalistas de la compañía a la hora de desarrollar el título, este cumple con su cometido. Es divertido, adictivo, y lo suficientemente difícil como para que te enganche horas y horas rejugando los niveles para encontrar la mejor forma de completarlos obteniendo altas puntuaciones, o directamente para simplemente terminarlos, a lo que se añade la de posibilidad de jugar con un amigo.
No es un juego que destaque en absoluto entre el catálogo que tienen tanto PlayStation 2, compatibles como PSP, pero que a un precio bajo, a buen seguro no defraudará a los amantes de los juegos de rompecabezas.