Análisis de Padre de Familia (PS2, iPhone, Xbox, PSP)
Padre de Familia es una de esas ácidas comedias de televisión construidas sobre dibujos animados que se está haciendo cada vez más popular en nuestro país, y al igual que ha sucedido con otros productos similares, era una simple cuestión de tiempo que llegase al sector de los videojuegos a consolas domésticas. Lanzado en el mercado americano para PlayStaiton 2, PSP y Xbox, a nuestras tiendas sólo han llegado las versiones para las consolas de Sony, que son las que nos ocupan.
El título, desde luego, va a recuperar el ambiente socarrón y abiertamente divertido de la serie, tanto en su estética como en las situaciones que plantea, aunque habrá que ver si la parte jugable se mantiene a la altura de las circunstancias. Y es que Padre de Familia propone muchos elementos diferentes que van a ser protagonizados por los personajes de la serie de animación, y basados en algunos de los sketches y situaciones que se han podido ver a lo largo de sus capítulos, pero la plasmación en forma de entretenimiento interactivo no parece haber cuajado del todo.
Podremos controlar a Peter, el padre de familia, al perro Brian, y, cómo no, al bebé sociópata Stewie. Cada uno de ellos con sus motivaciones, como la conquista del mundo. Por supuesto, todo se irá salpicando de diferentes personajes de la serie, como Bertram, el hermanastro de madre lesbiana de Stewie. En cierto modo, cada uno de los tres protagonistas tiene su propia trama, y no se cruzan demasiado entre sí, aunque sí hay vínculos. El guión, en este sentido, no está tan bien logrado como los capítulos de la serie (donde cuando se recurre a historias poco cohesionadas el resultado es de mayor calidad), pero consigue conformar una atmósfera de humor con clara tendencia hacia el absurdo muy en consonancia con lo que debe esperar todo seguidor del programa de televisión. En todo caso, quizás habría sido recomendable optar por tomar más elementos del serial en determinadas circunstancias, pero el esfuerzo por parte de algunos de los guionistas de la televisión es palpable, pues hasta tres de ellos estuvieron implicados en el desarrollo.
La ambientación del juego se ve reforzada por las interpretaciones de los actores de doblaje originales, tanto para los protagonistas como para algunos personajes recurrentes. De este modo, podremos disfrutar de las voces e Seth McFarlane, Mila Kunis, Alex Borstein, Seth Green, Patrick Warburton, Adam West, Wallace Shawn, Charles Durning y Adam Corolla. En este sentido, el juego puede perder un poco de fuerza, pues no todo el mundo lo disfrutará en las mismas condiciones con las voces en inglés, pero la calidad interpretativa es indiscutible, ayuda a forjar una buena inmersión por parte del jugador, y, desde luego, es tan irreverente en este sentido como cabría esperar.
Y es que el juego está repleto de humor negro, con múltiples chistes y referencias racistas, homófobas, sexuales... y, al mismo tiempo, parodias de otras series de televisión, películas, etc. En múltiples ocasiones veremos gags recuperados de antiguos capítulos de la serie de televisión, sobre todo integrándose en el desarrollo de la acción para conformar las diferentes situaciones de las fases del juego.
El título apuesta por ofrecer diversos tipos de jugabilidad aprovechando la inclusión de múltiples personajes en vez de optar por una uniformidad en ese sentido, o bien por el camino de los minijuegos (bueno, algo de ellos hay), dos opciones bastante recurrentes en los últimos tiempos a la hora de tratar adaptaciones de películas o series de televisión. Así pues, nos vamos a encontrar con secciones de "yo contra el barrio" cuando controlemos al patriarca, Peter, con un desplazamiento lateral y un planteamiento muy tradicional en este sentido. El perro Brian nos invitará a ser sigilosos en sus misiones de infiltración y el pequeño Stewie tira hacia el plataformeo más clásico. Son fórmulas jugables sencillas y muy rodadas a día de hoy, con múltiples representantes de gran calidad en todos y cada uno de esos géneros, y quizás en este punto encontremos el mayor inconveniente de Padre de Familia: el juego cumple, pero no destaca ni ofrece nada destacable en ninguno de esos campos.
Las fases más limitadas son las de Brian, pues cuenta con escenarios casi esquemáticos en la disposición de elementos. Es decir, hay un par de lugares en los que esconderse, algunos enemigos que siguen patrones de comportamiento completamente fijos. En esos escenarios rutinarios se nos plantean algunos objetivos que consisten en ir desde un punto del escenario a otro y luego alcanzar la salida del nivel. Jugablemente es muy limitado, resultada repetitivo y escaso de posibilidades de juego e incluso de diversión. La dificultad quizás sea lo único destacable, pues por el diseño de los niveles tendremos que solventarlos mediante el clásico sistema de prueba y error, un poco hastiante en ocasiones. Es difícil, sin embargo, señalar exactamente qué es lo que hace que la fórmula no funcione, porque no hay nada necesariamente deficiente, pero sí es cierto que el resultado no acaba de cuajar.
Peter, por su parte, en su reparte mamporros personal sí ofrece algo mejor. Es un "yo contra el barrio" que, para lo que representa Padre de Familia resulta bastante al uso, con la posibilidad de que Peter vaya adquiriendo nuevos movimientos y llaves para las luchas. Los personajes a los que dar de leches son particularmente desconcertantes, y algunos son invulnerables a diferentes tipos de golpes. Los niños, por ejemplo, no son alcanzados por los puñetazos, y las madres futbolistas no sentirán las patadas.
El sistema, en sí, funciona y aporta algo curioso, pero no siempre es intuitivo y coherente. Todo esto se complementa con la posibilidad de interactuar con algunos elementos del escenario y una dificultad algo más elevada que en las fases de Brian. Esto se debe a que los enemigos son muy abundantes y los objetos de recuperación de energía escasos; si añadimos a la combinación que el sistema de detección de colisiones no siempre funciona y una jugabilidad un tanto limitada a la hora de ofrecer un control fiable sobre Peter, obtenemos un resultado algo mediocre.
Hemos dejado para el final lo que, justamente, nos va a dejar mejor sabor de boca: Stewie. El bebé megalómano ofrece fases variadas, llenas de elementos, dentro del campo del plataformeo de acción. Es muy clásico en su concepción, con elementos como el doble salto y la pistola láser, pero en su planteamiento es el único que realmente funciona de manera consistente. Así, por ejemplo, el arma se puede ir mejorando, y responde de manera muy ágil al control, lo que no está nada mal puesto que tenemos que matar a todo lo que se mueva. Además, para rematar la jugabilidad, Stewie tiene la posibilidad de controlar mentalmente a los adultos, lo que será indispensable para superar determinados obstáculos y puzles que nos irán saliendo al paso. Y si esto suena prometedor, la fórmula se ve potenciada por las secciones (algo escasas, pero divertidas) de disparos sobre raíles, en las que tendremos que eliminar enemigos y obstáculos de nuestro camino mientras vamos a toda velocidad. Es, con diferencia, la sección del título más elaborada del título, pese a algunos fallos puntuales a la hora de controlar el salto del pequeño Stewie.
Finalmente, hay una pequeña selección de minijuegos que buscan, de algún modo, emular los gags sueltos de la serie, normalmente en forma de recuerdos o fantasías de algún personaje. En la serie, esos momentos cortan en cierto modo la acción y en ocasiones enlazan con otras escenas, y de forma similar van a funcionar en el juego. Cuando un personaje haga alguna referencia a algo extraño, comúnmente seremos trasladados a una nueva pantalla en la que tendremos que superar un pequeño reto, con el reloj como juez. Un poco en la línea de títulos como Wario Ware tendremos que intuir qué hacer y hacerlo bien en tan sólo unos pocos segundos. Serán sencillos, rápidos y funcionan muy bien en el contexto del título.
Gráficamente cuenta con un aspecto muy similar a la serie de televisión, guardando las distancias, gracias el uso de la técnica del cel-shading, que emula el aspecto de los dibujos animados. Las animaciones no son tan suaves como en la televisión, claro, pero el conjunto general es más que notable. Por desgracia, hay algunas limitaciones técnicas poco comprensibles, como ralentizaciones aquí y allá, mucho más notables en el caso de la versión de PSP, afectada posiblemente por la carga de datos. Por lo demás, la versión para PSP es exactamente igual a la de PS2.
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