Análisis de Goldeneye: Agente Corrupto (PS2, GameCube, Xbox)
El original GoldenEye fue uno de esos juegos que ayudan a definir el camino que van a seguir los videojuegos de su género en sus años venideros, pese a que quizás no cuajó en un primer momento. Sin embargo, pasaron los años, y el juego seguía vendiendo, el mito creció, y se convirtió en un gran éxito de ventas, reclamando su lugar entre los grandes de Nintendo 64, siendo, quizá, unos de los juegos más espectaculares en cuanto a su jugabilidad. Una creación de Rare para Nintendo que se basaba en una película de James Bond, pero en esta ocasión, ni Rare ni una película del agente secreto están vinculados con el juego… aunque sí habrá referencias a varios personajes de toda la saga.
Hace ya bastante tiempo que conocimos la intención de Electronic Arts de ofrecer un nuevo GoldenEye, e incluso se especuló durante un tiempo sobre las posibilidades de que nos ofreciese un remake, pero no tardamos demasiado en descubrir que estaríamos ante una nueva entrega que nos pondría, por primera vez, en el lado de los malos. Tomaremos el papel de un agente 00 que cae en desgracia, y tras una serie de hechos que carecen de interés salvo por el absurdo que los envuelve, acaba tuerto… bueno, tuerto no, le ponen un ojo de oro (de ahí el reciclaje del título) que viene a ser una especie de navaja suiza, como ya veremos, que le proporciona Goldfinger, su jefe.
A todo esto, hay una lucha encarnizada por controlar el sindicato del crimen, que, por supuesto, se disputan el mentado Goldfinger y el Dr. No, al que habrá que patear el culo y todo eso. Los guiones de las películas de James Bond nunca han sido como para tirar cohetes, si bien proporcionan su buena dosis de entretenimiento, que es de lo que se trata; pues bien, esto no sucederá en Goldeneye: Agente Corrupto. Han sido incapaces de crear la más mínima tensión, intriga o simple empatía por el personaje (ni siquiera cuando el pobre se convierte en un cyborg venido a menos), con un guión soso que apenas sirve como excusa para pasar a la siguiente fase. Es curioso como algunas producciones que, en principio, se prestan mucho menos a desarrollar una historia interesante pueden ofrecer mucho más que este videojuego, que, pese a contar con el respaldo de muchísimas películas y novelas, es incapaz de ofrecer un mundo coherente en el que ambientar la acción, hasta tal punto que es posible que el jugador pierda el interés por la historia antes incluso de acabar el primer nivel. De cualquier modo, esto es algo que se perdona cuando, a cambio, nos ofrece una jugabilidad y diversión reseñables… cosa que no sucede.
El planteamiento de la jugabilidad, al menos en lo referente al armamento, está inspirado claramente en Halo, de manera que tendremos la posibilidad de llevar dos tipos de armas y dos tipos de granadas, a lo que se ha añadido la posibilidad de usar otros personajes como escudos humanos y algunos otros movimientos interesantes, cuya aplicación real en el juego es puramente anecdótica. Lo más destacable es el uso del ojo biónico de nuestro protagonista, que se irá actualizando según progresemos en el juego, de manera que podremos implementar nuevas posibilidades de visión (como la MRI Vision, que permite ver a través de objetos) y alguna que otra arma ofensiva. El uso de algunos de los poderes nos recordará al reciente Psi-Ops, pero están peor integrados en el juego y no se nos ofrecen suficientes ocasiones en las que realmente tenga sentido usar estas habilidades especiales, relegando en buena medida su uso a lo anecdótico. Sí, en algún momento pueden ser necesarios para avanzar, pero pasado ese momento, prácticamente podrán pasar al olvido.
La acción se divide en 8 grandes niveles (que están compuestos por un total de 20 zonas), y la acción es la nota predominante, obligándonos a no bajar la guardia en ningún momento, buscando lugares de cobertura y aniquilando a todos los enemigos que intentarán dificultar nuestro avance. El sistema de control es bastante fluido, pero falla en ocasiones el tiempo de respuesta y no alcanza toda la suavidad que sería deseable en un juego de acción en primera persona, lo que repercute en nuestras posibilidades de éxito, por mucho que intentemos configurar la sensibilidad de los sticks en las opciones del juego, presentando una tendencia exagerada a pasarse o quedarse corto (el control es apenas levemente mejor en GCN). Algunas de las acciones que se pueden hacer, como la de coger enemigos para usarlos como escudos humanos, estaban mejor implementadas en títulos mucho más antiguos como Die Hard: Vendetta, pues aquí resulta artificial, cuesta hacerlo, y su práctica no nos proporciona ningún beneficio… salvo la de ralentizar nuestros movimientos. En cualquier caso, será más provechoso llevar un arma en cada mano y reventar a todo lo que tenga visos de moverse.
El juego, eso sí, se mueve de manera constante a 30 cuadros por segundo (petardeando en GCN), aunque el nivel de detalle en los escenarios es bajo, tanto en su diseño como en texturas. Algunos escenarios pecan de vacíos, o presentan texturas repetidas y con una resolución cuestionable (en Xbox es ligeramente superior), además de un diseño general bastante poco logrado. El diseño de los enemigos es igualmente mediocre, repitiéndose muchísimo, y no hacen sino transmitir la sensación de que podrían haber sido sacados de cualquier librería genérica de "malotes a los que freír".
Hay excepciones, claro, pero pueden contarse con los dedos de una mano, como las recreaciones de M o Auric Goldfinger. Las animaciones, eso sí, están mucho mejor logradas, lo que es de agradecer, pero el diseño general es, como decíamos, bastante mediocre. Las armas presentan un buen diseño, basándose en modelos reales (cuando existe un equivalente) y ofreciendo un resultado bastante más decente, lo que no está nada mal teniendo en cuenta que las tenemos mucho rato en pantalla. Su diseño refleja bien la variedad del arsenal disponible, y los efectos derivados del uso de las múltiples armas son, quizá, lo mejor de todo el apartado gráfico.
La banda sonora corre a cargo de DJ Paul Oakenfold, y tiene momentos muy logrados, aunque peca de repetitiva y monótona, siendo una de las peores producciones del músico. Los efectos de sonido y las voces, por su parte, están bastante bien, destacando el hecho de que Electronic Arts ha contado con las voces de actores y actrices como Judy Dench o Christopher Lee. Por otro lado, el juego carece casi por completo de voces; de hecho, las actuaciones de Judy Dench se limitan a las anecdóticas apariciones de su personaje. Los demás dobladores, en cualquier caso, representan papeles estereotipados, pasados de rosca y cuestionables en su interpretación.
Electronic Arts había anunciado que iba a incluir un novedoso sistema de inteligencia artificial en este juego, llamado E.V.I.L ("malvado", en inglés, y que se corresponde con Emotional, Visceral, Intelligent, Learning). Si está, nosotros no lo hemos visto. Los enemigos tienen un rango de movimientos bastante amplio, con diferentes actitudes que van desde lo puramente suicida hasta lo casi inteligente (pueden parapetarse tras columnas, detectar nuestros movimientos, disparar a la posición que creen que ocupamos…), pero el resultado en este sentido no es espectacular, ni nada que no hayamos visto superado en juegos recientes o no. Es decir, la supuesta manera de actuar violenta e inteligente que anunciaba el sistema E.V.I.L se ha quedado a medio camino.
Esto, unido a que las posibilidades del ojo biónico (como la de inutilizar temporalmente las armas de los enemigos, desbloquear puertas, o crear un escudo defensivo, por ejemplo) están explotadas muy por debajo de sus posibilidades, es uno de los puntos menos favorables para el título. Por su parte, el modo multijugador está mucho mejor desarrollado. Podemos disfrutar hasta cuatro jugadores con pantalla partida y hasta 8 en caso de jugar on-line con PlayStation 2 y Xbox. Se nos ofrecen muchas opciones de configuración, hasta 20 escenarios que en algún caso traerán buenos recuerdos a los seguidores de James Bond, y, en general, presenta la auténtica diversión del juego. Es una lástima no poder decir lo mismo de la aventura para un jugador.
Conclusiones
El juego retoma una serie de elementos más que interesantes de varios juegos, como hemos señalado, pero el resultado global no es todo lo satisfactorio que sería deseable. La combinación de elementos no ha sido acertada, con bastantes elementos que no pasan de anecdóticos, un control que difícilmente resultará satisfactorio y un apartado técnico que no está a la altura de las circunstancias. Parece que ha habido la intención de crear una producción con buena calidad, como atesoran las voces de actores reputados, pero si así ha sido, no se ha reflejado en el producto final. La aventura para un jugador, aunque larga, es monótona, aburrida y carente de interés en buena medida… se compensa en parte con un multijugador muy entretenido (que, por supuesto, no se libra de los problemas en el control), pero no es suficiente como para suplir todas las carencias de un videojuego que no contentará, tampoco, a los seguidores del agente secreto más famoso del Reino Unido.