Una interesante mezcla de Sony
Ya en la Playstation original Sony comenzó a crear una infraestructura de desarrollo propia, que se vio especialmente en Europa con Psygnosis y su posterior diseminación, pero que también tuvo sus frutos en Japón y en América (culminada con la reciente adquisición de 989 Studios y Naughty Dog). Así, la Playstation 2 salió amparada, aparte de por la gran mayoría de las third parties, por alrededor de una decena de grupos de desarrollo propiedad de Sony, o al menos con Sony como productor. Ya hemos visto algunos ejemplos, entre los que destaca Extermination (sin contar con GT3), y veremos muchos otros como Ico, que ha levantado una gran expectación sin venir con demasiado bombo. Hoy nos ocupa Dark Cloud, un juego que fue presentado poco después que la Playstation 2 en el año 99, y que se ha ido retrasando hasta llegar a nuestro país en Septiembre de 2001. Un largo trayecto para un juego extraño y muy peculiar desarrollado por Level Five, que combina elementos de aventura, action-rpg y ... ¡construcción!.
Las apariencias engañan
Dark Cloud nos cuenta la historia de Toan, un joven que vive tan tranquilamente en su aldea, cuando el día de la fiesta local un gigantesco genio/demonio violeta aparece en el cielo y destruye su aldea. Al comienzo del juego nos llevaremos toda una sorpresa cuando se nos presenta “el malo”, el genio de color violeta, que recuerda un montón a Bu (como recordaréis, uno de los últimos villanos de Dragon Ball). Aunque su aspecto sea el de un bonachon, toda duda sobre su maldad se nos borrará de la cabeza cuando devore vivo a un ser humano porque “hacía 400 años que no probaba bocado”. Tras ser invocado, como ya he dicho anteriormente, el demonio va causando destrucción por el mundo adelante y uno de los lugares que se ve “agraciado” por el poder del monstruo es la aldea de Toan. Sin embargo, no todo está perdido. El rey de las hadas ha “encerrado” la aldea en pequeñas orbes, que aunque se han dispersado no han sido dañadas interiormente. Para la tarea de recuperar las distintas partes de la aldea, ponerla en orden y más tarde poner en orden el resto del mundo, ha elegido a Toan como paladín, obsequiándole con una extraña piedra llamada “atlamilla” que utilizará para reunir los pedazos del mundo destruido, o como les han llamado los creadores, los “atla”.
Elementos de Zelda y de Sim City
Con este pretexto de la recopilación de “trozos” de aldea, Level Five ha creado un action-RPG bastante interesante, con una jugabilidad en lo que a combate se refiere que recuerda mucho a las versiones 64 bit de Zelda, y con una parte de construcción y diseño de aldeas/pueblecitos que toma elementos de Sim City eliminando, evidentemente, todo tipo de gestión económica.
Empecemos pues hablando del último elemento, que en un principio fue bautizado como sistema Geo-Rama. La Atlamilla que Toan utiliza tiene el poder de absorber el atla y poder colocarlo luego en el mapa. A lo largo de los niveles iremos recolectando estas esferas “atla”, cada una de las cuales contiene un parte de la aldea, ya sean edificios, personas, objetos de mediano tamaño que se instalan en los edificios o incluso elementos naturales y de comunicación como caminos, puentes, ríos o arbustos. Cuando salgamos de la mazmorra de turno y volvamos a la aldea, podremos utilizar el fabulosísimo poder de la atlamilla para reconstruir la aldea como nos plazca, situando las casas donde más rabia nos dé, al igual que los caminos, ríos o lo que hayamos obtenido. Una vez situemos una casa, tendremos que llenarla con los objetos que tenía, entre los que se incluyen los objetos de mediano tamaño –lámparas, vallas, cajas- y las personas. Para averiguar que objetos corresponden a cada casa no tendremos más que preguntar a sus dueños, una vez los hayamos rescatado. Pero no podremos hacer las cosas como nosotros queramos, ya que los habitantes de las aldeas tienen su preferencias, y la aldea tiene que funcionar bien de nuevo como antaño. Esto será cuestion de experimentar, y es un elemento muy original y divertido que se le añade al juego.
Cuidado con las armas
En cuanto al aspecto de exploración de mazmorras, como ya he dicho recuerda bastante a Zelda, especialmente en el sistema de combate, ya que utiliza el Z-Targetting que puso de moda la saga aventurera de Link. Aún así, el combate con enemigos convencionales acaba haciéndose monótono por su simpleza y sus limitaciones, si bien pueden utilizarse una buena cantidad de items que inflinjan daño a los enemigos.
Algo que le añade algo más de profundidad al juego es que nuestro personaje tiene sed, y para saciarla hay que beber agua de vez en cuando.
No parece algo demasiado relevante, pero más de una vez tendremos que apurar en la lucha en una mazmorra para que nuestro personaje no muera deshidratado.
En las armas si que reside uno de los puntos fuertes –o débiles, según se mire- del juego. El sistema de armas es complejo y completo. Las armas pueden evolucionar según las vayamos usando, e ir subiendo de nivel –modificándose según los atributos que les hayamos dado-, hasta convertirse en “esferas de poder” que podremos combinar con otras armas para acabar teniendo un arma mucho más poderosa. Sin embargo, lo que hace al manejo de las armas complicado e incluso tedioso en ocasiones es que éstas se van deteriorando, a una velocidad ridículamente rápida, de forma que tendremos que repararlas constantemente. Si no nos damos cuenta del precario estado de nuestra arma y ésta llega a romperse, se acabó el arma de turno, sea lo fuerte que fuere.
No estaremos solos
Dark Cloud no sólo está protagonizada por Toan, aunque es éste el que posee el poder de reconstruir las aldeas. A medida que vayamos avanzando a lo largo del juego, nuevos personajes se unirán a nuestra aventura, y podremos utilizarlos en las mazmorras cambiando de uno a otro, pero nunca dos a la vez. De esta manera nos aprovecharemos de las ventajas de uno y de otro personaje, cosa que será casi esencial para vencer a los jefes finales. Por último, cabe comentar el aspecto de los duelos, que aunque aparezcan poco a lo largo de la aventura no dejan de ser interesantes. En los duelos, necesarios para avanzar en ciertas partes del juego, tendremos que ejecutar movimientos en el momento exacto, al estilo de un juego de baile, para ganar el combate contra un oponente.
Gráficos algo atrasado
Dark Cloud no es malo en gráficos ni mucho menos. Si hubiese salido hace un año, posiblemente habría sido toda una sensación. Sin embargo, la Playstation 2 ya lleva un año y medio en el mercado –siempre refiriéndonos al japonés-, y el aspecto gráfico de este juego parece pasado de temporada. Posee un buen modelado de los personajes, una gran animación y unos efectos especiales peculiares, especialmente el del agua, que está perfectamente representado físicamente, pero gráficamente no tanto. El punto negro de este apartado es la poca variedad de texturas en las mazmorras y el popping de objetos y enemigos que se observa. Un aspecto gráfico para nada malo, pero que no destaca hoy en día.
Música apacible
La música del juego no es lo que más llama la atención, pero acompaña perfectamente al desarrollo de esta épica aventura. Con melodías bastante orientales, acorde con la mayor parte de los RPGs japoneses, las diferentes músicas que se escuchan a lo largo del juego están todas por encima de la media, pero sin embargo corren el riesgo de hacerse algo repetitivas, ya que en 40 horas de juego que da como media Dark Cloud, oiremos unas 15 melodías unicamente. En cuanto al resto del sonido, los FX no son muy numerosos y no destacan especialmente, y no hay voces.
Conclusiones
Dark Cloud llega algo tarde a nuestro país, concretamente 9 meses después de su lanzamiento en Japón, y tras haberse retrasado bastante respecto a la fecha original de salida en el mismo país del sol naciente; por ello, puede resultar anticuado gráficamente, pues hoy en día la potencia de PS2 está mucho mejor exprimida que en este título. Sin embargo, lo que vale realmente de Dark Cloud es su divertido planteamiento y su gran originalidad. El sistema de construcción de aldeas es muy curioso e interesante, y la forma de evolucionar tanto a los personajes como a las armas también introduce algunas novedades en este cada vez menos innovador mundillo.
El estar traducido al castellano es un punto más a su favor. Dark Cloud no es la obra maestra que todos estamos esperando, pero si un buen juego de aventura/RPG con el que pasar muchas horas de juego entretenidas. Sony sigue aumentando su línea de juegos producidos por ella misma, que poco a poco aumentan en calidad y hacen de PS2 una consola menos dependiente de las third parties.