Análisis de War on Terror (PC)
Los creadores del reciente Battle of the Bulge , Montecristo, nos traen un nuevo juego de estrategia en tiempo real esta vez ambientado en el presente –la trama nos sitúa en el año 2008-, abandonando el exitoso escenario bélico de la Segunda Guerra Mundial que tan buenos resultados les ha dado. En esta ocasión, los tres bandos en liza, coalición de fuerzas occidentales, China, y un ejército terrorista, se enfrentarán en diversas regiones del mundo intentando imponer sus ideales ya sea mediante atentados o feroces invasiones. Así, por ejemplo, los terroristas asestarán golpes mortales contra objetivos estratégicos tremendamente importantes, mientras que las fuerzas de China, que no dejarán de observar el conflicto, se enfrascarán en una oscura trama política que involucra a Corea. Lógicamente, las fuerzas occidentales intentarán por todos los medios poner fin a la oleada de ataques terroristas que se suceden sin cesar en su territorio, por lo que no tendrán ningún reparo en invadir territorio enemigo –invadiremos Irak nada más comenzar, por ejemplo-. Sin embargo, y a pesar de este notable cambio en ambientación, y por tanto en lo que a estilos de combate y armamento se refiere, el sistema de juego será prácticamente idéntico al visto en el anterior juego citado: estrategia táctica con grandes dosis de acción.
Nuestro batallón, que variará ligeramente dependiendo del bando en el que combatamos, estará formado por unidades de todo tipo que irán desde las ya clásicas tropas de infantería y artillería pesada, pasando por médicos de combate, químicos y propagandistas –llamarán a la Guardia Roja-, así como vehículos ligeros, tanques y helicópteros que nos proporcionarán la potencia de fuego necesaria como para derribar cualquier edificio en el que se encuentren los enemigos ocultos. Cada una de las unidades del juego poseerán una serie de habilidades y estadísticas que mejorarán conforme vayan eliminando a los enemigos, ya que adquirirán puntos de experiencia que les harán subir de niveles.
De este modo, si conseguimos que nuestras tropas no mueran, y para ello la figura del médico resulta fundamental, obtendremos un ejército mucho más poderoso que el del rival ya que nuestras fuerzas poseerán un mejor alcance de fuego, más potencia y mejores defensas. Además, como decimos, algunas ganarán distintas habilidades especiales que tendremos que explotar sabiamente para obtener una notable ventaja sobre el enemigo: podemos lanzar humo con los tanques para impedir que los enemigos hagan blanco, detonar edificios con potentes explosivos, o conseguir potentes acelerones en algunos de nuestros vehículos para así alejarnos del peligro.
También, como decimos, la experiencia de juego variará ligeramente dependiendo del bando al que representemos. De este modo, si controlamos a las fuerzas occidentales veremos como su repertorio de unidades es menor que el de las demás, resultando encima más caras (y también con más y mejores habilidades de combate), mientras que las tropas chinas serán mucho más variadas pero menos poderosas. Los terroristas, por el contrario, podrán hacerse con el control de cualquier vehículo que aparezca en el juego, pudiendo además lanzar ataques químicos sobre las huestes enemigas. En definitiva, y a pesar de encontrarnos con unas unidades base en los tres bandos, la experiencia de juego con cada una de las facciones resultará lo suficientemente divertida y variada como para mantenernos pegados a nuestros monitores hasta finalizar la campaña principal.
Otro de los aspectos que más tendremos que tener en cuenta en War on Terror será el de los caídos en combate. Por norma general, cada vez que una de nuestras unidades sea abatida tendremos unos segundos para sanarla con el médico. Del mismo modo, los enemigos también podrán sanar a sus compañeros siempre que estos no hayan sido alcanzados mortalmente por algunas de nuestras balas. Y es que en esta nueva creación de Montecristo cada vez que eliminemos a un enemigo, o perdamos a un aliado, veremos como su cuerpo se torna de color rojo.
Esto nos indicará que sigue con vida pero incapacitado, por lo que cualquier médico que se acerque podrá revivirlo. Sin embargo, nosotros, y el enemigo, podremos abatir a estos soldados impidiendo de esta forma que los médicos sanen sus heridas. Tampoco conviene olvidar que todos los vehículos enemigos podrán ser robados siempre que eliminemos a sus pilotos, para lo que necesitaremos a los francotiradores que abatirán sin problemas a sus ocupantes. Tras esto, cualquier de nuestras unidades podrá montarse sobre el vehículo para, o bien ocupar la torreta con la que disparará a los enemigos, o simplemente se protegerá del infierno que se habrá desatado fuera.
Las misiones, que como decíamos poseerán una serie de objetivos primarios y secundarios, destacarán por su gran variedad, tanto de objetivos como de localizaciones, así como por las grandes dimensiones de los escenarios en los que nos moveremos. Para empezar, cada vez que iniciemos una misión se nos explicarán los objetivos principales, que irán desde entablar una conversación con alguien en especial a destruir un edificio entero, pasando por asaltar unas posiciones enemigas o simplemente reconocer el territorio. Lo destacable en War on Terror será que en todo momento se irán actualizando nuestros objetivos, por lo que podemos comenzar la partida plantando una serie de barricadas en las calles de una ciudad, para después demoler un edificio, secuestrar a un personaje en concreto, y evitar que escape de nuestras garras. Los objetivos se irán actualizando constantemente por lo que en todo momento se nos presentarán una serie de desafíos que harán que la mayoría de misiones sean de lo más trepidantes: habrá momentos en los que tengamos que proteger un área concreta mientras esperamos los refuerzos, por ejemplo. En este sentido, los objetivos secundarios nos proporcionarán más puntos para solicitar refuerzos, o nos facilitarán la tarea a la hora de afrontar algunas de las misiones principales.
La inteligencia artificial de los enemigos, no obstante, no nos supondrá un gran desafío ya que en genera, sus actitudes no serán del todo realistas. Por norma general los enemigos atacarán en masa sin preocuparse del tipo de unidades que nosotros controlemos. Si tienen suerte y sus tropas son mejores que las nuestras nos vencerán; pero sino, seremos nosotros los que masacremos a sus fuerzas sin demasiados problemas. Este hecho, sin embargo, no quiere decir que el juego resulte sencillo ya que los enemigos atacarán desde tantos frentes que al final terminaremos mareados viendo como helicópteros, tanques y coches aparecen sin cesar por nuestros alrededores. En este sentido cabe destacar la espectacularidad del juego ya que su motor gráfico nos mostrará unos entornos bien detallados que sufrirán las inclemencias de la guerra.
Como viene siendo habitual en los títulos de Montecristo, War on Terror muestra un apartado técnico más que notable en el que los gráficos y el sonido se unirán a la perfección para ofrecer una experiencia de juego lo más espectacular posible. Así, para empezar, volveremos a encontrarnos con una gran cantidad de unidades de combate, 60 en total, bien modeladas y diseñadas, encontrando grandes diferencias estéticas entre las distintas facciones. Los vehículos y edificios contarán con unas texturas bien detalladas, lo que hará que resulten de lo más convincentes. Además, los desarrolladores han apostado por la espectacularidad por lo que cada vez que solicitemos refuerzos veremos como grandes helicópteros de transportes se acercan a la zona para descargar a las tropas. Del mismo modo, las explosiones y los efectos de partículas, que serán una constante en cada una de las misiones que disputemos, destacarán por su espectacularidad; aunque provocarán más de una ralentización (cuando derribamos un edificio la nube de polvo es tan grande que el motor gráfico se resiente ralentizando la secuencia).
Los escenarios, que como decíamos destacarán por su gran tamaño, podrán ser modificados, en parte, ya sea mediante explosiones o el paso de nuestros blindados. De esta forma veremos como los tanques derriban árboles, vayas y postes de electricidad mientras avanzan por el escenario. Éstos representarán algunas de las zonas más conflictivas del mundo –Irak-, así como grandes urbes en las que los ataques terroristas son una constante –México, París, Berlín, etc.- Nuestras tropas también podrán aprovechar la inmensidad de los escenarios para cobijarse en las decenas de edificios que encontraremos, pero siempre teniendo en cuenta que en cualquier momento pueden ser derribados por los enemigos.
También los efectos climáticos –lluvias, niebla o tormentas de arena- entorpecerán la marcha de nuestras fuerzas ya que nos dificultarán mucho la visibilidad del entorno, lo que hace que las emboscadas y los ataques por sorpresa sean más frecuentes y fáciles de producirse. Por si esto no fuera suficiente, también tendremos la oportunidad de situar la cámara a ras de suelo, lo que nos facilitará una visión cercana a la de la primera persona, con el consiguiente aumento en la espectacularidad en el juego. En cuanto al apartado sonoro, War on Terror ofrecerá una buena variedad de piezas musicales que cambiarán dependiendo del bando en el que combatamos. Las voces se encuentran en perfecto inglés –los textos han sido traducidos al castellano- y el sonido de las armas y las explosiones destacarán por el realismo y la espectacularidad.
Todos estos elementos convierten a War on Terror en una propuesta de lo más interesante, que no ofrece ninguna novedad al género de la estrategia táctica, pero que sí hará que los amantes de esta vertiente de la estrategia disfruten de un buen juego. La campaña principal, con más de veinte misiones, así como el juego online gracias al cual podremos disfrutar de partidas contra hasta ocho jugadores en seis modalidades de juego distintas, mas el potente editor de niveles son algunos de los reclamos de esta nueva producción de Montecristo distribuida por Virgin Play en nuestro país.
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