Análisis Trombone Champ, ¿qué trombones es esto? (PC, Switch)
Por alguna razón, muchísimos desarrolladores y editoras piensan que la manera de alcanzar el éxito es copiar la última moda de turno, cuando lo lógico es que cientos de juegos estén haciendo lo mismo y se acaben perdiendo en un mar de clones sin ideas propias. Es por esto que, de vez en cuando, y con un poco de suerte, los desarrolladores que intentan hacer algo nuevo consiguen destacar entre esta marea. Trombone Champ es el ejemplo perfecto.
Lo primero: trombones
Trombone Champ es un juego musical que sigue una fórmula muy parecida a la de SingStar, sólo que, en lugar de usar nuestra voz para recrear las notas, utilizamos… nuestro trombón virtual. El trombón virtual se controla con el ratón, simplemente subiéndolo y bajándolo, que imita el movimiento de tocar el instrumento en la vida real, y clicando o pulsando cualquier tecla cuando queremos soplar.
La jugabilidad, como veis, no puede ser más sencilla. Como nota, y aunque hemos jugado en PC con el ratón, la mayoría del tiempo la hemos pasado jugando en Steam Deck usando el sensor de movimiento para desplazar el puntero, y aunque es menos «realista», nos ha encantado este sistema de control.
Es importante destacar que el juego tiene su estrategia, y que, por ejemplo, podemos dejar pulsado una tecla para seguir soplando, por lo que es más difícil fallar, pero también ganaremos menos puntos que si empezamos y paramos de tocar en el momento adecuado. Además, también hay un límite de oxígeno, por lo que no podemos soplan infinitamente. Las canciones, obviamente, tienen diferentes niveles de dificultad, e irán requiriendo una técnica más compleja para conseguir el rango S (que, os adelantamos ya, será necesario para desbloquear ciertas cosas).
Lo típico que se suele decir, y que no deja de ser menos cierto, es que es una jugabilidad muy accesible, pero también con la suficiente profundidad para ser divertido y adictivo a lo largo de muchas horas, sobre todo con amigos. Es esa clase de juego que puedes jugar tú solo intentando superarte o simplemente para conseguir más puntos para comprar cosas (que explicaremos a continuación) o que puedes jugar con más gente y acabar con las lágrimas saltadas de la risa.
Lo segundo: babuinos y… ¿rituales satánicos?
La parte más sorprendente de Trombone Champ es su sistema de progresión. Hay dos «monedas» toots y turds (si alguien del futuro equipo de localización nos lee, trombones y mojones), que se utilizan para desbloquear personajes, trombones y sonidos para nuestro trombón, pero nunca de una manera directa. El método principal es un sistema de cartas coleccionables. Con los toots compramos bolsas de cartas aleatorias, que podemos destruir para convertirlas en turds, o construirlas utilizando estos últimos.
No queremos contar demasiado, pero en este sistema de progresión hay varias sorpresas. El juego no nos explica nada, aunque sí nos da pistas para animarnos a interactuar con elementos que guardan secretos. Básicamente, vamos a estar jugando con estas dos monedas constantemente para conseguir desbloquear más cosas, si bien de una manera muy original que nunca sabemos por dónde va a salir. Queremos dejar claro que no es nada rompedor, pero es muy de agradecer que no hayan hecho un simple sistema de comprar con puntos y se hayan currado uno que sabe sorprender al jugador y que hace todo más adictivo y divertido. ¡Incluso hay finales secretos!
Todo esto no tendría sentido sin una buena selección de temas musicales con los que deleitar a nuestra audiencia. Ahora mismo contamos con más de 20 que incluyen tanto melodías clásicas que todos conocemos como composiciones creadas para el juego, que cubren multitud de estilos, y que son divertidísimas de tocar. El equipo de desarrollo ha anunciado ya que va a añadir más de manera gratuita, aunque no tenemos todavía fecha para las nuevas llegadas. Aparte de esto, también llegarán otras mejoras, sobre todo de cara a la interfaz para hacerlo todo más cómodo e intuitivo.
El extraño camino para convertirse en el campeón del trombón
No vamos a negar que pensábamos que Trombone Champ era un juego que había ganado popularidad por ser cómico, pero tras probarlo nos ha sorprendido muy positivamente. Sí, es gracioso, aunque también increíblemente divertido de jugar, solo o en compañía, y cuenta con un sorprendente sistema de progresión que le sienta genial para animarnos a avanzar y a picarnos con nosotros mismos parar superar nuestras puntuaciones.
Nos habría gustado ver algunas opciones más, como modos de juego competitivos, pero la verdad es que por poco más de diez euros bien merece la pena. Al menos, es algo original y capaz de sorprendernos, que es algo que muchos títulos no consiguen hacer. Desde nuestro punto de vista, a poco que os gusten los juegos musicales y no os importe que todo gire en torno al humor, os animamos a probarlo. Nosotros, lo mejor que os podemos decir de él, es que vamos a seguir jugándolo después del análisis.
Hemos realizado este análisis en PC y en Steam Deck con un código de descarga proporcionado por Holy Wow.