Análisis The Pedestrian, cuando las señales no marcan el camino (PC, Xbox Series X/S, PS4, PS5, Xbox One, Switch)
La expansión de la escena independiente ha sido una auténtica bendición para muchos géneros, y el género de los puzles es uno de los que se ha visto más beneficiados. Desde Braid hasta las mil y una aventuras de puzles en primera persona, los que disfrutamos poniendo a prueba nuestra materia gris tenemos un enorme catálogo con cientos de opciones entre las que elegir. Hoy estamos de enhorabuena, porque ese catálogo no ha hecho más que sumar otro fantástico exponente, un título original en todos sus aspectos, que nos ha atrapado de principio a fin.
Sigue las señales
The Pedestrian es un juego de puzles con un pequeño componente plataformero, en el que controlamos al típico muñeco con forma humana que podemos encontrar en señales como las de salida de emergencia o los semáforos. Nuestro objetivo es conducirlo por diferentes tipos de señales –ya sean carteles de advertencia, planos o pizarras de un bar– hasta la salida, algo que, sobra decir, va a ser mucho más difícil de lo que suena. El concepto básico gira en torno a que cada puzle suele estar compuesto de varias señales que tenemos que conectar para poder encontrar el camino. Cada una tiene diferentes entradas y salidas (puertas y escaleras, generalmente) que tenemos que conectar trazando líneas entre ellas y, generalmente, tendremos que mover las señales para poder trazar estas líneas.
Por ejemplo, las puertas a la derecha de una señal sólo se pueden conectar con las puertas que estén a la izquierda de otra, y las escaleras en la parte de abajo de una señal sólo se pueden conectar con las escaleras en la parte de arriba de otra. Esto añade una fantástica capa de complejidad que funciona genial y que, de paso, sirve para dar variedad, ya que hay puzles en los que no podremos mover las partes que lo componen y tendremos que solucionarlo con esta nueva limitación en mente.
Una vez que usamos una puerta o una escalera no podremos borrar la línea que la conectaba, pero sí que podremos seguir moviendo las piezas y dibujando nuevas líneas, algo que sirve para ir añadiendo más y más dificultad según avanzamos.
Y es que ésa es una de las grandes virtudes de The Pedestrian: sabe introducir nuevas mecánicas constantemente para crear esa sensación de progreso y aumentar con mucho acierto la dificultad de manera orgánica. A la fórmula se añaden objetos que tenemos que recoger, palancas que tenemos que activar, trampolines sobre los que saltar y muchos otros elementos que van sumando nuevos ingredientes a la receta. Esto hace también que cada "nivel" (por llamar de alguna manera a cada grupo de misiones, ya que no hay niveles como tal) sea más exigente, y vaya requiriendo más y más paciencia. Queremos avisar de esto porque aunque pueda parecer un juego ágil, según vamos avanzando hay puzles que requieren mucho ensayo y error, y en los que vamos a tener que invertir una buena cantidad de tiempo. Es difícil ponerle una duración a un juego de puzles, pero digamos que no es muy largo; a nosotros nos ha durado algo menos de cinco horas.
Un paseo por la ciudad
Uno de los puntos fuertes de The Pedestrian es su puesta en escena. En él recorremos una gran urbe norteamericana en un plano secuencia, yendo desde las alcantarillas hasta los carteles de los edificios, pasando por el metro y, por supuesto, las señales de tráfico. Es un acercamiento audiovisual tan sencillo como efectivo, que complementa la jugabilidad con muchísimo acierto. Aun siendo algo meramente estético, las transiciones entre zonas, o cómo aprovecha el entorno para justificar los puzles es digno de elogio. Para ilustrar esto, podemos mencionar algunos puzles en los que no podemos mover las partes que lo componen, y el escenario acompaña la mecánica atornillando las señales o clavando los papeles a un corcho con chinchetas. Sin pequeños detalles que nos han gustado mucho.
De igual modo, nos ha gustado su acercamiento minimalista, sin textos en pantalla, donde hasta las opciones se representan con iconos. Sí que hay algún texto en opciones como "informar de un error", pero podemos pasarnos el juego y configurarlo sin pasar por menús tradicionales. De igual modo, la música se convierte en una tranquila compañía que aporta su granito de arena a la experiencia. Una pequeña nota que queríamos añadir es que nos hemos encontrado de vez en cuando con dos errores un poco extraños al inicial el juego: la falta de música y no reconocer ni el mando ni el teclado y, obviamente, no poder jugar. Ambos se solucionaban con tan sólo un reinicio, pero esperemos que se solucione más pronto que tarde.
Original, atractivo e interesante
The Pedestrian es un título que cualquier fan de los puzles debería probar. Nos parece un título original, que recurre a mecánicas que pueden resultar similares a las de títulos como Framed o incluso Exit, pero que se ejecutan de manera única. A esto, además, hay que añadirle un excelente apartado audiovisual, que nos resulta muy atractivo y que complementa con mucho acierto la jugabilidad. No es el juego más largo, pero preferimos un título de entre cuatro y cinco horas (con un precio acorde, como en este caso) que está constantemente introduciendo nuevas ideas y nuevos desafíos a uno de 20 que repite los mismos puzles una y otra vez.
Hemos realizado este análisis en PC con un código de descarga proporcionado por Skookum Arts.