Análisis de Strike Suit Zero (PC)
Kickstarter se ha convertido sin lugar a dudas en la fuente de financiación de muchos estudios para llevar a cabo juegos que de otro modo nunca habrían visto la luz. Además de mantener todo el control creativo del proyecto, esto también les permite comprobar el nivel de expectación que hay en torno al título que quieren crear, por lo que las ventajas que ofrece el crowdfunding son más que evidentes. Por ello, no es de extrañar que Born Ready Games decidiera recurrir a la comunidad de jugadores para financiar Strike Suit Zero, un juego dispuesto a resucitar los simuladores de batallas espaciales (aunque con una orientación de su jugabilidad puramente arcade), género que lleva años sin levantar cabeza a pesar de su popularidad en los años 90.
Dogfights transformables
El juego nos sitúa en el año 2299, presentándonos una era en la que la humanidad se ha expandido por el espacio y lo ha colonizado.
Sin embargo, tras descubrir unos restos alienígenas, esta se ha dividido en dos facciones (Coloniales y United Nations of Earth) y se encuentra en guerra, por lo que nos tocará defender la Tierra como uno de los pilotos de la U.N.E.
El desarrollo del argumento no es especialmente original ni tampoco demasiado sorprendente, pero consigue mantenernos enganchados e interesados en todo momento, planteando varias incógnitas y giros argumentales que nos invitarán a seguir jugando para saber lo que va a ocurrir a continuación.
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, tendremos que superar 13 niveles cumpliendo los objetivos que se nos vayan indicando en cada momento. Por desgracia estos no son demasiado variados y generalmente consisten en proteger otras naves o cruceros espaciales, destruir blancos específicos o acabar con todos los enemigos que salgan a nuestro paso. Además de los objetivos principales también se nos darán algunos opcionales para aumentar nuestra puntuación.
En total tendremos que pilotar cuatro tipos distintos de naves, cada una de ellas con unas características muy bien definidas. Así por ejemplo, los interceptores son especialmente útiles en las dogfights, ya que son muy ágiles y maniobrables. Sin embargo, la estrella del título es sin duda alguna el Strike Suit, el vehículo que da nombre al juego. Esto se debe a que no se trata de una simple nave más, ya que cuenta con la capacidad de transformarse en una especie de mecha.
Gracias a esto, la jugabilidad gana enteros, ya que nos permite desarrollar muchas más estrategias en el campo de batalla y nos obliga a adaptarnos a cada situación. Cuando nos transformamos nuestra potencia de fuego se dispara exponencialmente, nos permite realizar esquivas e incluso podemos fijar varios blancos simultáneos para lanzar nuestros misiles (con el resto de naves solo podremos fijar un único blanco antes de dispararlos), aunque claro, esto tiene un coste. La forma de mecha no es ilimitada y necesitaremos matar enemigos y destruir blancos para rellenar una barra de energía que nos permitirá usarla, aunque no tiene por qué estar completa para hacer el cambio y una vez transformados podremos revertirla para ahorrar lo que nos sobre.
También tenemos que mencionar que las naves son personalizables y podremos escoger nuestra combinación de armas tanto principales como secundarias, algo que nos permitirá adaptarnos un poco mejor a cada misión. Además, si en las misiones completamos unos objetivos concretos, conseguiremos una mejora para nuestra nave. Estos pueden ir desde que no perdamos ninguna nave aliada en el transcurso de la misión o destruir a un determinado número de blancos específicos.
Cada tipo de enemigo nos obligará a cambiar nuestras estrategias y a buscar sus puntos débiles, algo que añade cierta variedad a los enfrentamientos. Tenemos que destacar especialmente los combates contra los grandes cruceros, donde iremos acabando con ellos poco a poco, destruyendo sus defensas, cañones, torretas, etcétera. Con esto los iremos dejando inutilizados gradualmente hasta que los podamos destruir con garantías.
En cuanto a los controles, estos responden bastante bien tanto si usamos mando como si preferimos el combo de teclado y ratón. Probablemente nuestra habilidad más importante será la de marcar blancos, ya que cuando lo hagamos siempre tendremos un indicador en pantalla diciéndonos donde está, a cuanta distancia, sus niveles de escudo y su armadura. Para marcarlos tendremos dos teclas: una fijará al que tengamos de frente en nuestra línea de visión y el otro al más cercano.
Una vez con el blanco fijado, nuestra mirilla de disparo se pondrá en rojo cuando lo tengamos a tiro y aparecerá un pequeño círculo al que tendremos que apuntar para impactar sobre nuestro objetivo. De esta forma se facilita mucho la labor de apuntado y se agilizan los combates, por lo que se agradece la inclusión. Otro de nuestros recursos más valiosos serán las descargas EMP, las cuales nos permitirán desviar los misiles que nos lancen si la usamos en el momento justo (escucharemos un pitido cuando nos persiga uno y veremos en pantalla un indicador de su proximidad).
Respecto a la vida, Strike Suit Zero cuenta con un sistema de salud mixto. Por un lado tendremos nuestros escudos, los cuales se regenerarán pasado un tiempo sin recibir daño. Una vez caigan estos, nuestro blindaje será el que comience a sufrir los impactos enemigos, por lo que nos interesará alejarnos un rato de la batalla para recuperarnos, ya que este no se regenerará y una vez que llegue a cero la nave explotará. También tenemos que señalar que no se trata de un juego fácil. Su nivel de dificultad suele tirar por lo alto y cuenta con algunos picos puntuales muy intensos que os harán sudar bastante para salir airosos, así que preparaos para afrontar un reto más que digno y satisfactorio.
En cuanto a sus aspectos negativos (además de la falta de variedad de objetivos ya mencionada), el diseño de niveles resulta algo irregular, ya que las pantallas en las que nos toca pilotar otras naves que no sean el Strike Suit palidecen ante la intensidad y espectacularidad que nos ofrecen las del mecha transformable. A pesar de que buscan ofrecer algo de frescura al desarrollo, lo único que consiguen es que queramos pasarlas rápido para volver a manejar el Strike Suit. Con esto no queremos decir que sean malos niveles, aunque no llegan al nivel del resto.
Los tutoriales también podrían mejorarse, ya que muchas veces estaremos en mitad de una importante conversación mientras van saliendo los mensajes que nos indican cómo jugar, por lo que o prestamos atención a una cosa o a la otra. Finalmente, decir que su duración podría ser mayor, ya que superar la aventura nos llevará entre 5 y 8 horas (dependiendo del nivel de habilidad de cada uno) y no hay multijugador, aunque los más completistas encontrarán el aliciente de rejugar cada pantalla para sacarse la máxima puntuación y todas las mejoras de las naves.
Gráficamente no explota ni por asomo las posibilidades de un PC actual (de hecho, algunos efectos gráficos como el de las explosiones y las destrucciones de naves son bastante discretos), pero se trata de un juego muy llamativo a nivel visual. A pesar de que siempre combatimos en el espacio, los fondos suelen aportar cierta variedad muy bien recibida, con distintos planetas, paleta de colores, etcétera. Incluso tendremos que superar varias secciones en mitad de algunas nebulosas (donde no podremos usar misiles) en las que apenas veremos nada con un efecto de niebla muy conseguido.
Pero donde destaca especialmente en este apartado es sin duda en el diseño de las naves, empezando por el propio Strike Suit, el cual es sencillamente sensacional y todo un regalo para la vista para cualquier fan del género. Esto se explica fácilmente cuando nos damos cuenta de que todos estos diseños han corrido a cargo de Junji Okubo, conocido especialmente por haber participado en Appleseed: Ex Machina y Steel Battalion.
También tenemos que destacar la espectacularidad que se consigue en algunas batallas, donde veremos gigantescos cruceros lanzando rayos, torpedos y cañonazos de todo tipo mientras decenas de naves combaten simultáneamente en pantalla a la vez que nos sumergimos en el combate transformados y destruyendo enemigos uno detrás de otro.
En lo que respecta al sonido, el título cuenta con una buena banda sonora que encaja perfectamente con todo lo que vemos en pantalla, dándole el tono épico que necesita en los momentos oportunos, aunque podría ser algo más variada. El doblaje mantiene un buen nivel, aunque las voces están solo en inglés. En la versión de prensa a la que hemos tenido acceso, los textos de pantalla se encuentran únicamente en la lengua de Shakespeare, aunque cuando se ponga a la venta mañana en Steam se espera que llegue con los subtítulos traducidos al castellano.
Conclusiones
Strike Suit Zero supone un soplo de aire fresco en el mercado actual, tan necesitado de juegos de este tipo. A pesar de que no es perfecto, consigue divertir, aportar novedades como el Strike Suit y ofrecernos un buen desafío repleto de acción y con pocos momentos de respiro. Puede que su duración sea algo escasa, que no sea demasiado variado y que algunos niveles no estén a la altura del resto, pero su diseño de naves, la espectacularidad de sus batallas, su interesante argumento y su bajo precio hacen de él una compra muy recomendable para todo aquel que quiera volver a experimentar la adrenalina y la emoción de ser la pieza clave en un enfrentamiento espacial a gran escala.