Análisis SLUDGE LIFE 2, de vuelta al lodo, pero ahora de arriba a abajo (PC)
El arranque de Sludge Life 2 es prácticamente idéntico al del primer juego, pero con una diferencia fundamental: mientras que en el anterior teníamos que arrastrarnos por el lodo para salir del contenedor en el que vivíamos, aquí tenemos que arrastrarnos para pasar por debajo de un mueble de la habitación del hotel que reventamos anoche mientras estábamos de borrachera con nuestro popularísimo grupo de rap. En ambos casos nos tiramos por el suelo antes de comenzar a jugar y explorar el mundo abierto, pero la diferencia entre las dos situaciones es palpable y deliberada.
Secuela inesperada
Terri Vellman y Doseone, creadores de este juego que llega de nuevo editado por Devolver Digital, han creado una secuela de Sludge Life donde muchos no sabríamos verla. Manteniéndose fieles a su propuesta original (grafitis, fotos, exploración urbana y personajes estrafalarios), aprovechan este segundo juego para hablar de nuevos temas desde una perspectiva diferente. Todo tiene, eso sí, un mismo telón de fondo: una mirada crítica, ácida y mordaz al capitalismo más sucio y rastrero, pero ahora desde un arranque diferente que nos sitúa en las altas esferas (literalmente) para animarnos a volver al lodo.
Al igual que en el primer juego, el objetivo principal de Sludge Life 2 es explorar el mundo que nos rodea charlando con los peculiares personajes que nos vamos encontrando por el camino y descubriendo nuevos secretos, situaciones y rincones en los que firmar.
Hay una excusa que nos sirve como meta inicial (encontrar a nuestro amigo, perdido tras una noche de parranda) sin llegar a ser obligatoria en ningún momento; de hecho, es muy fácil ver los créditos finales del juego teniendo todavía mucho por hacer.
La ciudad y sus gentes, protagonistas del juego
Lo importante aquí, y en lo que los autores del juego vuelven a demostrar su genialidad, es el propio hecho de patearse una ciudad con los cimientos en el lodo: Sludge Life 2 se erige como una postal pesimista y cínica del capitalismo más gris que se pueda imaginar, un lugar de cosas rotas, calles sucias y caras largas. De fondo, sin embargo, hay un humor que oscila entre lo escatológico (vuelve el botón para tirarse pedos) y lo mordaz. Este juego no tiene reparos en plantarte una frase reflexiva sobre las pésimas condiciones laborales en las que nos movemos mientras a su lado un compañero prepara anos de cigüeña, la última moda gastronómica entre los ricos. Y eso lo hace maravilloso.
Esa idea de explorar la ciudad a fondo, hablando con sus habitantes, sacando fotos, firmando en paredes y buscando secretos -es decir, la fórmula original del primer Sludge Life- está exprimida aquí al máximo. Hay muchas más escenas, situaciones más delirantes y un grado de interacción mayor. También hay nuevas mecánicas de movimiento que favorecen una relación más profunda y controlada con el entorno. Quizás también haya más objetivos, lugares que recorrer y, en general, cosas que hacer, aunque es tan difícil como innecesario cuantificar esto.
Un derroche de estilo audiovisual
Por supuesto, nada de esto se sostendría sin todas las decisiones estilísticas que hacen de Sludge Life 2 un videojuego único. Pocos se atreven a establecer un mundo tan carismático como este, en el que se exageran las formas, los colores y las animaciones de los personajes que viven en él. Es un juego que no tiene miedo a retorcerse y buscar nuevas formas de sorprendernos con un acabado artístico incomparable; tanto a nivel visual como sonoro, ojo, porque de nuevo la banda sonora de esta entrega es de las de ponerse en bucle mucho después de haber acabado de jugar.
Conclusiones
Se hace raro hablar de Sludge Life 2 como una secuela tan estrictamente secuela: tanto el primero como el segundo son juegos tan irreverentes e innovadores que poner en valor su más y mejor parece desmerecer el resto de virtudes de su propuesta. Todo lo contrario, en realidad, porque clavar otra vez una experiencia tan buena como esta sólo se consigue si se tienen muy claras las intenciones que buscas transmitir, además de un manejo especialmente brillante de las posibilidades del medio interactivo. Si es como el primero, pero mejor y más grande… ¡menudo logro!
Hemos realizado este análisis en PC con un código para Steam proporcionado por Cosmocover.