Análisis de Shadowrun (PC, Xbox 360)
En un futuro no muy lejano dos grandes facciones luchan a muerte por el control de unos artefactos arcanos situados en la región de Santos, Brasil. Unos, como la corporación RNA, con el único fin de ampliar su poder sobre el mundo; otros, con el objetivo claro de impedir que esta terrible organización se haga con el control total del planeta. Con estos dos bandos en liza dará comienzo este divertido y frenético nuevo juego de FASA que se ha convertido en el primer título que permite el juego online entre usuarios de PC y Xbox 360. Sin embargo, y pese al notable sistema de juego con el que nos encontraremos, Shadowrun destaca también por una serie de aspectos que le restan cierto atractivo en su conjunto global.
Como decimos, en esta creación de FASA habrá cuatro tipos de personajes distintos, cada uno de los cuales tendrá unas condiciones físicas y aptitudes mágicas distintas a las del resto. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros juegos del estilo, estas diferencias no estarán referidas únicamente a nuestra función en el campo de batalla, ni limitarán el empleo de determinadas armas o poderes mágicos. En Shadowrun todos los jugadores, independientemente del tipo de personaje que controlen, podrán hacer uso de todas las armas, poderes mágicos, y avances tecnológicos sin ningún tipo de problema, salvo los derivados de las aptitudes de cada tipo de personaje. Y es que lógicamente, cada una de las cuatro unidades a escoger, humanos, trols, enanos y elfos, estarán más o menos capacitadas para realizar determinadas acciones, lo que nos obligará antes de saltar al campo de batalla a decidir qué estilo de juego vamos a desarrollar para escoger al personaje en consonancia.
En este sentido, antes de adentrarnos en la experiencia online podremos completar seis tutoriales, muy explicativos y prácticos, en los que se nos presentarán a los cuatro personajes en cuestión y se nos explicará el funcionamiento de la experiencia Shadowrun, que como decíamos será diferente a lo visto hasta el momento en el género. Para empezar, en pantalla nos encontraremos con dos marcadores que vendrán a representar nuestro nivel de salud y nuestro potencial mágico. En el primero de los casos, lógicamente, conforme recibamos daños esta barra disminuirá hasta llegar a su fin, momento en el que quedaremos tendidos en el suelo a expensas de que uno de nuestros aliados, equipado eso sí con el conjuro de resurrección, nos salve la vida; o que uno de los rivales termine el trabajo y nos remate. Dependiendo del tipo de personaje que llevemos el índice de daño que recibamos será mayor o menor, teniendo que tener muy claro este dato a la hora de plantear nuestro estilo de juego: un trol puede ser temible con escopetas en pequeños pasadizos ya que resisten como nadie el daño, pero un elfo en estas situaciones será realmente inútil ya que su resistencia será mucho menor. En este último caso, estas unidades sanarán sus heridas de forma automática, lo que las convierte en adversarios temibles si saben emplear adecuadamente una serie de hechizos y armas como el humo y la katana.
En lo referente a las aptitudes mágicas de cada personaje, cada vez que empleos un hechizo, o usemos determinados artilugios de la avanzada tecnología con la que contaremos, esta barra descenderá. Dependiendo del tipo de personaje, la barra será más o menos grande, y la recuperación de la misma será más o menos lenta. También, habrá conjuros o herramientas que al ser empleados mantendrán un uso constante de un determinado nivel de esferas mágicas, como sería el caso cada vez que invoquemos a un demonio o resucitemos a un compañero de equipo. En ambas situaciones, observaremos como en la barra de energía una serie de esferas dejarán de estar activas, lo que lógicamente nos condicionará mucho a la hora de seguir avanzando en la partida. Del mismo modo, podemos equipar a nuestro protagonista con tecnología punta, como un sistema de visión mejorado que localice a los enemigos y evite el fuego amigo, y que del mismo modo bloqueará una serie de esferas mágicas.
Con todo esto, la variedad de hechizos, sin ser excesivamente alta, sí resulta de lo más destacable puesto que todas estas habilidades, en manos de gente experta, pueden ser igual de terribles. En este sentido, nos encontraremos con hechizos como el de la resurrección, que además ha sido resuelto de una forma brillante, ya que el jugador que haya sido resucitado quedará ligado a su salvador, por lo que en caso de que éste muera, comenzará a desangrarse hasta morir. Solamente salvará la vida si se queda bajo la protección de los árboles de la vida, que podremos invocar y que sanarán automáticamente las heridas de todos los jugadores de la partida (no sólo los de nuestro bando), o si otro jugador le lanza el hechizo de resurrección quedando ambos también unidos (el que resucita siempre verá reducida su capacidad mágica al tener que mantener activo el hechizo).
También destaca sobremanera el conjuro de teletransportación, que nos permitirá avanzar ocho metros instantáneamente en cualquier dirección, incluyendo arriba y abajo, atravesando paredes y demás obstáculos. De este modo, por ejemplo, podemos encontrarnos de frente con unos enemigos en medio de un pasillo y ante el peligro, usar el conjuro para descender un nivel de forma instantánea dejando a los rivales con las ganas de pegarnos un tiro. También nos encontramos con la magia de humo, que permitirá al jugador perder su apariencia física para evitar los daños, aunque una ráfaga de viento podrá dañarle y quitarle el poder; o el conjuro de estrangulación, que nos permitirá crear una barrera mágica que ralentizará la marcha de los rivales y nuestros propios aliados (perfecta para defender las posiciones). En situaciones como esta última, la figura de los enanos resulta vital ya que serán capaces de absorber el poder mágico de los demás jugadores al acercarse a los mismos, y la energía de este tipo de trampas que resultarán inútiles ante estos personajes en concreto.
Otro de los conjuros más espectaculares se trata de la invocación que nos permitirá convocar a una criatura demoníaca que podrá defender una zona marcada por nosotros mismos, o perseguir a un objetivo en concreto hasta destruirlo. En el primero de los casos la criatura se mantendrá unida al mundo terrenal, restándonos a nosotros una cantidad determinada de energía, hasta que muera; mientras que en el segundo de los casos una vez haya cumplido su divertida misión, aunque no cuando somos nosotros el objeto de su ira, volverá al lugar desde el que surgió.
De nuevo en estos casos, los enanos resultarán especialmente efectivos contra estas criaturas ya que acercándose un poco, evitando eso sí las zarpas del demonio, podrán eliminarlos rápidamente absorbiendo toda su energía. Pero como decíamos, la tecnología también será progatonista en el juego, no ya sólo por las prototípicas armas con las que nos encontraremos (fusiles, rifles de precisión, escopeta, pistola, lanzacohetes…), sino también por toda una suerte de ingenios que nos permitirán afrontar cada batalla de diversas formas.
Tal vez una de las herramientas más populares sea la del planeador, que nos permitirá recorrer largas distancias desde las alturas mientras disparamos a los rivales. Pero también contaremos con técnicas como la de la visión aumentada, que nos permitirá localizar a los enemigos tras las paredes, trampas como los generadores de antimagia, que consumirán toda la energía de los jugadores que pasen por su radio de alcance, o una mejora para potenciar nuestros reflejos, lo que nos permitirá ser más rápidos y, en caso de llevar equipada la katana, desviar los disparos enemigos. En lo referente a esta atípica arma, los usuarios que la lleven equipada (cabe destacar que solamente podremos llevar dos armas de fuego a la vez) si cogen desprevenido a un enemigo podrán asestarle un golpe mortal que le provocará una hemorragia tan grave que morirá a los pocos segundos, siempre que el rival no logre guarecerse bajo un árbol de la vida.
Por lo tanto, como vemos, las posibilidades de juego son enormes pudiendo desarrollar todo tipo de estrategias de combate en colaboración con los miembros de nuestro equipo, lo que sin duda convierte a Shadowrun en uno de los juegos de acción multijugador más divertidos y frenéticos del momento. Sin embargo, como explicábamos al principio del artículo, el arsenal de armas, que compraremos antes de cada partida con el dinero que obtengamos en las diversas rondas de batalla, resulta algo escaso en comparación con otros títulos del género; y lo mismo ocurre con los escenarios, que a todas luces son escasos, máxime cuando que hablamos de un título dedicado exclusivamente a las partidas online. Por lo tanto, pese a que la mecánica de juego resulta francamente divertida, el hecho de combatir una y otra vez en los mismos escenarios, de los que hablaremos a continuación, le restan un notable atractivo al producto final.
Y el hecho de contar con un sistema de control tan bien implementado en consola permite que las partidas contra los usuarios de PC, que se desarrollarán con una fluidez bastante notable, resulten de lo más apasionantes. Sobre todo porque los escasos escenarios en los que combatiremos serán bastante amplios en todos los sentidos: habrá montones de zonas al aire libre, túneles bajo tierra, torres para francotirador, plataformas elevadas desde las que lanzarse con los planeadores, etc. Si a esto le sumamos todos los elementos relacionados con las armas y las habilidades de cada personaje, nos encontramos con batallas tan frenéticas y apasionantes que un mal sistema de control se cargaría toda la experiencia de juego. Por lo tanto, en este sentido, el trabajo llevado a cabo por FASA resulta encomiable.
Tampoco podemos obviar los buenos efectos de luces y determinados detalles gráficos como las humaredas que levantaremos si no dejamos de disparar sobre una posición determinada, o la distorsión que provocará el calor. Sin embargo, las texturas y el modelado de los personajes no llegarán al nivel de otros juegos del género, así como también nos encontraremos con una serie de animaciones bastante pobres para los tiempos que corren. En este caso nos referimos a la forma de subir las escaleras de cada personaje, que lo harán como si estuvieran corriendo hacia la pared. Por lo tanto, ni en Xbox 360 ni en PC se convertirá en una referencia a nivel gráfico. Tampoco así a nivel sonoro, aunque también volvemos a encontrarnos con un apartado notable, con unos buenos efectos a la hora de representar los diversos disparos y explosiones, o el andar sobre las distintas superficies sobre las que avanzaremos. Además el juego cuenta con un doblaje de gran calidad.
En definitiva, estamos ante un buen título de acción multijugador con un sistema de juego realmente divertido, pero que se queda corto en lo referente a las opciones de juego ya que nos encontraremos con el clásico duelo a muerto, capturar la bandera, y asalto, que nos obligará a proteger nuestra posición, o arrebatarle el artefacto al bando defensor en caso de ser nosotros el equipo atacante, lo que está lejos de lo esperable en un título dedicado exclusivamente al juego a través de Internet (los bots no supondrán un gran desafío). También se echan en falta una mayor cantidad de escenarios de batalla, ya que aunque los actuales resultan de lo más divertidos, a la larga puede resultar algo cansino repetir una y otra vez en el mismo campo de batalla. Tampoco podemos obviar que el juego en su versión PC requiere de Windows Vista, lo que sin duda perjudicará a un gran número de usuarios que hasta el momento no han cambiado de sistema operativo. Por lo tanto, una serie de decisiones y errores, la mayoría derivados de la falta de variedad, echan por tierra un planteamiento jugable a todas luces fantástico. Una lástima, porque las batallas que se pueden llegar a formar entre usuarios de PC y Xbox 360 resultan en más de una ocasión antológicas.