Análisis de Samorost 3 (PC, Android, iPhone)
El estudio checo Amanita Design se dio a conocer en 2009 con Machinarium, una genial aventura gráfica protagonizada por un encantador robot, con la que demostraron a todos sus talento. Tres años después confirmaron que este juego no había sido un golpe de suerte con el precioso Botanicula, pero antes de todo esto ya habían experimentado en el género con mucho acierto, y habían llamado la atención en la escena más independiente.
Su primer juego fue Samorost en 2003, una aventura gráfica para navegadores que apenas dura 15 minutos (y que podéis probar aquí gratuitamente), que les sirvió para establecer las bases de lo que después realizarían de manera más ambiciosa. En 2005 lanzaron Samorost 2, un juego un poco más grande, esta vez ya de pago y que dura aproximadamente una hora, y ahora retoman esta saga con la que se iniciaron en el mundo de los videojuegos con Samorost 3, su proyecto más ambicioso hasta la fecha, y un rotundo acierto.
Si ya habéis disfrutado anteriormente de un juego de Amanita Design os podéis hacer una buena idea de lo que os vais a encontrar, una aventura gráfica con una jugabilidad minimalista, que nos invita a experimentar con el escenario sin dar más explicaciones, y donde se nos cuenta una sencilla historia a través de las imágenes, y esta vez también con el sonido, que tiene un papel fundamental en Samorost 3.
Tenemos que guiar al danzarín duende protagonista a través de varios planetas muy extraños y de un tamaño bastante reducido, mientras vamos cumpliendo una serie de objetivos para poder llegar a la siguiente localización. Al principio de la aventura nuestra misión está bastante clara, tenemos que fabricar una nave para poder salir de nuestro planeta tal, recogiendo diferentes partes. Pero más adelante no volveremos a tener tan claro qué tenemos que hacer en cada momento, y hay que tomárselo con calma y experimentar con los bonitos escenarios, llenos de elementos y detalles.
El hecho de no tener nunca demasiado claro nuestro objetivo en cualquier otra aventura gráfica podría ser un defecto, pero en Samorost 3 es el núcleo de la experiencia, nos invitan a tocar todo y comprobar qué ocurre. A veces basta con pinchar una vez, a veces hay que hacerlo varias veces, otras hay que tocar y arrastrar, y poco a poco van surgiendo los puzles, desde los más clásicos y obvios, a otros más extraños y originales, en los que a veces no sabemos muy bien qué es lo que estamos haciendo, o qué intentamos conseguir.
En esta ocasión tenemos un inventario clásico, en el que vamos añadiendo objetos que podemos utilizar en diferentes puntos de los escenarios para resolver puzles, y al principio de la aventura conseguimos un instrumento musical que es una de las claves del argumento, y que nos deja claro que la música y los ritmos nos van a acompañar a lo largo de todo el juego, que cuenta con un apartado sonoro exquisito.
Tocando objetos o criaturas de los escenarios surgen notas musicales, y esto nos suele dar pistas de que si lo hacemos en el orden o tempo adecuado puede pasar algo. No temáis los que no tenéis buen oído como se suele decir, nunca llega a ser demasiado exigente con los puzles musicales, y de hecho muchos de ellos, los más complicados, son opcionales. En Samorost 3 hay una serie de rompecabezas que tenemos que resolver de manera obligatoria para poder seguir avanzando en la historia, pero luego muchos de ellos son opcionales, obteniendo a cambio logros, algunos bastante curiosos.
Algunos de los puzles más tradicionales nos han parecido simplemente geniales, y relativamente originales para tratarse de un género tan trillado en el que es prácticamente imposible sorprender, y luego ha habido rompecabezas que los hemos resuelto de chiripa, componiendo una alegre melodía a base de experimentar. Es una aventura de una dificultad media tirando a alta, pero nunca demasiado hostil. De manera muy curiosa incluye un peculiar libro de pistas, que para poder usar en cada localización antes tenemos que resolver un puzle, una buena idea para que no lo miremos por un error o en un arrebato de desesperación.
Entre sus mayores defectos está que a veces nos hemos atacado por pequeñas trampa del género, como un objeto que podíamos arrastrar o mover de una manera determinada y no lo sabíamos, o una acción que había que repetir varias veces sin haber recibido ninguna pista sobre ello, algo que molesta un poco. Pero en cualquier caso Samorost 3 nunca es frustrante, es un juego tan bonito y simpático, con tanta vida y frescura, que es imposible enfadarse con él, se le perdona todo.
Se puede completar en unas cinco o seis horas, dependiendo de lo atascado que te quedes en alguno de sus rompecabezas, pero lo mejor que puedes hacer con esta aventura es saborearla y jugarla con calma, descubriendo todos los secretos que ofrecen los escenarios, que son muchos. Lo que menos nos ha gustado sin duda es su planeta final, donde esperábamos los puzles más desafiantes y elaborados, y nos hemos encontrado con todo lo contrario. Un pequeño patinazo al final de un juego que es redondo hasta entonces, pero que no consigue estropear la percepción de una aventura que se disfruta muchísimo de principio a fin.
Amanita Design se toma su tiempo para cada juego, han pasado ya cuatro años desde Botanicula, pero es algo que se nota en cada detalle de la aventura, cuidadísima audiovisualmente. Los gráficos son preciosos, con unas animaciones excelentes y lo que es más difícil, con una dirección de arte que derrocha originalidad y personalidad. Y el sonido como ya hemos comentado es una delicia, con una banda sonora genial, con unas melodías tan enigmáticas y extrañas como los parajes que recorres, que se integra perfectamente en la jugabilidad, y que hasta tiene un papel importante en lo narrativo.
Amanita vuelve a demostrar su talento
Nos encanta lo que hace este estudio, y no nos importará esperar otros cuatro años si nos vuelven a ofrecer una aventura tan cuidada y con tanta personalidad como esta. Un juego precioso y que derrocha encanto, algo que no podemos decir demasiadas veces a lo largo del año, y si ya te gustaron anteriores obras de Amanita Design, o simplemente te atraen las aventuras gráficas más experimentales y centradas al 100% en la resolución de cabezas, tienes que probarlo. No es perfecto, pero nos hemos sentido como un niño pequeño cada segundo que hemos pasado en el fascinante mundo de Samorost 3.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Amanita Design.