Análisis de Phantom Doctrine (PC, Switch, Xbox One, PS4)
Si has jugado a XCOM las comparaciones con Phantom Doctrine son inevitables. El estudio polaco CreativeForge ha creado un juego de estrategia con toques de terror ambientado en una distopía de la larga Guerra fría; cambios en temática pero que en el fondo no esconden que está muy cerca de la fórmula de, por ejemplo, XCOM 2. Y eso es bueno.
Esta época es el marco perfecto para una aventura de espías, conspiraciones y tejemanejes que podrían hacer saltar por los aires la débil paz mundial. Eso es precisamente a lo que se enfrenta la organización secreta que lideramos: impedir que un conflicto enfrente a las naciones más poderosas del mundo, interrogando, localizando archivos clasificados o participando en misiones sin dejar rastro oficial.
Hay muchas películas con estas historias y unos cuantos videojuegos, pero generalmente siempre enfocados a la acción en tercera persona. Aquí veremos todos estos eventos, pero desde un punto de vista táctico, midiendo mucho cada decisión y participando de la visión global del conflicto.
Al inicio tenemos dos opciones: el bando de la CIA o en el KGB, a la que se suma otra facción terminando alguna de esas campañas. En cuanto a la mecánica, no es muy diferente a la mayoría de juegos tácticos por turnos. Se nos da un objetivo principal y en ocasiones otros secundarios, y vamos desplazando nuestras unidades - con propiedades diferentes- por la cuadrícula del escenario dentro de un área delimitada. El principal aspecto novedoso es una estadística de percepción que se utiliza para las habilidades especiales y como defensa para reducir el daño recibido, que en esencia elimina casi por completo el componente de azar de otros títulos.
En nuestro turno podemos tomar el camino más corto o estudiar primero habitaciones cercanas que quizás nos ayuden a desactivar cámaras, conseguir documentos, neutralizar enemigos que más tarde supondrían un problema o estudiar la ruta de cada patrulla para evitar que nos descubran en plena fechoría; las alarmas suelen complicar mucho la partida. También hay opciones curiosas, como activar a agentes durmientes que pasarán a nuestro control, con la ventaja de moverse más libremente entre las filas enemigas.
Respecto a la inteligencia artificial, a veces no es todo lo perfecta que podría ser. Aunque quizás tenga más que ver con la intención de no complicárselo en exceso al jugador, en muchas ocasiones podrás pasar extremadamente cerca de tus enemigos y apenas se darán cuenta de tu posición si no te cruzas por delante de sus narices. Rompe un poco la credibilidad de la partida. También el tiempo de espera en los movimientos de turnos enemigos se hacen un poco largos, un inconveniente en los mapas con abundantes personajes.
Por supuesto, cada ataque o acción importante supone un coste que limita nuestros movimientos, hackeos o acciones ofensivas, así que el sigilo se impone casi siempre como la opción prioritaria –lo cual encaja muy bien con la historia y la tensión de cada localización-. Eso sí, también encontraremos misiones con una confrontación mucho más directa en las que será necesario demostrar que hemos aprendido las lecciones y que nuestra tecnología da la talla, o que sabemos hacer uso de los diferentes tipos de disparo de las armas. En cualquier caso, Phantom Doctrine siempre funciona mejor cuando debemos fotografiar información secreta sin levantar sospechas.
Durante las fases en nuestro cuartel podremos colocar las evidencias obtenidas en uno de esos corchos tan típicos de investigación, conectando pruebas con una cuerda, rastreando alias en documentos conseguidos, desarrollando nueva tecnología o enviando a los agentes que diversos lugares del mundo –con el riesgo de descubrir nuestro cuartel, lo que obligaría a cambiar de base-. Algunas de estas mecánicas son un poco superficiales e incluso se pueden hacer pesadas, pero al menos muestran una cara del espionaje que no solemos ver en los juegos, mucho más centrados en la acción sobre el terreno.
Es una lástima que Phantom Doctrine no profundice mucho en sus tutoriales con mejores explicaciones –sobre todo en esta parte de gestión- porque se puede hacer más engorroso de la cuenta. No pedimos juegos que nos guíen de la mano durante horas, pero este género se tarda algo en dominar y no hay nada que asuste más a los novatos que un comienzo difícil, o importantes picos de dificultad –que los hay-.
Al margen de la campaña Phantom Doctrine ofrece un modo multijugador. Es un aspecto extra donde podemos hacer uso de nuestras tácticas, aunque es fácil caer en la acción si uno de los jugadores así lo fuerza, y este no es el fuerte de su jugabilidad. Podemos elegir entre un puñado de mapas de diferente estilo y unidades predefinidas, escogiendo límite de turnos y los puntos de cada personaje. Días después de su lanzamiento, al menos en nuestras pruebas, nos ha costado muchísimo encontrar salas de otros jugadores.
Los gráficos cumplen sobradamente con lo que se le puede pedir. Algunas instalaciones pecan de genéricas, pero es la habitual representación de las bases militares y laboratorios secretos. Durante las acciones especiales, como los tiroteos, la cámara se situará más cerca de los personajes y podremos ver más de cerca a nuestros personajes. No es un juego que deslumbre técnicamente o por su banda sonora –muy del estilo de las películas de espías clásicas- pero tampoco se convierte en un punto negativo.
Conclusiones
Phantom Doctrine es un excelente aprendiz de los XCOM y su temática puede resultar incluso más atractiva. Quizás con el tiempo se convierta en una saga tan potente como su mayor influencia, pero a este juego presenta algunos flecos que deben pulirse. No tanto en la estrategia del mapa, donde funciona estupendamente, sino en la parte de investigación, un pelín engorrosa.
Además, la historia podría ser mejor, o estar mejor contada, lo cual no deja de ser curioso en una temática con tanta narrativa –en documentos- y un ambiente tan logrado. Es fácil perder la perspectiva de nuestro objetivo principal y la motivación detrás de nuestros esfuerzos.
Con todo, tenemos un excelente juego táctico con algunas buenas ideas que sin duda merece nuestra atención. No es que abunden estas propuestas, y menos en consolas, lo que prácticamente convierte a Phantom Doctrine en un imprescindible para los fanáticos del género.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 Pro con un código de descarga que nos ha proporcionado Cosmocover.