Análisis de Orwell (PC)
Los videojuegos comenzaron para hacernos vivir experiencias difícilmente alcanzables en la vida real. Ser un campeón del mundo de cualquier deporte, matar a puñetazo limpio a no sé cuántos barrios, rescatar a una princesa que siempre estaba ene otro castillo o incluso convertirnos en una cabra que desafía las leyes de la física. Desde que los estudios independientes pudieron llegar al gran público estas experiencias han ido incluso más allá.
¿Quién, en su sano juicio, iba a pensar que en nuestro tiempo libre íbamos a ponernos a revisar pasaportes en una frontera? Si el planteamiento de Papers, Please os gustó, deberías aseguraros de echarle un vistazo a lo nuevo de Osmotic Studios, un título llamado Orwell que nos ha sorprendido y atrapado desde el primer momento.
1984
Orwell es una especie de aventura gráfica que, como habréis podido deducir por su nombre, nos invita a vivir en una realidad similar a la descrita por George Orwell en su novela 1984, donde se creó ese concepto de Gran Hermano, ese ojo que todo lo ve. Obviamente, no hay demasiada ficción en este juego ya que, como sabemos, los diferentes gobiernos del mundo nos espían cada vez con menos pudor.
Nosotros somos los protagonistas del juego. Nadie interfiere entre nosotros y la acción, que transcurre en la pantalla de nuestro ordenador. Comenzamos convirtiéndonos en un nuevo empleado de Orwell, una compañía que promete asegurar la seguridad de los ciudadanos a costa de su intimidad. Tras un terrible atentado, comenzamos a explorar en internet pistas de la única persona vista en la escena del crimen que tiene antecedentes policiales.
Partiendo de los datos de su ficha policial, empezamos a explorar sus redes sociales, su portafolio, la web de su empresa... y vamos recopilando datos que nos ayudan a dibujar su perfil. También vamos descubriendo conexiones con otros personajes, las cuales tendremos que definir y aclarar para ver hasta qué punto la principal sospechosa está involucrada en el atentado. Con la información adecuada podremos hackear incluso su mensajería privada, algo de vital importancia.
Uno de los pilares de la experiencia es la historia, así que no vamos a profundizar mucho en ella. Os aseguramos que la narrativa está muy bien medida, y de manea similar a lo que vimos en Her Story, lo más satisfactorio es cómo vamos descubriendo eventos según vamos juntando las piezas del puzle. Quizás la historia como tal no es magistral, pero cómo se cuenta sí que es digno de elogio.
Tú y Orwell
Ahora que hablamos de Her Story, una de las cosas que nos gusta de Orwell es que, como decíamos anteriormente, no hay intermediarios. Es como si nosotros estuviésemos "de verdad" trabajando para esta compañía. El juego justifica su tutorial como nuestro primer día de trabajo, y nuestro jefe virtual nos va guiando sobre las mecánicas básicas cuando las necesitamos.
Aunque es bastante guiado y nos hubiese gustado que nos diese más margen para tomar nuestras propias decisiones, Orwell tiene un sistema por el que los datos que asignamos a la ficha de una persona se toman como definitivos. Obviamente, si luego encontramos algo que lo contradiga podemos actualizarlo, pero si nos equivocamos de primeras la información errónea puede condicionar la investigación.
Hay veces que tendremos que elegir entre dos informaciones opuestas, y queremos documentarnos bien antes de tomar la decisión. Por ejemplo, un periódico puede decir que la sospechosa estaba en tal sitio a tal hora, mientras que el abogado de ésta puede decir que estaba en otro. No siempre tendremos datos para sopesar, y a veces será más un acto de fe que otra cosa. A la larga vemos que no es algo determinante, pero sí que es un elemento que nos ha gustado.
Todo, además, se siente muy cercano. Historias de atentados, activismo, ciberespionaje, relaciones personales y stalkeo en las redes sociales... Orwell es un juego que a veces impacta porque no sabemos hasta qué punto algo similar puede estar pasando a nuestro alrededor. Orwell te hace pensar en la información que compartes en internet, independientemente de la cantidad de atentados en las que te puedas ver involucrado.
Por último, comentar que en lo audiovisual es un juego bastante sencillo pero efectivo. No hay voces, y sólo música y texto. Eso sí, el texto es abundante y en inglés, por lo que necesitaréis un nivel medio decente para poder jugarlo. Por último, comentar que su duración es razonable, sobre las 5 horas, aproximadamente, en función de lo que nos entretengamos leyendo documentos.
El Gran Hermano
Orwell nos ha encantado. Ha sido una sorpresa que no nos esperábamos, y cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos sumergidos en su historia y en su propuesta. Si te gustaron juegos como Her Story, no deberías perdértelo, y si estás dispuesto a probar cosas nuevas, deberías darle una oportunidad. Orwell no es perfecto, ni mucho menos, pero es de lo más interesante que hemos probado últimamente en el panorama independiente.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Surprise Attack Games.