Análisis de Need for Speed Underground (PC)
El éxito de The Fast and the Furious y su secuela demostraba que el tuning, esa moda de mejorar por dentro y configurar por fuera coches normales para convertirlos en "deportivos personales", tenía un atractivo de cara al público que los videojuegos no podían dejar escapar. Tras títulos como Burnout o Tokio Xtreme Racer, que tocaban el tema de las carreras ilegales y de la estética del tuning, EA Games ha dado un golpe maestro convirtiendo a su saga de coches estrella en el mejor juego que refleja y simula el mundo de las carreras ilegales. Need for Speed ha vuelto a reciclarse, y después de las carreras policíacas, del homenaje a Porsche y las persecuciones de nuevo, se sumerge en el atractivo mundo de las noches americanas donde los mejores conductores, pilotando las mejores máquinas, demuestran su habilidad y se ganan el respeto de la parroquia.
Need for Speed Underground, repetimos, es el juego que mejor refleja el mundo del tuning. Tiene una selección de coches reales que podemos configurar hasta la saciedad con partes de marcas de la vida real, hasta convertirlo en el bólido de nuestros sueños; tiene también carreras de varios tipos, algunas de ellas realmente originales como el Drag Racing.
Por último, combina ambas cosas presentando un modo de un solo jugador donde progresaremos por escenarios más complicados y consiguiendo poco a poco coches y partes más potentes, hasta exprimir todo el jugo de este desarrollo multiplataforma que ha llegado a Pc unos días más tarde que a las consolas.
Pero todo esto no valdría de nada (bueno, de hecho sí valdría y sería un gran comienzo) si el juego no presentase un apartado técnico a la altura de las circunstancias donde la sensación de velocidad es el aspecto que prima por encima de todos los demás, y una banda sonora acorde con el mundillo tuning que ambiente las escenas cinemáticas, los menús y las carreras. Y como habrás adivinado, NFSU también posee estas dos características.
A grandes rasgos, podemos empezar a explicar qué es NFSU hablando de los diferentes tipos de carreras:
De estos cinco tipos de carreras merece una explicación aparte el modo Drag Racing, ya que no tiene nada que ver con los otros cuatro; mientras que en estos "conducimos", con el motor normal del juego, con la vista que queramos, etc... en Drag Racing tenemos una perspectiva en primera persona con el cuenta revoluciones a la derecha y un botón luminoso que nos indica la idoneidad del cambio de marcha. Cuando el cuenta revoluciones esté casi al límite será el momento de hacer el cambio de marcha, que puede ser bueno o perfecto, resultando este último en una aceleración todavía mayor en la siguiente marcha. Porque la carrera Drag no se trata de velocidad, sino de aceleración, y solo la conseguiremos exprimiendo al máximo cada marcha. Además de cambiar de marcha, tendremos también que cambiar de carril (son cuatro), pues habrá coches en algunos de ellos, y tendremos que esquivarlos o de lo contrario chocaremos; el cambio de carril se hace con una simple pulsación a derecha o izquierda, pero es crucial en las carreras más avanzadas ya que puede que nuestros rivales nos tapen el hueco y estemos perdidos, y además se nos cruzarán coches también en horizontal, teniendo que confiar en la suerte y en nuestros reflejos para no chocar (algo parecido a Burnout). Sin duda el modo de juego más original del juego, inspirado en ese misticismo que rodea al cambio de marchas manual en los Estados Unidos, donde la gran mayoría de los coches son automáticos (mientras que nosotros los europeos casi no concebimos conducir sin un embrague).
Y lo que vertebra y estructura el desarrollo del juego, haciéndonos participar en carreras de todo tipo, es el modo Underground. En dicho modo de juego, comenzaremos siendo unos novatos, con un coche no muy bueno, e iremos progresando por diferentes circuitos, superando diversos retos, para que nuestra fama suma, nuestra cartera se llene de dinero y vayamos abriendo las diferentes opciones que tiene el juego; este modo es semilineal, ya que a veces podremos elegir qué carrera correr antes pero después de un grupo de estas hay torneos que habrá que superar para seguir adelante.
Con el dinero que vayamos consiguiendo ganando carreras (en cada una podremos elegir entre tres niveles de dificultad, recibiendo diferente recompensa pero haciendo al juego asequible para todo tipo de gente, algo similar a Project Gotham Racing 2 en Xbox), podremos comprar nuevas partes para nuestro coche, o cambiar de modelo. Cuanta mayor sea nuestra reputación y más lejos hayamos llegado en el modo Underground, más partes podremos comprar para nuestro coche.
Las opciones de configuración y personalización son increíbles, especialmente a nivel visual. Aparte de las modificaciones en lo interior del coche, léase motor, ordenador de a bordo, suspensión, caja de cambios, transmisión, etc... donde el juego brilla es en la capacidad que nos deja para configurarlo por fuera. Partes como faldones, alerones, faros, retrovisores, tubo de escape, etc... son completamente configurables, con modelos de marcas reales. Podremos también aplicar a nuestro coche pintura y "vinilos", e incluso pintar las llantas, que elegiremos de una buena colección.
Técnica y Sonido
Gráficamente, Need for Speed Underground para PC muestra muy buenas maneras, destacando por encima de todo una sensación de velocidad que es la primera prioridad para el motor gráfico, sacrificando otros detalles si nuestro ordenador no es lo suficientemente potentes. Los escenarios, todos ellos nocturnos, no dan una sensación de descuido porque están llenos de detalles, destacando una soberbia iluminación y efectos como los reflejos en el asfalto y en la carrocería de nuestro bólido. Además, el juego posee una buena cantidad de escenas cinemáticas que nos introducirán en la historia, en ese mundo de tipos duros, tías buenas y "respeto" en el que tendremos que desenvolvernos. La banda sonora y los efectos de sonido también están a un gran nivel. La música cuenta con temas reales de hip-hop muy apropiados para la temática del juego, y el doblaje al castellano, aunque de agradecer, contiene algunas expresiones de la calle un poco forzadas. En cuanto al sonido FX, utiliza el sistema THX y es impactantemente realista y variado, cosa que podemos comprobar en el ruido del motor de nuestro coche en el ya mencionado modo Drag.
A nivel jugable, NFSU es un arcade muy similar a Burnout, incluso con sus colisiones. Es un juego en el que iremos a toda velocidad y nuestro coche girará siempre extraordinariamente bien, pero para alcanzar la maestría deberemos saber frenar en el momento adecuado en las curvas en las que sea necesario. Las colisiones con otros vehículos serán algo a evitar constantemente, y cuando ocurran la cámara del juego cambiará para mostrárnosla en todo su esplendor, aunque sin los daños y los saltos del título de Acclaim. Por último, cuando nuestro coche disponga de Nitro, éste será un elemento que tendremos que usar en el momento adecuado (como puede verse en las películas de The Fast and The Furious), y no será recargado a lo largo de la carrera.
NFSU puede parecer sencillo de controlar en un primer momento, pero su dinámica de derrapes encierra bastante profundidad, teniendo que encontrar un equilibrio entre velocidad y frenada hasta lograr hacer extraordinarias piruetas. El modo al que más atención hemos dedicado por su novedad, el Drag, también tiene sus trucos y sobre todo una gran parte de suerte.
En conclusión a este corto análisis, pues el juego merece muchas más líneas, estamos ante el auténtico juego estrella de la velocidad en PC. Con una temática que satisfará con creces a los fans del tuning y atraerá al resto del público por sus opciones de personalización y su estilo de conducción desenfadado donde prima la diversión por encima de todo, unos apartados técnicos y de producción soberbios y una larga duración tanto por el modo Underground (uno de los mejores 1-player que he visto en un juego de velocidad) como por sus opciones Online, NFSU se presenta como una compra obligada para todos los usuarios de PC que disfruten quemando el asfalto.