Análisis de MySims (PC, Wii)

A finales del pasado año Electronic Arts lanzaba en Wii y Nintendo DS un nuevo juego protagonizado por los populares Sims, aunque en este caso, con un enfoque jugable distinto al habitual. Más cerca del exitoso Animal Crossing de Nintendo que de las clásicas entregas de la saga Los Sims, en MySims debíamos controlar a un único personaje con el que teníamos que mejorar la apariencia de un pequeño pueblo colaborando con los habitantes del mismo.

Pese a contar con un planteamiento inicial muy prometedor, el juego no llegó a satisfacer las demandas de los usuarios más exigentes que se encontraron ante un título demasiado simple que se quedaba muy corto a nivel jugable. Algo que no cambia mucho en esta adaptación para compatibles, pese a contar con algún que otro añadido realmente interesante como veremos a continuación.

Un arquitecto con mucho trabajo

Una pequeña aldea se encuentra en situación de crisis. Nadie quiere vivir en un lugar tan desolador, por eso, la alcaldesa de este pueblo nos ha pedido que pongamos fin a esta situación dando rienda suelta a nuestro genio creativo. No por nada, nosotros encarnaremos al arquitecto destinado a devolver el esplendor a esta villa. Antes, sin embargo, tendremos que darle apariencia a nuestro avatar mediante un sencillo editor de personajes y, después, construirle un hogar digno de su genio. Al menos en principio ya que las opciones de personalización no son tampoco tan destacables como cabría esperar en un principio.

Como en el original, a la hora de edificar nos encontraremos con muy pocos objetos decorativos, a los que debemos sumar también una escasa variedad de tejados con los que cubrir nuestro hogar. Esto, teniendo en cuenta que estamos ante un título en el que supuestamente se premia la creatividad, resulta de lo más negativo a la larga ya que las opciones, pese ampliarse poco a poco, nunca llegan a resultar las suficientes como para concedernos un grado de libertad equiparable al que se nos ofrecía en Los Sims, por ejemplo. Y eso que hablamos de dar forma al exterior de la casa, ya que si hablamos de los interiores el resultado es peor, con muy pocas opciones a nuestra disposición.

Dependiendo de los objetos que usemos para decorar la casa, y más adelante toda la aldea en general, modificaremos la esencia del pueblo –hay seis estilos distintos-, pudiendo usar objetos encantadores que den a toda la zona una apariencia de cuento de hadas, u optar por un estilo más gótico y oscuro. Algo que atraerá a un variado repertorio de simpáticos sims afines al estilo arquitectónico que hayamos planteado. Eso sí, también aparecerán otro tipo de individuos a los que podremos recibir cordialmente, o usar la sencilla interfaz de usuario para seleccionar un tipo de contestaciones más agresivas; así sabrán que no son bien recibidos en nuestra aldea.



Poco a poco nuestro pueblo contará con un mayor número de habitantes con los que tendremos que relacionarnos constantemente. Conociendo sus deseos, nos será mucho más sencillo satisfacer sus necesidades. Personajes como un simpático chef italiano, un florista, o un animado pinchadiscos darán más alegría y esplendor a nuestra aldea, pero también, los diversos objetos que elaboremos en el taller nos permitirán mejorar su calidad. En este sentido, tras construir el citado taller, en su interior podremos combinar los diversos objetos que recogeremos en nuestros viajes por la aldea para así elaborar todo tipo de mobiliario. También en este aspecto el juego resulta de lo más sencillo, aunque la posibilidad de crear muebles con un notable grado de libertad es de lo más satisfactorio.

También explorador

Como en el citado Animal Crossing, en MySims no solo tendremos que preocuparnos de construir casas y adornar lo máximo posible sus alrededores. También realizaremos labores como recoger fruta, excavar el suelo, talar árboles o pescar. Este tipo de acciones, que en Wii se realizaban haciendo uso del sensor de movimientos del Control Remoto, las llevaremos a cabo de forma similar, ya que el ratón emulará a la perfección este tipo de acciones. Esto significa, por ejemplo, que para recoger la fruta de un árbol simplemente tendremos que pinchar sobre el mismo y mover de un lado a otro el ratón. Del mismo modo, si lo que queremos es pescar, nos bastará con mover el ratón hacia atrás para sacar el sedal justo en el momento en el que un pez ha picado el anzuelo.



Este tipo de acciones nos reportarán las ansiadas esencias, por lo que nunca deberemos descuidar estas tareas rutinarias. Con ellas, cuando nos encontremos en el taller, podremos personalizar nuestras obras dotándolas de un tipo de esencia concreta. Si la mayoría de nuestros trabajos se basan en un estilo concreto, el pueblo irá adquiriendo un tono acorde al de la esencia predominante. Pero igualmente tendremos que tener en cuenta los gustos de nuestros aldeanos para saber en todo momento qué tipo de esencias casarán mejor con su negocio u hogar, otorgándonos así un notable grado de libertad a la hora de diseñar el entorno de nuestra ciudad.

Hasta aquí, todo se mantiene idéntico a lo visto en Wii, pero esta versión de MySims cuenta con una gran ventaja que no es otra más que la inclusión del ansiado juego en línea, algo que se echó mucho en falta en la consola de sobremesa de Nintendo. Ahora, hasta ocho jugadores pueden reunirse en un mismo pueblo para compartir vivencias, estando activos todas las opciones de la vertiente monojugador. Esto significa que cualquier usuario que visite nuestro pueblo podrá modificar determinados elementos del mismo. También hay que resaltar que en estas reuniones, podremos intercambiar nuestras creaciones, adquiriendo así la esencia de todos aquellos objetos con los que comerciemos –en caso de no haber descubierto una esencia en concreto, la obtendremos de este modo-. El problema es que no será posible disfrutar de partidas en servidores públicos, sino que tendremos que hacer uso de un sistema de amigos muy parecido al visto en Wii con los famosos códigos de amigo.

El juego cuenta además con un leve lavado de cara que notaremos sobretodo en la resolución, o en la mejor recreación del agua, que en Wii resultaba francamente mala. Pese a ello, se echa de menos un mayor trabajo por parte de Electronic Arts a la hora de adaptar el juego a compatibles, ya que no es solo que no se haya mejorado el nivel técnico del mismo aprovechando la potencia de los equipos medios en la actualidad, sino que tampoco han mejorado los aspectos más negativos de MySims. En este sentido, tras el lanzamiento de Spore, se podría haber mejorado el editor de personajes y estructuras para asemejarlo, aunque fuera mínimamente, al de la última obra de Maxis, que en este caso resulta sorprendente.



En lo referente al apartado sonoro, el juego presenta unas melodías de lo más alegres que nos acompañarán eficientemente a lo largo de la partida, sin ser tampoco unas composiciones memorables. Lo mismo ocurre con los efectos sonoros que cumplirán su función sin grandes alardes.

Dicho esto, y teniendo en cuenta el éxito cosechado por MySims en Wii –más de tres millones de unidades lo abalan-, no hay dudas de que el juego gustará a los más pequeños de la casa y a todos aquellos usuarios con ganas de desatar, aunque sea en pequeñas dosis, toda su imaginación construyendo casas o creando un variado repertorio de muebles y adornos para el hogar. No estamos ante el mejor producto basado en el universo de Los Sims, y como decíamos anteriormente, se podrían haber mejorado mucho más los puntos negros del original. Aún así, se trata de una compra más que recomendable para los más pequeños de la casa al presentar una serie de desafíos en los que su capacidad creativa jugará un papel clave; que es algo de lo más saludable.