Análisis de Grim Dawn (PC, Xbox One)
Las fuerzas del más allá no son un misterio en el mundo de Cairn, los humanos sitiados no reciben descanso de las fuerzas espirituales que los poseen para asentarse en el terreno físico, por otra parte las fuerzas contrarias han decidido que la mejor forma de que no posean humanos es exterminándolos. Los pueblos, a punto de rendirse, escuchan historias de un exposeído que conserva algo del poder que lo sometió, de cómo se está abriendo paso entre las hordas de criaturas de pesadilla, y de cómo se ha convertido en la última esperanza en una batalla perdida. Esta es tu misión y camino en Grim Dawn.
Crate Entertainment, nacida de los restos de Iron Lore Entertainment, llevan bastantes años preparando este título tras el éxito de Titan Quest, cuando aún eran la anterior y extinta compañía. Después de muchas vueltas, recuperar los derechos del motor gráfico de Titan y sacar un buen Kickstarter, Grim Dawn lleva años dando alegrías a sus usuarios de Acceso anticipado de Steam, hasta que por fin ha llegado a nuestras manos su versión final.
Para los aficionados al rey de los ARPG, hay que comenzar diciendo que van a estar muy contentos los seguidores acérrimos de Diablo II, más que los de su última entrega. Grim Dawn, como otros juegos de similar estilo surgidos en los últimos años, vuelve a las bases de buscar la libertad a la hora de dirigir al personaje como mejor os apetezca, independientemente de que por otra parte podáis acabar generando un héroe de dudosa habilidad.
El personaje no puede ser personalizado estéticamente más allá de elegir su sexo, pero en las primeras subidas de nivel empezará a definirse al elegir su clase entre Arcanist, Demolitionist, Nightblade, Occultist, Shaman y Soldier. Hay variedad de elección entre clásicos de magia, resistencia, distancia o cuerpo a cuerpo, y cada nivel da puntos para distribuir entre el árbol de habilidades de la clase elegida, pero a partir del nivel 10 se abre la posibilidad de seleccionar una segunda clase multiplicando las combinaciones de sets para alcanzar todos los gustos.
Para complicar aún más la combinatoria, existe un árbol de constelaciones con bonificadores y habilidades desbloqueables mediante la purificación de una serie de altares escondidos a lo largo del mundo, así hasta 50. Como decíamos antes es imposible que alguien no encuentre un personaje que se ajuste al estilo de juego que espera encontrar, aunque es verdad que es un título que tiene cierta devoción por las armas de fuego frente a las cuerpo a cuerpo, por su propia temática, pero en ningún momento se siente que algunas ramas estén menos cuidadas que otras.
Durante el primer acto, por la propia dificultad del juego, es difícil equivocarse al hacer elecciones ya que es bastante asequible, pero una vez entramos en el segundo acto empezamos a notar que es necesario un buen set de habilidades que se complementen entre sí para poder avanzar cómodos sin que nos arrollen las avalanchas de enemigos. No temáis demasiado vuestras elecciones a la hora de confeccionar el personaje, ya que existe la posibilidad de visitar un personaje que nos permite resetear nuestro árbol de habilidades paso a paso hacia atrás, bajo un módico precio.
El equilibrio del juego se vuelve lo suficiente interesante como para que caer en el "clickeo" aleatorio de enemigos y habilidades no sea una opción, y esto también se fomenta por una decisión que seguro no es de todos los gustos: el terreno de juego se encuentra predefinido y no hay aleatoriedad. Volverlo a jugar os hará pasar por exactamente por los mismos escenarios, pero por otra parte permite que estén diseñados de manera exquisita, con zonas laberínticas, rincones realmente ocultos y situaciones a resolver desde distintos frentes dónde se nota la mano de un diseñador de mapas detrás de cada zona. Igualmente al existir una combinatoria tan rica con el personaje, y al existir diferentes niveles de dificultad a desbloquear, la rejugabilidad está asegurada, y más si contáis con la posibilidad de jugar toda la campaña con hasta tres amigos más, abriéndose además la opción de activar un modo PVP si queréis perder amistades.
El juego, al igual que Diablo, está hilvanado por una serie de portales que vamos desbloqueando para crear una red de acceso rápido a las distintas localizaciones y el lugar de descanso y aprovisionamiento. Quizás estas visitas se vuelven demasiado habituales por los abundantes materiales que dejan caer los enemigos, que en su gran mayoría van directos al tendero más cercano, pero al menos tenemos acceso a un portal rápido y gratuito para regresar desde cualquier parte a despejar nuestro inventario. Las distintas localizaciones cuentan además con un sistema de reputación según resolvamos los sucesos y misiones que encontramos, permitiéndonos comprar materiales y equipo de mejor calidad.
Pasando por el tema visual Grim Dawn es una preciosa y cuidada pesadilla victoriana, la decisión de tener las localizaciones fijas no ha sido desperdiciada y cada rincón está cuidado, tiene personalidad propia y está lleno de pequeños detalles para el ojo atento. Hay además un ciclo de noche y día continuo que hace brillar de distintas maneras los espacios de esta tenebrosa tierra, que cambia sorprendentemente de ambientación según avanzamos. Posee además esa oscuridad que algunos echaron de menos en títulos más actuales del género, volviendo a tener que compararlo con su mayor inspiración, que parece ser Diablo II.
Debido a la longitud del terreno y la aventura habría sido de agradecer una mayor variedad en los diseños de los enemigos que, sin tampoco llegar a quedarse cortos en variedad, sí que a veces se estiran durante demasiados escenarios hasta sentir que hemos cambiado a un set completamente distinto de criaturas. Los enemigos finales o de alto rango tampoco brillan con la potencia que deberían, y se habría agradecido combates de mayor escala, pero como decíamos el conjunto del juego luce espectacular.
Indudablemente desde Crate han sabido acompañar el juego de una ambientación digna del rico sistema de rol que esconde tras de sí, y la banda sonora de la mano de Steve Pardo no se queda atrás y os encontraréis sin quererlo disfrutando de sus temas, que no pasan desapercibidos como simple acompañamiento y empujan un poco más allá la épica del título.
La historia no pasará a ser una de las mejores debido al abuso de todos los clichés del género y más, pero tampoco molesta y los amantes del lore tendrán cantidad de escritos repartidos por el mundo para saber más sobre la guerra que asola a Cairn. El juego viene completamente en inglés, pero para los interesados existe una traducción no oficial al castellano prácticamente al 100% accesible desde los foros de Steam.
Conclusiones
En definitiva tenéis en Grim Dawn una aventura a la que no le echaréis menos de 25 horas, sin contar las ganas con las que acabéis de volverlo a jugar dentro de sus muchas opciones. Un título más que digno del género al que pertenece, un obligado para los amantes de los ARPG, y con una relación calidad/precio justificada ampliamente. Si además convencéis a algunos amigos, tenéis diversión asegurada para largas tardes. No hay que perder de vista a los chicos de Crate Entertainment para ver cual será su siguiente aventura, que esperemos no se haga tanto de rogar como esta.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Crate Entertainment.