Análisis Final Fantasy V Pixel Remaster, una versión fantástica de todo un clásico de los JRPG (PC, Android, iPhone)
Puede que Final Fantasy V no sea la entrega más popular de la mágica saga de Square Enix, pero si algo tenemos muy claro es que se trata de un JRPG fantástico por el que no pasan los años y cuya capacidad para divertir está fuera de toda duda. Sí, tiene sus problemas y, en nuestra opinión, se queda un peldaño por debajo de los pesos pesados de la serie, pero os mentiríamos si os dijésemos que no nos lo hemos vuelto a pasar genial revisitando esta aventura en su versión Pixel Remaster, una edición muy cuidada que se convierte instantáneamente en una de las mejores formas de disfrutar de este clasicazo.
Una remasterización con clase
Para quienes no hayáis tenido la oportunidad de jugar nunca a esta obra, decir que se trata de un JRPG muy tradicional en el que deberemos acompañar a un grupo de cuatro héroes en un viaje para proteger los cuatro cristales elementales y salvar al mundo de su inminente destrucción. Como podréis suponer, no os van a faltar giros, sorpresas y momentazos a lo largo de la aventura, aunque el guion es bastante flojo y el carisma de sus personajes escaso, teniendo aquí el que es su gran punto débil.
Por suerte, sabe compensar estas carencias con un sistema de combate y de clases ejemplar que nos permite alternar entre múltiples profesiones para así adaptar nuestra estrategia a las necesidades de las diferentes batallas que vayan saliendo a nuestro paso. ¿Un jefe te destroza porque contraataca ataques físicos? Prueba a apostar por trabajos especializados en lanzar hechizos. Esto, sumado al hecho de poder equiparnos con las habilidades que hayamos aprendido de otras clases, da como resultado unos enfrentamientos muy tácticos y con montones de opciones para personalizar a nuestro grupo y decidir su evolución.
Todo lo que os acabamos de comentar se ha mantenido prácticamente intacto en esta remasterización, por lo que a nivel de contenidos y mecánicas sigue siendo el mismo juego que se estrenó originalmente en Super Famicom y la primera PlayStation. Especificamos estas versiones porque no se han incluido los extras que trajo consigo en GBA (tres nuevas profesiones y una mazmorra adicional), lo que es una pena.
La buena noticia es que se han añadido las mejoras habituales que ya vimos en los Pixel Remasters de entregas anteriores, como la posibilidad de movernos en ocho direcciones (lo que ayuda a disminuir el número de encuentros cuando exploramos), autoguardado y guardado rápido, un útil minimapa con el que orientarnos fácilmente en los pueblos y mazmorras, opciones para automatizar las batallas, etcétera. Además, se ha mantenido la velocidad de desplazamiento aumentada de la versión de GBA al correr. Son pequeñas cosas que al final van sumando y haciendo que la experiencia sea más agradable para todo el mundo, mientras que si queremos algo más puro nos bastará con no hacer uso de estos añadidos o desactivarlos.
Un detalle que nos ha llamado mucho la atención es que apenas se ha tocado el equilibrio del juego, algo que sí había sucedido con el resto de Pixel Remasters. Final Fantasy V es conocido por ser una de las entregas más difíciles y exigentes de toda la serie, algo que aquí se ha respetado, al igual que el ritmo al que subimos niveles y recibimos giles. Esa dificultad era parte de su esencia y es algo que en Square Enix han entendido perfectamente, así que podéis esperar unos jefes muy complicados que os obligarán a dominar el sistema de clases al dedillo si queréis acabar con ellos. Y si no nos creéis, esperad a llegar a la batalla final para conocer lo que es el auténtico infierno...
En lo referente a su apartado gráfico, tenemos que admitir que la mejora respecto al original es sutil, pues la mayoría de elementos lucen de forma muy similar, algo especialmente aplicable al pixel art de los enemigos. En cambio, el resto de personajes, como nuestros protagonistas, sí que están mejor perfilados y proporcionados, además de contar con algunos detalles adicionales en su diseño y coloreado, algo que también se puede aplicar a los escenarios que recorremos y a los fondos de los combates, los cuales se han rescatado de GBA y mejorado para la ocasión. Y sí, también hay nuevos efectos visuales, algo que se nota, sobre todo, al conjurar hechizos.
El resultado final es un juego que retiene la esencia gráfica de Super Famicom, pero en formato panorámico y adaptada a las resoluciones en alta definición, lo que nos parece perfecto. Por supuesto, también es posible aplicar un filtro analógico con el que disimular el pixel y que todo muestre un aspecto más retro.
Sin embargo, si tuviésemos que nombrar un solo motivo por el cual os recomendaríamos encarecidamente que juguéis esta versión antes que cualquier otra, os diríamos que su banda sonora. Todos los temas musicales del juego, sobresalientes ya de por sí, han recibido unos arreglos instrumentales supervisados por Nobuo Uematsu que son simple y llanamente espectaculares. Una auténtica delicia para los oídos que nos ha hecho salivar tan solo de pensar en lo que puede salir de Final Fantasy VI Pixel Remaster a poco que sus composiciones reciban el mismo tratamiento. Por último, no queremos cerrar este artículo sin destacar la fantástica traducción al español de la que hace gala, tanto por lo genial que adapta su lenguaje a nuestra forma de hablar como por lo mucho que respeta el guion japonés original.
Conclusiones
Final Fantasy V Pixel Remaster es, sin duda, la mejor versión que se ha lanzado nunca de este clasicazo. Es una pena que no se haya aprovechado la ocasión para añadir los extras de GBA, pero su renovado apartado visual, su espectacular banda sonora y las pequeñas mejoras que se han introducido aquí y allá para hacer de la aventura algo más actual y disfrutable, acaban compensando de sobra. No será el mejor Final Fantasy, pero si os gustan los JRPG y echáis de menos algo más clásico y desafiante con un sistema de combate y clases impecable, haríais bien en darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código que nos ha facilitado Koch Media.