Análisis de Fight'N Rage (PC, PS4, PS5, Xbox Series X/S)
El género del beat 'em up o 'yo contra el barrio' es uno de esos anacronismos de los videojuegos que se resiste a morir bajo nuevas alternativas. Podríamos considerar que los hack'n'slash o los juegos estilo Dark Souls o Diablo son los herederos del género, pero los aficionados a las vacas sagradas como Double Dragon, Final Fight, Streets of Rage, Dungeons & Dragons, Guardian Heroes o el más reciente Dragon's Crown se niegan a que el género se quede ahí.
Uno de esos aficionados vive en Uruguay, es desarrollador de juegos, y se llama Sebastián García. Lleva haciendo juegos por su cuenta desde 1997, y tras un tiempo trabajando para la empresa Batovi Games (donde, por ejemplo, hizo la primera versión del actual Pixel Cup Soccer), se fue con la idea de hacer sus propios juegos. Además de hacer alguno otro educacional, en alguna Game Jam o similares, su gran proyecto era un beat 'em up.
Desde 2014 (realmente antes, pero entonces empezó a tener cara) se ha dedicado a realizar este juego de mutantes peleandose con humanos. Al principio no tuvo nombre, luego se llamó Fight Agains: Mutant Revenge, luego lo cambiaron a FARM, y finalmente lo conocemos como Fight'N Rage.
Y lo cierto es que, aunque algunos han conseguido seguir el desarrollo de este título de alguna manera, hasta que no ha aparecido en Steam no ha dado el salto hacia cierta popularidad (en estos momentos, a pesar de ser un juegazo, no tiene ni una nota global en Metacritic, lo que indica que es más popular entre jugadores que entre críticos).
La historia de este juego, que en el fondo es casi lo de menos (casi, porque luego los personajes que te encuentras son derivados de ella), no pone en un mundo postapocalíptico en el, tras una emisión electromagnética brutal, todos los dispositivos electrónicos se han destruido, y además los mutantes (mezcla de animales y humanos) y los humanos no se llevan demasiado bien. Nuestros tres personajes son una humana llamada Gal (que vendría a ser Guy de Final Fight en versión mujer), un ninja llamado F.Norris y un mutante a favor de los derechos de los humanos llamado Ricardo. Básicamente, la rápida, el punto medio y el fuerte.
Una vez elijamos a nuestros protagonistas (hasta tres jugadores por partida, siempre local, nada de juego a distancia por ahora) y su aspecto, empezamos la partida. Ya desde el inicio nos damos cuenta que éste no es un beat 'em up más en algunos detalles. Por ejemplo, lo tradicional sería avanzar hacia la derecha, pero si en este comienzo seguimos la flecha que nos invita a huir, dejamos de participar en la pantalla donde estábamos al comienzo y llegamos hacia otro lugar.
Sí, no sólo consiste en pegar con mayor o menor habilidad, sino que podemos abrir nuevas posibilidades según cómo juguemos (y no os comentamos ningún caso en concreto para no reventaros las sorpresas, pero son detalles muy lógicos). Además de este detalle tan interesante, como beat 'em up es un juego excelente. Su sistema de combos recuerda a una mezcla entre Cadillacs And Dinosaurs y cosas más complejas y modernas como Guardian Heroes, con tres botones principales (ataque flojo, salto y ataque especial), y la posibilidad de realizar contras, combinaciones, y ataques que al principio no vemos, pero que con el tiempo aprendemos a utilizarlos, como el hecho de poder tirar a los enemigos contra la pared y que reboten, o acabar realizando tantos ataques sobre el mismo enemigo que acabe explotando dejando tras de sí un montón de huesos.
Los ataque especiales, o básicamente, el uso del botón especial, tiene una mecánica bastante interesante. Conforme acertemos con otros ataques se irá rellenando un círculo, y cuando esté lleno podremos usar el botón de ataque especial sin peligro para nuestra salud. Si no, también lo podremos usar, pero sabiendo que nuestra barra de salud bajará. Con todo, en algunas ocasiones es mejor perder un poco de vida usando estos movimientos que permitiendo que nuestro personaje sea alcanzado por los ataques enemigos.
Un aspecto importante de este juego es el diseño de niveles. Los juegos de este género suelen tener el peligro de no tener buenos niveles o que sean excesivamente repetitivos, y por desgracia hay demasiados ejemplos en este ámbito. No es el caso de Fight'N Rage, en el que Sebastián no se ha conformado con hacer niveles sencillos y planos, sino que les ha dotado de alturas, diferentes mecánicas (por ejemplo, tenemos esa clásica fase de llevar una moto o una tabla de surf, así como un espectacular nivel dentro de unas cloacas con efecto fantástico), y una dificultad con una progresión muy bien llevada a cabo<. Y por si fuera poco, cuenta con la posibilidad de desbloquear un montón de extras en forma de personajes, modos y otras sorpresas.
Si hasta ahora os parece que Fight'N Rage es un buen juego, llegamos al terreno delicado: el arte y el sonido. Sorprendentemente, se ha vuelto a encargar Sebastián García, y de nuevo realiza un fantástico trabajo. No, no hablamos de algo como Dragon's Crown, y tampoco hablamos de algo super original o innovador, pero todos los personajes están bien realizados y animados, hay un montón de efectos especiales y de vez en cuando se permite algún lujo, como la fase anteriormente citada de las cloacas. Por si fuera poco el juego cuenta con un montón de posibilidades de visualización, de manera que podemos llegar a poner un filtro que imita nuestras antiguas televisiones CRT, con volumen y todo, por si creemos que el exceso de píxeles es algo bello.
Lo que no ha hecho Sebastián es la música, en este caso obra de Gonzalo Varela, un autor cuya obra anterior no tiene demasiado que ver con la banda sonora de este juego, pero que en cualquier caso realiza un fantástico trabajo, lleno de guitarras, ritmos rápidos y mucha caña. Por lo demás el aspecto sonoro se ve completado con un montón de efectos de golpes, paradas y algún efecto especial que otro, entre las que destacan las violentas explosiones.
Conclusiones
Fight'N Rage es el mejor beat 'em up desde Dragon's Crown, y anteriormente desde Guardian Heroes. Es una verdadera barbaridad llena de detalles que seguro que le ha costado algún sacrificio que otro al autor, y que merece ser mucho más conocido por los aficionados al género. Una de las sorpresas del año que nos dejan esperando ver que más juegos puede hacer este creador uruguayo.
Este juego se ha podido analizar gracias a un código proporcionado Sebastián García.