Análisis Evan's Remains, una aventura narrativa con puzles y plataformas (PC, Xbox One, Switch, PS4)

Cada vez resulta más complicado innovar, aunque sea mínimamente y en cualquier aspecto. Por eso creemos que es necesario ensalzar el más mínimo atisbo de innovación, por ligero o minimalista que sea, algo que sucede en esta nueva producción de Maitan69… es decir, de Matías Schmied, un genio que ha concebido otra obra que merece bastante la pena (a pesar de sus defectos), la cual fue financiada a través de Kickstarter. Hablamos de Evan's Remains, un juego que es muy probable que os suene a los que seguís la estela de este tipo de producciones independientes, puesto que está disponible en formato digital desde hace mucho tiempo (y en todas las plataformas actuales). Un juego que ha sido editado recientemente en formato físico, de ahí que hayamos querido aprovechar para analizarlo, algo que no realizamos en su día.

Un juego que como podéis comprobar en las imágenes y vídeos que os mostramos, tiene un claro enfoque retro y un planteamiento jugable en plan old school. Vale pero, ¿de qué va todo esto? Pues precisamente en este punto es donde pensamos que se encuentra uno de los grandes reclamos que acapara esta producción, dado que lejos de ostentar un argumento baladí y casi superfluo como suele ser habitual en muchas propuestas cortadas por un patrón similar, en este caso se convierte en uno de sus valores más interesantes.

Nosotros asumimos el papel de una chica que se hace llamar Vanille, pero que su verdadero nombre es Dysis. Esta joven tiene una meta muy concreta que no es otra que la de dar con un genio llamado Evan, un tipo que según parece se halla en una isla desconocida.

Ahí es donde va a parar la protagonista, y nada más poner un pie en dicha localización (muy exótica, por cierto) se da cuenta de que algo no va bien. Un misterio rodea a dicha ubicación, comenzando por el hecho de que lejos de estar despoblada, allí se da cita algún que otro personaje con el que podemos dialogar (en español), conversaciones que se entremezclan con diversas escenas en plan flashback que nos van aportando información acerca tanto de Evan como de la propia protagonista y del trasfondo narrativo en global. Una historia que nos ha parecido bastante sugerente… aunque no está precisamente bien narrada, siendo una de las partes menos conseguidas de la obra.

Un misterio efímero y puzle-plataformero

Todo esto está muy bien, pero además de dialogar con ciertos personajes, ¿qué es lo que tenemos que hacer para ir avanzando? Pues sortear una especie de puzles plataformeros. El planteamiento de los mismos es muy sencillo. En una pantalla fija (o casi fija) que alberga el puzle en sí, tenemos que tratar de alcanzar una zona que se encuentra en una posición bastante elevada. Y para ello tenemos que ir saltando de plataforma en plataforma, las cuales en muchos casos desaparecen en cuanto dejamos de tener contacto con ella. Sobre este último aspecto es sobre el que gira precisamente la gracia de cada rompecabezas, siendo necesario activar o desactivar ciertas plataformas de manera estratégica así como ciertos obstáculos que nos complican las cosas. Y a esto se suman otros elementos como teletransportes, muros, etc. Parece un tanto extraña, pero os aseguramos que esta base jugable es muy sencilla de asimilar y tiene su gracia… aunque pensamos que no se ha sabido explotar del todo.

La estructura que presentan los puzles es demasiado parecida entre sí, y además la cantidad de ellos que se dejan ver a lo largo del juego no es excesiva… lo contrario de hecho. Precisamente, estamos ante un título que puede ser superado en una tarde perfectamente y sin demasiados problemas. Y lo peor de todo es que no es nada rejugable, así que una vez lo completas (en un par de horas, a no ser que te quedes atrapado en uno de los puzles y sin saltarse las conversaciones, por supuesto) no hay mucho más que hacer. Eso sí, mientras dura nos parece una experiencia realmente disfrutable, que además ha sido acompañada por una faceta estética bastante solvente y sugerente.

Como podéis observar, estamos ante la enésima producción que tira de pixel art para representar su aspecto gráfico. Afortunadamente y sin llegar a cotas magistrales, la verdad es que la presencia gráfica es muy notable. Los fondos poseen múltiples planos de scroll y gozan de una gran belleza, mientras que las animaciones de la protagonista son muy suaves. Lo menos conseguido es el aspecto que muestran los sprites, muy básico en conjunto, así como la escasa variedad de los decorados, que simplemente cambian un tanto ciertos elementos de los fondos… y poco más. El sonido también nos ha gustado bastante, sobre todo por la banda sonora, que nos ha recordado ligeramente a ciertas composiciones de Fez… y todo lo que recuerde a esa pequeña maravilla gana créditos.

Una aventura interesante pero muy breve

A poco que te gusten las aventuras plataformeras clásicas con puzles de por medio, muy probablemente esta obra de Maitan69 te llamará la atención… al menos mientras dura, lo que viene a ser una tarde y no completa. La narrativa gana mucho peso, tanto que incluso se convierte en el principal reclamo de Evan's Remains. Hay mucho texto que leer (en español) durante todo el juego, conversaciones que tiene que ver con un misterio que envuelve tanto a la isla en la que tiene lugar la aventura como con los personajes (escasos) que merodean por la misma. Una historia que al menos a nosotros nos ha parecido bastante sugerente, aunque es justo señalar que la forma de ir deshilvanándola es un tanto torpe. Y en cuanto a su planteamiento jugable, los puzles plataformeros tienen su gracia, aunque se quedan cortos y tampoco es que sean los más ingeniosos jamás diseñados. Con todo, un buen aspecto estético y una atmósfera sonora bien recreada terminan de dar forma a un título muy ameno pero que podría haber dado bastante más de sí.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Meridiem Games.