Análisis de Earth 2160 (PC)

Los juegos de estrategia en tiempo real, desde Command and Conquer hasta nuestros días, son protagonistas de ventas ingentes en el mercado PC. La precisión de la interfaz en este medio unida a los escasos requisitos que pide, convierte a este género en un súper-ventas incluso en los juegos de menor calidad. Esto ha dado pie a listas y listas de juegos de estrategia en tiempo real en cualquier catálogo para compatibles, y sobre todo a la repetición continúa de algunas ideas. Earth 2160 es otro de los juegos de estrategia en tiempo real, siguiendo la estela de sus predecesores Earth 2140 y Earth 2150. Desarrollado por los alemanes Zuxxez, se ha establecido como una saga de culto allí y quizás por ello esta tercera parte ha llegado a nuestro país.

Aún contando con ciertas mejoras visuales y jugables, toda la saga Earth se presenta como otro nudo de la cuerda iniciada por StarCraft. Así, se mantiene la clara división entre las tres razas a escoger y el entorno espacial futurista. Todo ello unido por la historia apocalíptica que ahora comentaremos.

Nos encontramos en el futuro, en otra distopía orwelliana. Dos superpoderes llamados Eurasian Dynasty y United Civilized States han aniquilado la tierra después de años de guerra, y por ello, ven necesario establecerse en Marte. Allí no estarán solos, y se encontrarán tanto a la Lunar Corporation (una especie de NASA futurista) y los a (alpha, los extraterrestres). Cada una de estas facciones es totalmente opuesta a las otras, y lleva una impronta específica. Eurasian Dinasty es una dictadura militar, sostenida mediante robots soldado y que ha descubierto grandes avances en la cibernética. Establecida sobre el miedo, su policía política es temible. La Lunar Corporation es, en cambio, más pacifista, intentando conciliar la ética con la colonización espacial. United Civilized States está en inicio destruida, y eran un sistema democrático capitalista basado en robots. Por último, los extraterrestres aparecen en lugares específicos de Marte como defensa de sistema. El juego se divide en un modo campaña, contienda y red local - Internet. La campaña se divide en las cuatro facciones, y establece misiones con toques rol estilo Diablo junto a las típicas batallas por obtener el control de un territorio. Cada campaña contiene siete misiones, las cuales pueden ser abordadas de manera no lineal. La campaña de Eurasian Dynasty te pone en la piel de Michael R. Falkner y un grupo de comandos en lucha con la Lunar Corporation. Éste tiene que enfrentarse a una amenaza desconocida y usar sus múltiples habilidades para salir con vida del aprieto. La campaña de Lunar Corporation, en contra, sigue los destinos de la Ariah en una misión de boicot del arsenal de Eurasian Dynasty. El resto de campañas ofrecen puntos de vista diferentes del mismo conflicto. Las campañas de los extraterrestres y United Civilized States se desbloquearán una vez completadas las principales.

En cuanto al modo contienda, nos permite una pequeña escaramuza en los distintos entornos del juego. Podemos elegir las cuatro facciones, y elegir el tipo de juego entre la aniquilación total o la captura de los héroes. El multijugador es quizás el apartado más trabajado, y aparte del socorrido modo Red Local - Lan, la red Earthnet permite participar en los distintos campeonatos y establecer un sistema de estadísticas con los mejores jugadores. Quizás por eso el juego te obliga nada más instalarlo a realizar un registro en Internet, que trae consigo una protección de cara al modo multijugador.

Cada una de las facciones tiene sus propias ventajas, y los métodos de construcción varían. Eurasian Dynasty establece una especie de perímetro donde todos los edificios deben estar conectados, lo que hace un poco complicada su construcción. Como contrapartida, Lunar Corporation puede construir edificios autónomos con forma de torre, los cuales pueden ser defendidos fácilmente. El resto de facciones cuentan también con sus peculiaridades, siendo especialmente divertidos los extraterrestres por su forma extraña de creación (se transforman y fusionan con los recursos). Aparte, cada una de estas facciones cuenta tanto con un árbol de tecnologías como un editor de vehículos. Aunque este último no tiene todas las opciones que querríamos, es bien cierto que es casi inédito en los juegos de este tipo y aporta una mayor variedad al combate.

Cualquier aficionado al género ya sabe como va esto: Recoger recursos, construir edificios y combatir a los enemigos. Los recursos en Earth 2160 son agua, cristal y metal, pudiendo ser recogidos por las distintas unidades recolectoras. Hay un elemento interesante, y es que cada facción puede elegir la prioridad de construcción. Es decir, puedes elegir entre usarlos para construir más bases, unidades o investigar tecnología. Aunque no es comparable a la macroeconomía de juegos más avanzados como Civilization, es sumamente innovador en los juegos de estrategia en tiempo real, ofreciendo al fin centrarte en un elemento específico. Respecto a las unidades, éstas tienen más funciones de lo que suele ser habitual en el género y dejan notar una influencia RPG. Así, nuestros héroes pueden curar a sus aliados o descifrar arquitecturas alienígenas dependiendo de su habilidad. También cuenta con un competente sistema de agrupación de unidades, aunque un tanto limitado comparado con el reciente Warhammer 40.000.

De manera sorprendente, Earth 2160 es uno de los mejores juegos gráficamente en su género. Los personajes, escenarios y edificios están compuestos de números de polígonos altos, y muestras texturas con relieve en la mayoría de las ocasiones. Todo ello sin sacrificar el rendimiento del sistema, el cual está bastante ajustado. Con todo, también es cierto que faltan efectos de sombreado que le dejan un poco por detrás de los futuros lanzamientos. Como curiosidad, se puede ver el campo de batalla a través de la vista de las unidades.

No es oro todo lo que reluce, y este genial apartado técnico queda deslucido por el muy pobre diseño de producción, que muestra a las facciones como modelos genéricos de cualquier programa de representación. Así, es muy complicado identificarse con el devenir de la historia y posiblemente a muchos les parezca deslucido el aspecto visual por ello.

La música es de gran calidad, conteniendo interactividad especialmente notoria en la campaña (cambia dependiendo del tono). Las introducciones también están acompañadas buenos temas musicales, que integran al jugador perfectamente en el contexto. Bastante más inferiores son los FX, pero de manera diversa. Mientras que las explosiones y disparos están magníficamente recreados, las voces carecen por completo de vida y están realizadas por actores amateur. Todas ellas están en inglés, aunque gracias al subtitulado podremos entender lo que dicen. Es por ello un apartado desigual, que muestra ciertas carencias con claras virtudes. A pesar de algunas innovaciones como el editor de unidades o la gestión de infraestructuras, el juego es demasiado continuista con respecto a títulos anteriores del género. Se nota la voluntad de los desarrolladores por incorporar novedades, pero todo queda reducido a mejoras accesorias que no alteran para nada la idea central del juego. No por ello el juego es mediocre, pero sí monótono al no alterar las bases del género en el que se basa. Como contrapartida, la elección de distintas misiones en la campaña es algo que todos los ETR deberían tener de serie, ya que hace bastante más ameno el desarrollo del juego.

Earth 2160 es un competente juego de estrategia en tiempo real, que ofrece diversión garantizada y una buena duración. No es ninguna revolución, y parece que el género sigue estancado en StarCraft, pero de todos modos no se puede criticar un diseño bien realizado y ejecutado. Lo único que falla, fuera de la escasa innovación, es el terrible diseño de producción que hace muy poco atractivo el juego de cara a los usuarios noveles. Los personajes parecen modelos de programas de representación realizados en poco tiempo, y sin ilustradores profesionales detrás. Esperemos que en la próxima entrega esto se corrija, ya que tanto el motor gráfico como la jugabilidad son buenos.