Análisis de Doom 3: Resurrection of Evil (PC, Xbox)
Siempre se ha dicho que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y en esta ocasión, no podemos estar más de acuerdo. Nuestra aventura comienza dos años después de lo acontecido en Doom 3. La Union Aerospace Corporation (UAC) ha regresado a Marte para continuar con los experimentos que tantos problemas le dieron en el pasado. Los nuevos laboratorios, construidos en torno a unas misteriosas ruinas alienígenas, han sido dotados con la tecnología más avanzada del momento para que los científicos no tengan problemas a la hora de llevar a cabo sus experimentos. También, intentando prevenir sucesos como los vividos en el original, el número de marines destinados al complejo ha aumentado considerablemente. Por supuesto, nosotros volveremos a encarnar a uno de estos soldados, aunque esta vez no tendremos la oportunidad de pasear por el complejo como sí se pudo hacer en Doom 3 ya que todo sucederá de una manera muy rápida.
En una misión de exploración, un grupo de marines descubre una gran sala con un artefacto misterioso en un altar. Cuando el protagonista de la aventura lo recoge, las fuerzas del infierno, lideradas por el doctor Betruger, comienzan a escapar de su prisión e invaden de nuevo el complejo científico.
Todos nuestros compañeros mueren en el acto y nosotros, como suele ser habitual, tendremos que intentar por todos los medios poner fin al caos que se acaba de desatar.
En La resurrección del mal existen unos condensadores que se activan con varias células de energía. Nosotros podemos extraer esas células para así desactivar el suministro eléctrico de la zona e intentar restablecerlo en otro lugar, por ejemplo: nada más comenzar, necesitamos activar unos ascensores que se encuentran en una zona sin luz. Lo único que debemos hacer es buscar una de estas células de energía y colocarla en el condensador de ese nivel. Así conseguiremos que los ascensores vuelvan a funcionar.
Por supuesto, este añadido no varía en demasía el desarrollo de la aventura pero al menos el jugador sí se encontrará con una mayor variedad de situaciones a la hora de encontrar la solución a los problemas que se nos vayan presentando. No todo se reducirá a localizar la llave de turno. Y teniendo en cuenta este detalle, no es de extrañar que los chicos de Nerve Software hayan añadido unas cuantas "trampas" que complicarán un tanto nuestro avance por las instalaciones, pero que también añadirán algo más de variedad al desarrollo de la aventura.
Al principio del análisis hablábamos del desencadenante de todo este caos: al recoger un misterioso artefacto con forma de corazón, las puertas del infierno se abrieron liberando a todos los demonios. Pues bien, este artefacto es un arma que nos permitirá ralentizar el tiempo para poder sortear los obstáculos que se nos vayan presentando, por ejemplo: en uno de los primeros niveles nos encontraremos con unos bloques de piedra que abren y cierran el paso a una gran velocidad. Si intentamos pasar, los bloques nos aplastarán por lo que la única solución posible será la de ralentizar el tiempo para que los bloques se cierren a una velocidad mucho menor. De este modo, lo que en un principio parecía un obstáculo insalvable se convierte en una prueba de lo más sencilla.
De todos modos, cabe resaltar que este tipo de situaciones se ceñirán casi exclusivamente al principio de la aventura. Comenzaremos el juego resolviendo puzzles como el comentado más arriba para a continuación, intentar salir con vida de las trampas que iremos descubriendo. Tras esto, todo volverá a ser idéntico a Doom 3, es decir, avanzar y matar sin complicaciones.
Aún así, todavía nos encontraremos con unas cuantas novedades más que mejorarán todavía más la experiencia de juego, aunque también la pueden empeorar. Para empezar, el ralentizar el tiempo nos puede facilitar la tarea a la hora de exterminar a los enemigos: podemos esquivar con suma facilidad sus ataques y por si esto no fuera suficiente, podemos situarnos a escasos metros de ellos para disparar con la escopeta a bocajarro. De este modo, los combates contra varios enemigos a la vez pueden resolverse de manera rápida y sencilla.
A parte, también iremos consiguiendo unas mejoras para el "corazón" que nos irán dotando de más y más poder por lo que al final, cada vez que ralenticemos el tiempo nos convertiremos en una especie de dioses que podrán con todo. Y será este hecho el que haga que La Resurrección del Mal sea un título mucho menos angustioso que Doom 3. En el original, si nos encontrábamos ante una situación peliaguda, lo único que podíamos hacer era escondernos e intentar terminar con los enemigos poco a poco. Aquí ya no. En la expansión podremos ralentizar el tiempo y lanzarnos en plan kamikaze para así eliminarlos en cuestión de segundos por lo que se pierde ese elemento de terror que tanto nos gustaba.
Por último, también nos encontraremos con un arma gravitatoria que ineludiblemente nos recordará a Half Life 2. Con esta arma podremos levantar ciertos elementos de los escenarios para lanzárselos a los enemigos, pudiendo ahorrar de este modo munición que posiblemente necesitemos más adelante. El problema radica en que serán pocos los elementos susceptibles de ser manipulados por lo que, rápidamente, dejaremos de utilizar el arma para combatir a las fuerzas del mal.
Aún así, también la podremos utilizar para abrir nuevos caminos –quitar unas cajas que bloquean una puerta, etc.- e incluso, podremos detener las bolas de fuego que lanzan los enemigos para a continuación, emplearlas como munición. De todos modos, cabe resaltar que el arma no ha sido aprovechada del mismo modo que se hizo en Half Life 2. En muy pocas ocasiones la utilizaremos ya que suele ser mucho más rápido y sencillo disparar con las armas convencionales. Eso sí, habrá momentos en los que será necesario emplear obligatoriamente el arma gravitatoria, por ejemplo: en alguno de los combates contra los enemigos finales tendremos que "coger" sus bolas de plasma para así atacarles con mayor contundencia. También es posible que necesitemos desviar el fuego enemigo hacia ciertos puntos para así conseguir derrotarlos. Y será eliminando a estos grandes enemigos como conseguiremos las mejoras para el "corazón".
Como decíamos, su habilidad principal será la de ralentizar el tiempo pero después, cada vez que lo empleemos conseguiremos una mayor potencia de fuego y, cerca del final, seremos invulnerables. A parte de todas estas mejoras que pretenden añadir algo más de variedad al conjunto en general, Nerve Software ha incluido la escopeta de doble cañón para así satisfacer a los fanáticos de esta arma. No es que aporte mucho al ya de por sí amplio arsenal pero sí que se agradece su inclusión. Por supuesto, también nos encontraremos con una mayor variedad de enemigos, algunos realmente terroríficos, pero que siguen sin poseer una inteligencia artificial destacable.
Por norma general, los enemigos poseen unas rutinas de ataque que nunca variarán: los demonios siempre lanzarán bolas de fuego y se abalanzarán hacia nosotros para asestarnos unos zarpazos; los soldados se quedarán quietos delante de nosotros y comenzarán a disparar, los zombis… Sin duda, si se hubiera trabajado mucho más en este aspecto, los enfrentamientos contra las hordas del infierno habrían sido muchísimo más terroríficos. Sí, está claro que en muchas ocasiones nos asustaremos al ver como de entre las sombras aparecen los demonios pero es que hay veces que nos lo ponen demasiado fácil.
Eso sí, la ambientación volverá a ser la protagonista en esta nueva versión de la serie Doom. Como ya ocurría en la tercera parte, nos moveremos por unos entornos claustrofóbicos en los cuales lo más normal es encontrarse decenas de cadáveres destrozados por las mandíbulas de los demonios. La oscuridad volverá a ser la protagonista, pudiendo llegar incluso a visitar zonas en las que la única fuente de luz disponible será la de nuestra linterna –recordad que si llevamos un arma no podemos llevar la linterna-. Por supuesto, los sustos serán constantes en este tipo de niveles ya que los enemigos aparecerán de cualquier parte.
Será de lo más normal ir caminando por un pasillo y ver como de repente del techo cae un cadáver, o también, será habitual encontrarse con constantes apagones en el sistema eléctrico; pudiendo ser asaltados por los demonios en los momentos en los que la luz no funciona. Los escenarios en esta ocasión son más grandes que en el original, aunque también se ha abusado un poco más de la oscuridad (en ocasiones la linterna no es suficiente para iluminar el escenario). Habrá una mayor variedad en los entornos, intercalando exteriores con grandes laboratorios pasando por misteriosas ruinas alienígenas. El nivel de las texturas, en general, es mucho mejor que en el original y por si esto no fuera suficiente, se han mejorado los efectos de luces ofreciendo, en conjunto, un apartado gráfico impresionante. Eso sí, será necesario un equipo potente para disfrutar del juego al máximo, aunque con equipos de gama media se podrá jugar con un buen nivel de detalles sin apenas ralentizaciones.
El problema, sin embargo, lo encontraremos en el motor físico. El arma gravitatoria casi no tiene ninguna utilidad ya que la mayoría de elementos del escenario no son interactivos. Podemos dispararle a una luz y ver como se apaga. También podemos subirnos a una mesa y ver como los teléfonos o las pantallas de los ordenares se caen, pero lo que no podemos hacer es mover las innumerables cajas que se encuentran repartidas por los escenarios, ni tampoco podremos mover las estanterías. Y destacamos este problema porque ya que se sacan de la manga un arma gravitatoria, lo menos que podían haber hecho era mejorar el motor de físicas.
En cuanto al apartado sonoro más de lo mismo. Las melodías vuelven a pasar a un segundo plano, dando paso al silencio y a los sonidos ambientales. Serán constantes los gritos de terror y los gemidos de dolor procedentes de las zonas más profundas de la base. Los enemigos, que como decíamos serán terroríficos, tendrán un buen repertorio de gruñidos; destacando la malévola risa del doctor Betruger. Por supuesto, todo aquel que disponga de un equipo de sonido 5.1 disfrutará como nunca de la atmósfera de terror que los chicos de Nerve Software han implementado a la perfección en el juego. Y como era de esperar, todo en perfecto castellano.
Así pues, todo aquel que disfrutara con el original no se sentirá decepcionado con esta expansión que cumple a la perfección con su cometido. Se han mejorado algunos errores y se han añadido interesantes novedades, aunque no se hayan aprovechado al máximo. También, como era de esperar, se ha mejorado el juego online, ofreciendo esta vez partidas de hasta ocho jugadores en modalidades de juego tales como capturar la bandera o combate mortal. Por tanto, el que quiera pasar un buen rato intentando desbaratar los planes del infierno, este es su juego. Por el contrario, todo aquel que esperara alguna revolución jugable ya se puede ir despidiendo porque este no es su juego.