Análisis de Doc Clock: The Toasted Sandwich of Time (PC, Wii)
El de los videojuegos es un mundo cambiante día a día. La aparición de nuevos títulos provoca la innovación también en máquinas cada vez mejores, un círculo que retroalimenta una industria en constante movimiento. Además de las grandes empresas de hardware y los estudios más destacados existe un colectivo que se está abriendo hueco a través de "pequeños grandes" títulos, los desarrolladores indie.
Pese a que llevan años existiendo, estos desarrolladores independientes han encontrado en Internet y las consolas de nueva generación un gran escaparate donde mostrar su talento y trabajo. Y de ahí que títulos como Braid, Machinarium o el adictivo World of Goo, por nombrar tres de los más populares, hayan llegado a nuestras pantallas para después ganar premios al desarrollo. Las diferentes store de las consolas permiten que el usuario tenga acceso a estos títulos de bajo coste que van ganando fama según el número de descargas.
Tostadoras y viajes en el tiempo
El ejemplo que hoy nos ocupa no es otro que Doc Clock: The Toasted Sandwich Of Time, un juego que cumple todos los requisitos que se le suponen a un juego del género. En este caso nos encontramos delante de un título interesante que, pese a su sencillez, puede darnos unos buenos ratos de darle al coco y pegarnos unas risas.
La historia de Doc Clock, es la de un inventor algo loco que vive en un cobertizo con su robot, llamado Zack y un gato. Todo va bien hasta que éste, convierte a su mascota en un cactus. La idea principal es crear otro de sus "geniales" inventos para revertir el efecto que su anterior máquina. Cómo él mismo comenta, "lo lógico sería crear una máquina para acabar con esto" pero "porque no construír una máquina del tiempo para volver atrás y evitar éste desastre". Y bien... viendo el éxito de su carrera como inventor... podemos deducir el final de éste.
Doc construye la máquina del tiempo y consigue viajar aunque no donde él esperaba. El viaje espacio – tiempo lo traslada 2048 años por delante de lo esperado y destruye la máquina. El inventor, junto con su robot Zack -que tiene la habilidad de guardar objetos en su interior–, deben encontrar las piezas perdidas para volver a casa. A partir de ahí entra en juego la inventiva del jugador y la facilidad que este tenga para imaginar estructuras imposibles y trasladar toda clase de objetos de forma que Doc pueda llegar al final de cada nivel.
Una mezcla de plataformas, puzles y aventuras
Si algo caracteriza a la jugabilidad de Doc Clock es que no se adhiere a un género sólo sino que se deja querer por varios de estos. El juego mezcla en todo momento toques de puzle con el desarrollo de los típicos juegos de plataformas como Mario o Sonic. El avance a través de cada nivel no será posible sin antes recolectar algunos elementos y meterlos dentro de Zack o montarlos sobre otros para poder avanzar. Superar un acantilado, por ejemplo, no será posible a menos que combinemos un sillón con un paraguas para aterrizar placidamente en el suelo.
Asimismo, deberemos ser capaces de adaptar ciertos objetos a otros porque Zack se niega a portarlos así que el ingenio del jugador deberá servir para hacerlos portátiles... y unas buenas ruedas nunca están de mas para ello.
En cuanto a los mandos, en la versión de PC deberemos tirar de ratón y teclado para jugar. Mientras las teclas A, S, D, W nos servirán para guiar a Doc a través de los diferentes "mundos", B y F nos servirán para interactuar con Zack y los vehículos. Además también usaremos "espacio" o Q para diferentes menesteres que nos irá dictando el juego.
El uso del ratón se reduce a recuperar y colocar los diferentes objetos en pantalla. Clicaremos para recolectar un objeto y situarlo en determinados puntos para no caer en agujeros practicados en el suelo o pinchos al estilo Sonic.
En cuanto al tiempo y la gestión de este, Doc Clock nos da la opción de retroceder si nos equivocamos, lo que resta un poco de interés al juego y permite al usuario rehacer su camino hasta completar correctamente el puzle. Así, si hemos logrado crear un buen carromato pero el intento por flotar en el aire es infructuoso, podremos retroceder sobre nuestros pasos a través de un marcador deslizante para recolocar una pieza y jugar con la física.
Este recurso juega en contra de la dificultad y hace que el juego sea más fácil. La curva de aprendizaje es ciertamente corta y después de un par de combinaciones aprenderemos, rápidamente, a montar estructuras para sortear peligros.
Ruedas de coche, parapentes, bañeras viejas…
El apartado gráfico del juego ha sido recreado como si de una serie de dibujos animados se tratase. Tanto los decorados como los objetos y el mismo protagonista son de corte "cartoon", sencillos y coloristas. El toque irónico, como buen desarrollo independiente, lo dan los animales que lejos de recrearse como tales están dibujados en papel, recortados y colgados en los árboles y el decorado.
Los objetos que usaremos para movernos a lo largo del juego también gozan de una buena representación y podríamos decir que entran en dentro de los parámetros esperados.
Doc Clock no es un juego que destaque directamente por sus gráficos pero estos divierten al jugador y hablan bien del género al que pertenece. El trabajo se nota trabajado y la física –aunque a veces falle– es aceptable.
En cuanto a movimientos el juego se comporta bien y, pese a momentos contados –podemos hablar de una resolución más que aceptable que hace que el jugador avance rápido a través de bosques, páramos helados, montañas y cuevas.
La física de la que hablamos varia según el peso y cantidad de objetos que damos a nuestro vehículo. Éste se irá haciendo más grande conforme avancemos en el juego. Empezaremos con cuatro tablas y dos ruedas y terminaremos recolectando bañeras, ruedas de tractor, paraguas, alas de parapente y un gran número de objetos más cuyo interés no veremos al principio. La situación de estos de una forma u otra nos permitirá seguir avanzando.
El apartado técnico lo completa la sección de audio, que es, sin lugar a dudas, la mas floja del juego. Mientras la historia y los gráficos están a la altura, las melodías que acompañan a Doc y Zack a través de los diferentes mundos se basan en sonidos simples y melodías repetitivas. Los efectos tampoco no son nada destacables. Consiguen acompañar pero se hacen algo repetitivos a lo largo de todos los niveles del juego.
Mucha inventiva, el ingrediente necesario
Doc Clock consigue gustar. Es fresco, rápido y divertido. Tiene el poder de enganchar al jugador a través de sus puzles. Al principio son algo simples y hacer parecer al juego algo que no es. En principio, como hemos visto, tendremos que juntar cuatro elementos. En los niveles mas avanzados, por lo contrario, deberemos estrujarnos mas el cerebro juntando varios elementos motores que tendremos que gestionar a la hora de movernos arriba, abajo, adelante o atrás según lo necesitemos.
La pantalla inicial, cuando arranca la historia, nos sirve para familiarizarnos con algunos comandos aunque no será hasta pantallas más avanzadas cuando veamos de que va realmente el juego.
Hablamos de un título fluido que avanza a través de mundos caracterizados de forma diferente: selvas, mundos helados… el entorno está trabajado y tiene tintes de humor que gustarán.
Los personajes están también trabajados, tanto a nivel gráfico como de diálogos. Estos últimos se muestran a través de los típicos "bocadillos" de cómic y su contenido es totalmente irónico y siempre entre Zack y Doc. En cuanto a personajes también encontraremos a algún enemigo testimonial que tratando de pararnos acabará por autodestruirse. Estos serán uno mas del decorado, los podremos aplastar con cualquier elemento que poseamos o simplemente esperar a que ellos solos se hagan añicos. En caso de recibir alguna pedrada o similar solamente tendremos que tirar de la barra deslizante que nos permitirá volver sobre nuestros pasos.
Doc Clock arranca con humor desde su título con la coletilla "The Toasted Sandwich of Time", lo que empieza garantizándonos dosis de risas y momentos casi irreales.
Además de PC y MAC el juego está disponible para la Wii y próximamente para PlayStation 3. El precio son 9.99 euros y se puede encontrar en Steam.
Desde Vandal solo podemos emplazaros a estrujar vuestras mentes y empezar a montar los artilugios más raros para pasar los niveles que Doc Clock: The Toasted Sandwich of Time os ha preparado. Un juego Indie que muchos ya han comprado y disfrutado y que será, sin duda, una de las referencias independientes de este año 2011. Recordad, lo Indie está de moda, ¡sacad el inventor loco que lleváis dentro y empezad a montar!
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