Análisis de Crawl (PC, Switch, PS4, Xbox One)
Hace bastante tiempo que empezamos a leer o ver cosas de Crawl. De hecho, en 2014 pasaron el Greenlight, imprescindible por aquel entonces (y en el momento de escribir estas líneas aún también, pero en el futuro se va a cambiar el sistema) para poder entrar en Steam. A partir de ese momento el juego se ha convertido en varias cosas: en el típico juego independiente al que se juega cuando alguien lo tiene y los usuarios no están buscando algo de gran presupuesto, en una fuente notable de ficheros en formato .gif en los que mostrar algunos de los momentos más espectaculares del juego, o en uno de esos juegos a disfrutar entre game jams u otros espacios como algunas fiestas que se realizan a la vez que ciertos eventos relacionados con videojuegos.
Pero la gente de Powerhoof no ha aparecido de la nada con este juego. Antes de ésto David Lloyd y Barney Cumming han realizado un buen puñado de juegos, aunque la mayoría de ellos son gratuitos o vienen de game jams. Shut Up and Slam Jam Karate Basketball, Regular Human B-Ball, Friday Prototyping, The Unicated, Ice Vine Simulator 2015, An Outing with Frankie, The Maitre D’ o Riders of Rhea tienen en común con el juego que nos ocupa dos puntos clave: unos gráficos en dos dimensiones muy llamativos, y algunos conceptos jugables originales que mezclan con otros más conocidos.
La idea básica de Crawl, sobre el papel, es bastante sencilla. Eres un héroe que tiene que enfrentarse a un gran enemigo final tras pasar por una lúgubre mazmorra. El héroe tiene a su disposición diferentes habilidades, así como movimientos más comunes, y cada estancia de la mazmorra se genera aleatoriamente, de manera que nunca hay dos partidas iguales, e incluso el gran enemigo del final "del juego" puede ser distinto, porque hay varios disponibles.
Hasta aquí podemos creer que estamos hablando de un roguelike al uso, salvando el detalle de que el juego se maneja más bien como un beat em up con espadas y magias que a puñetazos como es habitual en el género.
Pero ahora viene la primera de las innovaciones. Para poder disfrutar del todo de una partida tenemos que llamar hasta a tres compañeros que nos acompañen en la aventura, para decidir nada más empezar, a base de derrotarlos, quién va a ser el verdadero héroe que comience dicha expedición hacia las profundidades de la mazmorra.
Y ahora viene la segunda innovación, y es que el resto de jugadores no se tendrán que ir a su casa tras este inicio, sino que continúan en la partida en forma de fantasmas. Cada vez que entremos en una estancia de la mazmorra (lo que ocurre cuando el héroe tiene la posibilidad de pasar de habitación y decide ejecutar dicha acción) tendremos a nuestro alcance diferentes opciones que podemos controlar, que podemos resumir en trampas y otros elementos del escenario, o diferentes monstruos que nos podamos encontrar por la habitación de turno. Si alguno de los fantasmas consigue derrotar al héroe se puede entonces reencarnar en él, y continuar la aventura hasta llegar al jefe final.
Como detalle, durante la partida nos podemos encontrar con tiendas donde podemos mejorar nuestro héroe comprando nuevas armas, habilidades o incluso hechizos. Si nuestro héroe muere el jugador que nos haya derrotado continúa con el dinero que tengamos, así que hay que tener cuidado con la manera de utilizar el dinero, pues por un lado podemos querer reservarnos una cantidad para poder adquirir ítems de cierta importancia, pero por otro lado hay que ser conscientes que como nos maten habremos ahorrado tontamente para que lo gaste otro jugador, lo que genera un juego oculto ciertamente interesante dentro de las posibilidades de este título.
Como resumen del apartado jugable, lo cierto es que Crawl es un juego que se disfruta mucho más gracias al apartado multijugador, y aunque es posible jugarlo con una sola persona usando al ordenador para que genere a unos compañeros manejados por inteligencia artificial, pierde bastante gracia. Por otro lado, es uno de los mejores títulos recientes en multijugador local, especialmente si os gustan los beat 'em up o el hecho de fastidiar a nuestros compañeros de partida.
Visualmente es un juego que realizado con un resultado realmente atractivo, pero que no está carente de ciertos fallos. Sus desarrolladores han trabajado muchísimo aspectos como la animación o la respuesta que reciben los jugadores, así como ciertas ayudas visuales que reciben los usuarios. De hecho, han creado hasta una herramienta en Unity para que otros usuarios puedan crear juegos de la misma manera que la que usan ellos, y de paso podemos observar el sistema que emplean para realizar estas animaciones a mano muestran un resultado tan bueno. Crawl es un juego que usa un pixel art realmente trabajado, con un punto justo de estilismo que lo aleja de lo retro pero sin llegar a extremos vistos en otros títulos.
Además, tanto enemigos como personaje, así como los efectos y especialmente los grandes jefes finales, todos tienen mucho detalle y están creados con gusto. Por desgracia, si bien no están mal las mazmorras, adolecen de poca variedad, y nos puede dar la sensación de estar constantemente en el mismo espacio, lo que es una pena para un juego que ha estado cocinándose a fuego lento a lo largo de 3 años, y que por lo demás es especialmente vistoso, como hemos podido comprobar en este tiempo cada vez que alguien compartía en redes sociales algún detalle llamativo de Crawl.
En cuanto al sonido, lo cierto es que impacta desde el primer segundo, pues por un lado contamos con una voz en off que tiene mucha relación con lo que podemos ver en la partida, y por otro lado nos encontramos con una música que mezcla lo lúgubre del lugar con ciertas notas que nos pueden recordar a estas obras neo retro que toman su inspiración de los éxitos de los 80 y de las que hemos visto diferentes ejemplos en los últimos tiempos. Además, el juego está plagado de buenos sonidos tanto para las armas como para los hechizos, así que en cualquier caso es un juego con un apartado sonoro realmente potente.
Conclusiones
No es de extrañar el pequeño éxito que está teniendo Crawl en estos momentos, donde ha acabado apareciendo multiplataforma para PS4, Xbox One y PC. Es un juego que cumple con todo lo que se espera de un juego independiente, pero que además tiene un sistema multijugador muy entretenido, y unos apartados técnicos notables. Como pequeño lunar, el juego está sólo en inglés, así que si no os lleváis bien con este idioma es posible que os perdáis algunos detalles del juego.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código del Humble Monthly Bundle de mayo de 2016.