Análisis de Codename Panzers: Phase Two (PC)
Los juegos de estrategia en tiempo real ambientados en la Segunda Guerra Mundial se han convertido en una de las combinaciones más rentables en el mundo del videojuego, encontrándonos todos los años con una gran cantidad de títulos basados en este género que recrean, con mayor o menor fidelidad, algunas de las batallas más importantes de la contienda, ya sea con un enfoque táctico, frenético, o una mezcla de gestión de recursos y tácticas de combate.
Codename Panzers: Phase Two, variando muy poco con respecto a lo visto en su antecesor, nos presenta una visión más táctica del conflicto eliminado la gestión de recursos y centrando toda su jugabilidad en los combates entre ejércitos de reducidas dimensiones. De nuevo, la pericia del jugador a la hora de afrontar las batallas definirá el curso de la guerra, aunque vuelve a echarse de menos una mayor profundización en lo que a tácticas de combate se refiere.
En esta continuación, además, la acción se dividirá en tres campañas diferentes que nos permitirán controlar a las fuerzas del eje (alemanes e italianos), a los aliados (británicos y estadounidenses) y por último a los yugoslavos en tres escenarios bélicos bien diferenciados: el norte de África, Italia y los Balcanes. Cada uno de estos ejércitos, como ya ocurriera en el original, estarán diseñados con una gran fidelidad histórica, pudiendo llevar en todo momento alguno de los blindados más conocidos de la Segunda Guerra Mundial; o disfrutar del gran trabajo realizado en lo que al diseño de los uniformes se refiere.
El hecho de tener que sobrevivir a las acometidas enemigas con un número limitado de unidades, en ocasiones muy limitado, nos obligará a pensarnos mucho nuestros movimientos ya que una mala jugada puede salirnos cara: si perdemos a todos nuestros tanques al poco de iniciar una misión ya podemos despedirnos de cumplir los objetivos si el enemigo cuenta con blindados, ya que nuestras tropas de infantería poco podrán hacer contra un ejército plagado de carros de combate o defensas con artillería pesada y búnkeres repletos de soldados. De ahí que antes habláramos de ésta creación de Stormregion como un juego de estrategia táctica. En Codename Panzers: Phase Two nos encontraremos con más de 100 unidades distintas especializadas en diversos estilos de combate que tendremos que emplear sabiamente para aniquilar a los enemigos.
Los blindados, que serán las unidades más importantes y con las que podremos completar la gran mayoría de misiones sin problemas –he aquí uno de los defectos del juego-, brillarán por su variedad y por sus diversas funcionalidades, encontrándonos con los clásicos carros de combate que avanzarán a gran velocidad por el entorno arrasando los campamentos enemigos a base de bombazos, los blindados menos poderosos pero que se encargarán, a base de llamaradas, de las unidades de infantería enemigas o los propios blindados enemigos, y como no, la artillería pesada que se encargará de los enemigos desde largas distancia evitando poner en riesgo la integridad de sus miembros.
Por supuesto, la infantería también será protagonista en la acción encontrándonos con los clásicos soldados rasos que se encargarán de los enemigos con sus fusiles, los francotiradores que podrán eliminar a las tropas enemigas desde la distancia, y la infantería pesada que podrá, o bien destrozar los blindados enemigos a base de bombazos, u obligar a los ocupantes de los vehículos enemigos a abandonar su medio de transporte lanzando cócteles molotov sobre su casco, consiguiendo así que el metal se caliente tanto que nadie en el interior del vehículo pueda aguantar con vida. Aún así, como decimos, el papel de la infantería en la acción resultará demasiado secundario, convirtiendo de este modo a los carros de combate en los verdaderos protagonistas del juego.
Como en el original, en el juego se nos premiará con más dinero siempre que completemos las misiones sin sufrir grandes pérdidas, o cumplamos los objetivos secundarios que encontraremos en cada campo de batalla. Desgraciadamente, nuestras unidades de infantería resultarán inservibles en los combates contra carros de combate, siendo éstos los rivales más numerosos, al ser los blancos preferidos por parte de los enemigos, que no dudarán en centrar todos sus ataques sobre la infantería. De este modo, a los pocos segundos de llegar al campo de batalla nuestras tropas morirán, perdiendo así puntos que luego no podremos gastar en refuerzos para el siguiente nivel. Aún así, siempre que usemos sabiamente a la infantería combinándola con los blindados nuestros resultados en batalla mejorarán: podemos situar a unos francotirador en el interior de un edificio para que observen el campo de batalla, otorgándonos así un amplio campo de visión, para que nuestra artillería pesada ataque las posiciones enemigas sin necesidad de poner en peligro a ninguna de nuestras unidades, que tendrían que acercarse demasiado al frente enemigo.
También, por supuesto, podemos proteger zonas vitales del escenario situando a la infantería en búnkeres, o a francotiradores en elevadas torres para así frenar cualquier ataque enemigo, siempre que éstos no lleguen con todos los carros de combate a la vez, ya que entonces necesitaremos obligatoriamente la ayuda de nuestra artillería pesada y blindados. Aparte, además, contaremos con una serie de habilidades especiales (limitadas) que nos permitirán pedir la ayuda de aviones de reconocimiento para que nos muestren algunas zonas del campo de batalla, bombardeos precisos sobre objetivos concretos, o lluvias de bombas sobre las posiciones enemigas para terminar con suma facilidad con su infantería.
Aún con todo esto, en Codename Panzers: Phase Two la figura de la infantería cobra una importancia vital al tratarse de uno de los pocos juegos en los que verdaderamente nos encontraremos con vehículos pilotados por soldados. De este modo, como decíamos antes, podemos obligar a los enemigos a que abandonen un tanque sin dañarlo excesivamente simplemente lanzando cócteles molotov sobre él hasta calentar el casco del blindado tanto que nadie en el interior pueda aguantar, o directamente apropiarnos de algún carro de combate dañado que se encuentre "tirado" por el escenario. Si los enemigos destrozan uno de nuestros vehículos, sus ocupantes saldrán con vida de su interior, pudiendo guarecerse en la retaguardia. De este modo, habremos perdido un vehículo, pero al menos seguiremos teniendo a las unidades intactas y por tanto, no perderos puntos de bonificación al finalizar la misión. Aparte, también nos encontraremos con unidades de artillería enemigas que podremos eliminar sin necesidad de dañarla, simplemente ocupándonos de los soldados que se encontrarán tras la maquinaria, empleando para ellos a nuestros soldados de infantería. Esta puede ser una buena forma de apropiarnos del equipamiento enemigo sin necesidad de gastar dinero.
Por último, en Codename Panzers también tendremos que tener en cuenta el mantenimiento de todas nuestros unidades, y en especial el de los carros de combate. Como decíamos, en ningún momento de la partida podremos comprar nuevas unidades que sustituyan a las dañadas o destruidas, por eso, en la creación de Stormregion los camiones de reparaciones se convertirán en piezas fundamentales en todas las partidas, compartiendo el protagonismo con los médicos que serán los encargados de restaurar la salud de los soldados. De este modo, si vemos que uno de nuestros blindados se encuentra bajo mínimos, podemos mandarlo a la retaguardia para que el camión lo repare, o mandar directamente al camión de reparaciones al lugar de los hechos, exponiéndolo al peligro –si lo perdemos nos quedamos sin él hasta la siguiente partida-. Además, la munición de todos nuestros vehículos se gastará conforme la vayamos usando, por lo que también necesitaremos de la ayuda de los camiones de munición para reabastecer a los blindados constantemente. Eso sí, las tropas de infantería no se regirán por esta regla, y podrán disparar sin miedo a gastar toda la munición. También, en cada uno de los escenarios nos encontraremos con unos puestos de reabastecimiento que, si pertenecen a nuestro ejército –eliminando a los enemigos de su alrededor lo conseguiremos-, sanarán y reabastecerán a todas nuestras tropas.
Los enemigos, como decimos, mostrarán una serie de comportamientos en las batallas de lo más realistas, siguiendo los mismos patrones que utilizamos la mayoría de jugadores, es decir; la gran mayoría de sus unidades atacarán a un objetivo en concreto, centrando todos sus esfuerzos en su eliminación. Si ven que junto a nuestros blindados se encuentran unas tropas de infantería, todos atacarán a estas unidades, persiguiéndolas durante unos metros si comienzan a huir. Del mismo modo, si uno de nuestros camiones de reparaciones se encuentra cerca de los enemigos restaurando la salud de los blindados, los enemigos centrarán todos sus ataques sobre el mismo, intentando que no repare más a ninguna de nuestras tropas.
Por supuesto, sus camiones de munición y reparaciones realizarán las mismas funciones que los nuestros, moviéndose por entre las líneas enemigas mientras restauran la vida y munición de sus blindados. No obstante, a estos detalles de calidad debemos sumarles ciertos errores en la inteligencia artificial de nuestras tropas que se bloquearán constantemente, chocándose unas con otras, sin conseguir llegar al punto fijado por nosotros. Este hecho, si tenemos en cuenta que en ocasiones los enemigos nos atosigarán con todo tipo de unidades de combate, hará que en más de una ocasión nuestras unidades caigan en combate, lo que puede resultar de lo más frustrante.
En cuanto al apartado gráfico, como decimos, Codename Panzers nos muestra unos entornos de grandes dimensiones bien detallados en los que decenas y decenas de unidades de combate se enfrentarán a muerte, llegando incluso a destrozar los elementos del escenario como pueden ser los árboles y el tendido eléctrico, que caerán al paso de los tanques, o las propias edificaciones que no soportarán la sucesión de explosiones. Los efectos de partículas, y en especial el del humo en las explosiones, destacarán por su realismo y espectacularidad, así como también brillarán con luz propia los efectos de luces ya que, por ejemplo, los tanques se iluminarán en su parte delantera cada vez que lancen un obús debido al fogonazo que pegarán los cañones.
El modelado de todas las unidades, así como el diseño de sus vestuarios y equipamientos rayará el sobresaliente, encontrándonos con unos carros de combate de lo más detallados que, al disparar, retrocederán unos cuantos metros por la fuerza del retroceso. Las unidades de infantería, que podremos apreciar de cerca gracias al potente zoom que nos permite realizar el motor gráfico, también mostrarán un elevado nivel de detalles, destacando sus animaciones faciales y rostros en las secuencias de vídeo generadas por el propio motor gráfico del juego que servirán de enlace entre una y otra misión. Por último, los entornos, que como decimos estarán bien detallados, mostrarán diferentes niveles en su orografía, encontrándonos con zonas montañosas que nos proporcionarán una mejor visibilidad y precisión en nuestros disparos, con la consiguiente dificultad que tendrán los enemigos para atacar a nuestras tropas si éstas se encuentran en la parte superior de una montaña, y el enemigo en la parte inferior. Aún así, la importancia de la orografía quedará relegada a un segundo plano.
El apartado sonoro, por último, destacará por la gran calidad en su doblaje al castellano como ya viene siendo habitual en todas las producciones de FX Interactive. Cada uno de los soldados pertenecientes a los diversos ejércitos que controlaremos nos hablará en un perfecto castellano, aunque siempre manteniendo un acento que nos indicará claramente su procedencia. Las melodías, del mismo modo, acompañarán a la perfección nuestras acciones, encontrándonos con piezas musicales más dramáticas o lentas para los momentos en los que los protagonistas conversarán, y piezas más moviditas para los momentos de acción desenfrenada. Los sonidos de los disparos, las explosiones, y el movimiento de los blindados serán otro de los puntos fuertes en este apartado.
Por último, tras completar la campaña principal podremos disfrutar del juego online junto a siete amigos más en partidas a través de Internet en las que la estrategia cobrará una mayor importancia, y en las que podremos disfrutar de los ejércitos citados con anterioridad, más a parte a las fuerzas de la Unión Soviética –también fielmente representadas-. Por supuesto, las escaramuzas también estarán disponibles, por lo que podremos combatir contra el enemigo en los escenarios diseñados por los desarrolladores, u optar por disfrutar de las batallas en los escenarios diseñados por nosotros mismos gracias al completo editor que incorpora el juego.
En definitiva, Codename Panzers: Phase Two nos ofrece una gran cantidad de horas de diversión gracias a su interesante modo historia, en el que tendremos la oportunidad de combatir en algunas de las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial, disfrutando de un sistema de juego sencillo y directo en el que primará ante todo nuestra habilidad a la hora de plantarle cara al enemigo. Sin embargo, en esta secuela se echan en falta más opciones en lo que a tácticas de combate se refiere, ya que, por ejemplo, no existe la opción de crear formaciones de combate. También, teniendo en cuenta que hablamos de un título de estrategia táctica, nos resulta difícil de entender que no se le haya prestado una mayor importancia a la orografía de los escenarios, no siendo un elemento decisivo en lo que a las batallas se refiere.
Aún así, como decimos, la experiencia de juego resulta de lo más gratificante, pudiendo encima disfrutar del juego online junto a nuestros amigos. Además FX Interactive, como siempre, nos ofrece un producto de un altísimo nivel al precio de 20 €, traducido y doblado a nuestro idioma, con un manual a color, y un completo libro en el que se detallarán los acontecimientos históricos, para ponernos en situación, y una completa descripción de los vehículos y armas que veremos en el juego. Sin duda, un precio que convierte a Codename Panzers: Phase Two en una compra más que recomendable.